Nueva sede de la obra social de SATSAID en Almirante Brown
Buenos días a todos y a todas. Ustedes saben que hoy es un día muy intenso porque es el último día donde vamos a poder hacer reuniones, actos antes de lo que va a ser el día de las elecciones, el domingo.
Son días, estos últimos, donde estuvimos recorriendo, no sé, calculo desde agosto a ahora más de 100 distritos de la provincia de Buenos Aires. Son días, estos últimos, donde no se puede hacer inauguraciones del Gobierno provincial. Quiero aclarar también por qué van a venir.
Esto es una inauguración a la que fuimos invitados de un sindicato, de una delegación sindical y de la obra social, de los consultorios médicos para la obra social y para a los trabajadores, pero es un día también muy importante porque falta poco para llegar al crucial 26 de octubre, donde el pueblo argentino, el pueblo de la Provincia y el pueblo argentino va a tener que dar de alguna manera su posición, su veredicto, si me permiten, en las urnas.
Quiero agradecerle y antes que nada, antes de hablar un poco de SATSAID, quiero decir que estamos en un distrito que es el Almirante Brown, que nos acompaña su intendente Mariano Cascallares. Gracias, Mariano. Vamos a hacer algunas actividades. Pero digo, vine para acá y pasé por el Papa Francisco, por el por el viaducto.
Ni me imagino lo que hubiera sido sin la obra pública, ¿no? Esa parte, me contaban los vecinos lo que era. Pero vamos a aprovechar para reflexionar un poco ya que estamos sobre el sistema de salud, del que hablaban recién los dos compañeros, la situación de las obras sociales, pero la situación del sistema sanitario en su conjunto.
Ustedes saben que el sistema sanitario argentino, el sistema de salud, sistema, ¿no? Tiene tres subsistemas. Uno que es privado, llamémoslo las prepagas o quienes tienen consultorios privados, sistemas de farmacia y que paga cada uno individualmente, la familia, los individuos. Otro sistema que es el sistema estatal. En el caso nuestro tienen, también está dividido en lo municipal y lo provincial, y después, el sistema que tiene que ver con las obras sociales, o sea, con el sindicalismo, con el movimiento obrero argentino. Y es una particularidad que tiene nuestro país. No en todos los países hay un sistema de salud vinculado a los sindicatos, no en todos los países tiene esta envergadura, esta importancia.
Muchas veces se ha discutido, se ha discutido de la relevancia, de la relación, el vínculo entre cada uno de ellos.
Yo vuelvo a decir y por eso festejo doblemente esta inauguración, porque en la provincia de Buenos Aires nosotros creemos que el sistema de salud, si bien tiene los tres elementos, el privado, el sindical y el estatal, tiene que funcionar como uno solo.
Por eso, aunque nos han criticado, nos han discutido y a veces han inventado cada cosa que parece absolutamente descabellado, lo que nosotros buscamos es que se coordinen, que se articulen y lo llamamos integración del sistema de salud.
Ustedes saben que ustedes hayan desarrollado estos consultorios en este lugar es importante para el sindicato, pero es importante también para Almirante Brown, es importante para la provincia de Buenos Aires.
Obviamente, hay muchas formas de describir esta importancia, hay una que para mí permite verla en toda su dimensión y en toda su pureza, que es cuando tuvimos la mayor tensión y el mayor estrés del sistema de salud de la historia argentina reciente que fue la pandemia.
Y entonces yo reitero, sobre todo para los detractores y para los críticos, reitero que cuando en la pandemia, se inicia la pandemia, nosotros acabábamos de asumir con un sistema público de salud desfinanciado, destruido que venía en la época de otro neoliberalismo anterior que fue el de Macri y Vidal, no había ni gasas en los hospitales y se caía a cachos todo lo que es la instalación y los salarios, bueno, era un desastre el sistema público. Quiero decir que, cuando inicia la pandemia y empezamos a ver por la televisión que no iban a alcanzar las instalaciones de los países más ricos, más prósperos del mundo y veíamos desbordado el sistema de salud en Nueva York, lo veíamos desbordado en Europa, en España y todo eso, lo primero que me pasó a mí es que sonó el teléfono y eran los representantes sindicales para poner a disposición de la provincia de Buenos Aires todas sus instalaciones, todas sus capacidades. Y a eso llamamos integración, en el caso más extremo, ¿no?
