Cierre del II Congreso Productivo Bonaerense

Ya me dieron, no hablé y ya tuve tres aplausos, así que muchas gracias a todos y a todas. La verdad que, pará que hay un poco de… Muchísimas gracias a todos y a todas. Empiezo felicitando a quienes lo organizaron, a nuestro Ministro de Producción, a nuestro Ministerio también de Desarrollo Agrario, agradeciendo a todos los intendentes, a Fer Raverta, a Gustavo Pulti, a todos los que nos acompañan, ¿dónde está Fer? Ahí, a Fer Raverta.

Estuvimos hoy inaugurando una sucursal del Banco Provincia muy esperada hace mucho tiempo, habíamos estado poniendo en valor, acá ya instalaciones del banco, pero ahí en Batán no había una sucursal. Así que eso es para la gente que vive acá en Mar del Plata. Así que muy feliz de haber estado hoy ya con actividades, con inauguraciones.

Agradecerle también, y especialmente, a los empresarios, a las empresarias, a los científicos, a los tecnólogos, a los rectores, a la gente de la ciencia, de la universidad, del sistema educativo de la provincia de Buenos Aires. Y decirles que, ah bueno, a los directivos de diferentes organizaciones empresarias que nos acompañan también, que han expresado su opinión. Me parece que, que hoy hayamos batido todos los récords que teníamos en encuentros del sector productivo también es una señal, y es que, la voy a sintetizar, la industria argentina, la industria bonaerense, los productores bonaerenses no se rinden, no bajan los brazos. Al revés, se reúnen, intercambian, reflexionan, recapacitan, proponen.

La industria bonaerense, la producción bonaerense, la verdad que pensaba empezar con números, pero primero, viniendo para acá, hablando con Augusto, con Javier, veía un poco lo que ha sido el programa de esta jornada. Porque uno dice 3.000 asistentes, bueno, importantísimos, pero también la cantidad de paneles, de mesas, de discusiones que ha habido. Me comentaban quienes asistieron, del intercambio, también la cuestión de encontrarse en un pasillo, de charlar un poco. Habíamos estado hace poco en una ronda de negocios acá en Mar del Plata, en este Hotel Provincial, así que son muchas las actividades que venimos haciendo.

Pero obviamente estamos en una situación que requiere una reflexión muy profunda, muy importante. Creo que si uno puede señalar algo, no voy a decir positivo pero algo interesante de la etapa es que se están dando profundas discusiones. Obviamente con más superficialidad de la que a uno le gustaría, ¿no? Pero se están dando profundas, importantes discusiones en la Argentina para evaluar un poco el pasado, por supuesto, para recapitular el pasado reciente y el pasado también distante, pero también para hablar del presente, y sobre todo, para discutir sobre el futuro.

Yo creo que, por lo que me comentaban, repito, en los paneles, en las mesas, que han sido… Uno lee el temario, uno lee los títulos, los subtítulos de cada una de las mesas, de los espacios de discusión, de la agenda que ha tenido este congreso y la verdad que me ha parecido admirable, excelente.

Se han discutido tanto cuestiones del sector productivo industrial, como del sector agropecuario, se ha discutido sobre ciencia y tecnología,  se ha discutido sobre servicios, sobre turismo, se ha discutido sobre infraestructura pública, se ha discutido también sobre cuestiones del comercio, sobre las Pymes, sobre el sistema financiero. Se han tocado todos los temas, incluso la cuestión de género. Es decir que se ha hecho, a través de la agenda, un paneo importante, las cuestiones impositivas, el papel del Estado, el papel del mercado, las cuestiones ambientales, las cuestiones de la producción pero también del empleo y del trabajo, así que muchas gracias a nuestro Ministro de Trabajo también, muchas gracias Abel y a otros representantes sindicales que nos acompañan hoy.

Y ha tenido un carácter abierto, amplio, pluralista. Me han contado que hubo discusión, que hubo debate, posturas distintas, por supuesto que bienvenidas esas posturas diferentes y muy agradecidos de la participación. Creo que en este congreso, han también, se han dado cita algunos empresarios, algunos sectores que no habían venido antes, que no nos habían acompañado a otras discusiones de ese tipo. Y eso marca la importancia, marca la necesidad, marca la urgencia de dar ciertas discusiones hoy en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires.

Quiero decir, para empezar, ¿por qué un congreso de esta naturaleza en nuestra Provincia es tan convocante y tan importante? Porque la provincia de Buenos Aires tiene una estructura, una matriz, que pone a la producción en el centro. Somos, decimos muchas veces, el corazón productivo de la Argentina, ¿no? Y la verdad que, cuantitativamente, somos 23 provincias, pero la importancia relativa de la provincia de Buenos Aires, el peso de la provincia de Buenos Aires en materia demográfica, por supuesto, poblacional, en dimensión también geográfica, pero en materia productiva, el peso de nuestra Provincia es abrumador. Es abrumador.

Tenemos en la provincia de Buenos Aires el 38% de la población, tenemos el 36% del producto bruto interno de la Argentina, tenemos el 50% de la industria manufacturera,  casi el 40% de la producción agropecuaria, tenemos acá el 44%, Abel, del empleo industrial de la Argentina, tenemos también el 40% de las exportaciones, tenemos también el 50% de las exportaciones manufactureras. Y podría seguir hablando.

Creo que se comprende bien, se conoce, de alguna manera se naturalizó y por eso no sorprende, pero que una sola jurisdicción concentre de esta manera el entramado productivo de un país, su capacidad exportadora, su mano de obra y sus trabajadores y trabajadoras más calificados, que tengamos también 25 universidades en el territorio de la Provincia, me olvidaba de Florencia, también hemos hablado de Cultura, me olvidaba de Silvina, hemos hablado de Vivienda.

Así que un congreso que ha recorrido todo el espinel de temáticas y problemáticas que hacen, bueno, a cuestiones centrales de la provincia de Buenos Aires. Y por eso a veces uno, se interpreta de una manera o de otra, pero a veces hablar de la provincia de Buenos Aires en materia productiva es prácticamente hablar del país, ¿no?. Es medio país concentrado en nuestra provincia.

