Cierre del Congreso Provincial de Salud 2025

Buenas tardes a todos y a todas. Vengo de estar, de presenciar por primera vez, la cuarta vez que vengo a un congreso del COSAPRO. La verdad que no podría venir más veces porque se hicieron cuatro, Nico, pero hubiera venido. Y esto tiene que ver con un enfoque que tenemos en la provincia de Buenos Aires, en general en el Ministerio de Salud, primero Dani Gollán, Nico, el equipo de Salud. Pero, la verdad, nunca había podido asistir a una asamblea del COSAPRO. Hoy estuvimos ahí, escuchando a los representantes de las diferentes regiones sanitarias, acompañados por intendentes e intendentas de la provincia de Buenos Aires, por los representantes de las universidades con asiento en nuestra Provincia. Y voy a decirlo como me sale: estamos viviendo una época donde corren vientos de egoísmo, de individualismo. Estamos viviendo una época donde nos invitan al sálvese quien pueda. Estamos viviendo en una época donde nos quieren convencer que a la gente y a nuestro pueblo le cambió la cabeza y ahora quieren privatizar todo, vender todo, aplastar al otro, salvarse solo. Estamos viviendo en una época donde la cuestión de la salud, nos quieren hacer creer que es un problema individual, personal de cada uno y que entonces tendrá o más o menos derecho a la salud, el que tenga más o menos guita, el que viva más cerca o más lejos de algún centro de salud, el que le toque en suerte. Pero, la verdad, lo que me sale es decir, escuchando el laburo que se está haciendo, cómo viene sedimentando, viene creciendo la planificación, el plan quinquenal, la planificación participativa, el trabajo de cada una de las regiones, de cada uno de los distritos, la integración, la coordinación entre todo nuestro sistema de salud, puedo decir una sola cosa, no nos ganaron, no nos vencieron, acá estamos.

Y perdón también, porque observaba el video de Bahía Blanca y la verdad que recordaba también lo de la pandemia. Al sistema de salud de la provincia de Buenos Aires, en el todo o en sus partes, le hemos exigido muchísimo, ¿no? Y la verdad que un poco injustamente, porque a uno le gustaría tener más equipamiento, más recursos, mejores sueldos. Yo quiero hacerme eco de las palabras de Nico, si tenemos un sistema de salud robusto, un sistema de salud solidario, un sistema que crece todos los días y que mejora, es por los trabajadores y trabajadoras de la salud de la Provincia.

Pensaba que en tiempo de estas corrientes ideológicas, de estos climas, ¿no?, que se tratan de formar. Ahora parece que lo que era la derecha, que ya la sufrimos, y además nos asusta, ¿no? Las políticas de la derecha en la Argentina han sido siempre muy dañinas, han provocado tragedias, han provocado muertes. Las conocemos muy bien, acá pasamos persecución, además dictadura. Y bueno, todo eso que no fue simplemente una expresión de la maldad, de malos corazones, si no que fue un proyecto económico que requirió eso para el intento de aplicarlo. Pero los que hemos vivido a la derecha, pensamos que eso ya era un adversario tremendamente poderoso y grande, los intereses que representa, internacionales, bueno, ahora de vuelta otro crédito al Fondo, ya lo conocíamos. No sabíamos que íbamos a tener que enfrentar a escala internacional y en la Argentina algo que hoy es la ultraderecha, que es la ultraderecha, que lo que a veces se decía con disimulo, a veces se decía con eufemismo, hoy se dice frontalmente.

 

Estando, Nico, inaugurando una escuela, hoy vino un pibe a hablarme, a decirme, ‘che, pero lo que decís, porque venís a decir que quieren destruir nuestra escuela’, bueno, a ver, tenemos 1.000 obras paradas en la provincia de Buenos Aires, y quien gobierna el país dice que… Su emblema es una motosierra, y viene a destruir el Estado desde adentro.

