Entrega de computadoras de Conectar Igualdad Bonaerense en Mar Chiquita

A ver, mi hinchada. ¡Qué lindo! Acá arreglé con el intendente, me van a acompañar por toda la provincia ellos.

Buenas tardes a todos, a todas. La verdad que primero agradecerle a Wini y a Pitingo por de nuevo recibirnos acá en Mar Chiquita. Hoy con varios programas que tienen que ver con el Gobierno provincial. Yo la verdad que no vine, acaba de terminar la campaña electoral, así que no vine a hacer propaganda partidaria, pero sí tengo que explicar algunas cosas, sobre todo porque ha venido muchísima gente y quiero compartir algunas ideas que están atrás de estos programas.

Hoy vinimos a traer computadoras del Conectar Igualdad. El Conectar Igualdad era un programa que empezó allá por el año 2010, con el que se distribuyeron 5 millones de computadoras en la época de Cristina, por toda la Argentina, a todos los pibes y pibas del secundario de la Argentina. ¿En qué se basaba eso? Lo voy a explicar porque Carli fue muy claro, pero yo quiero explicarlo para que lo entiendan todos, los que las están recibiendo, sus familias, los que no las están recibiendo. 

El Programa Conectar Igualdad, obviamente, existió desde 2010 a 2015, cambió el gobierno, vino el gobierno de Macri y Vidal, es un hecho, es un dato, discontinuó el programa. Y luego cambió el gobierno de nuevo, se empezó pero lentamente, entonces acá en provincia de Buenos Aires lanzamos el Conectar Igualdad Bonaerense, que es el que tienen ustedes. Por primera vez, la provincia de Buenos Aires compró computadoras y distribuyó computadoras.

¿Y de qué se trata ese programa? ¿Por qué llegar a los pibes y pibas del secundario? Bueno, básicamente les voy a decir mi opinión, pero que me parece que es fácil contrastar a ver si es verdad o no es verdad lo que estoy diciendo. Después están las ideas políticas, están todas las discusiones que quieran agregar, pero yo quiero ser claro sobre todo para los pibes y pibas que están recibiendo hoy la computadora. Recién cuando las entregaban, las entregábamos nosotros, muchos de los que venían, les habían preguntado, no tenían computadoras, no tenían computadora de esta, de la portátil, de la netbook o la notebook, y no tenían computadora en su casa, y no tenían computadora en su casa. Entonces yo voy a empezar al revés, yo voy a empezar al revés. ¿La querían o no la querían? Probablemente sí, ¿cómo no van a querer tener una computadora? ¿Y eso para qué es? Bueno, para estudiar, para informarse, para conectarse, para laburar, después para buscar y tal vez ir a la universidad, bueno, una computadora. Porque algunos queriéndola, supongamos que todos querían o necesitaban, me animo a decir, necesitaban una computadora que les puede mejorar eso, la conexión, pero también les puede mejorar las oportunidades de laburo o les puede mejorar en materia de socializar, de conocer gente, montones de cosas para lo que les sirve la computadora, la necesitaban todos. Yo voy a suponer que todos los pibes de esa edad la necesitan por igual, la necesitan por igual, que no hay unos que la necesitan más que otros en principio, la necesitan por igual. Y, sin embargo, algunos la pueden tener y otros no la pueden tener. ¿Qué pasa con los que no la pueden tener? Y bueno, seguramente van a tener un obstáculo, una dificultad, van a tener menos oportunidades. Menos oportunidades de estudiar con la computadora, laburar con la computadora, hacer música con la computadora, jugar con la computadora, conocer gente con la computadora. Eso es un poco el principio, así de fácil, todos la necesitan, pero no todos la pueden tener. Los que la tienen, ¿cómo la tienen? La compran. La mayoría de los que no la pueden tener es porque en su familia, ustedes mismos, o como fuera, no tienen los recursos. Entonces, fíjense, todos la necesitan igual, el que la tiene, tiene más oportunidades, pero la diferencia no es ni de ganas, ni de esfuerzo, ni de voluntad, ni de sacrificio, la diferencia es de guita, algunos pueden y otros no, según los recursos que tienen las familias. Y eso es muy injusto, esa mi mirada, eso es muy injusto porque se estaría privando a algunos de llegar a acceder al mismo lugar, al mismo horizonte que otros, simplemente por la cuna, por la familia en la que nacieron, por la situación de sus padres. Es así, y así es la sociedad, ¿de dónde? ¿De dónde? De Mar Chiquita. ¿De dónde? De la provincia de Buenos Aires. ¿De dónde? De la Argentina. ¿De dónde? De Latinoamérica. ¿De dónde? De Europa, de Estados Unidos. 

