Reapertura del Cine-Teatro de la Sociedad Española en General Las Heras

Buenas tardes a todos y a todas. La verdad que no va a ser fácil hablar, Javi. Es un, ha sido, primero estar al lado de Javier mientras escuchábamos a los artistas de acá de Las Heras y ver que se le caían las lágrimas de emoción. La verdad que yo creo que con esas lágrimas se sintetiza un poco lo que significa esta obra.

Por supuesto que hay mucho que decir y hay mucho también que referir en una coyuntura como esta. Voy a empezar, también como Javier, la verdad que fue tremendamente afectuoso y elogioso. Yo quiero serlo también.

Hoy estamos acá porque en alguna de estas visitas que hice a Las Heras, nosotros nos conocíamos poco, pero Javier me hizo venir. Estaba un pequeño documento, una pequeña grabación ahí en el documental, en la película, porque no es un pequeño avance, sino realmente un pedazo de la historia de esta obra. Estuvimos recorriéndola. Esto era un nido de ratas.

Esto era, la verdad, un abandono absoluto. Y Javier me dice que acá, que el cine teatro, La Española, es algo muy importante para el pueblo, muy importante para Las Heras, es muy importante, lo digo yo también en el video, para la cultura, es importante para la historia, es importante para la identidad, y entonces fue en ese momento que, a pesar de todas las necesidades que hay en cualquier aspecto, ¿no?, la ruta, cuestiones, acá tenemos otros intendentes, agua, cloaca, escuela, salud, tomamos la determinación de acompañar al pueblo de Las Heras en una conquista de algo que es un pedazo de su historia.

A mi me llena, digo, de emoción, pero también quiero agradecer, Javi, tus palabras y el privilegio de poder estar hoy acá porque tiene mucha significación. Tiene mucha significación, muchísima. Javier contó algo de eso y se veía en el video, ¿no? Porque acá inmigrantes que llegaban al país, que empezaban a armar su familia, su historia, seguramente tenían un montón de necesidades de todo tipo, de infraestructura, tendrían seguramente necesidad de vivienda, pero hicieron esta obra monumental, fabulosa, fabulosa, una obra realmente significativa y llamativa en la provincia de Buenos Aires. Y la hicieron acá porque, evidentemente, para ellos era importante tener un espacio, tener un lugar para poder expresarse, para poder compartir, para poner en valor la cultura, poner en valor lo propio. Surge como la sociedad española, pero se veía ahí que era un corazón del pueblo, ¿no?, de la comunidad. 

Y a mí, la verdad que me remite a los tiempos de hoy, me remite a los tiempos de hoy porque hoy estamos en una etapa extraña, que no es solo Argentina, no es solo nuestro Gobierno nacional, tiene una especie de corriente de pensamiento en parte de nuestro continente y en el mundo, que opinan que no tiene que haber Estado, que opina que no tiene que haber cultura desde lo público, que opina también que no tiene que haber salud pública, que no tiene que haber educación pública, que todo lo tienen que hacer los privados con fin de lucro.

Yo lo escuchaba y, perdón que corte un poco el clima, pero lo escuchaba al Presidente decir, ‘miren, si no da guita, no importa y no sirve’, ‘las cosas útiles tienen que dar plata y si no dan plata no existen’. Y eso no es un problema. Y están tan en las antípodas, no solo de lo que uno piensa políticamente, de lo que uno piensa también afectivamente, sino de la historia de nuestra Provincia. De la historia de nuestra Provincia y de la historia del interior de la provincia de Buenos Aires.

