29° Conferencia Industrial – “Hay industria, hay futuro”
Sobre cuál es el potencial industrial de la provincia de Buenos Aires. Sobre cómo puede crecer en los próximos 4 años
“La provincia de Buenos Aires es el corazón industrial de la Argentina. Tiene en su territorio, para decirlo así, tenemos en nuestro territorio el 50% del producto industrial del país. Es decir que industria y provincia de Buenos Aires para la Argentina son prácticamente sinónimos. Yo lo que creo es que la importancia que tiene el sector industrial en la provincia hace que para la provincia de Buenos Aires la industria no sea simplemente un sector más, sino también su columna vertebral.
Siempre hablamos de la integración territorial de la provincia de Buenos Aires, siempre hablamos de la identidad de la provincia de Buenos Aires y siempre decimos que esa es una identidad productiva: trabajo, producción que no es sólo industrial, nosotros también tenemos 40% de la producción agropecuaria, tenemos el 40% de turismo interno. Es decir, la provincia de Buenos Aires tiene una naturaleza productiva. Por eso, si la pregunta es cómo está la industria, cómo estuvo y qué se puede hacer, voy a tratar de racionarlo en las diferentes preguntas porque pediste brevedad. La industria sufrió una caída muy fuerte. Yo traje muy poco, no voy a aburrirlos con datos, muy pocos datos pero muy expresivos para comparar diferentes programas económicos, planes económicos.
Así que divido por lo que ocurrió entre el año 16’ al 19’. El gobierno de JxC, Cambiemos. El Producto Bruto Geográfico de la provincia cayó 5,5 puntos en esos 4 años acumulados pero la principal víctima fue la industria. La industria de todos los sectores, comercios, construcción, sector agropecuario. Lo que más cayó fue la industria, en esos 4 años cayó 20% la industria. Es una de las caídas más grandes históricas de la producción industrial de la provincia de Buenos Aires y por tanto del país. Hay sectores que sufrieron más dentro de eso. El sector textil dentro de esa etapa cayó un 43%, maquinaria y equipo un 31%, prendas de vestir 30%, caucho y plástico, ahí estaba con algún industrial del plástico, 26%. Fue un industricidio, que a la provincia de Buenos Aires la afecta especialmente porque el peso que tiene dentro de la producción industrial nacional.
Puedo seguir, pero en aras de ser breve quiero decir dónde estamos. Había caído 5,5% del ‘16 al ‘19 el producto total de la provincia. Del ‘20 al ‘22 completo subió un 5,3%. Este año yo creo que vamos a superar lo que fue la previa a esa etapa.
Si vamos por sectores industriales, textiles que había caído un 43% recuperó, pandemia en el medio, hago punta a punta, un 41%; vehículos, automotores, un 37%. Es decir, para sintetizar: veníamos 4 años de desindustrialización, experimentamos 4 años con dificultades, por supuesto, me hablaban de inflación, me hablaban de la divisa, por supuesto, pero de reindustrialización en materia de producción y empleo, crecimiento de establecimientos, crecimiento del valor agregado, crecimiento del empleo industrial en la provincia de Buenos Aires. O sea que podría seguir mucho pero digo, para terminar, producto de determinadas políticas, no fue ni magia… es más, estos 4 años hubo pandemia, guerra, sequía, todo lo que quieran agregar y recuperamos prácticamente todo lo perdido en los 4 años de políticas neoliberales de desindustrialización.
Creo que hoy estamos parados en un lugar donde hay dificultades pero hay cosas que defender. En la provincia de Buenos Aires, políticas nacionales, muchas políticas provinciales de crédito, de infraestructura, de obra pública, parques industriales, gasoductos, energética. Falta muchísimo pero eso ha tenido un efecto que ha permitido al sector privado realizar inversiones, que también tuvimos buenos números.
