Lanzamiento del Fondo de Fortalecimiento de la Seguridad para los 135 municipios

Muchas gracias a todos, a todas por estar hoy acá. Es un día muy importante para nosotros. Primero, no quiero ser exhaustivo porque son demasiadas cosas, pero estamos acá en la Escuela de Policía, en la Vucetich, como ustedes verán a los que no vinieron el último tiempo, el último tiempo me refiero a este mandato, se han hecho enormes inversiones en la Escuela de Policía. Hemos hecho la parte de salud, el comedor, hemos trabajado también en la parte de capacitación, de formación para las prácticas, hemos puesto en valor también el casco histórico. Así que, forma parte de un plan de inversión estructural, histórico en materia de seguridad en la provincia de Buenos Aires.

Por supuesto que esto no es tan visible como otros elementos de la inversión, pero es uno de los puntos en los que más hemos hecho esfuerzo, que es el que remite a la formación de nuestra fuerza policial. Hoy requiere para ser oficial, como hemos visto hoy en una ceremonia emotiva, no podíamos regresar porque están las familias, están los nuevos agentes de la Policía celebrando y festejando, porque se ha convertido el proceso, primero de reclutamiento, y luego de formación de la Policía, de profesionalización de la Policía, en algo completamente distinto a lo que había cuando llegamos.

Ustedes saben que hubo una época que a un oficial de la Policía desde que se lo reclutaba hasta que salía a la calle con un arma pasaban 6 meses. Es obvio y evidente que 6 meses es tiempo insuficiente para formar a nuestra fuerza policial, por lo menos si esperamos de ellos y requerimos un trabajo, una tarea munida de conocimiento, de profesionalismo, de tecnología, de práctica. No había prácticas, no había prácticamente ningún tipo de ejercitación en la formación de los policías. Era teórico, era tiza y pizarrón para formar a un agente de la Policía. Y la verdad que hemos cambiado esto, requiere más tiempo, requiere más esfuerzo, hemos jerarquizado también creando una universidad policial donde se forman los cuadros superiores, hemos modificado también -como decía recién- la cuestión práctica. No solo en la preparación, que ahora requiere una parte teórica, una parte práctica durante el primer tiempo de formación pero después cada uno de los agentes de la Policía que se reciben han estado también acompañados y en territorio preparándose para la función policial. Y lo van a seguir haciendo durante 6 meses más, van a estar cada uno de ellos acompañados de otro, llamémoslo, tutor, que le transfiere algo que como ocurre en otras materias, en otras formaciones, tiene un elemento práctico tan importante como el teórico, ¿no?

Así que hemos modificado la formación, la profesionalización, eso requiere más tiempo, más inversión también. A veces nos gana la ansiedad porque, como decía recién, cuando recibimos la Gobernación y la Policía habíamos perdido en el plazo de los cuatro años anteriores 10.000 agentes policiales, había menguado nuestra fuerza, nuestra capacidad operativa. Obviamente cuando escuchamos a los vecinos y vecinas nos dicen ‘falta más personal, faltan más policías en territorio’, pero no era fácil recuperar lo que se había perdido, que efectivamente fue más de un 10% de lo que estaba en la calle. Y no era fácil producir, formar, preparar un agente policial con los estándares que teníamos. Y a veces se ha recurrido a esos milagros rápidamente, como si fuera sacarlo de un anaquel, de un escaparate y ponerlo a cuidar a nuestros barrios, a nuestra gente, pero no es así. Así que llevó un proceso de preparación.

Hoy lo que vimos es, probablemente, fuera de estas soluciones mágicas la promoción más grande que hemos podido generar. Son 1.100 que al día de hoy se están recibiendo y ya están destinados a diferentes territorios, a diferentes fuerzas, pero también 1.300 que en abril se van a estar recibiendo y van a estar acompañando a los vecinos y vecinas ya como oficiales de la Policía.