La verdad que todo lo que uno pensaba que se podía decir y verbalizar, hoy está llevado a un extremo, y me parece que hay un intento que trasciende las fronteras argentinas, un intento de hacernos creer que los nuevos tiempos son así. Me acuerdo en aquel momento, una etapa anterior, donde también hubo un gobierno de orientación neoliberal, y nos decían ‘son 20 años de neoliberalismo’. Y ahora nos quieren decir que bueno, que está esta especie de club de la ultraderecha y sus personeros, sus discursos, sus redes sociales, y que bueno, que esto está para quedarse, que esto ha convencido, ¿no? Además, nos quieren hacer creer que ha convencido a la gente. Que la gente… Nuestros conciudadanos, las y los bonaerenses ahora cree que hay que destruir el Estado, que hay que terminar con la salud pública, que hay que privatizarla, porque eso es lo que se baja como una línea, y a veces esa línea se trata de establecer como un conocimiento convencional, como un sentido común, ya que no se discute, se pueden decir cosas que antes estaban prohibidas, se puede insultar, agredir en base a eso, a todo el que piensa distinto. Tenemos, fíjense, es una línea ideológica que piensa que la justicia social es una aberración, que es un robo, que es producto del egoísmo o de la envidia, que quiero tener lo que tiene el otro, que no se respeta determinados valores. Bueno, y a veces esto es un poco pesado, un poco difícil de sobrellevar. No sé si les pasa a ustedes, pero parece medio, cómo se llama, Black Mirror, parece una ucronía, ¿no? Un mundo extraño, extrañamiento, ‘¿cómo están diciendo esto?’, y entonces van y echan, o persiguen a investigadores prestigiosísimos, o se la agarran con la educación en general, o se la agarran con los artistas populares. Bueno, estas cosas son las que están ocurriendo…

(Persona del público grita: ‘¡Las cosas del arte son derechos!’)

Exactamente. Exactamente. Pero yo me refería un poco a esos climas de época, pesados, que, bueno, hoy lo decía en la Asamblea, escuchar a cada uno de los que hablaron exponiendo un poco cuál es la problemática, y también los avances. Y yo decía, bueno, corremos varios riesgos. Un primer riesgo es, efectivamente, que esta carga pesada, ellos dicen, ‘una batalla’, ‘una guerra’, ‘las milicias digitales’, y empiezan a perseguir en manada a alguno que se les oponen. Bueno, corremos el riesgo de que eso nos desmoralice, ¿no? Que uno diga, ‘bueno, ganaron estos y ya está, y ahora viene esto y hay que privatizarse, achicarse, o adoptar estrategias individuales, de supervivencia, para pasar estos malos tragos’.

Después, otra posibilidad es que de miedo, no desmoralizarse, si no asustarse, porque es con mucha violencia que viene esto. Es una persecución. Si uno toma al pie de la letra las cosas que te dicen, los insultos, a cada uno y en colectivo. Pero hay un riesgo peor, creo yo, que es que esto nos mareé o nos convenza, no digo que nos convenza, pero que nos anestesie, y que entonces lo naturalicemos finalmente, ‘bueno, ahora es así, existe así’. Y a veces a uno le da ganas, porque hoy estábamos, decía,  inaugurando una escuela, viene un pibe a hablar y uno escucha estas contradicciones. Hay lugares donde se ha votado a Milei, para ponerle nombre, ‘al topo que vienen a destruir el Estado’, ‘a la motosierra’, ‘al ajuste más grande del mundo’, a ‘cero obra pública’, lo han votado y hay que asumir esta situación. Lo han votado y, sin embargo, aparece el gobernador, aparece un ministro, aparece un intendente, y te dice, ‘a ver, terminen la ruta’. Estás inaugurando una secundaria, y te dice, ‘falta la primaria’. El mismo, ¿no? El mismo individuo que apoyó a nivel nacional, o en una parte de su decisión, de su conciencia, apoyó esto y después pareciera que no se consigue, y no estoy dando cátedra, estoy presentando un problema, juntar esos dos hemisferios, ¿no? Juntar esas dos situaciones, como que es una realidad disjunta. Bueno, un tipo que dice que va a destruir a las provincias, a los gobernadores, que en el Estado está todo mal y después, cuando todos los días, cuando todos los días en la vida cotidiana cada familia, cada persona se desarrolla, lo que necesita no es eso, necesita lo contrario de eso, necesita más Estado, necesita más salud.