Esto que estoy describiendo, la desigualdad, no es un problema ni de este gobernador, ni del intendente, ni de su familia, es un problema mundial. Pero fíjense en qué termina. Supóngase que ahora alguno de ustedes enganche un laburo con la computadora o hace una amistad o hace un viaje o algo que sin la computadora no hubiera hecho, alguien que consiga, a través de la computadora, estudiar y si no, no hubiera estudiado. Entonces, fíjense, les cambian las posibilidades. Las ganas tienen, repito, la necesidad la tienen, pero algunos pueden u otros no. Los que pueden, tal vez pueden aspirar a otras cosas. No digo que va a ser, no sé, yo me acuerdo que algunos pibes ahora que hacen música o que hacen trap o que se han hecho conocidos internacionalmente, empezaron con la computadora esta. Y en su familia, en su casa, no le podían comprar la computadora por un tema de plata. Entonces, esa persona no hubiera llegado a donde llegó si no tenía la computadora. Y es muy injusto, porque nos dicen que en la sociedad le va bien al que se esfuerza, nos dicen que en la sociedad le va bien al que se rompe el lomo, al que se sacrifica y que si no, es la meritocracia, el que hace mérito. Nos dicen que es solo eso, y es mentira, es mentira que es solo el esfuerzo, el sacrificio y el mérito, porque vos podés tener dos pibes que se esfuerzan lo mismo, que le van a meter lo mismo, pero uno tiene la computadora y el otro no. Y capaz el que tiene la computadora, igual esfuerzo, igual sacrificio, llega más lejos que el otro y es muy injusto. ¿Se entiende lo que estoy diciendo? 

¿Qué es lo primero? ¿Y cómo funcionaría esto? ¿Qué es lo que resuelve si alguien quiere tener una computadora o comprarla? El mercado, el famoso mercado. El famoso mercado permite acceder a un montón de cosas al que tiene plata. Al que no tiene plata, por más mercados que haya y libertad de mercado que haya, no puede comprarla y no puede acceder y es muy injusto. Termina, empezando con desigualdad, el que puede y el que no puede, y generando más desigualdad. Se perpetúa o se incrementa la desigualdad, porque hay unos que no pueden y otros que pueden y los que pueden, pueden llegar más lejos y cada vez más lejos. ¿Se entiende esto que estoy diciendo? 

Lo mismo pasa con la salud, lo mismo pasa con la educación, lo mismo pasa con la universidad. La sociedad tiene una diferencia, una inequidad, una desigualdad muy grande. Y dada esa desigualdad, algunos por el mercado acceden y otro no, y los que no acceden, se pueden quedar atrás. Y eso, desde mi punto de vista, con la computadora genera una condición realmente muy triste, porque tenemos pibes con ganas que no pueden hacer determinadas cosas porque no tienen los recursos necesarios, ni siquiera para tener la compu, y es muy injusto y es muy malo. Entonces, nosotros, en el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, creemos en una situación distinta, que es lo que nosotros llamamos la igualdad de oportunidades. Creemos que cada pibe, cada piba tiene derecho a educarse, a ir a la universidad, a tener la compu, a tener salud, a tener educación. Y yo le digo a estos amantes del mercado y que todo va a solucionarlo el mercado, que es una gran estafa y una gran mentira que va a dejar afuera a un montón de gente. 

Por eso, por eso, nosotros creemos que tiene que haber un Estado presente, un Estado que dé respuesta, un Estado que, en este caso, con este programa Conectar Igualdad hace que todos los pibes y pibas que están en una condición de más dificultad de acceso, porque van a una escuela rural, porque van a una escuela especial y entonces le queda más lejos, probablemente, y es más difícil, que todos los pibes y pibas no importa qué cuna tienen, cómo le va a la familia, no importa dónde viven, todos los pibes y pibas puedan tener su computadora para desarrollarse mejor, para llegar a tener un futuro mejor. 