Y terminamos atendiendo en la provincia de Buenos Aires a lo que representó el desborde del sistema de salud, de la cantidad de camas de internación en la Ciudad de Buenos Aires, incluso en el sector privado de la Ciudad de Buenos Aires. Y acá venían a la provincia de Buenos Aires, ¿por qué? Porque armamos un sistema integrado donde trabajábamos con las camas de todos los subsistemas y, de esa manera, pudimos atender lo que fue una emergencia enorme.
Pero también lo que hablaba recién el Chavo en términos de crisis del sistema de salud, porque uno ve que a veces hay críticas, pero con diferente vara y direccionada. Yo voy a hablar y lo voy a hacer en términos generales porque estuve hace poco reunido con un representante del sistema privado, de las prepagas.
Y me comentaba que el gobierno este, el gobierno de Milei, ¿se acuerdan?, porque al principio fue un escándalo que tomó dimensión pública. Desreguló las cuotas de las prepagas. ¿Se acuerdan? Al principio del Gobierno.
Y entonces, los empresarios, bueno, quienes manejan el sistema de las prepagas bueno, aumentaron la cuota de una manera que ya no tenía, no reconocía ningún tipo de regulación y lo que pasó es que aumentó tanto que empezaron a aparecer críticas, enojo, montones, bueno, de discusiones a nivel a nivel público, pero lo más llamativo de todo esto, es que esas cuota suben y luego los propios empresarios de las prepagas se dan cuenta que ese nivel de cuota van a perder muchísimos afiliados. Y perdieron afiliados.
¿A dónde fueron los afiliados que perdieron, los asociados que perdieron las prepagas? Al sistema público. Hoy nosotros estamos recibiendo mucho de lo que era antes, atención en el sistema privado por la propia, lo estamos recibiendo en los centros de atención de la salud municipales, en los hospitales municipales, en los hospitales provinciales.
Tal vez el Gobierno piensa que esos problemas se esfuman porque no los ven o no les importa, pero el sistema público de salud sufre una enorme recarga que, en algunos lugares, en algunas clínicas, en algunos hospitales, en algunos servicios estatales, públicos municipales o provinciales, el incremento en las consultas, en las prestaciones llega al 35%, en otros al 65%.
Es decir, hay una enorme presión de necesidades, de prestaciones que recaen sobre el sistema de salud público. Cuando el gobierno de Milei desregula los medicamentos y los precios de los medicamentos se van por el cielo, ¿a dónde creen que van aquellos pacientes cuando le sacan los medicamentos gratuitos al PAMI, a los jubilados, ¿a dónde creen que van? Van al sistema público de salud.
Incluso a IOMA. El que se atendía por privado y ya no lo puede pagar en un consultorio privado o el que compraba el medicamento solo en la farmacia se lo va a pedir al sistema público o de las obras sociales. Porque ahora no tienen la posibilidad económica.
Y esto está ocurriendo, entonces, que recae sobre el sistema público una cantidad de prestaciones, una cantidad de medicamentos, una cantidad de estudios, una cantidad de consultas que desborda todo lo que estaba previsto y que está creciendo.
