Acto homenaje a Antonio Cafiero
Muchísimas gracias a todos y a todas. Me hicieron hoy como presente, de parte, bueno, me lo dio Ana, supongo que de parte de la familia, lo que son las memorias de Antonio.
Yo quiero contar una pequeña intimidad, que es que hoy vivo en la casa donde vivió Antonio. Que tiene una preciosa, una hermosísima biblioteca. Es una casa preciosa que cuando la recibimos, ustedes saben, conocen la historia, o más o menos, porque no ha sido del todo contada, se caía a cachos. Venía de muchos años sin mantenimiento, venía de muchos años sin habitantes. Particularmente mi predecesora, la gobernadora anterior, que decidió no vivir en La Plata, en la capital de la Provincia, no vivir en la residencia de los gobernadores. Todavía hoy pasan los vecinos y vecinas de La Plata, tocan bocina, saludan, diciendo, cuando uno sale a lo improvisado a la explanada, te dicen ‘qué bueno que el gobernador, que su familia, viven en La Plata’. Yo digo qué malo que pensaron que se podía gobernar la Provincia desde afuera de la Provincia y desde afuera de su capital. Pero quiero decir que estaba destruida, goteras.
Una vez, me acuerdo cuando empezamos, los primeros días se puso a llover, esas lluvias muy copiosas y bueno, uno en su casa, normal, pone un baldecito, cuando empiezan las goteras. Acá no sé, eran 40 recipientes, baldes, porque tiene unos techos, recién ahora se están terminando de arreglar los techos. Pasa eso con todos los edificios, pasaba con toda la Gobernación. La Gobernación estaba caída a cachos, todos dicen esta es la Provincia más importante de la Argentina, a mí que me tocó recorrer muchísimas, creo que todas, casi, las provincias de la Argentina, esta era la peor Casa de Gobierno de las 23 provincias argentinas, esta era la más abandonada.
Por eso, yo creo que haberla pintado, haberla puesto en valor, tanto la Residencia como la Casa de Gobierno, no sólo es un hecho de infraestructura, no sólo es una deuda que tenemos con la capital, sino es algo de reconocer el valor y la identidad de nuestra Provincia y de su capital.
La Plata es la capital de la Provincia de Buenos Aires, y es una capital que también ha sido mucho tiempo, ¿no? mucho tiempo dejada de lado, no era sede del gobierno, cuando lógicamente tiene que serlo, algunos dicen por la cercanía de la Capital Federal, que ahora también está en un proceso de unitarismo y centralismo donde la quieren desnaturalizar a la Ciudad de Buenos Aires que era nuestra antigua capital. Es la Capital Federal y se la quieren tomar como si fuera un territorio, una provincia más, separada, que no tiene nada que ver y además ahora se suma un Gobierno nacional que quiere tirarle todas las responsabilidades a las provincias. Me parece que en todo esto, de Milei y de esos intentos de desnaturalizar la Capital Federal hay una idea de país, en el fondo, que para repasar alguien puede decir ‘está bien o está mal’, yo lo que digo es que en vez de meditar, pensar y reflexionar, lean nuestra Constitución Nacional, para eso está y ahí se va a entender bien qué papel tiene un gobierno nacional hoy ausente, hoy desertor, qué papel tiene cada una de las provincias y que esa no es una ciudad cualquiera, es de todos y todas los argentinos y argentinas, es la capital de nuestro país y me parece que sería muy injusto para nuestra Provincia entregarla en su carácter de su capital. Sería muy injusto porque a esta provincia le costó sangre.
Y acá estamos en la ciudad capital hoy haciendo un acto de reconocimiento, un acto de memoria. La verdad que veo muchísimo público presente pero viniendo para acá repasaba que Antonio tuvo 10 hijos, 40 nietos, 50 bisnietos, así que, los 100, el centenar y han venido muchos. Yo quiero saludar especialmente a los menores de los Cafiero, a los bisnietos de Antonio, muchas gracias.
Muchas gracias por estar, muchas gracias por acompañarnos, y bueno, quiero entonces agregar poquito a lo de Julio. Julio siempre que habla, porque Julio ha sido testigo, protagonista de una parte importantísima de la historia que contó. La cuenta como quienes la repasamos y no la vivimos, por lo menos entera, Julio la conoce muy bien, estuvo en casi todas estas etapas que contaba, el mejor intendente en la historia de La Plata.
Y si le faltaba algo a la obra de Julio, creo que hoy lo estamos rindiendo. Yo decía, es por historia, es por memoria, es para celebrarlo, pero, sobre todo, ponerle a la diagonal 74, al ingreso a la ciudad de La Plata, el nombre de Antonio Cafiero es una cuestión de justicia.
Estamos hoy recordándolo a 10 años de su muerte. Y decía Julio, en un exceso de generosidad, marcaba elementos que saltan a la vista, para mí es muy importante decir, algunos que obviamente me son familiares. Antonio comienza, según dicen sus memorias también, porque ¿cuál era la anécdota? Vuelvo a la anécdota, que la biblioteca, es una biblioteca enorme, preciosa, de guaserí, de madera, una biblioteca histórica. Y bueno, hay que llenar esa biblioteca. Entonces, hay dos cosas que llamaban la atención: una es que habían traído muchos volúmenes de actas de la Legislatura, como para vestir la biblioteca, sobre todo porque no la habitaban. Entonces, vestir la biblioteca, que es muy difícil de llenar. Entonces estaba llena de actas.