Así que yo quiero compartir algunas palabras, esto es redundante, son mi opinión, ¿no?, son mi opinión. Obviamente, más allá de lo que hemos recibido, de lo que se trató en los paneles, la concurrencia masiva, las opiniones, lo que me pasó viniendo para acá en los pasillos, ¿no?, de varios participantes, algunos de quienes están ahí en los puestos, muy acertado poner algunos puestos donde se muestran productos bonaerenses, pero donde también se muestra la política del Gobierno bonaerense.

Yo, si tengo que resumirlo en una sola conclusión, para la producción, para el trabajo, el Estado no es algo optativo. No es que se puede ver cómo hacemos estas cosas sin Estado. Creo que esa idea absurda, esa idea, no quiero exagerar en la adjetivación, pero esa idea absolutamente minoritaria, casi inexistente en tanto opinión, que podría haber un país, un sistema productivo, un capitalismo eh, un capitalismo, por más que uno diga ‘bueno che, este es el mejor sistema, vamos con esto’, pero sin Estado la verdad que es algo absolutamente absurdo, absolutamente absurdo. La pretensión de destruir el Estado, y de que nos quedemos sin Estado.

La verdad que es algo que creo que es una opinión tan minoritaria que no es una discusión. Se convirtió en una discusión en la Argentina actual porque, quien preside hoy a través de un cargo electivo pero, quien es presidente de la Nación, anda diciendo que vino a destruir el Estado. Pero la verdad que, yo sin faltar el respeto a nadie, es absolutamente absurdo y casi para no tomar en serio. Casi para no tomar en serio.

Y digo más, porque nosotros como provincia productiva, como provincia con tanta importancia y tanta envergadura productiva en la provincia de Buenos Aires, yo no he visto nunca, fuera de discusión de tasas impositivas, o cuestiones por el estilo, que por supuesto se pueden discutir, que por supuesto puede haber una posición u otra, pero no he escuchado a nadie que me ha dicho ‘quiero menos Estado’.

Porque acá los empresarios de la provincia de Buenos Aires, cuando uno recorre sus empresas, cuando uno recorre los distritos, le dice ‘bueno, falta más educación pública, más salud pública, falta más infraestructura, queremos esa ruta, queremos más seguridad’. Y eso lo da el Estado. Nadie impide que el mercado y el privado den salud, den educación, incluso que hagan algunas obras. Pero todos saben que una gran autopista, como la autopista que hemos hecho ahora con la Ruta 11, le cambia la vida a una región, le cambia la vida a distritos enteros, le da más muchísima más productividad, muchísima más competitividad. Todo lo que se busca, desde el punto de vista privado, resulta que proviene de una decisión pública y de gran inversión pública.

Hubo un conocido discurso de Obama, presidente de Estados Unidos ¿no?, de Obama, que en una reunión con empresarios le planteaban cuestiones, tal cosa y tal otra, y les dijo: ‘miren, la autopista por la que ustedes vinieron, los desagües, la iluminación, el aeropuerto en el que bajaron sus jets privados, todo eso lo hizo el Estado’. Así que vamos a dejar claro el primer punto: es falso, es absolutamente ridículo, no se discute en ningún lado y sin embargo hoy parece ser una discusión, pero acá hay que dejarlo muy en claro, Estado y mercado no son contradictorios. Necesitamos, para tener más actividad privada, un Estado que sea mejor, que llegue más, que ayude más, pero no sin Estado. Y nadie en la provincia de Bueno Aires, nadie, nadie, nadie nunca me dijo ‘destruyan el Estado’, porque me piden más escuelas, más hospitales, más autopistas, más patrulleros. Más Estado, no menos Estado, mejor por supuesto, pero necesitamos un Estado presente.

Y lo necesitan nuestras Pymes, nuestras grandes empresas. Por supuesto que lo necesitan los sectores populares, por supuesto que lo necesita el interior, por supuesto que lo necesita el conurbano.

Entonces, en ese sentido, creo que hay que partir de ahí, porque se están dando discusiones extrañas, extrañas por decir lo menos, y peligrosas, peligrosas en sus resultados. Porque el otro día veíamos cómo echaban trabajadores y trabajadoras del INTI, por ejemplo. Y nosotros necesitamos, y lo hemos pedido, y nos lo pide nuestro sistema productivo, cuántas veces me han pedido que vayamos al INTI para pedir que haya más velocidad, más resultado, más respuesta. Necesitan al INTI, ¿y qué te decían en el INTI? Bueno, faltan más capacidades, más inversión, falta más INTI, no menos INTI. Así que desde acá el apoyo y el acompañamiento a los trabajadores y trabajadoras despedidos.

Lo mismo con el tema de las universidades. Sé que hubo reuniones con los rectores, sé que hubo discusiones sobre el papel del sistema educativo y el sistema científico y tecnológico. ¿Pero por qué esto es una falsa discusión? Porque no hay contradicción. Es mentira. Es una de esas falsas antinomias, falsas contradicciones, como si uno tuviera que elegir todo Estado o todo mercado. Eso no existe. Pero además, la verdad es que no son contradictorios. Uno podría discutir el rol, la articulación, uno podría discutir hasta los tamaños. Pero la verdad que no hay tal cosa como una decisión y no existe en el planeta. Y yo diría, desde que el capitalismo existe, no pasó en ningún lado. Ni siquiera en los países, algunos de ellos que ya no tienen ese régimen, pero ni siquiera en algunos países que tenían un régimen socialista, ¿no?. No era que no había actividad privada.

