Cierre del ciclo “Debate al Futuro”

Compañeros, compañeras, vecinos y vecinas de La Plata, sé que estamos saliendo también por streaming, sé que se desbordó la convocatoria, veía un montón de gente afuera con una pantalla. Quiero empezar agradeciendo primero al lugar donde estamos. Estamos en el Teatro Argentino de La Plata, estamos en la Sala Ginastera, estamos en una sala que había sido cerrada por la derecha y que fue abierta por el gobierno popular.

Así que agradecerle a Ernesto, a los compañeros y compañeras trabajadores del Teatro, trabajadoras del Teatro, por el afecto y por el laburo de todos los días. Hoy nos acompañan intendentes, funcionarios, gente de sindicatos, gente de organizaciones acá en las primeras filas, pero muchísimos que se han dado cita hoy.

Así que voy a empezar con lo que tenía planeado dando una pequeña explicación anticipada de qué es lo que quiero hacer hoy, a qué quiero dedicar este encuentro. En primer lugar, dejar en claro, Chucky, te agradezco, le agradezco a “Barrios de Pie” por la convocatoria.

Muy acertada porque sé que hoy está un poco sobrecargado el ambiente, que hay expectativas, que hay cosas, así que quería ver si podía poner más blanco sobre negro, qué estamos haciendo y por qué. Y qué no voy a hacer y por qué.

Resulta que hace un tiempo el compañero me venía diciendo que estaban armando un ciclo de charlas, de conferencias, de debate abierto con el tema de la construcción del futuro, con el tema de debatir el futuro, y bueno, que había varios encuentros, y me pidió hace mucho tiempo ya si podía hacer el cierre. Después se pusieron a buscar un lugar, yo les di una fecha y una hora, fíjense que esta hora a la que convocamos tiene que ver con que vengo de Punta Indio, de laburar de gobernador de la provincia de Buenos Aires abriendo una escuela, entregando una ambulancia como todos los días, como todas las horas, junto con los compañeros y compañeras de la gestión, con los compañeros y compañeras intendentes. Entonces como teníamos el día muy presionado y después tengo otra actividad, pusimos este horario en el que les agradezco realmente el interés y  la participación porque es un horario donde todos estamos a mitad de día.

Así que vengo a hacer el cierre de este ciclo de charlas, de conferencias, de discusiones sobre el futuro, que tuvo diferentes capítulos, que una parte se hizo en la Casa de la provincia Buenos Aires, allá en Ciudad de Buenos Aires, algunas se hicieron virtuales, son varios encuentros, este sería el encuentro de cierre.

Yo le quiero dar el carácter que tiene, que es parte de un ciclo de formación. No es ni un acto ni un espectáculo teatral, es un ciclo de formación política. Donde, voy a decir, que hace no mucho tiempo acá en La Plata invitado por el intendente de La Plata, Julio Alak, también estuvo participando en el Coliseo Podestá de un ciclo de formación política.

Y fíjense qué paradoja, porque en una época donde se habla del desinterés, de las redes sociales, de la superficialidad, de la falta de vocación, de atención de los jóvenes, bueno, de la gente en general, de la podredumbre con respecto a la situación y a la discusión política, cada vez que se que se prepara, que se convoca a un espacio de discusión, de formación, de reflexión, explota. Explota.

No, para prestar atención también cuando esas olas o esas corrientes de opinión o, por decir así, maniobras de marketing, sobre todo las que están destinadas a que la fuerza política, el campo popular se sienta desilusionado, decepcionado, cansado, harto y baje los brazos, cada vez que se intenta instalar ‘a la gente la política ya no le importa nada, estamos en un momento de movilización’, qué se yo. Yo creo que se corre un riesgo muy grande que es que quienes tienen la responsabilidad de organizar, de coordinar, de preparar, se la crean, ¿no? Cuando son maniobras de nuestros adversarios, cuando son maniobras encaminadas a generar un estado de ánimo derrotista, el derrotismo, ¿no? El derrotismo. Y bueno, hay muchas manifestaciones.

