Plenario del Movimiento Derecho al Futuro en Ensenada
Compañeros, compañeras, ustedes saben que me gusta saludar a uno por uno cuando hacemos un acto, cuando podemos, pero la verdad que así como en mayo hicimos allá en Los Hornos una convocatoria, un encuentro, un plenario de la militancia del MDF, lo organizamos en poco tiempo, en un lugar, Julio, que quedó medio trás mano y el plenario tuvo decenas de miles de compañeros y compañeras que participaron, que discutieron, que se reunieron, que se abrazaron y fue un eslabón importantísimo de nuestra construcción.
Hoy, para cerrar ya este año, resolvimos hacer este encuentro y dijimos con algunos compañeros, ‘bueno, que vengan dirigentes de los diferentes sectores, de los diferentes espacios, de los diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires’ y calculábamos 500, 600 compañeros y compañeras. Pero hoy, somos acá, más de 1.500 compañeros y compañeras. Se desbordó, intendentes, dirigentes de movimientos sociales, dirigentes sindicales, diputados, diputadas, legisladores nacionales, provinciales, movimiento de mujeres, universidades, científicos, artistas, cultura, jubilados, jubiladas, y nos quedamos cortos con el lugar. Yo sé que han venido de todos los extremos, de todos los rincones de nuestra provincia de Buenos Aires, así que empiezo como siempre, pero hoy más que nunca, por agradecer el acompañamiento, el compromiso en estos momentos difíciles, exigentes, pero acá estamos, acá seguimos, acá continuamos.
Recordaba hoy aquel 22 de febrero, no pasó tanto, donde salió publicado el manifiesto, lo que fue un manifiesto que dio origen al Movimiento Derecho al Futuro. Veníamos de plenarios en Varela, de reuniones, veníamos de muy atrás, pero el 22 de febrero dimos a conocer un manifiesto. Lo leí hoy, se los recomiendo, poco tengo que agregar a lo que dice ese manifiesto y algunos nos decían que era una aventura electoral, que era una cuestión de impacto, que era para generar un efecto coyuntural de corto plazo, nos hablaban de una decisión que era nada más una medida electoral, un armado electoral, pero lo que hicimos ese día fue comenzar una construcción política, que es el MDF y que sigue avanzando y sigue creciendo y somos cada día más. Y quiero agradecerles a quienes se han sumado y nos acompañan hoy también, disculpas a todos los que no han podido participar.
Voy a dedicar estas palabras, primero para hacer un brevísimo balance político de este año, y empiezo por lo que fue una de las decisiones más complejas, más complicadas, pero que resultó, sin lugar a dudas, un verdadero triunfo que fue llevar adelante las elecciones provinciales en el mes de septiembre. Ese triunfo no es mío, ese triunfo no es ni siquiera del MDF, ese triunfo es de una provincia que se puso de pie, de una dirigencia, de una militancia que se rompió el lomo y obtuvo un triunfo histórico que tuvo realmente muchas consecuencias, muchos matices, pero les voy a contar desde mi experiencia personal lo que significó el triunfo de septiembre, no sólo en la Provincia, no sólo en la Argentina, sino más allá: lo que demostramos en septiembre es que a esta ultraderecha se le puede ganar, se puede vencer, se puede dar vuelta, que hay otro camino, que por más que tengan los recursos, los apoyos, el imperio, cuando la militancia se lo propone, se organiza y va al frente, le gana a los Milei o a quien se le ponga.
Y esto, me parece que se continuó de alguna manera en octubre. Milei fue a buscar refuerzos y no cualquier refuerzo, un refuerzo financiero de miles de millones de dólares de un préstamo de privados y hasta del Tesoro norteamericano. Después de la derrota de septiembre se tuvo que ir a buscar, además, un jefe de campaña y no cualquiera, el jefe de campaña de octubre de Milei fue ni más ni menos que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Y nosotros, en estas condiciones, desde esta provincia en octubre retuvimos 3 millones y medio de votos, en octubre hicimos la mejor elección intermedia en 20 años. En octubre le dimos al Congreso Nacional y a la Argentina 17 diputados que estaban ahí oponiéndose a las políticas y a la reforma de Milei.