Pero más allá de esas discusiones anacrónicas, porque vemos hoy, digo anacrónicas, inexistentes, y quería hablar de esta cuestión entre Estado y mercado, después voy a volver a eso, pero otra más, otra más, otra más que me parece que hay que resaltar desde acá, desde la provincia de Buenos Aires. Nos dicen que el modelo a buscar, el paraíso perdido, está allá por el siglo XIX, es el modelo agroexportador. O sea, un país que quienes nos tocó por nuestra especialización, por nuestra formación, estudiar la historia económica de la Argentina, a veces nos preguntamos si desconocen, si se puede ser tan ignorante, si se puede desconocer todo, todo, estar como con tanta impunidad que se dice cualquier cosa. 

Volver al modelo agroexportador, ¿qué puedo decir? Estamos hablando de una etapa de la economía argentina donde, después de la unidad nacional, supongo que después de 1880, empieza a insertarse al mundo a través de la exportación de materia prima. Y era la época donde vendíamos el cuero y nos mandaban los zapatos. Era la época donde teníamos materia prima de bajo nivel de valor agregado, de elaboración, de producción, de sofisticación. Y todo el mundo sabe que ese modelo no remite a una discusión de si tenemos o no que tener actividad primaria o agropecuaria. Parece que de nuevo nos ponen en un falso dilema, que deberíamos ir a un modelo absolutamente primarizado, y que es ahí donde tenemos que volver.

Y a mí me parece que basta con estudiar la situación de los trabajadores y trabajadoras, la situación de la clase obrera. Miren que eran gobiernos de inclinación liberal. Yo creo que fue Julio Argentino Roca, creo que fue Roca el que contrató a Bialet Massé para hacer los estudios sobre la condición de vida de los trabajadores y trabajadoras de la Argentina. Creo, sí, pero bueno, fueron gobiernos de esa época, que eran gobiernos de inclinación liberal.

Pero aún en ese momento, cuando había gobiernos de inclinación liberal, no había una idea de que había que destruir el Estado. Todo lo contrario y menos todavía el sistema educativo. Nosotros, la 1420, ¿no?, la 1420 que es la ley por la cual Argentina también tiene un plus con respecto a otros países de la región. Siempre dice, nuestro Ministro de Educación, cuenta que en la época que nosotros estábamos con la 1420, la ley que sanciona educación pública, gratuita y obligatoria, pública, gratuita y obligatoria en la Argentina, que era un instrumento que todos entendían para la formación, pero también tenía que igualar, también tenía que igualar, generar igualdad de oportunidades y también tenía que  generar una unidad nacional pero expresada en las conciencias, en las mentes, en los corazones de nuestro pueblo. Entonces había que enseñar muchas cosas, a leer y escribir, a sumar y restar, había que enseñar los contenidos pero había que enseñar también la bandera, la Patria.

O sea que tenía varias funciones. Y en ese mismo momento, en ese mismo momento, en Brasil, creo que en 1888 que es recién la abolición de la esclavitud. O sea, nosotros estábamos en la Argentina con la educación pública, gratuita y obligatoria y otros países del continente y de la región recién estaban saliendo del régimen esclavista. Entonces, aún esos presidentes que a veces, el propio Alberdi, Alberti, el propio Alberti, el propio, bueno, Sarmiento ni hablar, ¿no?, el propio Roca, bueno, todos tenían claro que no hay posibilidad de hacer un país pujante, de hacer un país más vivible, más digno, más igual, más inclusivo y más democrático si no hay educación pública, gratuita y obligatoria.

Nos quieren hacer discutir de nuevo, nos quieren hacer discutir de nuevo cosas que ya están saldadas, que son debates anacrónicos. Y nos quieren hacer volver al modelo primarizante, exportador, sin ningún valor agregado, o muy poquitos encadenamientos productivos, muy poco, nada prácticamente.

Entonces, yo creo que nos han puesto estos debates de manera muy descarnada y muy extrema. Creo que discuten también con fantasmas, creo que discuten con fantasmas en base a ideas anacrónicas. Pero así y todo hoy nos hemos reunido acá para hacer algo que es necesario, que es urgente, decía, pero además que se tiene que escuchar bien. Que es que en la provincia de Buenos Aires no estamos dispuestos a volver al modelo agroexportador. Nosotros queremos tener una producción agropecuaria, por supuesto, pero ponerle todo el trabajo argentino que podamos a esa producción agropecuaria. Queremos tener materia prima, que sean muy valiosas y muy buscadas, pero queremos producirlas acá en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires. Y queremos, también, tener industria. Y para tener industria necesitamos tener universidad. Y teniendo universidad, necesitamos tener un sistema científico tecnológico avanzado.

Hemos tenido premio Nobel, somos la verdad que un país que tiene una tradición universitaria desde la Reforma del ‘18, luego con la gratuidad científica, tecnológica. Y eso tiene que ver con la naturaleza industrial de la Argentina.

Y ahí, con respecto al modelo agroexportador que nos quieren llevar, nos quieren llevar a una época que no existe más también. Y además que es profundamente, cuando yo digo anacrónica, está profundamente fuera de época. Hoy, hoy en todos los países del mundo, partiendo de los países más desarrollados, partiendo de los países que a veces nos señalan como destino y como ejemplo, lugar al que queremos ir, todos hoy se encuentran con la situación mundial discutiendo cómo hacer para que en su propio país, para que en su propio país haya más producción, que esa producción sea más avanzada, que esté la industria en punta. Y todos se dan cuenta que tiene que haber un Estado presente para que eso ocurra.

Y lo vemos en las principales potencias, los vemos en los países capitalistas, indudablemente y en los ejemplos que plantean. Hoy la mayoría de los países, aún con puntos de vista en el espectro ideológico con el que uno no coincidiría con muchas cosas, pero hoy es la era y la época de los nacionalismos, entendido como qué puedo hacer desde el Estado y con los instrumentos del Estado para beneficiar a los ciudadanos de mi país, a mi país.

Así que, si les parece bien, defender la industria es defender la Provincia. Defender la Provincia es defender la Nación. Defender la Nación es ser bien argentinos. Así que lo nacional, lo propio, lo nuestro es lo que tenemos que defender. Nunca se ha visto, incluso con estas ideas, que haya quienes quieren subordinar los intereses externos, extranjeros.