El otro día el Coliseo también se llenó, dimos una charla sobre, también, cuestiones medio áridas de formación política. Áridas pero para mí muy importantes, muy interesantes. Así que yo, sin saber que esta iba a ser esta fecha, donde pasan tantas cosas a la vez, hay tanta expectativa, había preparado un pequeño diagrama de las cosas que quería compartir con ustedes. Sé que en los otros encuentros hubo alguno de economía, otros de otros temas, llevaron como dos horas, pensaba reducirlo más, pensaba reducirlo más, pero no voy a desistir de ese programa, no voy a desistir de ese plan. Voy a hablar un poco de lo que tenía planificado armar y voy a honrar lo que estamos haciendo hoy, que es dar un encuentro de formación política o participar de alguna manera en un debate acerca de las cuestiones políticas del presente.

Es decir, que no es esta una conferencia de prensa, ni es un anuncio, ni es una tribuna, es un encuentro de formación política.

Lamento decepcionar a muchos, pero capaz que aprovechamos para algún desprevenido, que algún desprevenido pueda escuchar estas cosas, reflexionar un poco más y salir de ese tire y afloje. Obviamente voy a dar opiniones polémicas, sé que esto va a ser, de nuevo, bastante escuchado en otras claves, pero me voy a ceñir al programa original y a la invitación original.

Así que pensaba hablar, y lo voy a hacer, voy a hacer un esfuerzo de brevedad porque tengo muchas reflexiones y opiniones mías, hipótesis, tesis sobre lo que está pasando, polémicas algunas, la gran mayoría, que no necesariamente compartimos, pero bueno, quería ponerlas sobre la mesa porque es un poco, cómo yo y varios compañeros y los que tenemos oportunidad de hablar, estamos pensando el presente.

Así que quiero hablar un poco de la situación internacional, lo voy a hacer muy brevemente, pero quiero hablar de la situación internacional. Primero, porque estoy convencido de su importancia. Segundo, porque somos peronistas y sabemos que para Perón la política es, antes que nada, política internacional. Y que nada se entiende o se entiende mal y se erra si no tiene en cuenta un contexto que esté un poquito más encima del diario del día, o de los tuits de hace 2 horas, o de tal cosa, tal otra, o de tal reunión o de tal otra. Así que quería ponerlo un poco en ese marco.

A eso me dediqué en la exposición que hice en el curso de formación que organizó Julio, que aprovecho para decir que se va a repetir y que también voy a participar.

Luego voy a hablar… De lo internacional, voy a pasar a hablar de lo nacional, voy a hacer no una larga historia o una larga secuencia que nos lleva al presente, que sería lo adecuado, lo lógico, lo necesario, pero bueno por cuestiones de tiempo me voy a referir especialmente a lo que nos preocupa y nos ocupa que es el gobierno de Milei, ¿no? Es una breve, pequeña caracterización de por qué Milei y qué es Milei, qué es Milei y qué representa Milei.

Lo voy a nombrar varias veces así que les pido que no nos dediquemos cada vez que lo nombre a expresar nuestra opinión, que comparto, acerca del personaje porque va a ser… va a ser un poco tedioso.

Y bueno, como decía, pienso manejar otro registro que no es el de una plaza, ayer lo hicimos en Plaza Malvinas, hacemos todavía plazas del pueblo, todo eso, pero lo voy a tratar de hacer como una pequeña contribución de ideas sobre estos temas, del Gobierno de Milei, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, vamos a hablar un poco de qué es y qué consideramos que está ocurriendo en la provincia de Buenos Aires desde que nos tocó hacernos cargo de este desafío, el desafío, miren lo que voy a decir, creo que el más difícil que me tocó en la vida y fui ministro de Economía de la Argentina. Así que tiene una envergadura, la verdad de una complejidad enorme y más en tiempos de Milei. Me voy a referir a eso y luego voy a hablar un poco del futuro, lo que pueda hacer, pero si ustedes prestan atención voy a ir desgajando, voy a ir arrojando, dejando algunos mojones con respecto a qué creo que aporta para el futuro esta descripción y este cuadro que voy a hacer, tanto de por qué llegó Milei, de qué se trata el gobierno de Milei, como de la situación internacional.

Es decir que todo el tiempo voy a estar hablando del futuro, porque la verdad si no comprendemos, si no discutimos, si no analizamos, si no debatimos y hasta nos peleamos sobre qué pasó en el pasado, la verdad es que creo que no hay ningún futuro. Así que vamos a discutir un poco, a riesgo lógicamente de ser polémico.

