Reconstrucción de la Escuela Secundaria N° 22 – La Plata
Muchas gracias. Gracias Matilde, gracias por supuesto a los profes, a los auxiliares, a las y los preceptores de la escuela, y a los pibes y pibas de la escuela. Y voy a decir por qué estoy agradeciendo. Vamos primero a hacer un poquito, si me permiten, un poquito de recopilación, un poquito de historia porque, aprovecho, poder hablar ante una parte de los alumnos de esta escuela para decir algunas cosas en las que yo creo muchísimo, creo fuertemente, que sé que algunas de ellas están en discusión hoy. Están en discusión hoy.
Estamos discutiendo en la sociedad argentina temas muy importantes. Estamos discutiendo si tiene que haber o no tiene que haber Estado, estamos discutiendo la soberanía, estamos discutiendo la cuestión de las Malvinas, estamos discutiendo si el mercado resuelve todo, estamos discutiendo si la escuela hay que pagarla o tiene que ser gratuita, estamos discutiendo si la universidad tiene que ser pública o no, estamos discutiendo si en los claustros de la universidad se pueden expresar las ideas o si hay que traer un manualcito escrito afuera. Estamos discutiendo un montón de cosas y ustedes son chicos y chicas, alumnas, alumnos que están cursando el secundario en la escuela bonaerense.
Y la escuela bonaerense, la escuela pública bonaerense, está bajo ataque. Lo digo porque viene hace un tiempo largo. Venía del gobierno previo al nuestro, vino durante todo este tiempo de algunos sectores políticos, viene hoy del Gobierno nacional y de varios lugares más.
¿Qué quiero decir cuando dicen que la educación pública no sirve, yo digo que está bajo ataque? Y bueno, que tienen una idea, tienen una idea de que el que se puede pagar la escuela, que se la pague. Y los que no se la pueden pagar, la escuela, los remedios, los alimentos, el que puede tener la vivienda, que se la pague y la compre en el mercado. Y la verdad que esa idea, yo que soy economista diría, no es una novedad, está bastante instalada, que el mercado está ‘re bueno’, que arregla todo.
Lo que pasa que en la práctica, en países como el nuestro, en provincias como la nuestra, la verdad es que el mercado se ocupa de ciertas cosas y de ciertas otras no. Me decía recién la directora que hay algunos alumnos, alumnas, que vienen de condiciones complicadas, que vienen de condiciones familiares complicadas. Y la verdad que yo voy a decir por qué nosotros venimos invirtiendo tanto y tan fuerte, más allá de todos estos ataques. Por qué nosotros creemos, con muchísima fuerza y mucha convicción que hace falta la escuela pública. Que la escuela tiene que ser gratuita, que la escuela tiene que ser universal, que la escuela tiene que ser obligatoria y tiene que ser para todos y todas.
¿Por qué? ¿Por qué pensamos eso? Y, porque sabemos que hay muchísima desigualdad. Que hay muchísima desigualdad en nuestra provincia, en nuestro país, en Latinoamérica, en nuestro continente y en el mundo. Uno va al país más desarrollado del mundo y ve también gente con mucho problema económico, gente viviendo en la calle, inmigrantes que no los dejan entrar. No es un tema de Argentina o de la Provincia. Es un tema mundial y hace demasiado tiempo.
Entonces, ¿qué vamos a hacer con esa desigualdad? Esa es la pregunta. ¿Vamos a dejar que solamente tengan acceso a educación, a salud, a laburo, a vivienda, a los que tienen recursos para pagárselo? Nosotros decimos que no. Que hay algo previo que es la igualdad de oportunidades, que todos por nacer en la Argentina o por venir a la Argentina, tienen que poder estudiar, hay que ocuparse de la salud.
Obvio que esto no soluciona todos los problemas. Obvio que tampoco por hacerlo lo tenemos todo resuelto. Nosotros veníamos de una época, la época anterior a nuestro primer gobierno, que no había mantenimiento en las escuelas. Así que entonces a veces, porque el gas, porque tal cosa, explotaban por los aires escuelas. Veníamos en una época que cerraban las escuelas chiquitas de la Provincia. Presten atención: escuela rural de pocos alumnos, decían: ‘es mucha plata, mucho gasto del Estado y entonces no paguemos más porque son 10 pibes, 15 pibes’. Y entonces cerraron 37 escuelas rurales en la provincia de Buenos Aires.