Después, por supuesto, a cuidarla, a esforzarse, a compartirla, pero son cosas que también hoy justo, Wini, con el centro universitario. El Centro Universitario es lo mismo. A nosotros nos pasa que recorremos la provincia, preguntás en un secundario y hay muchísimos, muchísimos de los que están terminando el secundario que dicen ‘yo quiero ir a la universidad’. Y les preguntás ‘¿y vos estudiás, sos buen alumno?’ ‘Sí, me rompo el lomo, quiero ir a la universidad. Quiero ser abogado, quiero ser médico, quiero ser contador, quiero ser arquitecto, quiero ir a la universidad’. Pero no todos pueden ir a la universidad, al final, no todos. Porque el que vive en un pueblo distante de un centro universitario, de una ciudad que tiene universidades, y bueno, para ir a la universidad necesita no solo ganas, no solo el acompañamiento de la familia, sino recursos que no todos tienen. Recursos que no todos tienen. Entonces el pibe tiene esas ganas, puede ser un talento, puede llegar muy lejos pero no llega a la universidad porque la familia no lo puede mandar a estudiar, porque la familia no lo puede… Sale carísimo. 

Miren, ahora tenemos un gobierno, el gobierno de Javier Milei que cree que la universidad hay que arancelarla, hay que arancelarla y privatizarla. Imagínense si además hay que pagar arancel: ya ni siquiera los que están cerca van a poder entrar; ya ni siquiera los que están cerca. Entonces nosotros creemos en una sociedad distinta, donde los pibes y pibes de nuestra provincia, aunque vivan lejos de una universidad, aunque no vivan en una gran ciudad de la provincia, aunque haya una distancia y aunque su familia, su capacidad adquisitiva sea menor, que todos los pibes y pibes de nuestra provincia, si tienen ganas, si le ponen fuerza puedan cumplir su sueño, puedan acceder a su vocación, puedan ejercer su talento y para eso tiene que haber un Estado. 

Miren, vimos este problema: en las localidades, en los pueblos de la provincia de Buenos Aires había muchos que se quedaban sin ir a la universidad, sin poder estudiar porque les quedaba lejos y no podían afrontarlo. Entonces, ¿qué dijimos? Vamos a tratar de solucionar esto. Creamos un programa, el Programa Puentes y ahora tenemos 80 distritos pequeños, distantes pero con centro universitario que se llenan de pibes y pibas que estudian. Y miren, no tenés que haber nacido ni en La Plata, ni en Capital Federal, ni en Mar del Plata, en tu pueblo, tenés tu universidad. 

Totalmente, totalmente, ahí dice Wini, que es cierto, ¿cuál es el otro problema? Se van a estudiar porque la familia lo puede pagar, el alquiler, el viaje, todo, estudian en La Plata, estudian en Mar del Plata, estudian en otro lado, viven ahí, perfecto, y después se reciben y muchos de ellos no vuelven. No vuelven o porque, bueno, hacen su vida, inician su familia, tienen su vínculo o porque agarran un laburo. Entonces, fíjense, los pueblos de la provincia, que necesitan tener profesionales, y bueno, va habiendo, no sé si llamarlo ‘fuga de cerebros’, pero sería lo parecido, ¿no? Se van pibes y pibas que querrían vivir en su comunidad, pero que después inician otro camino y después no vuelven. Entonces también decía, es un desgarro, es un desarraigo que se sufre y es un problema para toda la comunidad.

Por eso hoy a mí me llena también de alegría que acá, en Mar Chiquita, sepan ustedes que con Pitingo, con Wini, tienen un equipo de gobierno que lo que hace todo el día es pelear y luchar porque en el distrito lleguen todos los programas, lleguen todos los planes. Y así Mar Chiquita, orgullosamente inaugurando hoy el Centro del Programa Puentes número 46, se convierte en el primer distrito con dos centros del Programa Puentes para que en todos lados se pueda acceder a las carreras universitarias. 

La verdad que era un sueño, no mío, no del ministro Bianco, no del Intendente, es un sueño de la provincia de Buenos Aires que se hace realidad. Derecho a la compu, derecho al estudio universitario para todos y todas, más allá de cualquier condición. Muchísimas gracias.

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