Encuentro con representantes del sector energético

Muchas gracias a todos, a todas. Disculpas por lo breve de las intervenciones, incluso quedaron algunas pendientes, pero me llevo anotaciones y datos, ideas, en lo que creo que es una tarea en la que ya hemos demostrado no sólo nuestro interés con esta reunión, sino nuestro compromiso de todo el Gobierno, de la figura del gobernador, que vengo a ser yo, pero que lo que pretende hacer es darle la mayor visibilidad y envergadura a esta cuestión, porque es de una gravedad enorme, inmensa. Lo digo sin con esto intentar, porque todos sabemos de qué estamos hablando en esta mesa, sin intentar ni exagerar ni hacer un discurso, creo que es de una gravedad enorme, porque pone en riesgo capacidades, pone en riesgo una inversión de todo tipo que lleva adelante la Argentina hace muchísimo tiempo, que pone a la Argentina, como en otras áreas tecnológicas, universitarias, de investigación, pero que pone a la Argentina en un lugar de privilegio a escala internacional, es un activo estratégico de nuestro país para su desarrollo futuro, contar con capacidades nucleares, y eso es lo que está amenazado.

No estamos hablando de la venta solamente o de mal vender las instalaciones existentes, sino de haber parado el proyecto CAREM. Tuve la oportunidad de interiorizarme, de conocerlo, de recorrer, y sé que Argentina con eso tenía una inmensa oportunidad, que estábamos a la vanguardia incluso de otros proyectos en otros lugares, que además justo coincide, como pasa en otros planos, que tenemos un gobierno, llamémoslo terraplanista, además de entreguista y de aspiración colonial. Además de todo eso, tenemos un gobierno que va a contramano en muchísimos aspectos, en muchas áreas, de novedades que ha habido a escala de la geopolítica mundial, como es el caso de la política industrial. Tenemos que todos los países del mundo, empezando por los más ricos y los más poderosos están planteándose políticas de desarrollo industrial-nacional con fuerte presencia estatal, que están planteándose también el retorno de la tecnología energética nuclear, que están planteándose, además, la cuestión de las soberanías estratégicas. Ya prácticamente eso parecía que estaba perimido, que estaba abandonado con lo que significó el Consenso de Washington y lo que significó la globalización de los ‘90. 

Hoy vemos un mundo proteccionista, un mundo industrialista, un mundo en guerra y un mundo que está buscando de nuevo el resurgimiento de ideas nacionales o de bloques regionales, y a nosotros nos vino a tocar, en medio de esta situación, el gobierno de Milei, que mientras se subordina a los proyectos norteamericanos o israelíes, mientras entrega todo lo nuestro, y hasta las estrategias que tenemos con respecto a Malvinas y nuestra soberanía nacional, mientras se muestra sumiso en el plano geopolítico, hace lo contrario en el plano nacional, hace lo contrario de lo que ha vuelto a renacer, como nuevos nacionalismos, nuevos industrialismos, nuevas peleas soberanas.

Bueno, tenemos, en suerte nos tocó, por decirlo de alguna manera sencilla, el peor de los alumnos de esta época, un ultraderechista que no defiende ni la soberanía nacional ni la estrategia regional, no defiende nada, entrega todo. 

Así que, yo estoy realmente muy preocupado, creo que lo estamos todos los que estamos en esta mesa, para mí el gran peligro que tenemos es que esto pase desapercibido. No lo que está ocurriendo en términos de vender a buen precio o mal precio un activo estratégico como son nuestras centrales, que ya es grave que la quieran vender y seguramente se disponen a mal venderlas, como está pasando, por los métodos de evaluación Antúnez, pero por mucho más que eso, porque sabemos que después está sometido a, llamémoslo, la oferta y la demanda y entonces la mejor oferta puede ser una muy mala oferta. Además, es un gobierno que hoy no tiene confianza de nadie, ni siquiera de quienes se muestran como sus amigos en el plano financiero, salieron a colocar deuda internacional y terminaron colocando deuda local de manera muy desventajosa y apretando a los inversores locales. 

Así que estamos ante un peligro inmenso. Yo creo que no se puede exagerar la importancia de esta pelea sectorial, en el marco de esas estrategias que tiene la derecha que consisten en abrir muchos frentes a la vez y con esto confundir o distraer o avanzar por algún lado y si pasa, pasa. Entonces yo creo que acá estamos ante un peligro, me permito decir, de los más grandes, en términos de capacidades que se ponen en riesgo. 