Y vengo de mencionar a Trump, y no quiero dejar de traer hoy para el análisis político y para la comprensión de la etapa de este periodo, las novedades, las verdaderas excepcionalidades que marcan esta etapa de la economía mundial del mundo entero. No me voy a extender, lo que voy a decir es que hay cuestiones, hay hechos novedosos que no se veían hace décadas. En la década de los ‘90 nos vinieron a decir para llevar adelante un plan privatizador y un plan de cesión de soberanía, en los ‘90 nos vinieron con el Consenso de Washington, nos vinieron con el fin de la historia, nos vinieron con el fin del trabajo, nos vinieron con la ideología del fin de las ideologías, y con ese paquete vinieron a recorrer la Argentina y Latinoamérica para precarizar, para primarizar y para privatizar. Hoy hay un mundo diferente, absolutamente distinto. Hoy, ese Consenso de Washington, ese mundo unipolar voló por los aires. Hoy vemos a Estados Unidos en una disputa abierta de hegemonía con otra potencia, generando conflictos, generando guerras comerciales, generando guerras también territoriales, como no se veía hace mucho tiempo. Hay que pensar, hay que reflexionar cómo esto pega a la región y a la Argentina, que también está hoy bajo una amenaza militar que repudiamos.
Por eso, lo que yo digo es que en la etapa actual que volvió en todos los países, en los más poderosos, una idea de la soberanía propia, de recuperar la industria y el trabajo nacional, y esto no lo decimos sólo nosotros, lo dice Trump, lo dice Europa, lo dicen todos los países del mundo, están todos trabajando con políticas industriales, arancelarias, están todos trabajando para recuperar capacidades tecnológicas, industriales, para generar innovación, conocimiento. Es un mundo donde volvieron los nacionalismos, es un mundo donde se agita de nuevo la cuestión de la soberanía, es un mundo donde se usan instrumentos que parecían tirados a la basura por la globalización neoliberal de los ‘90. Y hoy vemos que en el centro de este planeta, de su economía, vuelven con política arancelaria, industrial, con subsidios, vuelve el Estado a ser dueño de empresas.
Tenemos hoy en la Argentina, probablemente, al único gobierno del mundo que ha decidido no defender la industria nacional, no defender el trabajo nacional. Miren que Milei admira a Trump, admira a Meloni, admira a diferentes líderes mundiales, pero no los copia, va a contramano. Hoy, en la Argentina hay un gobierno que lo que quiere es primero América, pero entendido como Estados Unidos. Un gobierno que a contramano del mundo hoy, a diferencia de los ‘90, vuelve con las privatizaciones, las flexibilizaciones, pone en riesgo la ciencia y la tecnología. Miren, nos vienen a decir que son libertarios anarcocapitalistas, austríacos, lo nuevo y lo moderno. No hay nada más antiguo, más perimido y más desastroso que lo que nos quiere traer Milei a la Argentina, a contramano de lo que hacen sus aliados.
Por eso, me parece que es fundamental, crucial para lo que se viene caracterizar muy bien al gobierno de Milei. De qué se trata, con tanta presunta novedad, con todos estos personajes, con los desequilibrios que observamos por todos lados, de qué se trata el gobierno de Milei. Van dos años. Yo les puedo asegurar que las políticas que está llevando Milei adelante no tienen un átomo de moderno, no tienen nada de novedoso, son las mismas políticas de ajuste, de achicamiento, de entrega que se aplicaron tantas veces en la Argentina. Me acuerdo cuando inició el gobierno de Milei y comparábamos, porque ya lo veíamos venir, con lo de Martínez de Hoz, con los ‘90 de Cavallo, con lo que pasó también durante el primer gobierno de Macri. Algunos decían, ‘no, esto es nuevo, esto es distinto, esto es austríaco, esto es anarquista, eso es otra cosa’. Bueno, a dos años vista, lo que podemos decir es que son las mismas políticas, pero además con los mismos políticos. Vino a sacar la casta y llenó el gobierno de Caputos, de Patricias Bullrich, llenó el gobierno de Sturzenegger, llenó el gobierno de fracasados, del macrismo residual y de todas las experiencias que llevaron a la quiebra a este país. Son los mismos, hacen lo mismo, pretenden lo mismo.