Empiezo por lo internacional y lo trato de sintetizar. El mundo está viviendo una etapa de transición, ¿no? Una etapa de transición. Creo que a nadie se le puede escapar, abriendo un diario, que están pasando cosas nuevas, que se van mezclando fenómenos desconocidos, anuncios un poco inesperados. Es una etapa de mucha turbulencia y mucha incertidumbre a escala internacional. O sea, que yo digo un tiempo de transición, pero agrego, una transición desde no se sabe bien dónde hacia vaya a saber qué, ¿no? O sea, que es un tiempo de transición, es un tiempo de transformaciones, es un tiempo de cambios vertiginosos, de novedades, pero sobre todo de incertidumbre y sobre todo de inestabilidad. Y sobre todo, como toda etapa de transición, con claroscuros, con dudas, con fuerzas que pujan, es decir, una transición no es algo ordenado. Toda transición es un momento de crisis y de disputa. El mundo está en disputa.

Hoy hay una enorme disputa. Hace poquito eran guerras que aparentemente están, los conflictos bélicos o alguno de ellos tratando de cerrarse, pero siguen las guerras. Continúan las guerras. Es decir, que estamos ante un mundo, la verdad, feroz, hoy feroz. Con novedades muy llamativas y como decía recién, bastante inesperada, que vale la pena pensar si queremos hablar del futuro, ¿no? Del futuro de la Provincia, del futuro de la Argentina. Porque la verdad que el proyecto de país que planteemos y que debatamos tiene que estar inscrito dentro de una situación internacional. Si no sabemos cuál es, ni para dónde va, ni qué está ocurriendo a nivel internacional, es muy difícil decir, ‘yo quiero hacer esto’, porque se corre el riesgo de anacronismo, de utopía inalcanzable o de, a veces, farsa. De decir, prometer o plantear cosas que son imposibles en una etapa.

¿Qué está pasando en el mundo? Ayer pasó algo muy importante. Probablemente el otro día que hablé de la situación internacional largamente, como lo hice sin conocer lo que ocurrió ayer, creo no haberme equivocado, no digo que uno tenga una bola de cristal o que yo hablo en primera persona, pero somos muchos los que pensamos estas cosas, pero la verdad lo que ocurrió ayer, no sé si lo anticipamos o lo anunciamos, pero más o menos el curso de lo que estaba por pasar, lo que pasó ayer con Trump estoy diciendo, lo de alguna manera lo prefiguramos. Entonces me voy a referir a lo de ayer y después desgajarlo un poco. Voy a dedicarle un ratito a eso.

Ayer Trump dio uno de los volantazos más grandes del último tiempo, ¿no? De los últimos tiempos, de las últimas décadas probablemente. Obviamente que pasa desapercibido en el marco de tantas, de tantas novedades y tantos líos, pero Trump ayer, veremos cómo se desenvuelve, pero dio inicio a una suerte nueva etapa y nueva era. Dio inicio. Si va a pasar, no va a pasar, ¿qué profundidad tiene? ¿Qué prolongación? ¿Cómo sigue? No lo sé, pero esa fue la intención. Ayer Trump anunció que era el día de la liberación de Estados Unidos. Y escuchen por dónde estamos y quiénes somos, dijo que se iniciaba la independencia económica de los Estados Unidos, que estaba haciendo la declaración de la independencia económica.

Ustedes recordarán que Perón este planteó después de la independencia de 1816 que hacía falta una independencia económica y declaramos en Argentina la independencia económica. Bueno, Trump ayer declaró la independencia económica de la primera potencia mundial.

Y bueno, si le carga tantas tintas, si pone, juega una carta tan fuerte, algo estará pasando y él mismo registra y la política norteamericana y mundial, registran que está pasando algo que sea digno de ponerle un rótulo así de grande, así de ampuloso. Ayer Trump rompió, cambió el curso de la política económica norteamericana, eso es cierto, de las últimas décadas con el anuncio de ayer. No es que antes no se hubiera prefigurado, no es que los primeros días de desde la asunción de Trump se está empezando a ver, no es que en la primera presidencia de Trump, eso también muy llamativo, Trump acusó a todos los gobiernos anteriores de hacer todo mal y recordemos que el anteúltimo gobierno anterior fue él mismo.

