A 50 años del paso a la inmortalidad del General Perón

Compañeros y compañeras, quiero empezar contando qué hicimos en las primeras horas de este día para homenajear a Perón, a 50 años de su paso a la inmortalidad.

Estuvimos con el intendente de San Vicente, Nicolás Mantegazza, y no nos juntamos ni a charlar, ni a tomar mate, sino a inaugurar dos centros de atención primaria de la salud, el número 5 y 6 de San Vicente, y el 164 de este gobierno. Una avenida, un centro universitario, dos nuevas carreras, obras suspendidas y paralizadas por el gobierno de Milei que inauguramos en la provincia de Buenos Aires.

Y nada más, porque todavía nos afecta la emoción con que los vecinos acompañaban a estos actos. Estuvimos inaugurando centros de salud que se unen a un sistema de salud en el municipio que más creció de la Argentina, que tuvo como paso central la provincialización de un hospital que lleva el nombre del que lo fundó junto con Perón, Ramón Carrillo.

Y estaban hoy unos pibes y unas pibas que iban a recibir sus diplomas en la universidad pública y gratuita. Hoy acá le venimos a agradecer a Perón, porque fue él en el ‘49 hizo gratuita la universidad pública y se llenó de hijos de obreros. Pero es un mandato seguir llenándola de hijos de obreros.

Nos llena de felicidad y de orgullo recibir este 1 de julio entre compañeros y compañeras de la provincia de Buenos Aires, pero también, compañeros y compañeras del interior argentino, si no es federal la Argentina no es nada. Gracias, Ricardo, gracias, Lucía, gracias flaco, gracias a todos y a todas.

Nos acompañan organizaciones, nos acompaña lo que Perón llamó la columna vertebral del movimiento. Gracias a los compañeros de la CGT, de las CTAs. Gracias al presidente del Partido Justicialista de la Provincia.

Y lo hacemos hoy, en la quinta de San Vicente, donde descansa el General Perón. Una quinta que cuando la recibimos le faltaba inversión, le faltaba ponerla en valor, le faltaba darle el lustre, el brillo y la importancia que tiene este lugar que en vida fue el lugar de descanso de Perón y de Evita. Hoy descansa acá Perón y venimos los peronistas a homenajearlo.

Y estamos hoy reunidos, nos dimos cita una multitud, y me olvidaba, a los intendentes e intendentas, diputados, diputadas, senadores, senadoras, a homenajear a Perón. Pero estamos acá sobre todo para reafirmar la vigencia de sus ideas y para sostener frente al actual experimento anarcocapitalista, liberal libertario, que tanto daño le está haciendo a nuestro pueblo, que la alternativa se llama peronismo.

Algunos pensarán que estamos para recordar el pasado, pero se equivocan. Si vinimos tantos y tantas es porque estamos acá para construir el futuro. Durante los 50 años que siguieron a la muerte de Perón, el peronismo transitó por muchas etapas. Sabemos que no todas fueron plenamente leales a la doctrina. En el siglo XXI, fueron Néstor y Cristina los que le devolvieron al peronismo la fuerza transformadora con la que nació y que gracias a Perón le dio protagonismo a los trabajadores, a las masas populares que habían sido marginadas de la vida política y social, de los derechos laborales durante los períodos que precisamente admira tanto el actual presidente.

Ahí perdieron derechos, ahí perdieron dignidad, y fue con Perón, con Evita, con Néstor y Cristina que siguieron el camino para recuperarlos.

Durante 50 años intentaron mil veces dar por muerto al legado de Perón. Hoy Milei quiere instalar en la Argentina un modelo primarizado, precarizado, extractivista, quiere convertirnos en una sociedad dual, con un pequeño polo de privilegiados y en el otro polo, un inmenso cúmulo de postergados sin derechos, precarizados.

No es un modelo que inventó Milei. Al contrario. Es un modelo que se instaló e impera lamentablemente en buena parte del tercer mundo y en varios países de la región. Pero choca y va a chocar con uno de los más poderosos legados de Perón, la oposición a un modelo primarizador, a un modelo sin soberanía, surge de la enorme mayoría de nuestro pueblo, que no está dispuesta ni a resignarse, ni a entregar sus derechos y sus conquistas. Ahí es donde viven Perón junto a Evita, junto a Néstor, en la conciencia de justicia social, en la certeza de nuestro pueblo de ser portadores de derechos por solo habitar el suelo argentino.