La escuchaba a una representante, no sé, de una de las regiones sanitarias diciendo ‘acá somos 18 municipios y en todos menos 2, creo, no hay ningún prestador privado, el único prestador, el único efector es el Estado, municipal, provincial o ambos’. Fíjense, qué enorme contradicción. Y les proponen acompañar, apoyar a los que dicen ‘hay que destruir al Estado, o hay que achicar al Estado, o hay que pasar la motosierra, o hay que echar a la gente’. Y la realidad que viven es que la única prestación de salud a la que pueden acceder la da el Estado, con lo cual, si efectivamente se realiza esa vocación, ese proyecto, no va a haber efector de salud, no va a haber salud, no va a haber educación.

La provincia de Buenos Aires necesita y demanda Estado, y más Estado. Y sin embargo, hoy tenemos esta contradicción. No la quiero problematizar, simplemente señalarla: ‘che, ¿cómo, votás y apoyás esto y después lo que necesitas y lo que reclamás al intendente, al gobernador, es lo contrario de esto? Porque pareciera que son dos universos disjuntos y separados, paralelos, y sin embargo se juntan. ¿Dónde se juntan? En la coparticipación, en los recursos que están recibiendo los municipios y la provincia de Buenos Aires.

Han cortado todos los fondos, ilegalmente, todos los fondos vinculados a programas nacionales, acá en salud es una lista inmensa: medicamentos, equipamiento, infraestructura, han cortado… Yo el otro día decía que han parado la obra pública y alguien me tomó por exagerado, ‘mirá lo que dice’.  No, es criminal, es criminal, y hay que ponerle las letras a esto. Y en salud, ¿cómo no va a serlo? Si han cortado remedios oncológicos, tratamientos, han cortado acompañamientos, han cortado recursos. Le están rompiendo la salud a la población y después trabajan sobre un malentendido, por no decir una mentira, que es que si se va el Estado, va a venir el mercado, y que eso, en realidad que el Estado está impidiendo que venga el mercado, que es el que va a solucionar todo. Y a veces, uno cuando lo argumentan, claro, en términos lógicos o teóricos, no es tan difícil mostrar, pero en términos, en términos reales, yo creo que se va imponiendo, se va desplegando esa realidad, ahora ya no es, es menos difícil que lo que era antes.

El otro día no sé en qué municipio estábamos, inaugurábamos 2 escuelas, en Trenque Lauquen, una escuela, había dos escuelas que inaugurábamos con recursos de la provincia de Buenos Aires, y había dos escuelas paradas por el gobierno de Milei. Entonces yo dije, ‘bueno, ahora se viene una elección, elijan, escuelas que se terminan, pibes que pueden ir a la escuela, o escuelas paradas, escuelas suspendidas’.