Eso vino acompañado con una inversión sin precedentes en vehículos, en patrulleros. Cuando llegamos, no me canso de repetirlo, básicamente porque ustedes saben que a mí me aplican el chequeado, las investigaciones, me aplican, a veces, las falsas noticias, pero nadie pudo desmentir una cifra que es una vergüenza y que la conocen todos ustedes, porque se ven los territorios. Cuando nosotros iniciamos nuestro primer periodo de gobierno, había 790 patrulleros únicamente, solamente, en el conurbano bonaerense, para cubrir 1.100 cuadrículas, y esos patrulleros algunos con cientos de miles de kilómetros, buena parte ellos con más de un millón de kilómetros de rodaje.

Yo digo un depósito de chatarra, no una fuerza policial es lo que recibimos. Y hacía falta también un proceso permanente, constante, de inversión para recuperar el parque automotor de la Policía de la Provincia. Hemos invertido, en este tiempo, en 5500 patrulleros para cubrir la función policial en diferentes territorios, pero a eso se suman más de 1100 patrullas rurales, que son distintas, porque son como ustedes saben, doble tracción 4×4, no es el mismo vehículo, es más caro todavía. Así que estamos hablando de más de 6600, solo en vehículos en patrulla policiales. 6.600, sin contar lo que tengo atrás.

Con la formación policial y los que se recibieron hoy, no los que se van a recibir, 13.000 nuevos oficiales en la Policía Bonaerense, recuperando lo que se había perdido con un incremento sustantivo y con una formación distinta. Los 790 patrulleros convertidos en 6.600 nuevos patrulleros, más 1.000 motos que había, que compramos en este periodo, de alta cilindrada. Son esas BMW que las ven recorriendo, son importadas, las tuvimos que importar no por una tendencia antinacional o antindustria nacional, sino porque son vehículos especialmente diseñados para determinadas tareas que no se fabrican en el país. Vinieron de Alemania, son equipos realmente de muchísima sofisticación tecnológica.

Los patrulleros, fuera de estar destruidos y no haber, no estaban ni siquiera geolocalizados. O sea, teníamos 790 que no se sabía dónde estaban. Hemos avanzado, también, tecnológicamente con lo que se conoce como AVL, para que cada uno de los patrulleros aparezca de forma permanente, de forma online en una pantalla, y se sepa dónde está, qué recorrido hizo. Eso nos ha servido mucho para esclarecer algunos delitos pero, también, para mostrar la tarea policial.

Lo que venimos haciendo en tecnología tiene que ver con la inversión de nuestra fuerza policial provincial pero también con el trabajo que hace cada uno de los intendentes e intendentas de nuestra Provincia en su centro de monitoreo, con la compra de cámaras. Pero también estaba lo que hacía -miren cuando llegamos cómo era- lo que hacía cada uno de los 135 intendentes, lo que hacía la Policía de la Provincia como si fuera un trabajo disjunto, separado, independiente.

Hemos creado a nivel tecnológico el sistema multiagencia, que ya está instalado en muchos de los municipios y está en proceso de instalación en otros tantos más. ¿Qué permite esto? Que en tiempo real, cada uno de los intendentes, con pantalla y con consola propia, pueda ver dónde está cada uno de los patrulleros que opera dentro de sus distritos, pero también que puedan recibir cada uno de los llamados que entra al 911 en tiempo real y que de esa manera, de manera integrada, podamos resolver cada una de las dificultades, cambiar las cuadrículas, cambiar los recorridos, con el mapa del delito mejorar el desempeño de la Policía, de los recursos que tenemos y que hemos incrementado, e integrar de una manera inteligente, porque el delito pasa de un distrito a otro sin pedir permiso, sin preguntar o sin saber cuál es la frontera.

Nosotros estábamos trabajando de manera aislada, independiente y entonces tonta, tonta, porque no conseguíamos coordinar, integrar, los recursos que tenemos. Con el multiagencia, cuando hay un llamado, lo he visto en tiempo real, lo pueden ver ustedes, aparece el llamado, aparece el parte de cómo se va resolviendo, pueden intervenir las autoridades municipales, se ve dónde está cada uno de los móviles, se sabe dónde está, en qué tiempo llega, se ve el parte cuando hacen y realizan su tarea. Es totalmente distinto.