Creo que para discutir acá con los representantes del sector, lo que le pasa a la industria en países periféricos, en vías de desarrollo, depende muchísimo de las políticas públicas que se apliquen. Obviamente políticas macroeconómicas, de contexto para nosotros, políticas industriales provinciales también. Nosotros defendemos la producción y el trabajo, defendemos la industria en la provincia, lo vamos a seguir haciendo”.
Sobre cómo planea abordar la política tributaria en la provincia de Buenos Aires, teniendo en cuenta que desde los sectores productivos se pide una simplificación
“Voy a empezar por algunos datos que pueden parecer contrarios a lo que está instalado, que me parece que es el punto de partida sobre la provincia de Buenos Aires. Como premisa está que nosotros los topes impositivos que tenemos en la Provincia, sobre todo Ingresos Brutos, que es un impuesto de los más discutidos, están impuestos por el pacto fiscal. Es decir que hay unos topes que no se superan. En ese sentido, creo que estamos buena parte de las provincias acogidos al pacto fiscal y no hay demasiado margen para elevarlo por encima de eso, en realidad, ninguno.
Con lo que tiene que ver con ese sentido común, algunos mitos, yo lo llamo mitos, quiero explicar la situación de la provincia de Buenos Aires en términos de gastos y en términos de personal y en términos de recursos.
En términos de recursos, la provincia de Buenos Aires es una de las que mayor participación tiene de los recursos propios sobre los recursos totales, es decir menos tasa de dependencia tiene de los recursos nacionales, evidentemente también por esta estructura productiva tan densa. Lo que tal vez no se sabe es que los recursos nacionales que recibe la provincia de Buenos Aires, llamada coparticipación, que estuvo en discusión incluso en la campaña, sufrió históricamente una merma grandísima.
La provincia de Buenos Aires, para decirlo en números redondos, aporta el 40%, el 37% de los recursos totales a distribuir y recibe el 22%. Es decir que es la provincia más perjudicada en términos de aporte contra retorno de los recursos.
Esto tiene que ver con la coparticipación, tiene que ver con un hecho histórico que ocurrió a fines de los ‘80, el gobernador en aquel entonces era Armendáriz, pero no es una cuestión de distribuir responsabilidades, simplemente contar la historia: la provincia de Buenos Aires cede seis puntos de coparticipación y entonces se genera esta desproporción entre su población, entre el volumen de recursos que aporta, entre su estructura productiva, su superficie, somos la provincia territorialmente más grande desde el punto de vista continental, y sin embargo los recursos que recibe son desproporcionadamente chiquitos con respecto a lo que la Provincia tiene.
¿Qué hay como resultado de esto? La provincia de Buenos Aires es la provincia que menos gasta de la Argentina, cuando se la mide, como hay que medirla, por habitante. Gasta menos que cualquiera de las demás jurisdicciones. Este cálculo está hecho para el 2022, o sea, que incluye toda la polémica, lo que se recibió, lo que no se recibió. Un cálculo sencillo anual es que la provincia de Buenos Aires gastó en el año 2022, 228 mil pesos por habitante y no quiero hablar de cada caso particular, pero todas las provincias tuvieron un gasto mucho mayor por habitante, en el extremo cinco veces más.
O sea que la provincia de Buenos Aires es la que menos gasta. La provincia de Buenos Aires es también, junto con Córdoba, la que menos empleados tiene, medidas por habitantes porque los servicios que presta el gobierno provincial: educación, salud, seguridad, hay que compararlos con la cantidad de habitantes.
Es más, en términos per cápita, o cada mil habitantes, para ponerlos sino al revés, la provincia de Buenos Aires tiene 34 empleados, la provincia que más tiene tiene 105 empleados cada mil habitantes y todas las demás, mayores menos Córdoba que es prácticamente un empate. Es decir, que es la que menos gasta y la que menos empleados tiene en proporción al resultado que tiene que dar de prestaciones, de derechos. Derecho a la educación, derecho a la salud, derecho a la seguridad.