No se entiende. Está fuera de contexto. Está absolutamente desubicada esa ideología, pero va teniendo consecuencias. Los números que podemos ver hoy, las estadísticas de los salarios, la caída de los salarios que se ha producido y de los ingresos de los sectores formales, e informales, de los sectores populares en general, de los jubilados también, ha habido un ataque frontal a los ingresos de las grandes mayorías en la Argentina.

Y eso ha tenido un resultado, bueno, para más o menos hacer una estadística promedio, han caído, aproximadamente, 20% salarios y jubilaciones. Es una de las caídas más abruptas y más fuertes que uno tiene memoria en la historia nacional. Le han dado, han castigado, le han dado un golpe inmenso a los salarios, al bolsillo de las grandes mayorías del pueblo argentino, de nuestra sociedad, de nuestra provincia. Ha habido una caída fuertísima de los ingresos.

Y bueno, hay quienes defienden, porque el modelo agroexportador era obviamente un modelo de salario bajos, también. Así que hay quienes piensan que está muy bien que bajen los salarios, que les parecían muy altos, sobre todo en los 12 años donde gobernaron Néstor y Cristina, les parecía que los salarios eran excesivamente altos, entonces la idea de bajar los salarios les parece que es para generar más productividad, más competitividad. Y estamos viendo las consecuencias. Bajan los salarios, recién hablábamos con un importante empresario de la ciudad, decía ‘bueno, cayeron salarios’, obviamente ¿qué es lo que pasa después? Cae el consumo. Cae el consumo. Y como cae el consumo no se termina ahí, caen las ventas, caen los ingresos también de los sectores que le venden a la sociedad.

Entonces uno entiende que la caída de los salarios detona el mercado interno, y al romper el mercado interno, empieza a caer también ya no sólo el consumo, sino la producción. Y si cae la producción, el próximo paso es que cae el empleo. Bueno, todo esto que es un modelo teórico, no es muy monetarista que digamos, y menos todavía austríaco, pero lamentablemente ayer estábamos, antes de ayer estábamos conmemorando que la única verdad es la realidad. Y lo que están haciendo es romper el aparato productivo, romper los ingresos, romper las familias, romper los hogares. Y es una política económica que está encaminada y dirigida a esto, eso es que le vaya bien.

Por eso cuando nos dicen ‘bueno, pero déjenlo gobernar, no discutan, no propongan otras cosas, no planteen discusiones y debates’, bueno ¿cómo hacemos con lo que se escucha en cada una de las mesas, lo que se ve en las estadísticas? Caída del salario, caída récord del consumo, luego caída de las ventas y la producción, y ahora un incremento fortísimo del desempleo.

Entonces dicen ‘bueno, pero la provincia de Buenos Aires, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires es keynesiano, y entonces tiene una pelea teórica con los austríacos’, como si esto fuera Keynes contra Hayek. Y no es así. Esto es la vida, es laburo, la industria, la producción, la dignidad de un pueblo, que es el pueblo de la provincia de Buenos Aires contra un modelo que la está agrediendo, que la está perjudicando y que lo vemos todos los días, con empresas que empiezan a cerrar, turismo que no arranca, problemas por todos lados, ocasionados por una política económica inadecuada para nuestra provincia.

Por eso creo que también cuando dicen ‘bueno, vamos a cortar, vamos a cortar determinados gastos, porque había mucho gasto, pero va a ser un ajuste sobre la casta, o sobre la política’. ¿Qué es lo que estamos viendo? Estamos viendo que los rubros que se han ajustado, el rubro que explica un tercio de todo el ajuste que ha hecho el Gobierno nacional son los haberes de los jubilados. Son los haberes de jubilados. Más lejos de la casta no hay que los jubilados y jubiladas argentinas.

Bueno, ellos fueron la principal víctima del ajuste. Y luego de eso, luego de eso, lo que vemos en los tarifazos. Porque quitan lo que hacía el gobierno de salario indirecto. Está toda esta discusión, muchos lo llaman subsidio, pero se está viendo por todos lados, se está viendo por todos lados que quien antes iba a laburar en colectivo, y eso lo pagaba de su bolsillo, del sueldo que recibía, hoy entre la caída del sueldo y el aumento del boleto tiene que cobrar aparte un viático. Entonces está apareciendo en muchos sectores que antes no cobraban aparte viático, ahora necesitan viático porque el boleto acá 940 me parece, 940 el boleto. Entonces sí, pero fíjense que nosotros duplicamos los subsidios que pone la provincia de Buenos Aires. Así que carta para el intendente, porque estamos haciendo un esfuerzo grande en la Provincia.

Pero ahora, algunos que decían ‘no, ¿cómo va a estar el boleto del colectivo barato, menos que el costo?’, se dan cuenta que si no lo tiene que pagar el empresario, entonces se dan cuenta que en realidad eso no era algo para beneficiar abstractamente a no sé quién, sino que era parte del salario indirecto, que ahora, como no existe más, tiene que aparecer en el salario directo. O sea que era una política que además  liberaba ingreso para consumo, ese consumo también iba después a los mostradores y entonces iba a la producción.

Es decir que otro punto, el que redujeron la obra pública, la cortaron completamente. Nunca se vio, eh. Obra pública que estaba muy avanzada, con un grado de avance grandísimo, además totalmente no sólo equivocado, sino también una decisión tonta. Porque ahora dicen que quieren reactivar lo que antes cortaron pero, bueno, reactivarlo 6 meses después,  7 meses después, acá tengo intendentes que me acompañan, bueno, reactivar una obra que se ha parado, a veces puede ser intrusada, a veces puede ser vandalizada, pero además hay que ir a ver los contratos, si hay a veces problemas judiciales. No es buena idea.