Me animo a decir que con estas inversiones que estamos haciendo, nunca más en la provincia de Buenos Aires va a haber zonas liberadas, nunca más. Porque podemos demostrar cuándo entró el llamado, quién fue, cómo se integró el recurso provincial y municipal, y dar una respuesta lo más rápida, lo más eficaz que se pueda a cada una de esas dificultades.

Esto tiene que ver con equipamiento, tiene que ver también con el trabajo en términos de un plan integral de seguridad de cada uno de los distritos y conforme a lo que planteamos integrado en un plan también provincial.

Cambió la organización de la Policía. Esto es mucho más difícil de demostrar, pero cada uno de los distritos cuenta con una estación de policía, que es un cambio porque antes teníamos la policía local y cada uno de los cuerpos de la policía, DDI, Comando de Patrullas, si había cuerpo motorizado, si había base… Bueno, de la UTOI, no había UTOI prácticamente cuando llegamos, pero si había alguna fuerza de Infantería presente, todo eso disperso también y con una lógica que se manejaba de manera poco clara entre La Plata y nuestra organización centralizada y cada uno de los municipios. Con las estaciones de policía y los planes de seguridad de cada uno de los distritos, lo que pretendemos es integrar lo que tiene cada uno de los municipios, lo que maneja cada uno de los intendentes, lo que necesita con lo que hace la Policía de la Provincia. En esa estación de policía hay un jefe que coordina con la autoridad política municipal y que con ellos nos permite diseñar la mejor respuesta y la mejor solución para cada uno de los distritos.

A veces hablan de la seguridad en la Provincia, pero nosotros sabemos que la seguridad de la Provincia, como mínimo y para basarme solo en la división política, requiere una especificidad propia de cada uno de los 135 distritos. No es lo mismo la anatomía del delito, las formas criminales en un distrito del conurbano que en uno del interior, pero no es lo mismo tampoco lo que ocurre en zonas fabriles que lo que ocurre en zonas más comerciales, no es lo mismo y lo saben todos ustedes. No hay una solución mágica, no hay una solución única, hace falta trabajar, decía recién, con inteligencia, con dedicación, la seguridad obviamente requiere inversión, enormes inversiones, sin inversión es muy difícil.   Sin formación, sin capacitación. Yo hablé de los patrulleros, hablé de la cantidad de agentes, pero todos nosotros sabemos que si no tienen los chalecos, si no tienen los uniformes, si no tiene los pertrechos. Las armas, cuando llegamos acá, de la Policía de la Provincia no andaban, no funcionaban, no tiraban, pero además el que se había recibido de agente policial hacía dos años, tres años, cuatro años, cinco años no tenía más prácticas de tiro, no practicaba más, no tenía más capacitación, no había capacitación continua. Tuvimos que inaugurar y abrir muchísimos polígonos de tiro y generar un sistema de formación permanente y capacitación permanente de nuestra fuerza policial.

Es decir que, cuando ocurría el delito tal vez el arma no funcionaba, tal vez no había municiones, probablemente no tenía el chaleco y además no practicaba, no se formaba alguno de ellos hace hacía años, era imposible.

Así que presenciamos y atestiguamos gobiernos de la Provincia que se llenaron la boca hablando de seguridad pero no invirtieron un peso. Achicaron, redujeron, desprestigiaron y diezmaron a nuestra fuerza policial. Yo sé que no es solo la inversión, la organización, la formación, la profesionalización y la tecnología lo que hace al desempeño de la Policía, porque sabemos bien nosotros que, cuando ocurre un delito y llega la policía, ya de alguna manera es tarde, porque lo que podemos hacer es perseguir en conjunto, entre nosotros, pero también con el sistema judicial de la Provincia a los responsables del delito, pero el delito ya se produjo.