Así que, acá está nuestro compromiso de acompañar esta discusión, de acompañar esta lucha, de acompañar en todos los planos posibles desde el punto de vista de la foto, como decía alguno, de darle acompañamiento y mayor volumen y, al mismo tiempo, de acompañar desde el plano legislativo, pero también desde el plano político, de la comunicación y judicial todas las iniciativas que estén encaminadas a detener la privatización que pusieron en curso, que sabemos que no es más que la punta del iceberg de un proceso de desarticulación y de destrucción de un sector que a la Argentina la ha puesto en un lugar de, como decía recién, en un lugar notable y al mismo tiempo que le abre tantas perspectivas para el futuro, para su desarrollo industrial. Además, es un sector que tiene tecnología de punta, pero además encadenamientos industriales, laborales, técnicos que son difíciles de encontrar en otros sectores.

Tendremos que encontrar la tecnología satelital o lo que es ahora los avances en informática. Es algo fundamental para la Argentina y es una marca registrada en la Argentina, es algo por lo que se reconoce a la Argentina y que además tenemos la desgracia de que quienes están planeando desarticularlo y los discursos que utilizan son un cachivache.

Yo leía las estupideces que dice este tipo Reidel o que dicen todos sus repetidoras, incluso los influencers, los youtubers, dicen cualquier boludez, juntar lo nuclear con la inteligencia artificial en una especie de engaña de pichanga. Además, mandé a analizar, hoy no nos acompaña, a estudiar por algunos de ustedes también, pero lo hicimos con Salvarezza, qué era lo que proponían y es una sarta de trivialidades, mentiras y creo yo, además, que discursos vestidos de novedad o de modernización cuando son argumentos para poner en marcha este plan perverso que tienen. Además, no me cabe duda, está bastante popularizada, no tengo pruebas, pero no tengo dudas, yo en este caso algunas pruebas tengo, para colmo, algunas pruebas tengo porque participé acá con ustedes de algunas visitas donde pude enterarme de que en la etapa anterior el gobierno de Estados Unidos envió emisarios para desarticular lo que iba a ser la puesta en marcha de dos nuevas centrales nucleares que ya tenían financiamiento, que ya tenían proyectos y era simplemente por una cuestión de disputa geopolítica, o sea, convirtiendo a la Argentina en un país bobo, tonto, que tiene que seguir adelante intereses geopolíticos que no son los propios, porque los acuerdos a los que habíamos llegado con el gobierno de China eran absolutamente, no sólo convenientes, sino realizables y lógicos dentro del plan nuclear argentino.

Ese plan nuclear que a lo único que tiene que obedecer es a los intereses nacionales, a nada más, no a un alineamiento automático ni con unos ni con otros, simplemente a lo más conveniente para la Argentina, para su desarrollo, para su perspectiva y para su pueblo. 

Entonces, yo no tengo duda de que, además de todo lo que dijimos, acá lo que se está haciendo es tratar de congraciarse con el gobierno norteamericano, o más directamente ejecutando órdenes del gobierno norteamericano con respecto a las capacidades nucleares de la Argentina. No sólo por los usos pacíficos que siempre ha hecho Argentina de la tecnología nuclear. Estuve hace poquitos días visitando Dioxitek, estuve visitando también el Centro de Medicina Nuclear en Formosa, esos son usos pacíficos como es la energía, pero son capacidades que Argentina ha construido con el paso del tiempo y con enormes inversiones colectivas.

O sea que yo no tengo ninguna duda de que el objetivo es, además de todo lo que dije, generar un negocio, porque estamos en un gobierno de mercachifles que tienen, lo veíamos estos días, se conocieron más datos sobre la cuestión de las criptomonedas y la criptoestafa, también con la idea de modernizar y ponernos en el mundo del dinero digital y de las cripto, la verdad que lo que hicieron es un acto, cometieron un ilícito y un acto de corrupción en nombre de poner a la Argentina para financiar a pequeñas empresas. Lo que tiene de particularidad es que ese mensaje que publicó Milei esa noche, que hablaba, creo que fue el 14 de febrero, que hablaba de, por única vez salió de su boca o de sus manos hablar de las pymes, hablar de la producción, hablar del empleo, y era para concretar una estafa y afanarle plata a muchísima gente a lo largo y a lo ancho del planeta.