Han parado toda la obra pública en la Argentina. Ese es el otro elemento, ‘¿y bueno, obra pública qué es? Bueno, después lo vemos’. 100.000 desempleados de la construcción. Y ahí está otro de los conceptos que teóricamente están en discusión, que en la teoría económica, en la historia económica se lo conoce como multiplicador. ¿Y qué significa el multiplicador de la inversión pública? Bueno, que cuando, vamos a ponerlo, una obra pública que se paró, alguna de las obras públicas, nosotros la Ruta 11 la estamos haciendo, ¿no? de Mar Chiquita a Gesell, la estamos haciendo, la Provincia no paró la obra pública.

Pero fijense. Hay una inversión pública en esa ruta, ahí hay laburantes, hay empresas, reciben ingresos y después van con esos ingresos y no van ni a la timba, ni a los títulos públicos, van al consumo. Y cuando van al consumo entonces generan también más demanda. Y cuando hay demanda, aparece más producción. Y si hay más producción parecen los trabajadores que tienen que llevar adelante esa producción, que a su vez reciben sueldo y cuando reciben sueldo también lo gastan.

Entonces, ese efecto de la inversión pública es algo que está muy estudiado, pero va para un lado y va para el otro. Si de pronto 100.000 laburantes quedan en la calle, bueno, también se resiente más el consumo. Y eso es lo que han generado, ni hablar de los despidos en muchísimas otras dependencias del Estado.

Es decir, que lo que decía recién de salarios privados, los salarios públicos, también son los despidos que achican todavía más. Este modelo es un modelo de un círculo vicioso, donde la recesión y la caída salarial después generan más recesión y más caída salarial.

Y eso es lo que estamos lamentablemente observando. Yo creo que las estadísticas a esta altura, pasados seis meses, siete meses, son muy elocuentes, ¿no? con lo que representa esta caída en salarios, en consumo, en producción y en empleo, que es la vida misma, que son las condiciones de vida del grueso de nuestra sociedad. Que en una provincia como esta, que vive de la producción industrial, que vive de la producción agropecuaria, que tiene pymes y pequeños productores. Eso quiero agradecer también porque estaba allá y me decían ‘vinimos también las cooperativas y los pequeños productores’. Son parte de nuestro… y las pymes argentinas, algunas, muchas de ellas con mucha inversión.

Fijense que una gran trasnacional a veces hay que ver las utilidades, dónde las pone, qué hace con eso. La pyme argentina invierte, la pyme argentina crece, la pyme argentina es más trabajo nacional. Por eso cuando la provincia de Buenos Aires defiende el modelo productivo, defiende a la pequeña y mediana empresa, está defendiendo el bienestar de un pueblo. No es que somos pro empresarios, pro trabajadores, la verdad que nos ha enseñado el peronismo que Estado, empresario y trabajadores tienen que ir para el mismo lado.

Me parece que es importante acá verlo. Yo hoy recordaba con Fer una vez que vinimos acá, creo que estábamos en campaña, era durante el gobierno de Macri esa experiencia. Lo quiero contar, capaz que está acá, pero un empresario del rubro textil se me acerca después de la conferencia que dimos, o después de la charla que dimos, no había preguntado nada pero se me acerca y me dice, sería 17 o 18, tengo que repasar pero por ahí, y me dice ‘yo tengo una pregunta, tengo una pregunta que me tiene loco, que me tiene loco y te la tengo que hacer, ¿cómo puede ser que ahora este gobierno, era el de Macri al que había votado evidentemente, cómo este gobierno hace todo bien y a mí me va recontra mal? ¿Y cómo ustedes hacían todo mal y a mí me iba muy bien? Y la respuesta es que me parece que te vendieron el manual equivocado de qué es hacer las cosas bien y qué es hacer las cosas mal.

Esto no quita una crítica, una autocrítica, un balance, y nadie es perfecto por supuesto y por supuesto que en nuestras políticas, en nuestras experiencias de gobierno, pero hay un objetivo. Yo creo que hoy lo que se está discutiendo, más allá de la naturaleza de las políticas, es el objetivo, es qué tipo de país queremos, si queremos un país primarizado. Cuando digo primarizado es un país que, por un lado, tiene productos agropecuarios, pero con un nivel de consumo muy bajo, salarios muy bajos, entonces con mucho saldo exportador, no se consumen acá sino que se exportan, y después del otro lado, productos mineros, hidrocarburíferos, digamos, petróleo, minería, que se obtiene acá, se extrae acá pero todo eso luego se pone en un caño o se sube a un barco y se va, dejando poco de nada.

Entonces, por supuesto que uno dice hay que darle condiciones para que se exploten y para que se extraigan las riquezas naturales de la Argentina. Recordemos entre paréntesis, que cuando YPF era privada, cuando estaba en manos de Repsol, Vaca Muerta estaba ahí, completamente muerta. 12 millones de años y estaba ahí, no habían sacado un barril de petróleo de Vaca Muerta. Estaban tratando de hacer una especie de negocio inmobiliario, porque la empresa no tenía intenciones de invertir en el país, de invertir en los no convencionales. Además la inversión en los no convencionales, quiero decir esto es una nota al pie, pero en aquel momento estábamos en el ministerio de Economía y vino a vernos el secretario de Energía de Estados Unidos. Secretario de Energía de Estados Unidos y nos vino a contar que el desarrollo de los no convencionales en Estado Unidos se hizo con muchísima inversión del Estado también. Y estaba enojado el señor, porque decía ‘no nos lo reconoce nadie, porque nosotros hicimos la inversión de riesgo, que es la curva de aprendizaje, si hay que hacer pozos verticales, pozos horizontales, cuántas fracturas hay que hacer, cuál es la mejor arena’. Toda esa inversión que es de mucho riego la acompañó el Estado. Después, cuando encontraron la forma de hacer rentable el procedimiento empezaron a venir diferentes privados, pero la puesta en marcha fue del Estado. Y lo que estaba fallando con la YPF privada era que no arrancaba, y no iba a arrancar probablemente.