Les va a resultar imposible convertirnos en colonia, porque por acá, por acá pasó Perón y dejó el peronismo instalado en las conciencias, en las voluntades y en el corazón del pueblo.

Como sostuvo Evita allá por el ‘50, como sostenía Evita en un célebre discurso, como sostenía Evita allá por el ‘50, el peronismo no se aprende ni se proclama, se siente y se comprende. Es condición de fe, nace del análisis de los hechos, por la razón de las causas y sus consecuencias. Es dinámica hecha historia, es conciencia hecha justicia que reclama la humanidad de nuestros días.

Es trabajo, es amor, es sacrificio, es, en suma, fe hecha partido en torno a una causa, que es la esperanza que le faltaba a la Patria. Recordamos a Perón y le hacemos caso a Evita.

Hoy a los peronistas nos duele… Hoy a los peronistas nos duele este presente que atraviesa la Patria. Nos duele que la gobierne un presidente que hizo campaña diciendo que la justicia social es una aberración. Ese presidente está llevando esas ideas a la práctica, con los resultados que observamos. Más desigualdad, menos derechos, menos trabajo, más desempleo.

Quiero además enviarle hoy nuestro acompañamiento y solidaridad a los miles de trabajadores que están despidiendo. En resumen, Milei para la Argentina significa más privilegios para pocos y menos derechos para muchos. Es decir, exactamente lo contrario de lo que representa el peronismo.

En un tiempo donde el aire, donde las redes, y como decía recién Perón, las redes y las sombras se llenan de mentiras, las verdades peronistas son más necesarias que nunca. La número 20 se hace central en este momento. En esta tierra, lo mejor que tenemos es el pueblo. Y es ese pueblo el que sufre las privaciones que impone el actual rumbo económico. Esas privaciones sociales hacen cada vez más difícil el ejercicio de la libertad, esa idea tan importante, tan importante para Perón y para el peronismo, que Milei bastardea y usa de forma fraudulenta.

Hay que escuchar de nuevo a Perón cuando se refería a la libertad. Decía Perón: ‘hay dos clases de libertad, la libertad de las naciones basadas en la libre determinación de los pueblos, en la soberanía política y en la independencia económica. Y la libertad del hombre, que consiste en el respeto de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. Hay pues una libertad esencial, la colectiva y otra que es su consecuencia, la individual’. Y remataba: ‘nadie puede presuponer hombres libres en una Nación que es esclava’. Sigamos a Perón luchando por la independencia, por la soberanía, por la justicia social.

Perón quería terminar con el Estado indiferente, lo llamaba el Estado abstencionista. Hoy hablamos con este gobierno que nos trae un Estado desertor. Milei, por decisión propia, desde el Estado nacional no sólo está aplicando un plan de ajuste y desregulación feroz, sino que está desertando de sus obligaciones más constitutivas, de sus tareas irrenunciables y elementales.

Cada vez queda más claro. El presidente Milei no vino sólo a achicar el Estado, vino a desintegrarlo. Así como quiere desintegrar la unidad nacional cuando pisotea el federalismo. Hace poco el Presidente dijo: ‘soy un topo, vengo a destruir el Estado desde adentro’. Si ese es su objetivo como presidente, más que un chiste es la confesión de un crimen, de un crimen social.

El sueño de Milei, una Argentina sin Estado, es una pesadilla para la enorme mayoría. Una Argentina sin Estado sería una Argentina sin educación y sin salud para las mayorías. Una Argentina sin obra pública, una Argentina sin desarrollo, sin ciencia, sin soberanía y sin paz.

Hoy en día, en el mundo entero, ante la fragilidad geopolítica, la inestabilidad financiera, las guerras que se han desatado, todas las fuerzas políticas, todo el espectro político en cada país, busca formas de defender y proteger a sus pueblos. Todas menos Milei. En todo el mundo, desde Estados Unidos a Europa, pasando por Rusia o por China, es la hora de los nacionalistas, no de los vende patria.