Y no son dos realidades disjuntas, creo que es un esfuerzo que tenemos que hacer para explicar que bueno, que la economía que desfallece, el consumo que cae, hoy por ejemplo el intendente de Madariaga decía, yo había estado con él inaugurando un gran supermercado sobre la Ruta 11, un supermercado de una cadena extranjera, que vino el representante de esa cadena, y eran 100 puestos de trabajo locales, y me decía ‘mirá qué enorme inversión que hicimos’. Eran 2 millones de dólares, era una inversión, era un lugar muy bonito, muy grande, muy grande en superficie, muy moderno, y le digo, ‘¿y por qué se instalaron acá?’ ‘Y, porque hicieron la ruta’, la doble mano de la Ruta 11, ¿no? La Ruta 11 autopista. Le digo, ‘¿sabés cuánto salió esa ruta?’ Solamente este tramo, 180 millones de dólares. Entonces, ¿cómo es esto de que hay un conflicto inmanente, esencial, entre Estado y mercado? Y no, ese negocio, un negocio privado, del mercado, no podía estar si no había Estado. Son verdades, son verdades que más allá de la discusión, se van haciendo cada vez más evidentes. Bueno, echaron gente, mucha gente de ese supermercado. Entonces, bueno, el intendente quería ser delicado, yo no fui delicado. Es culpa de las políticas neoliberales del gobierno de Milei, que echen gente…

A ver, el consumo, el consumo masivo  está en caída libre hace 15 meses, los salarios, la jubilación, ¿cómo no funciona un supermercado? Entonces fíjense, nace ese supermercado porque el Estado está presente. Y pasa en cada una de esas áreas. Y después, esa actividad que se liquida por la política económica que están imponiendo.

Yo creo que estas cuestiones, tal vez exagero, pero es difícil a veces verbalizarlas, parece que uno está tratando de hacer cuestiones retóricas, pero si es fácil explicársela a un sector, es al sector de los trabajadores y trabajadoras de la salud. Porque ustedes saben que la salud no es un mercado. Que no es un mercado y no funciona como un mercado. Que funciona mal, y que no puede funcionar bien, esencialmente. Lo sabe todo trabajador de la salud, y saben que lo que está haciendo no se puede someter a la lógica del dinero exclusivamente, a costo de excluir lo más importante, la vida misma, la enfermedad y la salud. Bueno, todo eso.

Entonces, estas teorías, esta ideología, esta maquinaria que hoy está funcionando, que nos dice ‘todo tiene que ser un mercado, porque el mercado es perfecto’, a mí me parece que tenemos importantísimos aliados en los trabajadores y trabajadoras de la salud para explicarle a la sociedad, y a nuestro pueblo, qué problema hay si dejamos todo en manos del mercado. Qué problema hay si el Estado se retira, si hay municipios de la provincia de Buenos Aires que van a ser un desierto, porque no se va a poder vivir sin salud, sin educación, sin infraestructura. Es invivible. Y solo el Estado lo puede hacer, y tenemos que mejorar, y tenemos que seguir trabajando, y tenemos que invertir, pero solo el Estado le puede dar a la mayoría de nuestro pueblo la salud, la dignidad, un futuro, la universidad, una carrera, la educación.

Y me parece que estamos en esa disputa y estamos en una discusión, y yo decía, unir los dos hemisferios, unir las dos esferas. No es que yo allá voto una cosa y después pido y necesito lo contrario de lo que se predica. Se unen porque la situación empieza a imponerse, y se hace cada vez más difícil. Con Nico, el otro día, veíamos lo que cortaron en materia de medicamentos desde el Gobierno nacional, los programas, los recursos. Bueno, ¿a dónde van?

Hoy lo decían, también, creo que en el municipio, decían, ‘bueno, el que antes tenía una obra social, no tiene’, hoy también lo repetían acá, no tienen, entonces, ‘¿a dónde va?’. O perdieron laburo, entonces, ¿a dónde va? O no se puede pagar el medicamento, no se puede pagar el remedio, no se puede pagar la consulta, no se puede pagar el tratamiento. ¿Y a dónde van? ¿Y a dónde van? Al centro de salud, al hospital municipal, al hospital provincial. Va ahí, miren qué paradoja, ¿no? Porque venían a privatizar todo y terminaron estatizando. Nadie puede pagarse lo que antes se pagaba por privado y terminan ¿dónde? En el Estado.