Así que ahora vienen de nuevo. Ahora parece que inventaron la pólvora y dicen ‘hay que privatizar todo’. Ya se privatizó Aerolíneas. Me decía una señora ahí afuera ‘ya se privatizó Aerolíneas’: Estuvo en manos de American Airlines, estuvo en manos de Iberia, se la sacaban de encima después de llevarse las rutas, después de llevarse todo, de llevarse los repuestos de los aviones, después de llevarse todo, después terminó en Marsans. La vaciaron a Aerolíneas Argentinas. Y nos quedamos creo con 19 distintos a los que no volaba nadie porque eran no rentables para la aerolínea.

Y acá tengo un comentario. La verdad que la aerolínea de bandera no tiene que reflejar su rentabilidad en el balance. Se tiene que reflejar en cada una de las ciudades y en cada uno de los pueblos con más actividad económica, con más turismo. Es un engaño y una mentira, porque si volás a la capital de una provincia pero eso permite desarrollar… no necesariamente, porque si fuera rentable obviamente lo haría otro. En países de esta extensión, en países de esta dimensión, y bueno, el Estado se tiene que ocupar de la conectividad  y la conectividad implica justamente una línea de bandera.

De la misma manera, ya está, ya hablé de Aerolíneas, pero pará, lo que tenemos también es YPF. YPF que no explotaba Vaca Muerta. Se recuperó YPF, la recuperamos, por supuesto, durante el gobierno de Cristina, pero la recuperó ¿quién? la sociedad, el pueblo argentino. Recuperamos YPF y arrancó Vaca Muerta.

Hoy Vaca Muerta sin RIGI, hoy Vaca Muerta sin un plan de incentivos, de beneficios, la lotería, ¿no? Prácticamente no pagar, no pagar muchos impuestos, que bueno, ahora voy, no dejar divisas acá, no tener en cuenta el abastecimiento doméstico. Sin todo eso, sin todo eso, sin todos los beneficios que les da el RIGI, está batiendo récords todo el tiempo Vaca Muerta.

Entonces yo me pregunto, si las inversiones ya estaban, si ya estaba en funcionamiento, alguien que ya quería hacer una inversión, ahora se le ofrece mucho más de lo que pedía. ¿Y a los argentinos qué nos deja? Esa es la gran pregunta que tenemos que ver acá. El problema no es tener recursos naturales en el subsuelo, el problema ni siquiera es sacarlo, el problema es si lo sacas, si eso juega para el bienestar de la Argentina, para la industria de la Argentina, si eso juega para la energía de la Argentina.

Y tampoco creo que haya una contradicción. De eso se trata gobernar, encontrar balances, encontrar equilibrios, encontrar puntos de encuentro, puntos de articulación entre, a veces, objetivos que parecen opuestos, encontrar ese equilibrio, encontrar ese balance que no puede ser beneficiar solo uno.

Entonces, ¿hoy qué tenemos como peligro? Que nos presenten como el paraíso, un país que se dedique a la producción primaria, a las industrias extractivistas, que deje muy poco o nada, muy poco o nada en nuestro país, que no nos dé la enorme bendición de tener recursos naturales muy valiosos, que no nos de un palanca y un resorte para ir desarrollando, también a partir de eso, otras industrias.

Por supuesto que hace poquito, hoy me van a dar un informe sobre que encontraron algo de tierra rara o de litio en la provincia de Buenos Aires. Vamos a seguir explorando acá, vamos a seguir trabajando para encontrar el petróleo offshore y ponerlo a producir en Mar del Plata. Tenemos muchísima riqueza, pero ¿de qué sirven todas esas riquezas si vienen, se las llevan y no nos dejan nada a nuestro pueblo, a nuestras sociedades? O capaz nos dejan, Dani, contaminación, destrucción del ambiente.

Así que la verdad que estamos discutiendo modelos de país, como decía recién de una manera superficial, de una manera a veces, casi ridícula y anacrónica, pero estamos discutiendo eso. Acá en la provincia de Buenos Aires la discusión creo que se hace más fácil porque nosotros tenemos una provincia industrial, tenemos una provincia agropecuaria, tenemos una provincia con servicios, pero tenemos una provincia también con trabajadores calificados, con empresarios eficaces, eficientes, tenemos una provincia con trabajadores formados, tenemos una provincia con laburantes, tenemos una provincia  con universidad pública, tenemos una provincia con un destino que está marcado. Y ese destino está asociado a la producción, al trabajo y a la industria.  Eso es lo que manifiesta tanto interés y  manifiesta tanta gente hoy.

Lo decía recién, pero creo que hay que reafirmarlo, en la provincia de Buenos Aires,  producción, trabajo, industria, agro son cuestiones que tenemos que cuidar y que tenemos que defender. Y para eso estamos. El gobierno de la provincia de Buenos  Aires viene a renovar su compromiso con la industria bonaerense, viene a renovar su compromiso con la producción y con el trabajo de la provincia de Buenos  Aires. Condiciones complicadas, situación compleja, por supuesto, quieren desfinanciar, quieren fundir a las provincias argentinas, y cuando dicen esto parece que fuera una discusión entre gobernadores. Pero no, cuando nos quitan fondos en el transporte, cuando nos quitan fondos para la educación, del FONID, cuando nos quitan fondos para las universidades. Cuando nos quitan fondos no es algo contra el gobernador, es algo contra la sociedad y contra el pueblo de la provincia de Buenos Aires.

Por eso creo que es el momento donde hay que poner en valor lo que tenemos, hay que ser muy claro con lo que queremos, tenemos que organizarnos, tenemos que trabajar para defenderlo. Viniendo para acá estábamos hablando con Kato de las obras. Bueno, abandonó todo el Gobierno nacional, y nosotros nos hemos comprometido a sostener la obra en la provincia de Buenos Aires, la que era del Gobierno provincial, ayudar y colaborar con los intendentes para que puedan sostener también las obras de infraestructura, a veces es agua, cloaca. ¿Qué quieren? ¿Que se junten tres vecinos, como decían el otro día, y hagan un puente? Eso no existe. Eso no existe. Es absurdo, es ridículo.