Por eso, desde el comienzo hablamos de una fantástica, de una fabulosa, de una formidable estafa electoral. No vino a echar a la casta, viene a representarla. Le han tercerizado la representación de lo más oxidado, lo más impune, lo más retrógrado del pensamiento argentino y de los intereses económicos. Es eso, y quiero decirlo porque estamos tratando de entender qué pasa hoy en la Argentina y pareciera que gobierna Milei con sus peleas, con sus caprichos, con sus políticas. Hoy está a cargo del gobierno de la Argentina un sector de los empresarios concentrados. Está a cargo del gobierno de la Argentina, el Fondo Monetario Internacional. Está a cargo del gobierno de la Argentina el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Miren, parecía nuevo, parecía distinto, es un fiasco y una payasada. Y nosotros sabemos como peronismo, como campo popular, enfrentar estas políticas y enfrentar a estos mismos tipos. Lo hemos hecho, hemos dado pelea, hemos dejado el cuerpo y todo y los hemos vencido.
Así que, Milei no es el dueño del circo, Milei es más bien quien lo representa en papel de payaso. Por eso, yo creo que a dos años, también, podemos ver que en materia de política económica es lo mismo de siempre: atraso cambiario, reducciones salariales, de jubilaciones, es lo mismo de siempre, apertura indiscriminada, ajuste en salud, en educación, en universidad, es lo mismo de siempre. Por eso no tiene que llamarnos la atención, haciendo el balance, que los resultados son exactamente los de siempre, cada vez que se aplican estas políticas.
Estamos viendo que en la Argentina de hoy se silencia y se esconde que en poquísimo y cortisimo tiempo el gobierno de Milei produjo ya un cuarto de millón de despidos, que el gobierno de Milei llevó al cierre y a la quiebra a más de 20.000 empresas, que el gobierno de Milei ha generado una recesión y una caída de los ingresos como pocas veces en la historia. Es el plan de siempre y genera primarización, genera precarización y genera, sobre todo, pérdida de soberanía. Por eso, creo que reina hoy, a nivel de comunicación y de propaganda, un intento de hacer confundir, de disimular y esconder cuáles son las consecuencias de este modelo. Y lo vuelvo a decir porque lo dijimos el primer día que asumió Milei. Este modelo genera estos resultados. Y lo digo porque veo que hay quienes son víctimas de las políticas de Milei y todavía andan buscando o siguiendo o escuchando que los responsables son los intendentes o los empresarios o los científicos o los trabajadores del Estado, vaya a saber quién, vaya a saber quién. Yo les digo cuál es la clave de esta etapa, van dos años, no hay nada que muestre que esto va a mejorar, al revés, van a ir por el mismo camino. Y la que sufre es nuestra sociedad, nuestra gente, y los resultados de desempleo, de destrucción de capital, de entrega de soberanía, los resultados de independencia, de puesta en riesgo de nuestro acervo cultural y de nuestro capital simbólico, el resultado de todas estas desgracias es uno solo, tiene un nombre, se llama Javier Milei.
¿Y cuál es el principal peligro? Porque hemos visto experimentos como este, los hemos visto surgir, crecer, entronizarse y después fracasar, los hemos visto. Pero ahora van al centro de lo que es nuestra idea, nuestro interés y nuestra capacidad nacional. Vienen a desindustrializar la Argentina. Y lo han dicho, por primera vez de esta manera tan explícita, casi obscena. Vienen a desmantelar nuestro sistema científico-tecnológico. Vienen a hambrear a los jubilados de la Argentina. Y ahora de nuevo, en el presupuesto que han presentado y en la Ley de Flexibilización, vienen a quitarle recursos al ANSES y a los jubilados, vienen a primarizar, vienen a precarizar, vienen a destruir.