Entonces, todos los trabajos que hay que hacer para evitar que se produzcan los delitos, exceden a la cuestión policial. incluso, muchas veces, a la judicial en términos de persecución del delito concreto, encontrar al responsable y castigarlo con toda la fuerza de la ley. Pero hay un trabajo previo que es para que no se generen las condiciones en las cuales a nuestra población, a nuestra sociedad, le surja esta pulsión, esta intención de cometerlo. Entonces, cuando nosotros decimos que la cuestión de la seguridad es multiagencia y multicausal, nos estamos refiriendo a que los trabajos destinados a prevenir y evitar el delito requieren mucho más que presencia policial, y requieren un trabajo coordinado en muchísimas áreas de gobierno.

Tenemos que tener proyecto, tenemos que tener presencia, tenemos que tener acompañamiento. Y esto hay que hacerlo todos los días y más allá de todos los esfuerzos e inversiones que podamos hacer con nuestra Policía provincial. Hemos anunciado esto que estamos haciendo hoy  y que estamos cumpliendo. Pero hemos anunciado también un trabajo redoblado en materia de niñez, de adolescencia, pero sobre todo de acompañamiento, control y vigilancia de aquellos jóvenes que cometen un delito una vez y que en muchos casos, luego de haberlo cometido, incluso de haber sido capturados, apresados y castigados de alguna manera, tienen la predisposición de volverlo a cometer y a veces lo cometen. Esto ha ocurrido en los últimos días, los últimos meses y viene ocurriendo en los últimos años.

Así que acá hay un trabajo para hacer en cada una de las jurisdicciones y es lo que hemos anunciado y pronto vamos a estar convocándolos para reforzar nuestra tarea con los delitos que cometen los menores. Estar reforzando nuestra tarea de control, vigilancia, acompañamiento y prevención. Y esto es un trabajo que no podemos hacer ni ustedes solos, ni nosotros solos. Pero cuando cometa un delito un joven en la provincia de Buenos Aires tenemos que tener una respuesta, policial por supuesto, judicial por supuesto, pero también una respuesta de los gobiernos provinciales y municipales para que el delito no se vuelva a cometer.

Yo les pido un enorme compromiso, como se lo hemos pedido al poder judicial, porque tal vez alguno se ha acostumbrado a ver que nos acusan a nosotros, a los poderes ejecutivos de puerta giratoria, de quién está preso y quién está libre, y la verdad que no es nuestra atribución, no es un resorte, no es una palanca, no es un poder que tengamos, ni poner preso a alguien ni liberarlo ni determinar la condena. La Policía de la Provincia y el Poder Ejecutivo es un auxiliar del Poder Judicial.

Así que lo que tenemos que pedir es que se cumpla la ley, y muchas veces nos dicen ‘hay que cambiar la ley’. Tampoco cambiar la ley es una atribución del Poder Ejecutivo, ni del gobernador ni de los intendentes, es una decisión del Poder Legislativo y ni siquiera, en las más de las veces, del Poder Legislativo provincial, lo es del Poder Legislativo nacional. Y entonces, la cuestión de las edades de imputabilidad no son temas que podamos decidir nosotros.

Ahora sí, lo que vemos es que a veces la ley está y no se cumple o se cumple mal, entonces ahí sí tenemos que estrechar el trabajo con el Poder Judicial. Hemos generado mesas de coordinación entre nuestro ministerio de Seguridad también implicando a los intendentes, el Poder Judicial, poderes también que tienen que ver con la vida cotidiana, con las organizaciones de nuestra sociedad civil, es decir que hay que seguir trabajando, la clave de la integración, la clave de la inversión.