Imagínense ustedes que con las dificultades que pueden tener, con la situación económica, social, laboral, imagínense vivir en un lugar remoto en el campo y que te cierre la escuela, porque alguien quiere ahorrarse la guita. ¿Qué es lo que pasa? No podés ir a la escuela, tu familia se tiene que mudar, o te quedás sin educación. Y te quedás entonces, déjenme decirlo así, te quedás sin futuro. Te quedás sin futuro porque alguien quiso ahorrarse unos mangos que después se gastan en la timba financiera, en otros negocios más grandes, porque para otras cosas hay mucha plata.
Nosotros dijimos que no, que eso no podía ser, que había que hacer una inversión todo lo grande que pudiéramos, porque seguro que todavía falta, lo acaba de decir Julio. Pero en este tiempo, en estos cuatro años que pasaron, arreglamos 7.000 escuelas de la Provincia. En estos cuatro años que pasaron, inauguramos 222 nuevas escuelas. Abrimos las escuelas rurales que habían cerrado, y estos días vamos a llegar a inaugurar el aula número 1000 nueva. No una escuela, 1000 aulas en toda la provincia de Buenos Aires.
Y eso para nosotros, no decimos que esté resuelto, no decimos que no falte, decimos que le estamos poniendo todo lo que tenemos para los pibes y las pibas de la provincia de Buenos Aires, para los maestros y maestras, para las familias, para todos los sectores. Esto no hace una distinción de dónde naciste, dónde estás. No le pedimos nada, le pedimos que vayan a la escuela y que se formen.
Y es un momento importante. Esta escuela, las dos cosas que habían dicho: primero se incendió. Sufrió un terrible incendio. Y bueno, y hubo épocas donde ‘bueno, se incendió, ya fue’. El punto era que en nuestro gobierno eso no es así. Si se rompe una escuela, si se destruye una escuela, yo leía ‘puesta en valor’, que es como un término, una palabrita medio extraña. Yo digo qué pasó acá: se reconstruyó una escuela que se había destruido. Se reconstruyó. Esa es la escuela que ahora tiene las aulas, los salones, los aires acondicionados. No existía más porque se había quemado.
¿Y quién la reconstruyó? Digo para quienes gobiernan hoy la Argentina, que discuten esto. ¿Quién la reconstruyó? El Estado. El Estado. El Estado. O sea toda la sociedad, poniendo su esfuerzo en algo que es útil y necesario. Algo que es imprescindible. Y esta escuela también, Alberto, esta escuela tiene la importancia de que no lo hicimos contratando una empresa. Miren, para los que discuten, porque ahí en el Gobierno nacional te dicen ‘el Estado es una organización criminal’. Dijo eso, eh. Yo la verdad que estoy obligado a mencionarlo, porque ¿qué es el Estado? ¿una organización criminal? Yo digo no. El Estado son estas maestras, estas directoras, estos auxiliares, estos preceptores, este edificio, son los pibes y pibas que vienen. Todos nosotros somos el Estado. Ninguna organización criminal. Criminal es no poner la plata en los alimentos, en los remedios, en la educación. Eso sí es criminal. Que se borre y se vaya el Estado, ahí hay algo criminal. Porque abandonan, porque te dejan, porque no te dan una mano. Y después el nombre, que Alberto lo dice porque estuvimos discutiendo estos tiempos sobre las Malvinas y acá en la escuela, con este nombre, deben saber lo que pasó en la guerra de las Malvinas. En la guerra de las Malvinas, bueno, pasaron muchas cosas, pero una de las que pasaron es que hundieron, precisamente, la Fragata General Belgrano. Que es una, que es un barco que tenía 323, bueno, algunos más que, muy poquitos sobrevivieron, que estaban participando en nombre nuestro y de nuestra patria. Porque también, perdón, porque también hay que decirlo: los pibes y las pibas que fueron, los pibes sobre todo, ¿no?, que fueron a Malvinas, lo hicieron por una cuestión de patriotismo, para luchar por nosotros, por nuestra patria y, bueno, ese barco estaba y alguien dio una orden de hundirlo. De hundirlo. Murieron 323 personas, 323 argentinos, pibes que tenían 20 años, 18 años, pibes jóvenes murieron porque alguien tomó la decisión ilegal, porque aún en las guerras hay determinadas normas, que había una zona de exclusión y decían ‘el que entra en la zona de exclusión, bueno, puede sufrir bombardeos, hundimientos’. Pero afuera de la zona de exclusión no se podía, y lo hundieron afuera de la zona de exclusión. Por lo tanto, eso no fue una cuestión de la guerra, fue un crimen y fue absolutamente ilegal. Y eso lo decidió una persona que en ese momento gobernaba Inglaterra, que se llamaba Margaret Thatcher. Así que mi repudio desde acá para Margaret Thatcher.