Fíjense la paradoja. Milei dijo que lo público no sirve para nada y que tiene que ser todo privado. Vino a privatizar. Cuando uno mira la salud la está estatizando. Porque aquel que se atendía por privado, iba por su cuenta y por su propio bolsillo, ya no puede. Entonces tiene que crecer el sistema público. Una paradoja más y una mentira más del gobierno de Milei. ¿Y qué está pasando con las obras sociales? Lo que describía el Chavo, lo mismo. Le suben los precios de los medicamentos, le suben los precios de las prestaciones, de los estudios y, al mismo tiempo, tenemos 200.000 despidos en la Argentina. Y al mismo tiempo tenemos una pérdida de poder adquisitivo del salario.
Entonces, los ingresos que alimentan las obras sociales, pero también los presupuestos públicos caen y las necesidades, las consultas, las prestaciones y los medicamentos que tenemos que resolver, aumentan. El problema acá es que Milei ha puesto en crisis todo el sistema de salud en todos sus componentes.
El privado, donde no solo han perdido afiliados, porque hay gente que ya no lo puede pagar, sino que han reducido y esto no es una denuncia, es una descripción, la forma de las prestaciones. Antes el que podía ir a cualquier médico y después tenía un reintegro, ahora tiene que ir a un médico de una cartilla. En las prepagas que tienen, a veces, y no quiero ni exagerar, ni estoy discutiendo nada con nadie, pero tienen a veces cuotas de 300.000, 400.000, 500.000, 1 millón de pesos. Pero tienen que pagar un coseguro, digamos, un adicional y además el que antes elegía cualquier médico, cualquier prestación que decida recibía un reintegro, ahora está limitado y es un sistema cerrado por cartilla. Es decir, se ha tenido que reducir y modificar la forma del privado y ha dejado a muchísima gente afuera porque ya no se lo puede pagar. ¿Y dónde va? O a la obra social, aquel que la tiene, el que antes pagaba por privado, o al sistema estatal.
Es que hay una crisis de la salud y tiene un responsable. Y tiene un nombre y un apellido. Se llama Javier Milei. Y se llama Javier Milei, porque este modelo económico de salarios bajos y de desregulación de precios de los medicamentos, de todos los costos médicos, termina recayendo sobre el sistema público, dónde, y lo quiero decir para que quede claro, nunca un intendente, por más dificultades que tenga, nunca en el Gobierno provincial le vamos a decir ‘no hay plata’ a alguien que necesita algo en donde se le juega la salud, la vida o la muerte.
Entonces, esto mismo que ocurre, que ha puesto en crisis el sistema de las obras sociales, que ha puesto en crisis el sistema privado y que ha puesto en crisis el sistema público, viene acompañado, también por lo mismo, en educación.
Me pasó, mirá, Mariano, cuando comenzamos esta etapa de la caída de salarios con el primer mes de Milei, que nunca se quiere hacer cargo pero devalúa un 118%, quiere decir aumenta un 118% el precio del dólar en pesos, que es la devaluación decidida por un gobierno más grande de toda la historia, y hemos tenido grandes devaluaciones decididas por gobiernos, cuando pasa eso, en los próximos meses hay una pérdida de poder adquisitivo gigantesca.
Y a mí me pasó ir, ya en el primer año de Milei, acompañar en San Martín en una escuela pública, que había una escuela pública gratuita y enfrente, en la misma plaza, estábamos con Kato, ahí con el intendente, con Fernando, y en la misma plaza enfrente había una escuela de gestión privada con una cuota, módica entonces, pero ¿qué me dice la directora de la gratuita? Y digo eso también para disipar una confusión. Lo que en la provincia de Buenos Aires se conoce como la educación privada en su enorme mayoría tiene subsidio del Estado provincial, es de gestión privada y pagamos el 40, el 60, el 80 o el 100% de los salarios, también es pública, también es pública. También es pública y también recae sobre el Estado.
Y me contaba la directora que los que estaban inscritos en el colegio de enfrente, que era con cuota módica, creo que era parroquial, en ese momento 35.000 pesos, una cosa así, ya no podían pagar. Y cruzaban la calle y se estaban inscribiendo en el que era gratuito. Esto es lo que está ocurriendo en la Argentina. En la Argentina de Milei hay un descenso sistemático, y ahora acelerado, del desempleo, de la pérdida de poder adquisitivo, de la pérdida de derechos en general.