Y quiero hablar sobre el narcotráfico porque es un tema que también nos hemos referido muchísimas veces. Yo creo que dicen que no hablamos de estas cosas. Me habrán escuchado hablar de esto infinidad de veces. Porque lo he hecho públicamente, lo he hecho en la Legislatura, lo he hecho en entrevistas y lo he hecho en cada uno de sus distritos cada vez que inauguramos o llevamos cuestiones que tienen que ver con la seguridad. Pero lo vuelvo a decir, en la República Argentina y particularmente en la provincia de Buenos Aires, el delito del narcotráfico, la cuestión del narcotráfico se encuentra dividida y cercenada, disjunta. Porque los delitos vinculados al tráfico, a las bandas criminales, a los delitos que tienen que ver con los carteles, que tienen que ver con el ingreso de droga a nuestros territorios, esos delitos son federales y son atribución de la Justicia Federal y del Gobierno nacional, principal. Mientras, los delitos vinculados a la venta al por menor, al narcomenudeo, a la venta de droga en los distritos, son delitos de orden provincial.

Pero fíjense, ¿qué ocurre? ¿Por qué volvemos una vez y otra vez sobre este tema y por qué lo hemos pedido mil veces y por qué nunca lo tienen en cuenta? Porque nosotros necesitamos integrar el tratamiento de la cuestión del narcotráfico en cada uno de nuestros barrios. Cuando encontramos narcomenudeo, cuando encontramos un soldadito, cuando encontramos a un narco que vende o un búnker que vende en un barrio, y empezamos la investigación, la investigación se corta y cambia de jurisdicción, cuando hay que encontrar a los que ofrecen, a los que organizan, a los que proveen, a los que traen la droga a la Provincia y esto no está funcionando. No está funcionando.

¿Cuántas veces escuchamos juicios contra el narcotráfico, los carteles, las organizaciones criminales en la justicia federal, cuándo? Y fíjense, para que un gramo de cocaína llegue a un barrio tiene que haber cruzado una frontera porque no se produce en el país, tiene que haber recorrido, a veces, 1.500 kilómetros, y cuando llega al barrio, aunque desarticulemos las organizaciones que lo venden, que lo comercializan, y lo han visto porque lo hemos visto multiplicidad de veces. 40 bandas hemos desarticulado el año pasado solamente, pero son los que venden en los barrios, no son los que la trasladan, los que transportan, las que están vinculados con el narcotráfico internacional, la que tiene la mayoría de los recursos. Y cuando se desarticula la venta en territorio, al poco tiempo, lo hemos visto, se vuelve armar y hay que ir de nuevo a cuidar a los pibes y hay que ir de nuevo a buscar a los narcos.

¿Pero por qué? Porque si fluye la droga, si llega la droga encuentra quien la comercialice, y rápidamente. Entonces, a veces todos esos esfuerzos que hacemos terminan siendo estériles porque vuelve a ocurrir, por más que los apresemos y por más que la justicia nos acompañe, trabaje bien, vuelve a producirse y vuelve a nacer. Entonces, necesitamos que haya un trabajo y un compromiso de parte del Gobierno nacional, que haya una coordinación, porque muchos de los delitos que conocemos, incluso bajo la fisonomía conocida, el tipo penal, el mismo tipo penal, ahora está filtrado por el narcotráfico y se convierte en una cosa distinta.

Hemos desarticulado una banda que afanaba autos en el conurbano bonaerense, y ¿qué hacía? Lo llevaba a cruzar la frontera a Paraguay, a otros países limítrofes, los vendía ahí asociados al crimen narco, camionetas 4×4, diferentes vehículos que usaban después para el tráfico de drogas. ¿Qué podemos hacer? Porque parece un robo de una camioneta, y a veces tiene un nivel de violencia absolutamente inusitado. ¿Por qué? Porque está asociado con el narco, o con el consumo, lo hemos visto en casos resonantes, pibes afanando para consumir porque el propio proceso los convierte en adictos, lo hemos visto, Tano, lo hemos hablado en varios de los distritos.

