Recorrida por la obra de la nueva planta potabilizadora para la Región Capital

Hola a todos y a todas. La verdad que muy feliz, muy satisfecho, muy orgulloso del trabajo que se está haciendo en ABSA, en la Provincia. Hay muchos comentarios para hacer al respecto. El primero tiene que ver con cuestiones más puntuales. Venimos de hacer una recorrida de la obra de la nueva planta potabilizadora, ya es la segunda vez que vengo. Vine cuando se inició la obra, pero es la vez número mil que paso por acá, porque siempre que venimos para Punta Lara, para Ensenada, me doy una vueltita. Y la verdad que ver y sentir a las máquinas trabajando, a los obreros laburando, la verdad que me llena de orgullo porque lo que tenemos hoy, en vista, en perspectiva, la verdad que es un cambio histórico. A veces cuando se habla de la provincia de Buenos Aires, y se intenta hacer una comparación forzada con la ciudad de Buenos Aires, con los barrios porteños, y se dice, ‘bueno, ¿cómo está el Conurbano? ¿Cómo está la Provincia?’, en comparación con la ciudad, que además de ser hoy una Ciudad Autónoma, con características medio peculiares, bastante extrañas, fue y es la capital de la Argentina. A veces se trata de hacer un paralelismo tirado de los pelos, ¿no? Porque cuando uno le explica a nuestro pueblo, pero a la ciudadanía, y a veces a los noticieros porteños, que con mala fe intentan plantear que, bueno, que qué pasa en la Provincia, que hace tanto que la  gobierna no sé quién. La verdad que hace falta decirlo, la capital de la provincia de Buenos Aires, la ciudad de La Plata, el Gran La Plata, la Región Capital, no tiene ni agua potable, ni cloaca. Así recibimos esta Provincia y su capital, la recibimos también con problemas de inundación, obras inconclusas, la recibimos con los barrios y los alrededores, es una zona que demográficamente creció muchísimo, que es una zona que fue cambiando el perfil. De una ciudad administrativa y universitaria, ahora es una región productiva que integra a La Plata, a Berisso, a Ensenada, Brandsen, Magdalena. Es una Región Capital y una Región Capital de la provincia -permítanme decirlo- más productiva, más poblada, más grande de la Argentina, ¿no?, más grande de la Argentina. Y, sin embargo, tenemos esta situación, muchísima postergación histórica en materia de infraestructura y muchísimo crecimiento demográfico. A veces a la gente le cuesta entender y mira el conurbano bonaerense o mira lo que es también las secciones electorales, Tercera e incluida la Octava, la Región Capital, y dice, ‘bueno, pero faltan tantas cosas, gobierna el peronismo’, pero pasan por alto que nuestro conurbano, si incluimos La Plata, ha crecido en muy poco tiempo de una manera gigantesca, son crecimientos poblacionales a tasas chinas, ¿no? A veces yo lo recuerdo para que se tenga en cuenta una perspectiva histórica, la capital nacional, la Capital Federal, la ciudad de Buenos Aires, en el censo del ‘47 tenía 3 millones de habitantes, hoy tiene 3 millones de habitantes. Desde el punto de vista de los asfaltos, del agua potable, de la energía eléctrica, y, bueno, está completa hace muchísimo tiempo.

El conurbano, incluida también la Región Capital, en el censo del ‘47 tenía los mismos habitantes que la Capital Federal, 3 millones. Hoy la Capital sigue teniendo, la Capital Federal, 3 millones, y nosotros tenemos 13 millones de habitantes. Se multiplicó, se multiplicó por, prácticamente, 5, ¿sí? 4, 5, la cantidad de población. Creció, ¿y cómo creció? Y no es un tema de tasa de natalidad, de crecimiento vegetativo, es que ha habido migración interna, migración interna a nivel nacional, migración regional de los países vecinos, que también ha venido a habitar el suelo argentino, se dice, pero básicamente bonaerense, el suelo bonaerense.