Por eso, yo creo que sí es momento para hablar. Porque podemos reconocer todas las dificultades que hay en lo público, en las obras sociales, podemos hasta reconocer los empresarios los problemas que tienen en las prepagas. Ahora, el problema es sistémico, el problema tiene que ver con un esquema macroeconómico general que va haciendo crisis, no por lo de Bessent, lo de Trump y lo de Toto Caputo, va haciendo crisis en la vida cotidiana, va haciendo crisis en los barrios, va haciendo crisis en las fábricas. Hemos recorrido toda la provincia de Buenos Aires, vamos a cualquier municipio y lo único que uno encuentra son nuevos problemas. Problemas hubo siempre, pero nuevos problemas ocasionados por esta política económica.
La construcción destruida, entonces toda la zona de canteras, la zona minera de la provincia de Buenos Aires con cierres, con despidos, con achicamiento, los que hacían cerámicos, todo un desastre, fábricas que se van, que se van a otros países, que cierran por la crisis de la construcción. ¿Es la construcción? No, uno va a la zona turística de la provincia de Buenos Aires, Mar del Plata, estuvimos en Chascomús, desastre, récord de turismo argentino en Brasil, 2 millones y medio decía el diario del otro día, récord de reserva, ¿dónde? ¿En Mar del Plata? No, en Punta del Este.
Entonces yo digo que este modelo no le sirve a la construcción, no le sirve al turismo. Vas al comercio, ayer salían datos del comercio masivos, de productos masivos, de consumo masivos, estamos hablando de alimentos, estamos hablando de limpieza, estamos hablando de aseo personal, lo básico. 7,9% leí ayer en la tapa de un diario, una consultora, 7,9% de caída, son niveles de catástrofe. 200.000 nuevos desempleados, el sector formal y datos no actualizados. Y vemos la morosidad bancaria, con lo que vengo insistiendo, porque cuando yo dije y me contestó Milei, otra vez más con cualquier cosa, cuando yo dije ‘la gente no llega a fin de mes’, que es algo que podría constatar si viera a gente de este país, en lugar de solo gente del extranjero, si se cruzara, se topara y pudiera hablar con gente de este país, con los problemas de este país, no llega a fin de mes. Dijo ‘es mentira porque si no habría muertos en las calles’. Nos toma el pelo, porque la gente la pasa mal. No es para burlarse o para decirle ‘mirá, si no te alcanza, morite’.
¿Qué es lo que pasó? La gente se empezó a endeudar, a recortar, a ajustar y a endeudarse. ¿Y ahora que empezamos a encontrar? Récord de endeudamiento de las familias y últimamente, en los últimos meses, un crecimiento explosivo del endeudamiento, de la morosidad de los endeudados. Quiere decir que los endeudados, que ya son más que nunca, ahora no pueden pagar, no la cuota que deben para el pago de los intereses o las cuotas que tienen, sino el mínimo. Entonces quedan en calidad de morosos de la tarjeta, del endeudamiento bancario.
¿Qué número tenemos? El peor de toda la serie. Que viene de antes de la crisis de 2009, el peor de toda la serie, de un crecimiento explosivo. De eso se tiene que ocupar Milei.
Por eso digo que para mí es también algo digno de mención y para felicitar, que en el medio de esta situación tan complicada, un sindicato como SATSAID, nuestro sistema de gremios, siga pensando en sus afiliados, siga pensando en el laburante.
Yo les quiero agradecer porque que inauguren instalaciones, sé del esfuerzo, nos ayuda también, nos ayuda a nosotros y acá hay que estar espalda con espalda los que queremos contribuir, ayudar, morigerar, mitigar los efectos de esta política, pero no se pueden cambiar si no cambia la política económica. Y esto no lo va a resolver el Tesoro de Estados Unidos.
