Nueva Casa de la Provincia en Florencio Varela
Fresco pero con sol, así que a aprovechar, a disfrutar. Un día en Varela muy intenso, Andrés. Muy intenso, Julio. Hoy comenzamos, lo contaban recién, tomando promesa, antes lo llamábamos juramento, promesa de lealtad a la bandera nacional a los pibes y las pibas de 4to grado, de muchísimas escuelas de Varela, escuelas públicas de Varela, escuelas públicas mal llamadas a veces privadas, porque son de gestión privada, pero buena parte de los sueldos y de la inversión, para que tomen nota los privatizadores, buena parte de los sueldos y la inversión, porque la gente no podría pagar la cuota, la paga el Estado provincial. Son públicas, son escuelas públicas que garantizan la educación de miles y miles de pibes acá en Varela. Hoy tomamos juramento, había 600 chicos con sus familias. Pero fue en representación de eso que, de manera invisible o, me corrijo, invisibilizada, ocurre todos los días en la provincia de Buenos Aires. Yo observo, yo veo, yo escucho un ataque frontal, pocas veces tan grosero, grosero en el sentido de malas palabras, pero grosero en el sentido de descerebrado también, ¿no? De sin argumentos. Un ataque grosero a la educación pública, a la salud pública, a la seguridad pública, un ataque a todo lo que es público.
Ayer leía una nota en un diario porteño que decía, ‘bueno, acá se está enmascarando que hay en este momento 5000 clínicas privadas en crisis en la Argentina’. Claro, con Milei, si uno hace las cuentas y recuerda, vinieron con esa cantinela, desregularon el precio de los remedios, de los medicamentos. Eso básicamente quiere decir poner a la gente, a los jubilados, a los pibes, a las familias, en la boca del león, entregárselo a las transnacionales, a las corporaciones, a los productores concentrados de medicamentos, que entre tres, cuatro deciden cada remedio cuánto va a costar, cuántas pastillitas va a tener. Esto hay que decirlo, ¿qué pasó después? Desregularon las prepagas. Había quienes tenían una medicina con un pago, un seguro de salud, una prepaga, bueno, desregular. ¿Qué pasó con medicamentos? ¿Qué pasó con las prepagas? Se fueron por las nubes, por las nubes. Y yo decía por eso, enmascaran una situación. ¿Qué pasó con todos aquellos que ya no pueden pagar 500 lucas de la prepaga, los que no pueden comprar el remedio, los que en PAMI le terminaron con el medicamento gratuito? Y entonces, ahora tienen que ir a la farmacia. Yo le digo qué pasó. Van a la farmacia, y piden, en vez de la caja, un blíster. Y le preguntan al farmacéutico, ‘¿es lo mismo tomar la mitad de las pastillas que me recetaron?’. No es lo mismo. No es lo mismo. No tienen el mismo efecto terapéutico. Es criminal. ¿Y qué hacen todos aquellos que ya no se pueden pagar los medicamentos, la prepaga? ¿Qué hacen los que tal vez iban a una escuela privada? Yo me acuerdo, Kato, ahí en San Martín iniciaban las clases, estábamos acompañando una escuela pública, Alberto, que estaban haciendo un trabajo solidario de pintar la escuela pública en una plaza y del otro lado había una escuela arancelada, que había cuota. Era pública de gestión privada, ni siquiera era privada pura, esas salen 500, 600 lucas, eran con cuota reducida, subsidiada por el Estado. Pero muchas familias, muchos pibes de la escuela que tenía cuota, que tenía arancel, se mudaban a la escuela gratuita de enfrente porque ya no podían pagar la cuota. Y son cuotas que, en términos relativos, en términos de lo que sale una privada, completamente privada, son módicas.
¿Qué pasa con el que ya no puede pagarse la educación? ¿Qué pasa con el que no puede comprar el remedio? ¿Qué pasa con el que no puede pagarse el alimento? ¿Qué pasa con el que el salario, conserva el trabajo, pero el salario le alcanza hasta el día 20? ¿Qué pasa con el que perdió el laburo? Nos enteramos de las estadísticas de desempleo el otro día. Y yo le pregunto a Milei, que le gusta la palabra ‘carajo’, ¿qué carajo festeja? Si llegamos casi a 10% de desempleo en el conurbano bonaerense. ¿Qué festeja, que dejó a la gente en la calle? ¿Qué festeja, que no alcanza la guita? ¿Qué festeja, que está todo parado, el comercio, la industria, el turismo?