Recién decía, Javier, algo que es obvio, acá nosotros contribuimos, pero lo importante es que hoy tienen un proyector y tienen la posibilidad de pasar películas, de pasar diferentes documentos de imagen que tiene la calidad y la capacidad de las mejores salas porteñas. No tiene nada que envidiarle al cine más cheto de la ciudad de Buenos Aires, nada que envidiarle. Y uno dirá, ‘bueno, ¿pero qué estamos haciendo? ¿Qué inversión es?’ Javier me lo recuerda, porque cuando vine, creo que es la primera vez vinimos a recorrer, creo que era en campaña, una escuela que había abandonado el gobierno anterior, que la dejó a medio hacer, una escuela que habían dejado a medio hacer, como tantas otras cosas, y bueno, tuve la oportunidad de hablar con los vecinos, las vecinas, los padres, las familias, las madres, los pibes, bueno, lo que significaba una obra sin terminar. 

Hay que estar viviendo en otra dimensión, o en otro mundo, o en otra estratosfera para no darse cuenta que el desarrollo de las comunidades, de los pueblos de nuestra Provincia, del interior también de la Argentina, necesita Estado, necesita Estado. Necesita organización de la comunidad, porque el Estado finalmente es la comunidad que se organiza, que tiene un representante, que lo elige, que contribuye y que fija las prioridades, pero no lo puede hacer un privado, no se puede hacer una vaquita hoy para hacer este teatro o arreglarlo.

No se puede, no se puede, no se puede esperar que, pasando la gorra, se haga la ruta 6. No se puede esperar, tampoco, y lo quiero decir, que se termine solo o que un privado ponga la guita para el centro para la primera infancia. No se puede, y esto es creo que una especie de anuncio, no se puede pensar que se va a terminar el Instituto de Formación Docente solo. Lo tienen que terminar y es un compromiso con el Estado, si no, no se hace, si no, no se hace. Estoy hablando de cosas básicas. 

Y hoy estamos ante un gobierno que piensa que la cultura, que evidentemente tiene elementos privados, pero uno sabe, la cultura en un pueblo, un artista popular, un talento, si no tiene dónde expresarlo, dónde mostrarlo, si no tiene un espacio apto, y bueno, tal vez se pierde. Tal vez se pierde o se frustra. 

Nos pasa también con los pibes que quieren hacer estudios universitarios y por cuestiones de distancia y por cuestiones de una barrera también económica, porque viven en un pueblo distante, lejano, o porque su familia no lo puede pagar, no va a poder hacer el estudio universitario que quiere hacer y nos perdemos un médico. Todo lo ven desde la perspectiva individual, ¿no? Que bueno, que se la pague él. Que se la pague él. Lo quiere, que se la pague él, quiere tocar la guitarra, que pague él. Que haga un teatro él. Esa es la ideología que hoy impera. 

Y la verdad que es tan distante de lo que hizo grande a nuestra Provincia, de lo que hizo grande a nuestro pueblo. Que ustedes se emocionen tanto porque se recupera un espacio cultural, quiere decir que esa ideología foránea, extraña y absolutamente inhumana no le entró a la provincia de Buenos Aires.

Nosotros sabemos que es importante, que no es secundario, que no es marginal, que no es accesorio ni la cultura, ni la educación, ni la ciencia, que no lo va a resolver el mercado.

Y a mí me importa resaltar eso porque podríamos hablar dos años de teoría económica, de la Escuela Austríaca, la Escuela Keynesiana, bueno, cosas seguramente tediosas sin interés para la gran mayoría. Pero acá tenemos un caso claro. Un caso claro.

No vino un gran empresario de la calle Corrientes y dijo, ‘che, voy a poner la guita porque acá voy a tener una inversión enorme’. ¿Por qué no lo hizo? Nadie se lo prohibió. El problema es que hay determinadas cosas, como la salud pública, la educación pública, vengo de Monte. Vengo de Monte, ¿no? Inauguramos un centro de salud, Javier, y la verdad que el único prestador de salud de Monte es el Estado. ¿Es así o no es así?