Esto lo tiene que resolver alguien que piense en cómo, cuando se cierra una empresa o se va a cerrar, o hay pérdida de turnos, lo que sea, cómo ayuda. Es la primera vez, Walter, en la historia de este país me parece que empieza a haber cierres y el Gobierno nacional es como que no existiera la realidad.
Uno podrá, porque a mí me tocó estar como autoridad nacional, podrá solucionarlo o no, pero la indiferencia, la indiferencia en esto es crueldad, es ser inhumano, porque es gente que está perdiendo el laburo. En condiciones donde no se sabe si lo va a recuperar. Para colmo dicen, ‘ya lo peor ya pasó’, dice Milei. Ahora en septiembre viene Trump y le dice, ‘no, te estás muriendo’. Van dos años y no hubo ni V corta, ni recuperación, ni crecimiento, no hubo nada.
Entonces, estamos en una situación muy compleja y yo lo digo porque estamos adelante de un momento crítico, un momento central para la democracia, que es cuando votamos. Entonces, a mí me parece que este domingo, ahora en unos poquitos días, este domingo tenemos que expresarle estas cosas al Presidente, también para que las escuche. Septiembre se votó de una manera que el Presidente no esperaba.
En la provincia de Buenos Aires se dejó claro que no había un acuerdo, un acompañamiento a esta política económica, que no era un ajuste popular, que le gustaba a todos, que todo estaba bien, que podían insultar, agredir a jubilados, a personas con discapacidad, al arte, a la cultura en la Argentina, en la universidad pública y que todos iban igual estar contentos, acompañar y decir, ‘que bueno esto’. No pasó. Pero sin embargo, el Gobierno no escuchó, al revés.
Entonces, ahora vamos a otra instancia que es ahora nacional, pero que en la provincia de Buenos Aires lo que estamos haciendo, lo que estamos trabajando es para que se entienda bien, porque en el medio de eso, por capricho de Milei, se cambia el sistema de votación por primera vez. Ahora hay una boleta única, ahora hay que hacer la crucecita, ya saben, y voy a decir, ¿Cómo le decimos a Milei que no estamos de acuerdo con que se pierda el trabajo y no haga nada? ¿O casi lo festeje? ¿Con que a la gente no le alcance y diga cualquier barbaridad? ¿Con que perdamos industrias enteras, las textiles la situación que está, apertura importadora, dólar que no sirve? ¿Cómo hacemos para decirle? Yo le digo cómo le decimos a Milei: fuerte y claro que no es esta la política económica, que tiene que ocuparse de la Argentina, que tiene que ocuparse del trabajo, de la producción, de la industria, de todos los sectores, del comercio, de la clase media que la está liquidando. ¿Cómo se lo decimos? Votando Fuerza Patria, votando Fuerza Patria. Esa es la forma en la provincia de Buenos Aires de comunicarle a Milei que no es este el camino, y al mismo tiempo, y en la misma ceremonia, apoyar a aquellos que están poniendo todo para militar y para moderar el impacto que tienen estas políticas.
Porque nosotros también seguimos inaugurando, estos días no podemos, centros de salud, escuelas, seguimos llevando adelante trabajos en rutas, en autopistas. Seguimos trabajando con un esfuerzo cada vez mayor, porque obviamente como les pasa a ustedes, más necesidades y menos ingresos y menos recursos, más cuando el presidente es Milei.
Y agrego algo más que va a decir la boleta de Fuerza Patria en la letra chiquita: que Milei le devuelva a los bonaerenses los recursos que le robó, que se los devuelva. Eso se dice votando a Fuerza Patria, 12 billones de pesos que se robó a la provincia de Buenos Aires, no a este gobernador, no a este gobierno, al pueblo de la provincia. Así que muchas gracias. Felicitaciones.