Por eso, el Papa Francisco, un argentino que está haciendo historia y que se transformó en una referencia de las más influyentes en un mundo en crisis, dijo claramente: ‘los Estados nacionales son ahora más necesarios que nunca’. Nosotros, en la Provincia, seguimos este camino.

El mismo presidente que ataca al federalismo, que agrede los derechos del pueblo, las instituciones de la democracia, es el que volvió a lanzar en estos días una invitación al llamado Pacto de Mayo, que como ya dijimos ni es pacto, porque requeriría un acuerdo entre las partes, ni es mayo porque se les escapó el mes. Le vuelvo a proponer a Milei que celebre su pacto el 4 de julio, una fecha más adecuada para entregar banderas históricas de nuestro país.

Cuando en el ‘73 Perón propuso el pacto social, lo hizo luego de deliberar con los sectores, consensuar e incluir a todos ellos: a la industria, al campo, al movimiento obrero y al Estado. Y el primer objetivo de ese pacto social era alcanzar una participación de los asalariados, del 50% en el ingreso. Era incrementar los salarios reales. Era mejorar la distribución del ingreso. En esa misma línea, digo hoy, que nuestro único pacto es con el pueblo, es con la Patria, y no lo vamos a traicionar por una foto.

El gobierno actual, su presidente, el Presidente ni siquiera cumple con su pacto básico, con los derechos consagrados en nuestra Constitución Nacional. Cuando deje de agredir, cuando devuelva a las provincias, Gitano, como decías, los recursos que le robó a las provincias, a sus pueblos, cuando deje de poner al país al riesgo de romper relaciones con sus vecinos y sus socios comerciales, cuando deje de ahogarnos financieramente, cuando deje de despedir, de achicar y de atacar al pueblo, bueno, recién ahí podríamos conversar qué es lo queremos para la Argentina. Mientras tanto, damos nuestra posición en una palabra: peronismo.

Pero aún, en este oscuro panorama, hay motivos para ser optimistas. Un sector importantísimo de nuestra sociedad está dispuesto a defenderse. En estos meses, los movimientos sociales, los sindicatos, el movimiento feminista, las organizaciones de derechos humanos, los científicos, el movimiento docente y estudiantil, los artistas, salieron a la calle a reclamar por sus derechos.

Homenajeamos también y nos sacamos el sombrero ante esta manifestación de resistencia popular en las calles. Algunos dicen que no sirve o que no importa. Vamos a seguir movilizando.

Y ese pueblo movilizado, al que vemos organizarse y resistir, el que no se deja pisotear ni baja la cabeza, también encarna el legado de Perón. Nadie les va a hacer creer a los argentinos que no merecen una vida digna. En esta Patria por la que pasó Perón, nadie se resigna a la injusticia. Nadie naturaliza las desigualdades.

Por eso, en esta hora tan dolorosa para el país, nuestra tarea no puede limitarse a la denuncia o a la resistencia. Como gobierno de la Provincia más grande del país, como principal fuerza política de la oposición, tenemos dos tareas: crear un escudo y una red para proteger a los derechos que el Presidente ataca, reduciendo el daño social que causan sus políticas y sustituyendo en todo lo que podamos a un gobierno nacional que abandona sus obligaciones. Pero al mismo tiempo debemos construir, junto a las fuerzas populares y democráticas de la Argentina, una alternativa que en el futuro permita rebatir y revertir la destrucción que está en curso y poner al país en el camino del desarrollo y de la inclusión.

No nos vamos a desmoralizar, no vamos a bajar los brazos. Vamos a organizarnos para luchar por el proyecto de país que nuestro pueblo se merece. Este proyecto de país está inspirado en las ideas y en el legado de Perón. Y sus banderas están más presentes que nunca.

La dignidad no es un negocio. Los derechos no se miden por la ganancia económica. La solidaridad no es un cálculo ni una transacción. La libertad sólo es posible si hay igualdad de oportunidades. La vida no es un mercado y la Patria, la Patria no se vende.

A 50 años de la muerte de Perón, de su paso a la inmortalidad, el objetivo peronista es una Patria justa, libre y soberana. A 50 años de la muerte y del paso a la inmortalidad del General Juan Domingo Perón, el peronismo sigue de pie, el peronismo va derecho al futuro. Muchas gracias.