¿Cuál es el riesgo? ¿Cuál es nuestra tarea? Bien, que no se entienda, que no se comprenda o que haya confusión sobre cuáles son las causas de lo que pasa y de quién son las responsabilidades. Por eso, insisto en esto, lo hemos visto esta última elección, decir que los desastres económicos que generó eran culpa de la herencia del pasado o de lo que iba a pasar después, el riesgo de que venga el peronismo, el riesgo de que venga tal o cual. Es una estratagema, es una estrategia. No hablan del presente, todos los problemas lo atribuyen al pasado o a un riesgo de futuro. Por eso, creo yo que el principal, el principal de nuestros adversarios, probablemente sea hoy el desánimo, sea hoy también no una persona, sino la resignación, el desinterés, la despolitización, la desmovilización. Ese es nuestro peor enemigo, que nuestra sociedad piense que este es el único camino y la única posibilidad para la Argentina, que los convenzan de que va por acá y es por acá y que los sufrimientos, innecesarios y tremendos que está atravesando nuestro pueblo son imposibles de evitar. Que hay que tomar decisiones correctas y que se están arreglando los problemas.
Tenemos que dar esa discusión, la idea de que no hay alternativa es nuestro principal enemigo. La idea de que no hay otra posibilidad es con la que tenemos que discutir y combatir. Porque miren, no podemos enojarnos tampoco con los que votan con ese desánimo, no podemos enojarnos porque tiene su historia, sus razones y sus frustraciones. Lo vengo a decir de nuevo, lo dije cada vez que fue necesario: tenemos que hacernos también responsables de lo que ocurrió y de las frustraciones del pasado.
Porque tenemos que aprender de los errores, tenemos que hablar con la verdad y no tenemos que escondernos, tenemos que hacernos cargo. Ya lo dije, lo vuelvo a repetir, esta vez no se trata de volver mejores, se trata antes que nada, de mejorar para volver. A eso nos estamos dedicando. El peronismo, el campo popular, tiene que volver a representar un horizonte de esperanza. Tiene que representar un horizonte de justicia.
Por eso, este movimiento nació más bien desde el peronismo de la provincia de Buenos Aires. Pero estamos acá después de esta trayectoria, con este derrotero, con esta experiencia para decir que no alcanza ni con el peronismo ni con la provincia de Buenos Aires. No nacimos para quedarnos acá, no nacimos para encerrarnos. Nacimos para construir una alternativa a este modelo. Este modelo es nacional, hay que construir una alternativa nacional para sacar adelante la Argentina.
Muchas gracias compañeros y compañeras. Tenemos las banderas y tenemos las convicciones de siempre. Que no nos vengan a correr y que no vengan a confundir, pero sabemos muy bien que hay que actualizarlas, que hay que convertirlas a la situación actual, a la perspectiva actual. Que mucho ha cambiado, hablé poco de lo que ocurrió en el mundo, pero todos sabemos que necesitamos aggiornar y necesitamos construir propuestas que estén a tono con las novedades, con las situaciones, con las perspectivas del presente. Te puede pasar absolutamente cualquier cosa, lo que no te puede pasar es que no estés a la altura de los desafíos de tu presente y del momento. No te puede pasar que no seas contemporáneo de vos mismo, no te puede pasar que te lleves por delante la historia y las transformaciones.
Por eso, esto es una convocatoria, no lo tenemos que hacer solos y no lo tenemos que hacer encerrados porque no se puede. Son todos los sectores a los que hay que convocar, son todos los espacios que defiendan la democracia, que defiendan el federalismo, que defiendan la producción, que defiendan la industria, que defiendan el trabajo, que defiendan la soberanía.
Compañeros y compañeras, estamos acá reunidos para darnos energía, darnos fuerza, darnos impulso para ir a buscar a todos, para ir a buscar a todas. Se tienen que involucrar, que nos acompañan hoy empresarios pymes, gente de la cultura. Se tienen que involucrar quienes están en la juventudes, los que están en la tercera edad. Se tienen que involucrar los que están peleando por los derechos del trabajo, pero también los que están peleando por tener producción nacional desde la perspectiva empresaria. Es con todos, con los sindicatos, con las pymes, con las universidades, es con los jubilados, es con los jóvenes.