Dijo, ‘todos los que me presidieron hicieron todo mal’.  Y omitió decir que uno de ellos era él mismo en su primera presidencia, pero en algún punto tiene razón porque lo que anunció Trump hoy es muy distinto de lo que hizo Trump en su primera presidencia. O sea, que estamos ante un un cambio, un grito dice él, ‘liberación de Estados Unidos’, se liberó Estados Unidos ayer. Y declaró su independencia económica. O sea, ¿qué pasó? ¿De dónde viene? ¿Por qué?

Bueno, en concreto, lo que hizo Trump es anunciar una batería de tarifas, de aranceles, ni siquiera a determinados productos, a países enteros, casi a bloques de países, muy, muy elevados. Entonces, obviamente, ¿qué es una tarifa, un arancel? Un impuesto a la importación. Un impuesto a la importación, quiere decir que se importa un bien o servicio del exterior y le pone un impuesto porcentual. Si sale 100 y el impuesto de 10%, en Estados Unidos hay que pagar un 10%, o sea que sale 110.

El tema es que declaró, o anunció, aranceles que llegan a cifras como 34%, 35%, aranceles muy muy elevados, casi en cielo despejado, de un día para el otro. Fíjense, si la economía argentina hiciera lo que hizo Trump ayer, poner aranceles de 30, 25, 25 a todos los autos, a todos los automóviles que ingresan a Estados Unidos. Pero le puso a todos los productos chinos, 34. Le puso a los productos europeos que entran a la economía norteamericana, 20%. Y después Milei festejaba, iba a decir uno de los papelones más grandes de su gobierno, pero es muy difícil el ranking de los papelones, pero es muy difícil ¿no? El top ten ya está ocupado.

Pero ayer festejaba que, por su amistad con Trump y todo el trabajo que ha hecho, de trabajo digamos de succión de calzado, ¿no?, lamer bota como viene haciendo, pero anunció, dijo Milei que había sido beneficiado por ese vínculo especial de obsecuencia que entabló con Estados Unidos, particularmente con Trump. Bueno, el 10% de arancel que le puso a Argentina lo tiene también el gobierno de Petro, que en lugar de humillarse cuando Trump hace algo que perjudica a Colombia, lo enfrentó. Tiene el mismo arancel Lula, que teóricamente es, según Milei, un comunista, un socialista. Lo tiene también Boric, que también tuvo sus enfrentamientos con Estados Unidos.

O sea que para Milei lo que hubo ayer, la verdad, es la comprobación de que la política de sumisión, se llamaba antes relaciones carnales para no poner en verbo esas palabras, pero esa política no le ha servido a Milei absolutamente de nada en materia de vínculo comercial con Estados Unidos.

Le clavó el arancel, como le clavó a muchísimos países de América Latina más o menos en la misma condición, le guste a Trump, no le guste a Trump, el presidente sea o no chupa medias de Trump. Es decir que lo de ayer, tratar de festejar el fracaso de la política exterior de Milei que observamos ayer, la verdad que llama la atención.

Pero, ¿cuál es el punto? Trump declaró que casi todos los productos de importación de Estados Unidos van a tener un impuesto, una tarifa, un arancel a las importaciones. Es una novedad. Siendo economista, digo, una novedad relevante, importantísima, parte aguas por varios motivos, es decir, cambia la organización del mundo.

Obviamente, no es este hecho, es una sucesión de hechos, un cambio de movimientos de capas tectónicas, de cuestiones políticas, económicas, de moneda, son montones de cosas, pero esto de ayer fue una declaración fuerte, un grito, y un cambio muy fuerte en las condiciones del comercio mundial. Estados Unidos declaró el fin del libre cambio, el fin del libre mercado.