Esa es la Argentina que estamos viviendo. ¿Y a dónde van? ¿Y qué hacen las familias que no tienen, que no llegan, que no pueden con cosas básicas, elementales, de dignidad de vida, qué hacen? Yo les digo qué hacen, recurren al Estado municipal y recurren al Estado provincial, recurren a los que gobiernan para la gente, a los que no dicen ‘no hay plata’, recurren a intendentes como Andrés que con un esfuerzo tremendo… Yo escuchaba a Andrés recién, lo escuchaba enumerar y yo trataba de memorizar: cuatro centros de salud que estamos construyendo, las escuelas, las obras de OPISU. Fíjense, porque tal vez un intendente como Andrés nos tiene, y los tiene, y nos tiene a todos mal acostumbrados, ¿no? Porque habla de obra y obra y obra. Ahora me decía que acá se va a construir también un parque lineal que paró el Gobierno nacional. Y entonces parece natural, parece evidente. Yo les digo, estuve reunido en el día de ayer con todos los gobernadores de la Argentina, con todos los gobernadores de la Argentina, con el Jefe de Gobierno de la Capital Federal y les voy a decir algo que es estricta verdad, en ningún lado de este país por culpa de Milei hay obra pública, en ningún lado, hay una sola excepción, la provincia de Buenos Aires.
Es mucho, es mucho el esfuerzo, la creatividad, el redoblar el trabajo, el ingenio para continuar en una situación tan complicada, pero sabemos que si nosotros paramos, me decía Kato recién, porque hablaba de la obra hidráulica de Bosques, ¿no? Ahora que el clima está absolutamente descontrolado, que nieva, que después hay tornado, hay tormenta, hay dos años de sequía y tenemos al único gobernante del planeta, me parece, que niega el cambio climático. Milei, salí de la casa, fijate qué clima hace y date cuenta que las cosas están cambiando y que por culpa tuya los argentinos no tienen respuesta.
Hoy vetó la ley de emergencia para Bahía Blanca. Una crueldad, una ausencia, un abandono realmente tremendo, pero entre esas obras que abandonó, porque después dice ‘che, mirá lo que pasó’ y se borran, y se borran y andan viajando.
Mirá, estos estos tiempos que llueve más de lo habitual, a veces muchísimo más, a veces llueve en un día lo que llovía en un mes, en 6 meses, en un año y entonces no hay ciudad, no hay lugar preparado para recibir un evento climático de esa naturaleza, pero bueno, ¿Milei qué hizo? Les digo qué hizo: paró todas las obras hidráulicas en la Argentina y en la Provincia, desde el Río Salado a 10 obras importantísimas, por ejemplo acá en San Juan, ahí en el límite con Berazategui, una obra que va a impedir probablemente, no ante eventos absolutamente excepcionales, pero ante situaciones que antes se generaban problemas las va a evitar, y Milei fue y lo paró. Tiene consecuencias la motosierra. Tiene consecuencias la motosierra, consecuencias dramáticas.
Y cuando le niegan un remedio, alguien que tiene cáncer, cuando le sacan los medicamentos a los adultos mayores o cuando, si además protestan por las jubilaciones, los muelen a palo, la verdad que ya es criminal lo que está pasando.
Ahora, yo quiero decir qué compromiso es el que tenemos nosotros en contraste con el abandono de Milei. La obra del San Juan la va a terminar el Gobierno de la provincia de Buenos Aires.
¿Qué hizo Milei? Odia la ciencia, odia la universidad pública. No sé si la odia o es como un resentimiento y una envidia también, porque cuando dibuja su currículum trucho pone que fue a la UBA. Pone que fue a la UBA. No sé qué origen tiene esto, pero no importa porque el efecto es tremendo. Estamos teniendo el peor ajuste salarial de todos los trabajadores públicos, se lo hizo a los docentes universitarios, a los investigadores. Muchos de ellos, hoy teniendo que buscar otro laburo más y eso es tiempo que distraen a su formación, a la enseñanza, a la investigación. Es gravísimo.
No estamos, me parece todavía, cayendo en la cuenta de las consecuencias que tiene esto. Y paró las obras en las universidades nacionales. De esas universidades nacionales hay 21, como la Jauretche, que están en territorio provincial. Bueno, el Gobierno de la Provincia va a terminar las obras en las universidades que paró Milei.
Y son esfuerzos muy grandes. Yo hablaba hoy del juramento a la bandera, de esa esperanza, ese entusiasmo que se le ve a los chicos y a las chicas, a los nenes de nuestra provincia, pero también a los adolescentes, a los laburantes. Si vos para toda la obra, paras la obra de la universidad, se reducen, hay menos turnos, se van los científicos, creo que tiene un efecto grave presente, pero tiene un efecto simbólico, emocional tremendo, es como que te están cortando las alas. Como que te están diciendo que tu hijo o tu hija no va a poder ir a la universidad, porque si esto continúa y de seguir así se va a ir achicando, va a ir desfalleciendo, se va a ir destruyendo una capacidad que costó generaciones armar y que resistió embates tremendos.
Hoy acá quiero hablar, antes de llegar a una conclusión, de la Casa de la Provincia de Buenos Aires que estamos inaugurando. Nosotros nos propusimos cuando llegamos a gobernar la Provincia, después de otro gobierno de derecha, el de Vidal y el de Macri, que ahora nos vienen a dar lecciones, yo lo veía a Espert, que no dejó cosas por romper, ¿no? Pero dándonos lecciones a nosotros de cómo había que hacer las cosas, ya gobernaron y gobiernan ahora. Y gobiernan terriblemente mal.