Y fíjense que este crecimiento, esta desproporción, este crecimiento gigantesco que hemos tenido en el gran Buenos Aires, en el gran Buenos Aires, no ha venido acompañado por recursos, todo lo contrario. Todo lo contrario. Uno dice, ‘bueno, va a migrar, va a crecer la población, entonces eso va a venir acompañado de un aumento en la disponibilidad para la inversión en materia de infraestructura, inversión en seguridad, en educación, en salud’. Y fíjense que no, que lo que pasó es exactamente lo contrario. La provincia de Buenos Aires pasó de recibir, a principios de los ‘80, un prácticamente 30% de la coparticipación, a la situación actual, donde estamos cerca del 21 o 22%. O sea, que recibimos una masa importantísima de población, de familias, de trabajadores que han venido a desarrollar su vida y su destino en nuestra Provincia y, sin embargo, los recursos no están. ¿Y por qué no están? Porque la teoría era que los recursos tenían que quedarse en otras provincias para que la población no migrara al conurbano, sino que las provincias del interior, nosotros también somos el interior, pero las restantes provincias se desarrollaran, así la gente no tenía que venirse a vivir al conurbano o al Gran Buenos Aires.

Bueno, fracasó, esa idea fracasó. Nos quitaron la coparticipación, nos quitaron los recursos para que la gente se afinque y se arraigue en las provincias de origen y, no obstante, sin recursos, pero ha venido cada vez más población y sigue viniendo a la provincia de Buenos Aires, que sigue siendo una tierra de oportunidades, una tierra de trabajo. Y algunos dicen y critican, dicen, ‘che, pero qué mal están las calles, qué mal está la salud, la educación’. Bueno, pero será comparativamente mejor porque, así y todo, sigue habiendo un flujo de población que permanentemente engrosa nuestro Gran Buenos Aires, el conurbano bonaerense, es decir, nuestra Provincia. Que vienen del interior de nuestra Provincia y del interior de otras provincias y también de países limítrofes, países vecinos, a poblar nuestro suelo. Ahora, ¿cómo se viene desarrollando ese proceso de crecimiento demográfico y urbano? Y de la manera más caótica que se les puede ocurrir. La gente viene a vivir, las familias vienen a vivir, se encuentran un terrenito, a veces por los costos que tiene la tierra, se trata de un terreno irregular, no preparado, o a veces absolutamente desfavorable para la población urbana y sin embargo es conveniente con respecto al lugar donde vienen y terminan, a veces en tomas, a veces en asentamientos, a veces en villas. Pero sigue viniendo gente y también gente de más alto poder adquisitivo que termina viviendo en barrios privados, barrios cerrados, que suplantan la falta de infraestructura por la privatización de la infraestructura, pero igualmente irregular. A veces son casi tomas también, porque es tierra no apta para la radicación de vivienda y sin embargo se pone ahí generando enormes problemas de todo tipo. Ambientales, pero por supuesto también sociales, enorme desigualdad, es una forma caótica no planificada y bastante irracional en la que se ha ido produciendo el crecimiento de la población en el cinturón que rodea la ciudad de Buenos Aires, y ahora, el cinturón que rodea el propio conurbano, porque ya vamos por segundo cordón, tercer cordón, cuarto cordón prácticamente.

Esta forma caótica, quiero ponerle un derecho de autor, ¿quién la hizo así? El mercado, el famoso mercado, es un proceso de mano invisible. Entonces, el que tiene y el que no tiene los recursos consigue una pedazo de tierra y se pone ahí. Y, ¿qué es lo que pasa después? Falta todo, eso es lo grave y que nadie toma nota, falta todo. Después, tarde, después de la fiesta, vienen y nos tocan la puerta los intendentes, al gobernador y le dicen ‘acá falta escuela’. ¿Pero qué escuela falta? Inicial, jardín de infantes, primaria, secundaria, una sede de la universidad. Y falta un centro de salud, y falta una comisaría y un cuartel de bomberos, y falta la luminaria, y falta el asfalto, y falta el agua potable, y falta la cloaca. El Estado llega tarde y créanlo o no, la demanda llega y es más caro y es peor.