Y esto, obviamente, yo tratando de ser muy breve porque se pueden decir un montón de cosas sobre por qué, por qué ahora y por qué de esta manera y cuáles son los antecedentes, cuáles son las causas que uno podría esbozar, pero sí lo que quiero decir es que es una especie de detonación. Y digo detonación porque ustedes saben que la palabra guerra puede ser una guerra convencional, una guerra militar, pero también se ha hablado históricamente de guerra de monedas en economía. ¿Cómo sería la guerra de monedas? Devaluar la moneda, uno para conseguir una ventaja, abaratar los productos propios y poder entrar a otro mercado y tener alguna ganancia, o guerras comerciales. Las guerras comerciales son instrumentos económicos para favorecer las ventas tuyas y entorpecer los ingresos de productos importados.

Todo eso era más o menos oculto, más o menos habitual, venía pasando, pero bueno, Trump ahora, a cara descubierta, acaba de declarar una guerra comercial al mundo entero. Él dijo, ‘amigos y enemigos’. Y a veces nos trataba amigos y enemigos, y a veces nos trataban mejor los enemigos que los amigos. Así que le puso aranceles a Canadá, le puso arancel un poco más bajo que Europa, al Reino Unido, a Inglaterra, del 10%. Pero no se salvó nadie.

¿Qué quiere decir esto? Bueno, varias cosas, sus efectos económicos, lo pongo acá sin analizarlo mucho, pero quiero hablar de lo obvio, si esto es importado y sale 100 y acá se paga supongamos 100 y le ponen un arancel de 25%, mañana sale 125. Entonces, los productos que son de importación forzosa del exterior se van a encarecer. Naturalmente, por el arancel.

Es decir que habría que esperar, por lo menos como efecto inmediato, que los precios de todos esos productos importados, después hay mucho para evaluar, pero todo eso sube un montón en Estados Unidos, 25%, 30%. Es decir que es un cimbronazo mayor, un terremoto en la economía norteamericana. ¿Cuál es el objetivo? Explícito. Presten mucha atención. Reindustrializar Estados Unidos. Crear trabajo en Estados Unidos. Relocalizar empresas que se fueron al exterior en Estados Unidos y que se abran nuevas empresas a una extranjera en Estados Unidos.

Tomar buena nota de esta situación, porque lo que tenemos es que el presidente de la principal potencia mundial, o la principal o segunda, depende la estadística con China, está planteando que su plan político es crear trabajo en Estados Unidos, que haya más producción, que se fabriquen los autos que se fabrican afuera, en Estados Unidos, porque de corto plazo, ¿qué pasa? Si sube 35% o 25% importar un auto, puede ser que se genere un espacio de rentabilidad para producir ese auto en Estados Unidos. O sea, que el propósito es relocalizar, traer la producción industrial a Estados Unidos que se fue.

(Gritan ‘viva Perón’)

Sí. Las comparaciones, históricas, siempre son complicadas. Yo lo que simplemente quiero hacer, sin excederme de eso, es decir, este nuevo presidente, o viejo nuevo presidente de Estados Unidos está haciendo algo que nunca se había hecho en el último tiempo, pero peor. Entonces, ¿se entiende?

Como efecto inmediato se presupone que van a subir los precios fuerte y no sé qué va a pasar con los salarios, con los ingresos, o sea, puede ser que haya un salto inflacionario en Estados Unidos. Puede ser que eso no se vea reflejado en los salarios, pero entonces que haya una pérdida de poder adquisitivo para determinados bienes, que se encarezcan determinados bienes que son industriales, pero también habló de los pequeños productores agropecuarios.

Dijo, ‘nos están estafando’. Hasta los productores de, no sé, lácteos, maíz, fruta, hortalizas, no pueden producir en Estados Unidos porque vienen productos importados. Bueno, subamos los aranceles, encarezcamos lo importado, produzcamoslo acá. Y apunta a crear muchísimos puestos de trabajo y generar inversión y más industria.

Varios comentarios sobre esto. Esta fue la medida de ayer, es totalmente disruptiva. Hoy a Trump está dividido, lo están, algunos, sosteniendo, hizo la presentación, lo hizo pasar a hablar al jefe de uno de los sindicatos automotrices de Estados Unidos, que defendió esta medida, tenía ahí productores agropecuarios, planteó una política que él dijo, ‘esto es el famoso Make America Great Again’, ‘hagamos grande de nuevo a Estados Unidos’. Y otra cosa que viene diciendo, ‘América primero’. ‘América primero’.