Así que es necesario abordar con seriedad la cuestión del narcotráfico, no andar tirándose la pelota, no andar acusando a otro, no convertir a esto en un tema de marketing político, marketing electoral o de operaciones permanentes. No solo nos ocupamos de esto, cada uno de ustedes, porque lo sé muy bien, porque es una preocupación de los vecinos, si no, ¿qué invertimos? Y esta inversión que estamos haciendo hoy, este trabajo diario y cotidiano que estamos haciendo tiene que ver también con una situación nueva que agrava todo. Dos elementos, por un lado el problema del empleo, la crisis económica, la caída del consumo, de las ventas. Una situación económica que se ha agravado muchísimo en el último tiempo, una situación económica que pone, a veces, a la violencia como un elemento antes inexistente en charlas, en discusiones, en familias, en vecinos, adentro de los domicilios, en nuestros barrios, niveles de violencia que vienen subiendo y con discursos violentos que también la promueven. Porque esto lo digo con total conciencia de lo que estoy diciendo. Si los conflictos, si las diferencias, se emanan desde las más altas autoridades, que hay que resolverlas, de manera violenta, agresiva, odiando al otro. ¿Qué le vamos a enseñar a los pibes, a las pibas en las escuelas, qué les vamos a decir en los barrios? Si desde los más altos niveles, cuando alguien no está de acuerdo con lo que dicen, acusación, insulto y ya empezar a hablar de intervenciones, de renuncia, violencia, odio, otro elemento más y se ven los barrios y se ven toda la sociedad, en el tejido social.

Está el problema económico, está el problema de pregonar el odio como una forma de resolver diferendos y está el problema de los recursos. Hoy estamos acá, también, porque la provincia de Buenos Aires habíamos conseguido algo que era una reivindicación histórica, no de este gobernador, de la Provincia entera, que el problema de la seguridad en nuestra Provincia, recuerden si no, campañas electorales. Miren, mi memoria hasta donde alcanza siempre lo mismo, cuando hay campaña electoral se pone la cuestión de la seguridad como si fuera algo inminente, nuevo y nosotros sabemos que es cotidiano y diario, que no se mueve al ritmo de las elecciones, que hay que atacarlo todos los días, sea año electoral, no sea año electoral, sea municipio de nuestra fuerza política, sea de la otra fuerza política, pero se convierte en un tema de campaña todos los años electorales de la misma forma y de la misma manera.

Ahora, ¿qué particularidad hay este año? Que habíamos conseguido, después de muchísimo tiempo, que el Gobierno nacional reconociera la necesidad de enormes inversiones en materia de seguridad en nuestra Provincia. Porque, perdón, un paréntesis, si uno mira por ejemplo la cantidad de oficiales de la Policía, de agentes de la Policía por habitante, siendo 17 millones, comparado con otras jurisdicciones, estamos mal. Si uno mira la cantidad de cuadrículas, la cantidad de cuadras, la diversidad de los territorios, estamos mal, hace falta mucha más inversión en seguridad en la Provincia. Habíamos conseguido algo importante, algo histórico, algo que nos daba previsibilidad, que era un fondo específico, votado en el presupuesto por todas las fuerzas políticas, por gobernadores de otra fuerza políticas y de otras provincias, que reconocieron también que la provincia de Buenos Aires tenía que haber una partida especial y un esfuerzo especial para reforzar la cuestión de la seguridad.

Acá en la provincia de Buenos Aires lo tenemos en cuenta, pero yo quiero agradecer también la solidaridad de los gobernadores de las otras provincias que comprendieron este problema y acompañaron a la provincia de Buenos Aires. La República Argentina es un país federal y un país solidario, ahí estuvimos cuando hubo incendios, cuando hubo problemas de seguridad en otros distritos, poniendo recursos que nos cuestan ahí en Rosario. ¿Por qué? Porque nosotros somos solidarios y lo digo también en agradecimiento porque el Fondo de Fortalecimiento de la Seguridad de la provincia de Buenos Aires fue acompañado por todas las provincias, por todo el Congreso Nacional, comprendiendo porque ellos también ven la tele y ellos saben que hay muchos migrantes internos de sus provincias que vienen a buscar una oportunidad a nuestra provincia, y que tienen que tener los recursos para que se los cuide.