Y esto tiene que ver también con las deficiencias que hay en infraestructura. Recién saludaba a varios empresarios, todos están ‘hay que hacer tal ruta’, ‘hay que traer la estación transformadora’. El otro día estábamos inaugurando ahí en el Partido de La Costa una estación transformadora de 450 millones de dólares. Es una obra que se empezó en la época de Cristina, se detuvo totalmente en la época de Macri y se terminó ahora. 450 millones. ¿Qué va a permitir? Radicar industria, radicar población, seguir con los emprendimientos turísticos, productivos, pesqueros pero no hay ningún privado, creo que lo decía Cornejo, no hay ningún privado que vaya a hacer determinadas inversiones, caminos rurales, que vaya a hacer cloacas. No se puede.
Entonces, yo creo que está esta discusión. Si vamos a tener, como decía Torres, un modelo de desarrollo, ese modelo de desarrollo, a diferencia de lo que ocurre con los procesos de libre mercado, que no ocurren en ningún lugar del mundo de esta manera, no asegura ni el federalismo ni una distribución equitativa a nivel territorial, ni una distribución del ingreso que sea equitativa y justa.
Es decir que hay una discusión, y ahí con esto cierro, sin intención de polemizar, pero cierro, no alcanza con el orden macroeconómico, no alcanza con la estabilidad macroeconómica. Por supuesto que es importante, por supuesto que es un valor, pero hay regímenes macroeconómicos, hay regímenes que favorecen a través del crédito, de la tasa de interés, que favorece a través del costo de energía, que favorece a través también de lo que está vinculado con el cuidado de las industrias nacionales. Hay regímenes macroeconómicos que son favorables a la industria y regímenes macroeconómicos, entornos macroeconómicos, que aún siendo estables los dos son desfavorables para la industria.
Doy un caso. La convertibilidad, por ejemplo, para poner un caso histórico, fue estabilidad macroeconómica pero la tasa de interés era de 20% en dólares, había apertura indiscriminada de las importaciones, había tarifas dolarizadas. Y eso generó en ese plazo de estabilidad macroeconómica, una desindustrialización muy fuerte del país.
Entonces yo coincido con el valor de la estabilidad, porque obviamente la inestabilidad es compleja y es desfavorable a toda inversión, y también a la agenda pública, al sector público, pero no toda estabilidad es igual para la industria. Incluso en los ‘90 donde hubo estabilidad macroeconómica, en el caso del agro, no la industria, el agro, 12 millones de hectáreas productivas, zona núcleo también, quedaron hipotecadas. ¿Lo recuerdan? Se encadenaban a las tranqueras, Banco Nación básicamente. ¿Por qué? Porque hubo una pérdida de competitividad muy fuerte vinculada a otras cuestiones, que aunque estables, eran desfavorables a un proceso productivo
Entonces yo creo que hay que buscar la estabilidad pero también hay que buscar un régimen macroeconómico favorable al desarrollo. Y creo que esa discusión hay que darla, independientemente de simplemente dejar el tipo de cambio acá, la tasa de interés acá, eso puede durar mucho tiempo pero puede desindustrializar también, puede ser desfavorable para el empleo y más para un país federal. Porque hay ciertos regímenes que también concentran y centralizan. Entonces, hay actividades que se vuelven muy rentables en los centros económicos. Es desigual en la distribución territorial, desigual en la distribución del ingreso, desigual en la distribución de riqueza.
Simplemente yo planteo el tema porque creo que estamos en un debate donde no hay tiempo de desarrollarlo demasiado. Desde el punto de vista de la provincia de Buenos Aires, insisto, la que menos empleados tiene, la que menos gasto tiene, la que más desfavorecida está con la coparticipación.
Hay un tema de solidaridad entre la provincia de Buenos Aires y el resto de las provincias, hay un problema también de deuda en infraestructura, en urbanización, que lleva muchísimo tiempo y tiene que ver con que la provincia de Buenos Aires es la que peor está en ese sentido”.