Necesitamos un Estado que se ocupe de las obras estratégicas. Y bueno, y también nos han plantado todas las obras. Quiero decir que acá estamos siguiendo, por ejemplo, la obra de la universidad, era una obra que había iniciado el Gobierno nacional, llegó Milei, paró todo. Lo va a terminar la provincia de Buenos Aires. Diez obras que empezamos, treinta que vamos a hacer.

Pero no podemos, no podemos, y agrego, no podemos y no queremos, seguro no podemos pero no queremos conceptualmente reemplazar al Gobierno nacional, sustituir al Gobierno nacional. No es que cada provincia se puede arreglar sola. Eso también es una fantasía. Hoy obviamente, con todas estas decisiones de quitarle recursos a cada una de las provincias,  recursos que no son, dicen ellos, arbitrarios, dicen ellos… ¿Qué palabras usan, Mati? Discrecionales. No, son basados en leyes, basados en acuerdos, basados en presupuestos. Así que todo eso lo estamos reclamando, lo estamos pidiendo. Porque como decía recién, no es una cuestión del gobernador, del gobierno, es para la sociedad. A ver, si cortan el FONID, si cortan el fondo de seguridad, después venimos acá, se necesitan más patrulleros. Vamos allá y se necesitan más obras.  Bueno, son recursos que han cortado pero los estamos reclamando.

Primero que cuando nos invitan a firmar acuerdos, pactos… acuerdos no porque no nos han consultado ni qué dicen y no sabemos qué dicen, pero cuando nos invitan a firmar pactos les decimos primero paguen lo que deben y lo que se afanaron y lo que robaron a cada una de las provincias. Porque es muy difícil sino, sino vale todo. Y no es así.

Lo estamos reclamando ante la Corte Suprema de Justicia. Queremos que devuelvan los recursos que indebidamente e ilegalmente se llevaron de la provincia de Buenos Aires y de todas las provincias. Pero decía, no pretendemos y no podríamos nunca sustituir al Gobierno nacional. Acá me parece que hay otra discusión más sobre la unidad nacional. Ustedes notaron que volvieron palabras que tienen que ver, no con la antinomia peronismo-antiperonismo, no con antinomias o discusiones, grietas dicen algunos, recientes. Volvió unitarios y federales. Volvimos a discutir cosas que parecían relativamente saldadas. Parecían relativamente saldadas.

¿Y por qué volvió esta discusión? Porque hay como una idea de cada uno arréglense solo. La educación, la salud, la seguridad, la infraestructura, todo tiene que hacerse cargo la provincia, de la misma manera después el municipio, cada vez más chiquito. Pero bueno, este país no surgió así. Éramos provincias separadas y en un momento de nuestra historia se resolvió, además se resolvió con cruentas batallas, grandes debates, la unidad nacional. Nuestra provincia de Buenos Aires cedió mucho, cedió mucho para generar esa unidad nacional. Cedió su capital, la cedió y hoy es la capital de la Nación argentina, la Ciudad de Buenos Aires capital de la provincia, se convirtió en la capital de la Nación. Se federalizó.

Por eso yo se que hoy se está discutiendo que la autonomía, hasta dónde llega. Yo cada vez que hablan de eso digo está bien, todo bien, pero es la capital de todos, de todos los argentinos. Es donde está la sede del Gobierno nacional, no es de un partido político, no es de una fracción. Es de todos los argentinos y argentinas. Y los bonaerenses tenemos ahí nuestra capital nacional.

Pero cedimos recursos. Cedimos recursos. Hay que volver a las bases y discutirlo de nuevo. Cedimos recursos que eran de la Provincia, la Aduana, por ejemplo. Fijense que hoy el Gobierno nacional tiene recursos que no coparticipa y no comparte, que son los viejos recursos de la Aduana. Que son aranceles a las importaciones e impuestos a la exportación, llamadas retenciones. Todo eso no se coparticipa.

Esos eran los recursos primigenios, los de la Aduana, los del comercio exterior. Bueno, eran de la provincia de Buenos Aires. De hecho, en un momento nos convertimos en un Estado separado por este tipo de discusiones. Y luego llegamos a la unidad nacional. Y cedimos recursos, pero no cedimos recursos sin obligaciones en contrapartida.

Es decir, el Gobierno nacional no está ahí para viajar por el mundo exponiendo y promocionando doctrinas que nadie apoya, nadie entiende y que hoy son totalmente marginales. No está para eso. Tiene responsabilidades y tiene obligaciones. Hay algunas que son del Gobierno nacional, otras de los gobiernos provinciales y muchas de ellas concurrentes. No podría el gobierno provincial hacerse cargo de todo lo que el gobierno nacional no hace.

Pero además quiero decir, esto no es optativo. Porque si uno se pone a leer la Constitución Nacional, lo primero que dice la Constitución Nacional es que en la República Argentina hay un régimen federal. Entonces el federalismo no es una cuestión optativa, que depende de si sos austríaco, anarcocapitalista o no se qué. El federalismo está en nuestra Constitución, así que tiene que cumplirlo. Porque además nosotros, cuando juramos por la Constitución, dijimos cumplir la Constitución y hacerla cumplir. Así que el presidente, el Gobierno nacional tiene que cumplir con la Constitución. Eso es que tiene responsabilidades.

Porque sino pareciera que el Gobierno nacional no tiene población y no tiene territorio. Todos los problemas le son ajenos. Todos los problemas le son ajenos. Los que tiene que ver con salud es la provincia, la educación es la provincia. Entonces está abandonando, dice ‘destruyendo al Estado desde adentro’, pero abandonando. Y yo me permito decir más, desertando.

Y también en materia de producción, de crédito. No se puede. No se puede. No alcanza con los instrumentos que tiene una provincia para llevar adelante tanto lo que atañe a condiciones de vida en general, a situaciones en general, como particularmente a matriz productiva. Entonces ahí necesitamos del Gobierno nacional.