Y hubo un Fondo de Seguridad que se estableció como un punto 1.18 de la coparticipación que recibía nuestra Provincia. Yo digo que está muy bien, aún así es insuficiente para todo lo que hay que hacer. Hemos abierto muchísimas bases de la FBA, de la UTOI, pero tenemos que seguir haciéndolo. Estamos abriendo bases de la policía motorizada, tenemos que seguir haciéndolo. Tenemos que seguir invirtiendo en tecnología, tenemos que seguir incorporando agentes, y yo quiero decir que quienes se recibieron ahí eran de todos los distritos por el trabajo de reclutamiento que hicieron ustedes, y van a ir volviendo a los distritos porque esto es algo coordinado y conjunto, no se puede hacer a nivel central.

Pero nos sacaron, nos robaron el Fondo para la Seguridad, 750.000 millones de pesos el año pasado, y ni un solo centavo se podía invertir en ninguna otra materia, aunque tenemos también necesidades de infraestructura, en educación, en salud, tenemos deudas pero era específico para la seguridad. Así lo pedimos, así lo planteamos y así lo hicimos, hasta el último centavo del Fondo de la Seguridad se gastaba y se rendía para la compra de equipamiento, para la mejora de la remuneración y la retribución de nuestra Policía, para también la tecnología, la integración, el trabajo conjunto, todo eso, hasta el último centavo se rendía. No era plata para la casta, no era plata para la política, era plata para los y las bonaerenses para que estén más seguros, eso se llevó el Gobierno nacional y eso es lo que estamos denunciando, y eso nos falta.

Este año, yo hablé de 6600 patrulleros. ¿Qué pasa con un patrullero? Le voy a contar a ustedes, la gente no sabe porque se compra el auto y algunos hasta duran 10 años con el mismo auto, o más de 10 años con el mismo auto y sigue funcionando. Un patrullero dura dos años, cuatro años cuando está en servicio y con utilización intensiva. Y se rompen, si se los usa, se rompen. Entonces, 6.600 patrulleros requiere una reposición, un plan de reposición, una planificación estratégica, un plan plurianual, no es un tema de un día. Nosotros tuvimos que comprar toda la flota, más toda la flota que tiene que ver también con la logística de la Policía. Eso a veces no se comprende. No había un micro para trasladar a nuestra Infantería de un lugar a otro cuando había necesidad. No había lanchones, no había camiones de la Policía, de la Defensa Civil, de los Bomberos de la Policía. No había nada, tuvimos que fundar de cero el equipamiento de la Policía con el Fondo de Fortalecimiento de la Seguridad que nos dio todo el país para que invirtiéramos acá. Todo el país, todas las provincias, todo el Congreso Nacional. Cambió el presidente y por capricho se lo llevó para castigarnos, no a mí, a todos en el marco de una disputa política. Lo hizo y lo interrumpió después de que no le votaron la Ley Bases, ‘voy a fundir a las provincias’ y cortó el Fondo de Seguridad. Y lo estamos reclamando ante la Corte Suprema de Justicia porque es lógico, es legítimo, pero es legal también.

Gobernar el país no es hacer cualquier capricho ni aplicar una ideología externa, foránea, incomprensible, es gobernarlo en base a sus leyes, a su Constitución. No se puede hacer política privando de fondos, política partidaria, porque yo también lo podría hacer acá, entonces ver de qué signo político es cada uno, ver, poner, sacar, no es así, y el Presidente tampoco puede hacerlo.

Nos dejaron sin el Fondo de Seguridad, por eso esta inversión de este año la hacemos con el esfuerzo de los y las bonaerenses, todos me han agradecido, pero yo quiero agradecerles a ustedes y a los pueblos de cada uno de sus distritos. 170.000 millones de pesos que ponemos específicos para la seguridad y que lo tenemos que hacer con el esfuerzo provincial, más allá de la crisis que nos baja los recursos, más allá que nos quieren fundir y nos sacan recursos que nos corresponden, hacemos el esfuerzo.