Y en la mayoría de los pueblos de la provincia de Buenos Aires, el único prestador de salud es el Estado. El principal o único prestador de educación es el Estado. De seguridad, porque también hay seguridad privada, pero no viene a los pueblos, es el Estado. Así que, si no hay Estado, yo les digo, no es que va a florecer la actividad privada y va a venir alguien acá a poner un gran teatro como de la casa… No va a haber. Y no va a haber educación, no va a haber salud, y ya lo vivimos, lo dijo Javier recién. Ya lo vivimos una y mil veces, se cayeron cosas, se cerró el tren, nos quedamos sin las estaciones que ahora estamos recuperando, pero la verdad es que hay pueblos enteros que perdieron la posibilidad de existencia. ¿Se acuerdan? Ramal que para, ramal que cierra y así nos quedamos como media provincia incomunicada por el ferrocarril, con un sistema de rutas que ahora, anduve por la Ruta 3, destruida la tienen. Destruida, detonada porque el Gobierno nacional no invierte en obra pública.

Dijo ‘obra pública cero’. Y yo llamo la atención porque dijo ‘cultura cero’, y dijo ‘ciencia cero’. No dijo ‘que lo hagan los privados’, dijo ‘cero’. Y eso es lo que está pasando. Hoy está viviendo un momento muy difícil nuestra cultura, la cultura argentina, la cultura popular, está viviendo un momento muy difícil porque era una prioridad de la sociedad, se expresaba con el Instituto del Teatro, se expresaba con el INCA, se expresaba… Donde todos, entre todos decíamos está bien que haya un teatro, está bien que haya películas, está bien que haya artistas nacionales y ahora está imperando en el Gobierno nacional una idea distinta, con consecuencias. Con consecuencias graves.

Yo no puedo dejar de decirlo porque la verdad me llena de alegría, me llena de alegría, me deja muy tranquilo que se festeje de esta manera. Hoy me decía Javier, ‘bueno, es la hora de la siesta, más o menos, un día de frío’, y está acá un montón de gente que valora, que valora que el Estado se ocupe de creer en Las Heras hay un cine teatro hermoso, fabuloso, histórico. Lo reconoce, lo reconoce y reconoce a este enorme intendente.

Mirá, Javier, cada vez que viene acá me llevo una carpeta, no de pedido del intendente, de necesidades de su pueblo, de necesidades de su pueblo. Alguno dice, ‘bueno, un intendente insistidor, llama, recorre, va’. Bueno, pero ese es el trabajo. Buscar los recursos, buscar las posibilidades para que las cosas ocurran.

Así que, hoy estamos viendo como decían en la pantalla, bueno, hacía falta alguien que quisiera hacerlo, ¿no? Tanto tiempo cerrado, alguien que quisiera hacerlo. No alcanza con que alguien quiera hacerlo, porque puede haber miles que quieran hacerlo. Después tienen que haber alguien que haga el proyecto, que siga la obra y que ponga los presupuestos para que se conviertan en realidad esos sueños. El Estado está para hacer eso.

Después nos puede faltar un montón, pero un montón, y un montón de cosas y nos pueden criticar, pero sin cultura, los pueblos nuestros van a desfallecer, se van a deteriorar, vamos a tener una vida peor. Y es injusto, es injusto, que por haber nacido, llamémoslo, en una periferia, no tengas acceso a determinadas cosas. Es muy desigual. Termina siendo muy desigual. Yo lo digo después con la universidad pública, que la están desfinanciando. Entonces, ya se empiezan a cerrar turnos o horarios y empieza a quedarse gente afuera. Y esa gente no lo va a poder resolver con la propia, ni lo va a poder resolver por privado, ni va a venir un empresario a subvencionarlo. Y nos vamos a quedar sin un montón de cosas.