Nosotros estamos haciendo enormes esfuerzos, a cada abandono, a cada lugar. Ayer, antes de ayer, estábamos anunciando cuestiones de medicación para el cáncer, oncológicas, porque el Gobierno nacional, bueno ojalá retome, porque no quiero ser en esto definitorio, porque no quiero resignarme, ni quiero naturalizar que se borren de sus responsabilidades. Tienen que hacerse cargo de aquellas cuestiones que le atañen, que le corresponde y que no podría hacer cada provincia por separado. Y que no tendría lógica, porque sino esto sería un conglomerado de provincias que cada una hace otra cosa, y somos un país. La unidad nacional es también eso.

Y este país, este país, incluso desde sus fundadores, basta leer a Belgrano, a Manuel Belgrano, que hace poquito lo homenajeamos, lo que pensaba de nuestro país. Hablaba de la industria también, hablaba de que no podíamos ser un país que dependiera todo de los países europeo, de los países centrales, que teníamos que generar acá capacidades productivas, industriales, propias, capacidades también de trabajo, educación pública. Bueno, todo eso forma parte del ideario.

Hoy en la provincia de Buenos Aires estamos experimentando una situación complicada, estamos viendo que en el país los índices, las estadísticas ya reflejan, yo decía en el gobierno, en la experiencia neoliberal anterior hablaba de un ‘industricidio’. Ahora parece un ‘argentinicidio’. Porque están hablando de cuestiones básicas que tienen que ver con esta idea de desintegrar el Estado y al mismo tiempo arréglese cada uno como pueda, sálvese quien pueda, entonces desintegrar la Nación también. Eso parece ser el proyecto de fondo, primarizar, desintegrar, desmantelar el Estado.

La verdad que se está viendo, que es muy grave, que es muy difícil, que ya está pegando en toda la Provincia, que lo vemos en cada distrito que vamos dónde aparecen más y más dificultades. Y repito, esto no quiere decir que todo estuviera perfecto ni remotamente. Quiero decir que esta política económica, estas decisiones van teniendo estos resultados y los problemas que había los profundiza. Los profundiza.

Creo que ante esta situación, el gobierno de la Provincia,  me contaban, y quería contar las políticas pero ya me extendí. Se que estuvieron hablando de esto, de las políticas que hacemos desde el Ministerio de Producción, desde el Ministerio de Agricultura, lo que hacemos desde el Ministerio de Trabajo, lo que hacemos desde nuestro Ministerio de Economía, lo que hacemos con Cultura, lo que hacemos con Ambiente. Nosotros hacemos un esfuerzo que, bueno, que teníamos otro plan para este período, para el segundo mandato, el poder seguir con el ritmo que teníamos.

Por ejemplo, en este tiempo, los primeros cuatro años, 323 (sic) nuevas escuelas hicimos en la provincia de Buenos Aires. ¿Ya está listo, terminado? No, falta mucho más. Por eso, eso esperábamos y nos vimos ante un contexto y una situación muy complicada. Pero no podemos reemplazar y sustituir, compensar sí, acompañar sí, proteger por supuesto. Proteger, por supuesto. Nosotros sí vamos a proteger la industria bonaerense  con todos los instrumentos  que tengamos. Vamos a proteger la producción y  el trabajo bonaerense con todos los instrumentos que tengamos.

Y no es un posicionamiento ideológico, ni que quiero pelearme con Milei, ni nada parecido. Porque hablan de la legitimidad. Bueno, el presidente ganó, ganó la elección sin ningún lugar a dudas, la ganó en el balotaje, es cierto. Acá en la provincia de Buenos Aires también nos presentamos a elecciones y acá ganamos en las PASO, en las generales y en el balotaje también.

Y lo digo porque no se ganó una elección diciendo cualquier cosa. También cuando uno tiene cuatro años de mandato la sociedad, el pueblo ve lo que se hizo, están de alguna manera legitimando, acompañando y convalidando. Eso no quiere decir que todo esté bien, repito porque después van a tomar… no quiere decir pero bueno, es por ahí. Es por ahí.

Y nosotros también cuando hicimos la campaña nos comprometimos. Nosotros tenemos compromisos, una plataforma, hemos dicho qué queremos hacer y qué queremos continuar haciendo, es lo que venimos haciendo. Y la verdad que nos encontramos con esta situación, pero es lo mismo, eh. Es lo mismo.

Nosotros cuando defendemos la industria, cuando defendemos la producción, cuando defendemos a los pequeños productores, a las cooperativas, cuando defendemos el arte, la cultura, cuando defendemos las condiciones de trabajo, cuando defendemos también por supuesto a la universidad, al sistema científico tecnológico, lo hacemos porque creemos en eso, lo hacemos porque hemos defendido eso toda la vida, pero lo hacemos también porque hay un mandato del pueblo de la provincia de Buenos Aires.

Cuando a veces discutimos, a veces confrontamos y a veces nos peleamos, lo hacemos en base a un mandato que tenemos, que es defender una provincia productiva, que es defender una provincia con dignidad, que es defender una provincia con integración, que es defender una provincia con identidad propia. Y esa identidad está vinculada a lo que ustedes hacen, al aparato productivo, a los laburantes de la Provincia, a nuestros 135 distritos, a lo que venimos haciendo, la educación pública, gratuita y obligatoria, a la salud pública.

Eso, eso no es optativo para nosotros tampoco. Eso es lo que tenemos que defender. Así que muchísimas gracias. Esa es la convocatoria. A seguir trabajando, a no bajar los brazos, a no resignarse, a no entregarse. Es muy importante que en la Provincia demos un ejemplo de solidaridad, que demos un ejemplo de tenderle la mano al otro. Nadie se salva solo. Contamos con un empresariado, contamos con un pueblo de trabajadores y trabajadoras que son solidarios, que tienen conciencia. Así que a demostrarlo. Fuerza y aguante la provincia de Buenos Aires.