Por eso es importantísimo la presencia de más de 100 intendentes hoy, e intendentas, es importantísimo, porque hay que poner en valor el esfuerzo que estamos haciendo en condiciones de deserción del Gobierno nacional, y de abandono, y de incumplimiento, y de ilegalidad. Entonces, hemos destinado 170.000 millones de pesos, que una parte tiene que ver con lo que firmábamos recién, según los tamaños poblacionales de los municipios. Algunos, a los de menos de 70.000 habitantes, les triplicamos el Fondo para la Policías Comunales, eso es efectivo a partir del día de hoy. Y a los distritos de más de 70.000 habitantes, destinamos un fondo específico de 70.000 millones de pesos que se va a distribuir por los criterios que conocen y que un 60% va destinado a la compra descentralizada de patrulleros para la Policía Bonaerense, un 60%, otro 20% para equipamientos, cámaras, pertrechos, lo que ustedes consideren necesario en cada uno de los distritos, y otro 20% más que puede utilizarse para gastos corrientes, combustible, diferentes gastos que tenga la fuerza policial. Ese es un segundo elemento. Primer elemento, reforzar los fondos para las comunales; segundo elemento, un fondo de inversión para la seguridad en los distritos más grandes, y tercer elemento, una parte de eso lo ven acá, una parte, que es una inversión en equipamiento desde la Policía de la provincia de Buenos Aires, que significa la compra ya realizada de 750 vehículos para la Policía provincial, que van en adición a lo que se va a comprar descentralizadamente por cada uno de los municipios.

Es decir, que este es un esfuerzo muy grande, tiene que ver con las prioridades que tenemos pero tiene que ver también con el federalismo que no se nos respeta a nivel nacional y que nosotros tenemos que respetar, sabemos que hay que respetar, y sabemos que es el único camino a nivel provincial.

Nosotros, en la cuestión de la seguridad, tenemos que hacer muchísimas tareas, tenemos muchas tareas por delante y no son milagrosas ni ocurren de un día para el otro, lo sabe cada uno de ustedes, es un trabajo de todos los días, es un trabajo con los secretarios de Seguridad, con los jefes de cada una de las estaciones, con lo que significa una Policía dividida en cuerpos, con la especialidad de cada uno de los distritos, con lo que es la Policía Rural, con lo que es nuestras fuerzas hoy especiales, como es la FBA y la UTOI, y las bases que estamos abriendo. Son muchas cosas a la vez, implica una política integral, implica una inversión integral en fuerza policial pero, también, en el trabajo territorial. E implica la coordinación con otros poderes del Estado.

Hemos enviado, estamos enviando estos días, tanto a la Legislatura como al Parlamento Nacional, instrumentos que necesitamos en materia de leyes pero el trabajo lo hacemos todos los días. Así que yo quiero cerrar hoy diciendo que van a intentar hacer campaña con esto, van a intentar hacer campaña sucia, roñosa, asquerosa, a veces. Pero nosotros no tenemos que caer en provocaciones, ni contestar con la misma moneda. Nosotros tenemos la obligación, la responsabilidad y el mandato de ocuparnos de los problemas reales con soluciones reales. A mí me enseñaron que mejor que prometer es realizar. Acá está, los móviles, la inversión, los cadetes, una Policía mejor, con más equipamiento, y con los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires. Sin distinciones políticas, sin ponernos a ver, sin oportunismo, sin poner a jugar la conveniencia, trabajando seriamente y trabajando para quien es nuestro único mandante, que es el pueblo de la provincia de Buenos Aires. Muchísimas gracias a todos, a todas por estar. Mucha fuerza, a seguir trabajando con seriedad, con dedicación y con amor también por el pueblo. Gracias.