Así que, el nombre de la escuela es importante, cobra importancia hoy. Porque estamos discutiendo esto. Que la escuela se haya reconstruido y que lo haya hecho no una empresa privada, que lo haya hecho el Estado provincial. Que esta escuela esté funcionando y todos estos pibes y pibas puedan venir en condiciones más dignas, todo eso es lo que se está discutiendo hoy. Si queremos o no queremos Estado. Si queremos o no queremos recuperar las Malvinas. Si queremos o no queremos soberanía.
Y con lo último que quiero terminar, porque estamos en una secundaria de la Provincia, y nosotros queremos que todos los chicos y chicas que vengan acá puedan tener el futuro que deseen. Y muchos, porque a mí me pasa cuando pregunto, quieren estudiar. Después de esto, seguir estudiando. Para eso hay que ir a la universidad. Muchos quieren, se esfuerzan, le ponen y quieren ser médico, arquitecto, abogado, ingeniero, psicólogo. Bueno, quieren seguir estudiando para tener una profesión, para tener determinada trayectoria. Y, fíjense, muchos de esos que quieren estudiar no pueden pagarse una universidad privada. No pueden pagar la cuota de una universidad privada. A duras penas y con mucho esfuerzo de sus familias y de ellos pueden ir a la pública si es gratuita, porque aunque sea gratuita no es gratis estudiar. Que los apuntes, que los viajes, que la comida, que no trabajar, que tantas cosas. Entonces, estamos discutiendo eso. Si va a haber universidad pública o no, porque ahora le cortaron todo el presupuesto. Si entonces, como no hay presupuesto, van a pedir o van a querer o van a imponer que cobren un arancel. ¿Saben qué es esto? Dejar a millones de pibes y pibas de nuestra provincia afuera de la posibilidad de tener un futuro mejor. Y nadie dice que les regalen nada, porque para ir a la universidad y para recibirse hay que esforzarse un montón y hay que estudiar un montón, y hay que sacrificarse un montón. Así que esforzarse, todos que piden sacrificio, esfuerzo, mérito, bueno, todo eso hay en los pibes y pibas que van a nuestras universidades. Pero ¿saben qué? Si la arancelan, o si la cierran, o si la privatizan se van a quedar afuera.
Sepan muy bien que con este gobierno de la provincia de Buenos Aires vamos a pelear hasta el último día para que no toquen la universidad pública y gratuita, para que pongan la plata que tienen que poner para que funcionen, para que hoy un pibe, una piba de nuestra provincia pueda soñar con un futuro mejor y lo pueda tener. Y lo pueda tener. Y entonces eso no soluciona la desigualdad, no la soluciona porque desigualdad hay igual, pero le da un poquito más de justicia, un poquito más de oportunidades. Nosotros, para sintetizar eso, que se que se está discutiendo también, quiero decir que nuestro gobierno de la Provincia tiene un compromiso con la justicia social. La justicia social es eso. La justicia social es no solo cumplir las leyes, sino también distribuir la riqueza.
Y lo último que digo, Matilde, esta escuela, esta escuela y la escuela pública en la provincia de Buenos Aires, nosotros hacemos todos los esfuerzos. El intendente de La Plata, Julio, tienen que ver, mirando escuela por escuela, viendo las posibilidades aún con un gobierno nacional que nos quiere desfinanciar a todas las provincias, ver cómo se puede seguir, dedicando el fondo de infraestructura escolar, precisamente, a los edificios de la escuela. Todo eso, Julio, importantísimo. Lo valoramos mucho. Un gobierno de La Plata que cree en la educación pública, que invierte en la educación pública y en la escuela pública y que la defiende. Pero quiero decir algo más. ¿Saben por qué todo esto se mantiene en pie? La escuela pública, más allá de todas las críticas que se puedan hacer, más allá de todas las dificultades, más allá de todo, ¿saben por qué se mantiene? Porque la defiende el pueblo. Ustedes, sus familias, los maestros, las maestras, los docentes, los directivos, la sociedad, la comunidad. La escuela pública la defendemos y la mejoramos entre todos, así que felicitaciones porque este edificio nuevo lo consiguieron ustedes. Muchísimas gracias.