Fíjense qué diferencia al inicio de la etapa de la que es testigo esta planta potabilizadora, donde había un Estado que planificaba, que consideraba estas situaciones, iba anticipándose, iba regulando el proceso y entonces, ¿qué haría uno? Primero haría las calles, el asfalto, miren las cosas que nos han pasado. A veces hace falta poner una instalación de agua o de gas pero no está, no está preparada la situación. Entonces bueno, es todo mucho más caro pero a veces al revés, primero se hace la calle y después hay que poner la cloaca, entonces hay que romper todas las calles que ya se pusieron. Sí, parece tonto cuando uno lo mira en perspectiva y más caro. Eso es lo que se logra con un Estado ausente y desregulado. Esa es la consecuencia del neoliberalismo en la Argentina. Esa es la consecuencia, no del peronismo, y para que quede claro, es de la falta de peronismo, del neoliberalismo que, de manera ineficiente, dispendiosa y corrupta, lo que genera es cada vez más desprotección para masas enormes de población. Eso es lo que ha ocurrido y hoy tenemos que venir corriendo atrás, siempre corriendo atrás y con dificultad.

Por eso yo hoy quiero celebrar que acá hemos recorrido una obra, que es una obra de infraestructura faraónica, es enorme, es inmensa por lo ambiciosa, pero al mismo tiempo, imprescindible. Es una obra de 180 millones de dólares. Es algo que ningún privado nunca podría hacer por la propia. Así que, esto lo que significa es que después de 70 años de tener una planta potabilizadora que no da abasto y que nos tiene a toda la región sin agua potable y con pozos y con precariedad, bueno, se ha encarado como corresponde, haciendo la planta nueva que prácticamente duplica la capacidad, haciendo los acueductos, las cisternas, haciendo todas las instalaciones que hace falta para lo mínimo indispensable. Y créase o no, la ciudad capital de nuestra Provincia, la provincia más importante de la Argentina va a tener, como corresponde, agua potable.

Así que, dicho esto, quiero decir también que para mí es un enorme orgullo que esto esté bajo la administración, bajo el dominio de una empresa pública del Estado bonaerense, una empresa que es nuestra empresa de agua, que además hoy, además de operar en aquellos lugares donde no hay rentabilidad para un privado, porque esto viene también de las épocas donde privatizaron. Cuando vienen con el verso de la privatización, lo que buscan es el ‘descreme’, como se dice en la jerga, llevarse el negocio, llevarse la parte más rentable, llevarse donde hay poder adquisitivo y el resto dejarlo al Estado. Ha pasado así históricamente. Se llevan una partecita, que es la que da guita y al resto lo abandonan y después queda en manos del Estado, y el Estado se tiene que hacer cargo del resto de la población sin tener siquiera los ingresos de aquellos que pueden, por su poder adquisitivo, responder mejor.

Nosotros, acá con nuestra empresa ABSA, prestamos servicio en 100 municipios de la provincia de Buenos Aires y en esos 100 municipios estamos trabajando sobre el agua potable, las cloacas, pero hoy venimos a presentar una flota nueva para ABSA, que cuando a mí me lo comentaron, me lo comentó Hugo, me dijo Mario, estábamos charlando, esto no es que aparece hoy, porque son necesidades que tiene la empresa, pero se alquilaba, se alquilaba a un privado, eso también es clásico, ¿no? Que se enojan con el Estado, pero está lleno, está lleno de empresarios, de sectores teóricamente privados, que actúan como parásitos, canibalizan o vampirizan al Estado y se llevan rentabilidad.

Entonces, tenés empresas deficitarias del Estado con empresarios ricos, que son los que prestan los servicios periféricos. Yo la verdad que no estoy haciendo acá ninguna denuncia, porque no tengo ningún elemento, simplemente digo un dato. Salía el doble de plata alquilar la flota de ABSA, que adquirirla a través de un leasing del Banco Provincia y pagar las cuotas del leasing. Va a ser flota propia y va a ser más barato, más digno, mejor.

A mí me llena de satisfacción estar acá, rodeado además de los trabajadores y trabajadoras, que se habla tan mal de los empleados del Estado, de los empleados públicos, si supieran a veces el trabajo que hay que hacer y en qué condiciones hay que hacerlo, como cuando encontramos esta empresa.

Así que, hoy poniéndonos a tiro, mejorando la eficiencia, mejorando también los números, mejorando la prestación, mejorando el servicio, en fin, trabajando para el pueblo de la provincia de Buenos Aires. No es una cuestión de rentabilidad, es una cuestión de dignidad. Así que acá estamos. Muchísimas gracias. [yotuwp type=”videos” id=”TKPOUYLqzPc” ]

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