Pero la verdad, la receta no está escrita. El tiempo es nuevo, hay situaciones que no han ocurrido nunca y tenemos que estar a la altura de esos desafíos. Yo creo y estoy convencido de que todos los que estamos acá, estamos dispuestos a poner el cuerpo, a poner nuestras ganas, nuestra garra, nuestra vida para construirle una alternativa a la Argentina. Eso es, depende de nosotros, depende de cada uno, depende del trabajo, de la militancia, de la comprensión y del compromiso.
Y en esto, repito, la política económica ya está jugada. Milei va a seguir por este camino y esto es un camino que genera ruptura del tejido productivo, que genera desempleo, que genera caída de ingresos. No va a cambiar, no va a mejorar, va a ir por el mismo camino y lo va a profundizar y lo va a acelerar. Nosotros tenemos, indudablemente, que representar a cada uno y cada una de los que son víctimas de las políticas de Milei. Pero miren, no alcanza tampoco con hacerlo desde la organización política y lo hemos demostrado, hay que hacerlo todos los días en la lucha y en las calles, hay que hacerlo con el movimiento obrero, universitario, de mujeres. Ahí estuvo nuestro Gobierno de la provincia de Buenos Aires por vez primera, un gobierno, su ministro, su gobernador en la calle enfrentando las políticas, porque no es defender un sector y no es defender solamente una agrupación o un espacio, es defender una provincia, es defender a 17 millones de bonaerenses. Y hemos hecho mucho, hemos hecho mucho desde los gobiernos municipales, desde los sindicatos, se ha hecho mucho desde que llegó Milei.
Yo no me voy a extender, pero en salud, en educación, en seguridad, en producción, quiero decir unos pocos números, porque es muy, pero muy significativo, no sólo haberlo hecho con una coyuntura tan favorable o más favorable que la actual, sino haber continuado durante el gobierno de Milei. Y así fue como hace pocos días inauguramos el Centro de Salud número 201 desde que llegamos al Gobierno; entregamos en el Operativo Sol la ambulancia 422 desde que llegamos al Gobierno; el patrullero 8.625 desde que llegamos al Gobierno. Nos cortaron los fondos, nos quieren asfixiar a intendentes, municipios, al Gobierno provincial y acá estamos abriendo el Centro Universitario número 80 en los municipios de la provincia de Buenos Aires. Y acá estamos, sosteniendo 8.000 viviendas en construcción en la provincia de Buenos Aires.
Dijimos escudo y red, dijimos escudo y red, pero eso no es suficiente y se inicia una nueva etapa. Dijimos escudo y red para defender, para cuidar, para proteger hasta donde nos dan las capacidades y las fuerzas de gobiernos locales y provinciales a los sectores atacados por Milei de la provincia de Buenos Aires. Dijimos escudo y red, pero dijimos también que la misión y la tarea era construir una alternativa. Por eso, quiero decir que estamos acá nuevamente reunidos para avanzar con la construcción de esa alternativa, pero le voy a agregar una alternativa sin sectarismo, una alternativa sin perder el tiempo en las internas, una alternativa sin bajar los brazos, una alternativa sin enojarnos con los que votan distinto, una alternativa sin dejar de hablar con los que piensan diferente, una alternativa sin dejarnos convencer por estilos que están de moda y por una ideología que no le sirve a nuestro pueblo.
Por mi parte estoy acá para decirles que está todo mi compromiso, toda mi tarea va a estar destinada a la construcción política. Me voy a involucrar, voy a trabajar junto con ustedes, porque no alcanza con resistir, no alcanza solamente con cuidar, no alcanza con todo eso. Hay, además de resistir y cuidar a nuestro pueblo, hay que darle una perspectiva de futuro, hay que darle la certeza y la convicción de que existe otro camino y que ese camino lo vamos a construir codo a codo con todos los sectores.
Por eso hoy no venimos a lanzar ni una campaña electoral, ni una candidatura. Hoy venimos a lanzar una nueva etapa más decidida y más potente de construcción de una fuerza política que trascienda nuestra provincia de Buenos Aires. Vamos a demostrar que hay una alternativa a la ultraderecha y no venimos a repetir la historia, venimos a crear futuro, un futuro diferente, un futuro mejor para todo nuestro pueblo. Compañeros y compañeras, muchas gracias, mucha fuerza, son ustedes, pero es con todos. Muchas gracias.