Por eso, yo valoro mucho esta obra que hicimos, valoro mucho este lugar, la verdad que cuando lo vi eran ruinas y hoy es un lugar que permite recuperar el esplendor de Las Heras. Permite recuperar toda una parte de la historia que está acá presente, que la tienen ustedes, de acá van a salir artistas para la provincia y para la Argentina, que si no estuviera esto nos hubiéramos perdido de vista. Acá se van a experimentar sentimientos, se van a conocer parejas, van a pasar un montón de cosas que se posibilitan y para eso estamos nosotros, para posibilitarlo, para habilitarlo, para acompañarlo, para colaborar.

Y creo que hay un punto más que quiero decir, pues no quiero extenderme demasiado tampoco. El arte, la ciencia, la cultura, lo mismo que el pensamiento científico, el pensamiento crítico, fíjense que ahora el CONICET o el INTA, son cosas que están cerrando que van a ser muy difíciles de recuperar, pero que consideran que es accesorio, que no importa, que no hace falta. Y la verdad que si nosotros no tenemos nuestra cultura, no es que no va a haber cultura, va a haber una cultura que no es la nuestra. Si nosotros no tenemos ciencia propia… El otro día lo escuchaba a alguno de los funcionarios de turno de ahora, de este Gobierno que no le interesa, 140 funcionarios cambiaron. Hoy me decía el intendente de Monte, no es de mi partido político pero decía ‘bueno, nosotros tocamos la puerta en la Provincia y siempre nos abren, bueno, nos escuchan’, qué sé yo, y nosotros tocamos la puerta de Nación y no hay nadie. No hay nadie, no les interesa, no gobiernan para esto que pasa acá, no gobiernan para los pueblos de la provincia de Buenos Aires. 

Les digo muy sinceramente, se hace cada vez más difícil, porque además nos quieren fundir a las provincias, no a la de Buenos Aires, y a los intendentes. Y cada vez tenemos que responder más porque no hay medicamentos, porque no hay… Un montón de cosas que empiezan a faltar. 

Entonces, yo lo que quiero decir es que la cuestión del arte, la cuestión de la cultura, la cuestión de nuestro patrimonio cultural, la cuestión de nuestros artistas es esencial, la cuestión de nuestra ciencia. Decía, no hace falta que haya ciencias sociales, hagamos solo biología, física, ingeniería, no tenemos que acompañar e invertir en ciencias sociales. Bueno, ¿quién va a escribir nuestra historia? ¿Quién va a escribir nuestra historia? ¿Quién va a hablar de nuestra literatura? ¿Quién va a poner en valor lo propio? 

Entonces, yo creo que están cosas en juego que son centrales para nosotros. Y esas cosas que son centrales, que nunca forman parte del léxico y del vocabulario del Gobierno nacional, tienen que ver con cuestiones que hacen a nuestra forma de ser, a cómo vivimos y cómo nos gustaría vivir y a lo que aspiramos. Que tiene que ver, por supuesto, con la ciencia, con la cultura, que tiene que ver con nuestro arte, que tiene que ver con nuestra soberanía, porque esto es parte de la soberanía. Que haya acá un cantante de Las Heras cantando una canción de Fito Páez, créanlo o no, para el que duda, esto es soberanía, porque es cuidar, proteger y promover lo que es nuestro. 

Y bueno, es una inversión crucial, es de vital importancia. Esto espero, la verdad que repito, yo tenía la imagen, le comentaba a Javier viniendo para acá, de cuando recorrimos, con Flor también, las ruinas que había y parecía prácticamente imposible, es una inversión alta, es de 1.000 millones de pesos aproximadamente, a plata de hoy. 

Ahora, ¿se puede medir con la calculadora de Milei lo que va a generarle al pueblo el cine teatro abierto? No, no se puede medir. Es otro orden, es de otra índole, no lo van a entender nunca. Pero acá estamos, lo valoramos, nos emocionamos, y son nuestra cultura, nuestra comunidad, nuestra solidaridad, nuestra historia, nuestro pueblo. Así que, muchísimas gracias. Gracias, Javier. [yotuwp type=”videos” id=”L8-nSPYzxfA” ]

Privacy Preference Center