Porque eso, además de desalmados, además de odiadores, además de predicar la violencia, además de todo eso, cuando les toca gobernar, son una manga de inútiles.
Aunque tengan el presupuesto, pasa que tienen créditos internacionales, no los pueden ejecutar, no quieren, pero cuando intentan no pueden, no pueden, no saben, no conocen.
La Casa de la Provincia que estamos abriendo, esta es la número 12, porque nos faltaron algunas todavía poder ir a inaugurarlas, son 15, tenemos 35 más en construcción. La verdad que es una política que tiene que ver con darle más eficacia, hacer mejor prestación, más rápida, más cómoda al laburante de la Provincia, pero también y sobre todo al pueblo de la Provincia.
Tenemos lugares donde el registro civil funciona en un verdadero sucucho, en un tugurio, funciona en un lugar alquilado, roto, espantoso, la gente se va a casar o va a anotar cuando tuvo un hijo o una hija y lo tiene que hacer en condiciones que no corresponden, que no son justas. De la misma manera, acá pagábamos no sé cuánto por el alquiler de las oficinas de IOMA, o sea, que para colmo tomar esta decisión, nos va a traer un ahorro con el tiempo al Estado provincial, nos va a permitir que en cada uno de los municipios donde vamos llegando al logro de la Casa de la Provincia se pueda recibir un tratamiento, un servicio, una prestación de primer nivel.
Y además, y sobre todo, antes parecía que estaba bien porque era en Capital Federal y para los porteños, ahora está en el conurbano y en el interior de la provincia de Buenos Aires. Y es reconocer un derecho, es hacer una importante, una enorme inversión.
Pero yo digo, ¿qué hacemos? ¿Cómo damos respuesta a esto? ¿Cómo damos respuesta a la persecución judicial? ¿Cómo damos respuesta a tanta injusticia? ¿Cómo hacemos? Yo les digo, ahora tenemos una enorme oportunidad de darle una respuesta, pero requiere de tomar conciencia, tener comprensión, pero sobre todo organizarnos, movilizarnos, convocar, ir a hablar, ir a discutir también, a recibir a veces odio, enojo, lo que sea, pero ir a la discusión, porque de seguir así estos esfuerzos que estamos haciendo en materia de obra pública, en materia de educación, de salud, de seguridad, hemos traído estos patrulleros porque nos cortaron los fondos que nos corresponden y que reclamamos al Gobierno de Milei. Nos robó, no birló a los bonaerenses, no al gobernador, al pueblo de la Provincia 750.000 millones de pesos que estaba puesto por ley y no lo paga, y era para comprar patrulleros, para comprar cámaras, para mejorar las condiciones de trabajo de los agentes de las fuerzas de seguridad y se lo quedó Milei, y lo usa para la timba.
Así que ahí tuvimos que ir y sustituir con un fondo propio de seguridad, que es con el que estamos comprando en este momento 1.500 patrulleros, 700 motos, las estamos distribuyendo en toda la Provincia, más el aporte del municipio, más los agentes que se reciben y se incorporan, un esfuerzo enorme, pero ¿qué vamos a hacer? Además de denunciarlo y explicarlo.
Yo les digo que vamos a hacer. Vamos a ir a la urna y decidir que lo que queremos para la Argentina no es el odio, no es el desprecio, no es el egoísmo, no es la motosierra.
Lo que necesitamos es más igualdad, lo que necesitamos es mayor solidaridad, lo que necesitamos es más educación pública, más salud pública, más seguridad pública, no necesitamos un Estado porque es falso que retiran al Estado o lo achican, lo ponen a funcionar para aquellos que ya tienen todo, para los intereses financieros, para los intereses extranjeros, corporativos, ponen en juego nuestra soberanía, ponen en juego nuestra historia.
Nosotros no necesitamos un Estado al servicio de los que ya tienen todo. Necesitamos un Estado presente que se ocupe de las necesidades de nuestro pueblo. Por eso, yo hoy en Varela, Andrés, me llevo además de esa satisfacción de ver que el patriotismo, el amor a la bandera, a pesar de tener un presidente que admira a Margaret Thatcher, sigue presente en las escuelas de la provincia de Buenos Aires. Sigue presente en las familias de la provincia de Buenos Aires, pero me llevo además el orgullo de saber que tenemos en Varela un Gobierno municipal que, junto con el Gobierno provincial trabaja solamente para quien lo puso ahí, que es el pueblo de la Provincia.
Así que una enorme responsabilidad, esto no es algo que pueda recaer solamente en el peso de la dirigencia, buscaremos el mejor armado electoral. Pero necesitamos a la militancia y al pueblo en la calle para defenderse, para defender a los que vienen, para defender el futuro. Muchísimas gracias. [yotuwp type=”videos” id=”crBKhSF824A” ]