Sobre cómo imaginan la relación con gobierno que comienza, el gobierno del presidente electo Javier Milei
“Parafraseando un poco lo que decía Cornejo, Torres, empiezo por ahí, también Daniel Funes de Rioja hoy cuando le preguntaron qué opina del programa económico, cómo afecta a la industria el programa económico, dijo algo parecido a lo que acaba de decir Torres, que si se termina o no se termina la obra pública no se sabe, lo que dijo Cornejo, que es un momento donde estamos esperando definiciones.
Hoy decía también Daniel Funes de Rioja, que bueno, que vamos viendo cómo es el programa económico. La verdad que hace falta conocerlo. Creo que Mondino dio algunas definiciones hoy, pero no tuve ocasión de escucharla, suponiendo que se sostengan en el tiempo.
Así que voy a decir cuáles son por lo menos las cuestiones que a mí me resultan importantes, fundamentales y a veces preocupantes, pero primero le contesto muy brevemente a Cornejo.
Los números de gasto público de la provincia de Buenos Aires por habitante son del año pasado, con todos los recursos adentro. Así que no, no es verdad. Dicho esto, bueno no hay tiempo, simplemente para que no haya mentiras en el panel.
Luego sobre las políticas: a mí me parece que una preocupación importante de la provincia de Buenos Aires, teniendo el 50% de la industria en su territorio, en la producción de valor, también del trabajo industrial, teniendo también otros tipos de producciones, teniendo el turismo local y viendo lo que está ocurriendo a nivel mundial, estamos en un momento donde todos los bloques que se están redefiniendo, resuelven defender su producción local. Resuelven. Lo hace Estados Unidos, ha lanzado un programa inmenso de obra pública y de relocalización industrial, el presidente Biden. Lo hacen todos los bloques, lo hace la UE que es proteccionista con respecto a bienes que quiere preservar.
Es decir que la importancia, el ojo puesto, la tensión y las políticas encaminadas a sostener, a mantener, a desarrollar la industria nacional es algo que todavía está por verse, pero para la provincia de Buenos Aires es crucial.
Nosotros fuimos desde la banca pública, el Banco de la provincia Buenos Aires, ha crecido y ha liderado el crédito productivo. Porque la banca privada muchas veces no tiene tanta accesibilidad, sobre todo en un territorio tan grande, hay veces donde solo opera el Banco Provincia. Pero igual el Banco Provincia tiene una política de incentivo al crédito productivo. Ha crecido muchísimo.
Es decir que hay un papel de una banca de fomento, de una banca de desarrollo, de una banca pública. Y después hay variables macroeconómicas que lo posibilitan o no. Regulatorias, en términos del acceso al crédito, del propio Banco Central. Todo esto hoy no está definido.
Pero yo repito por donde empecé, para la provincia de Buenos Aires, y no para el gobernador, no por su orientación, y creo que para cada una de las provincias, en un país federal y en país con tanta diversidad productiva es necesario que haya políticas específicas que fomenten, contengan y, sobre todo, amplíen y expandan el empleo y la producción. Eso es lo que hoy estamos esperando definiciones. Y eso es, creo, lo que va a resolver cuál va a ser la relación del gobierno provincial con el gobierno nacional. Dependerá, porque uno tiene la obligación también de defender los intereses de su provincia, de defender a su aparato productivo y también de quienes están acá, ¿no?, de la propia Unión Industrial. Nosotros tenemos una Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires, una parte de la provincia de Buenos Aires, varias representaciones industriales, que todas han expresado la misma preocupación y la misma dificultad.
Si no hay políticas públicas orientadas a sostener y expandir la industria nacional, las exportaciones, el vínculo con la ciencia y la tecnología, con la educación, como decías recién, si no hay eso, y bueno, el privado, lo privado no resuelve todo.
Entonces, estamos a la espera de esto. Pero uno tiene una responsabilidad también, porque representa a la producción y al trabajo de la provincia de Buenos Aires. Y lo vamos a seguir haciendo”.