De nuevo, valiéndose de un discurso más o menos de moda para generar un negocio para pocos, en este caso lo que está en riesgo, lo que está en juego es algo demasiado importante, estratégico, central para el desarrollo o futuro de la Argentina. Así que, creo que en este sentido lo que hay que hacer es darse una política, en primer lugar, aunque hay tantos temas abiertos de una agenda tan diversa de riesgos, de peligros abierta a la vez, creo que hay que darse una política de explicar, difundir, generar conciencia sobre lo que esto significa, porque como es un tema además complejo, como no se entiende bien, como además tuvo tanto tiempo desprestigiada de alguna manera o sujeta a discusiones ambientales, etcétera, la cuestión de la energía atómica, creo que hay que hacer un esfuerzo para explicar bien qué es lo que está en juego y qué es lo que está en riesgo y en peligro. Pero para eso, por supuesto que lo que hacemos hoy es poner a disposición todo lo que esté a nuestro alcance, además creo que 60 y pico, 63% de la energía de origen nuclear se produce en la provincia de Buenos Aires, buena parte del aparato tecnológico, universitario e industrial vinculado a las industrias y a la producción de energía nuclear y otros usos de la energía nuclear y de estas tecnologías están en la provincia de Buenos Aires, así que no tengo que dar explicaciones sobre por qué el Gobierno de la Provincia se involucra en esta discusión, ni hablar de la experiencia clara, evidente, transparente de lo que ocurrió con las privatizaciones en la Argentina. Siempre se venden con este discurso de eficiencia, de ahorro de recursos, de sacar al Estado de áreas en las que no debería estar y el resultado es destruir capacidades, darle negocios a privados y a eso agrego poner en riesgo comunidades, pueblos, regiones enteras, como fue con el ferrocarril, como fue con tantas cosas, como fue con YPF también, o con Aerolíneas, tantas cosas que en nombre de un discurso modernizador, de la eficiencia, de la rentabilidad, se malvendieron y luego generaron un daño en capacidades estratégicas, un daño económico y un daño social, y diría, casi un daño territorial a la Argentina, privándola también de desarrollos locales que tienen que ver con estas cuestiones.

Así que, no hay mucho que explicar. El Gobierno de la provincia de Buenos Aires lo hemos hecho, pero lo vuelvo a hacer, manifiesta su preocupación, pero además su rechazo al proceso de privatización en curso y la defensa del sector de la energía nuclear y del sector nuclear en su conjunto. Así que ese es nuestro compromiso. Cuenten con nosotros. 

Hoy un hecho que tiene que ver con darle visibilidad política, pero también seguir trabajando con estas cuestiones desde y con los recursos del Gobierno de la provincia de Buenos Aires para atender esta cuestión y para detener el vaciamiento y el saqueo. Agrego lo último, yo sé y soy consciente de lo que está pasando con los trabajadores, trabajadoras de cada uno de estos sectores, del sector científico, universitario, pero hoy podríamos hacerlo extensivo también al sector privado, industrial, en muchas ramas de la producción donde hay despidos, cierres.

No es muy distinto hoy. Y un ataque en lo salarial también y en las condiciones de trabajo. Así que es transversal a muchísimos sectores o a muchísimas áreas y también al sector privado, al sector público, provincial, municipal y nacional.

Así que, yo en ese sentido expresar mi solidaridad, mi acompañamiento y decirles, no sé si es un llamado demasiado atractivo, pero lo quiero formular así, quedan dos años de este gobierno, quedan solamente dos años de este gobierno, así que se ha aguantado hasta acá. Necesitamos que haya un proceso de detener este avance, de resistir y de construir lo que va a venir después. Así que, muchísimas gracias a todos y a todas.

No hay forma de resistir esto sin ofrecerle al pueblo argentino, a la sociedad argentina una perspectiva para adelante y la perspectiva, por lo menos en lo que a nosotros respecta, es de seguir desarrollando el sector nuclear, de seguir desarrollando la tecnología y de seguir desarrollando nuestra soberanía en materia energética y, particularmente, de energía nuclear. Muchísimas gracias.

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