Entre esas actas y documentos y memorias de gobierno, algunos centenarios, había material histórico que no estaba clasificado en ningún lado. Así que hoy quiero decir, en un pequeño acto de restitución, vinieron los responsables del Instituto Levene y de la Biblioteca de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires y lo devolvieron donde tiene que estar, como documento histórico, preservado, restaurado. Entonces, había un montón de lomos de esos antiguos, viejos, grandes librotes de actas de gobierno, o de memoria de gobierno, había de la época de Perón, había un popurrí de cosas, había algunas del siglo XIX y había otro segmento enorme de la biblioteca, enorme, que tenía los libros de Antonio Cafiero. Así que muchos de estos libros los he recorrido, no puedo decir que las 600 páginas de la memoria me las he leído pero sí forman parte hoy de nuestra cotidianidad. Saben que mi compañera es doctora en Letras, así que ha llenado buena parte de la biblioteca, otra parte yo. Y vamos tratando, pero bueno, ya no está lo que hacía, lo que llenaba el lugar, lo que hacía de relleno.
Sí han quedado los libros de Antonio, así que si alguno quiere recurrirlo, yo lo voy a dejar, es patrimonio hoy de la Casa de Gobierno de la Provincia pero, por supuesto, les pertenecen. Muy prolífico, estudiante de Ciencias Económicas de la UBA, de la UBA, militante allí político, luego ministro de Comercio Exterior, si no me equivoco, el más joven del Gabinete de Perón.
Imposible compararse con Antonio, imposible, no, no, no, ni pretendo, pero tremenda trayectoria y con momentos importantísimos de la historia argentina. La historia argentina y la historia de la provincia de Buenos Aires y la historia del peronismo de la provincia de Buenos Aires y nacional se pueden contar contando la historia de Antonio Cafiero.
Luego de eso, con la Revolución Libertadora obviamente sufre persecución, obviamente es proscripto, es encarcelado, la verdad que una historia de lucha, forma parte también de la Resistencia Peronista, así que momentos críticos. Y luego, porque uno dice, esa vida te puede dejar historias, te puede dejar memorias pero el hecho importante, en el caso de Antonio, es que eso se convierta en práctica, que eso se convierta en conducta.
Entonces, cuando uno recuerda algunos episodios, yo voy a ser muy breve también, pero cuando uno recuerda los episodios que tuvieron que ver con la recuperación del peronismo después de la dictadura, su camino de militancia, luego después de una enorme derrota que había dejado al peronismo, bueno, como tantas derrotas que hubo, que lo había dejado con baja, sí, sería algo así, iba a decir autoestima, pero algo así, como con baja convicción acerca de que se podía recuperar, de que se podía poner a funcionar, que se podía recuperar la Provincia, el país, que se podía de nuevo, ¿no? Tantas veces, a través de la proscripción, de la persecución tratan de dar por muerto el movimiento peronista y la verdad que Antonio fue un ejemplo en ese momento, en el momento donde más se necesita de hombres fuertes, experimentados, con convicciones, con don de gente, ¿no?, que inspiran respeto.
Así que me parece que tuvo un papel, no solo central ahí, sino también tuvo un papel que ese ya sí lo recuerdo, siendo chico, cuando Argentina estaba condicionada y hackeada por esos levantamientos militares. Eso, hace poco también, hace no tanto con Julio, estuvimos homenajeando acá en la ciudad de La Plata también a Raúl Alfonsín. Y Cafiero. Así como recordábamos Perón-Balbín, Cafiero con Alfonsín también marcan uno de esos momentos donde el peronismo, a veces, tiene una generosidad no correspondida, ¿no? Porque cuando no gobierna el peronismo, muchas veces los gobiernos de derecha, los gobiernos gorilas se dedican a decir que el peronismo… Cuando no lo persiguen y lo proscriben, que es algo espantoso y con lo que no hay que juntarse. Los peronistas siempre ponemos el hombro. Así que esa imagen de Antonio junto a Alfonsín en el balcón, yo creo que deja un verdadero ejemplo indeleble de dónde tenemos que estar parados los peronistas cuando la historia nos necesita.
Luego de eso, obviamente, un intelectual, combinar las tareas de militancia, las tareas de la política con la tarea intelectual, con escribir, con estudiar, con formarse, la verdad que también es algo poco frecuente. A veces la gestión, o la lucha política requiere tanta intensidad, deja tan poco tiempo, que no hay lugar siquiera en tiempos, que no hay lugar parece ni para reflexionar, ni para discutir, ni para pensar, ni para compartir. Y ahí también hay un punto para mí importantísimo de Antonio porque, entre el legado que dejan los hechos, que nos deje su pensamiento, que deje estos libros, que deje a la economía peronista, que a veces falta o carece de intelectuales, de autores que la pongan sobre la letra, entonces hacemos la experiencia, tiene resultados y después eso, a veces, parece perderse en el tiempo y no se recupera porque no ha está documentado, no está escrito, no está descripto y tampoco, a veces ni siquiera, está discutido y debatido con otras corrientes de pensamiento. Así que no es frecuente tampoco tener un intelectual, tener un intelectual que se dedica a la economía del peronismo y tener un intelectual que se dedica a la economía, que la escribió, que la hizo y que la defendió.
Y para terminar, obviamente, tenía varias frases, varias citas, varios fragmentos de Perón, de Cafiero, pero hay uno que utilicé que es bastante recurrido, pero que me parece que hay que estar a la altura también, que lo hice creo que el día que asumí, el día que asumí. Sí, que mencioné una frase, que fue el cierre del discurso cuando recuperamos la provincia de Buenos Aires y recuperamos, también, el Gobierno nacional. Así que, decía Antonio ‘el que sueña solo, sólo sueña y el que sueña con otros hace historia’. Linda frase, linda consigna, pero es en sí una invitación, un imperativo y un programa. Muchas gracias.