Y nosotros, desde el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, desde cada uno de los municipios, no vamos a decirle, aunque hay dificultades, hay problemas, hay problemas de recursos, financieros, de recaudación, todo eso. No va a salir de nuestra boca la palabra mágica que utilizan, que es, en realidad, la forma más extrema de la crueldad, que es ese ‘no hay plata’, que es la excusa para hacerse los boludos con el problema que tiene y que genera. ‘Jodete’, sería mejor que dijeran ‘jodete’, ‘problema tuyo’, la indiferencia, la crueldad.

Por eso, creo que acá en la provincia de Buenos Aires, en una situación como esta, hoy es para celebrar mucho. Nico decía, el trabajo, el Plan Quinquenal, lo que se está haciendo en materia de investigación, la historia clínica digital, ¿cómo se llama? HCI. El trabajo que se está haciendo en la Provincia es gigantesco, es sistémico, es colectivo, involucra a todos los niveles del gobierno, involucra a los trabajadores, a las autoridades, involucra al sector privado. Ese trabajo es para celebrarlo.

Por suerte nos agarra una situación tan complicada con un grado de avance, un grado de cooperación, un grado de solidaridad, un grado de confianza que nos permite abordar los nuevos problemas que genera, el nuevo estrés que pone al sistema de salud la política del Gobierno nacional, que no tiene precedentes y que, aviso, va a seguir, de seguir este curso, va a seguir agravándose la situación sanitaria en la República Argentina.

Están volviendo, están volviendo, por lo menos aparentan volver algunas cosas que pensamos que habían terminado, así que… Guardias donde va gente porque no puede comer, y esto le genera, son cuestiones muy terribles.

Bueno, yo lo que digo es que estamos de cara al momento sagrado de la democracia, que es cuando la gente va y vota. Este no es un discurso electoral, pero tiene que ser un discurso político, y en nuestro sistema democrático se elige en las urnas. Y ahora lo que va a pasar es que la sociedad de nuevo se va a expresar, acá en la provincia de Buenos Aires nosotros decimos que estamos trabajando por los derechos y que necesitamos, no menos hospitales, menos sala de salud, menos Estado, sino más Estado.

Me parece que esta elección que se viene, donde la gente preste un poquito más de atención, porque estamos en una discusión, bueno, hay que aprovecharla para volver a explicar todas estas cosas, para volver a explicar que sin salud pública no hay salud en ningún país del mundo, para explicar que sin solidaridad no hay sociedad en ningún país del mundo, para explicar que si pensamos que el otro es un enemigo y estamos compitiendo, y bueno, se disuelve todo. Y sin soberanía no hay destino, no hay futuro.

Entonces, yo creo que, pensaba cuando venía para acá, porque hemos hablado de planificación, hemos hablado del mercado que tiene que ver con los bienes de salud, hemos hablado de muchas cosas. Yo hoy les quiero pedir algo, vamos, salgamos a la calle, vamos a nuestros lugares de trabajo, hablemos con todo el mundo, y expliquémosle que lo que se está haciendo en nivel nacional es una deserción y un abandono, y que acá en la provincia de Buenos Aires estamos en la otra vereda, estamos para tenderle una mano, estamos para acompañarlos y que eso es un enorme esfuerzo, principalmente, no de la dirigencia, sino de los trabajadores y trabajadoras de la salud de la provincia de Buenos Aires, de los trabajadores y trabajadoras de la educación de la provincia de Buenos Aires, de los trabajadores y trabajadoras de la seguridad de la provincia de Buenos Aires y que acá nadie se salva solo, que esto es algo colectivo, que hay que hacerlo entre todos, que hay que hacerlo todos los días, que es cuestión de sacrificio, de trabajo, pero también de hacerlo con conciencia, con solidaridad y con alegría.

Así que, Nico, dijo, ’este es un momento de alegría’. Festejamos que estamos juntos, festejamos que estamos laburando y festejamos que vamos a ganar, ahora, con un proyecto que nos va a traer más salud para nuestro pueblo. Muchísimas gracias.