No voy a hacer una apreciación sobre si esto está bien o está mal, simplemente quiero hacer varios comentarios. Primero, que esto va a contramano de, diría, ayúdame Carli, Augusto, el 70, 80, Juan, 80, Silvi, 80, 90, 100% de la teoría económica y la política económica que se enseña en todas las universidades del mundo sobre lo que hay que hacer en un país, en contra. Acaba de quemar todas las bibliotecas, los manuales, los libros y varios premios Nobel. Porque hasta ahora el pensamiento oficial, el consenso general era el libre comercio.

Y que cualquiera que ponía un arancel, cualquiera que ponía un impuesto a la importación, trabas a la importación estaba cometiendo un craso error que iba contra la eficiencia, contra el bienestar, contra los salarios, contra… Es una enorme discusión. Pero ya no era una discusión. El pensamiento convencional, el pensamiento económico, casi unánimemente dice que esto que hizo Trump ayer es un pecado, una herejía y un desastre.

Hay que buscar muy profundo en algún lugar o muy atrás en el tiempo para encontrar quién defiende este tipo de políticas y con qué teoría. ¿Él qué dice? Él dice, ‘yo lo hago porque en realidad otros países nos ponen restricciones a nuestras exportaciones’. Es como una venganza, o como una respuesta, o como un desquite de lo que le hacen otros países.

Y planteó una serie de presuntos aranceles que le ponen otros países que todo el mundo decía que no están fundamentados, hoy estaba viendo un documento de como 200 páginas que escribieron explicando por qué ellos le ponen un arancel de 34% a China, pero dicen que China les pone un arancel del 70%, como dicen ‘entre el tipo de cambio, el precio de la energía, bla bla bla bla, nos están haciendo una guerra comercial, que no habíamos visto’.

Y todos los presidentes anteriores, incluye a Trump, versión uno, eran estúpidos, entreguistas, porque no defendían a Estados Unidos. Se dejaron estafar.

Bueno, ¿de qué estamos hablando? Y de un cambio muy fuerte. Yo digo, ningún presidente y menos de Estados Unidos hace algo así, de esta virulencia, de esta falta de de inercia temporal y de consenso temporal si no tiene una urgencia, si no está pasando algo complicado y grave a lo que hay que responder, porque es una medida muy dura.

¿Y qué es lo que está pasando? De esto hablé más extensamente el otro día. Y bueno, que hace tiempo el lugar que tenía Estados Unidos dentro de la economía mundial, dentro del concierto de los países y la geopolítica, lo digo más sencillamente, el lugar que ocupa Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y más fuertemente desde mediados de la década de los 70, que es el lugar de primacía, de hegemonía, el centro de un imperio, si me permiten decir, que se termina de consolidar cuando se cae el Muro de Berlín, cuando se cae la cortina de hierro, donde aparentemente, después de la Segunda Guerra había dos sistemas que estaban en confrontación y con la caída del Muro queda uno solo, el otro se disuelve, o aparentemente por la disolución de la Unión Soviética se termina, y entonces queda un solo polo, un solo centro imperial. Estoy diciendo imperial de la finanzas, de la moneda, de la economía, una principal potencia que está tan lejos que domina todo, y eso era Estados Unidos.

Bueno, hace tiempo que lo que está pasando es que esa realidad de posguerra, de la década de los 70 y de los 90 está desafiada, está cuestionada. Está cuestionada de varias maneras. Una importante, obviamente, es el desafío del sudeste asiático y de China. Ya parece volver a haber no un mundo unipolar, ¿se acuerdan? Fin de la historia, fin de las ideologías, el capitalismo como un régimen que va a traer mejoras para todo el mundo, bueno, todo ese discurso y toda esa realidad se viene transformando muy rápidamente, muy dinámicamente, casi diría estrepitosamente y hoy no se puede decir eso, hoy China compite, algunos dicen que ya pasó, otro dicen que dentro de un tiempo, entonces parece haber dos grandes potencias, no una sola. Con una agravante, Estados Unidos, también para que tome nota Milei, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial tuvo mayormente, quiero decir casi todos los años, pero para no exagerar, déficit fiscal, o sea, es una potencia deficitaria, es una potencia tremendamente endeudada, y es una potencia que importa mucho más que lo que vende.

El año pasado, el antepasado que es el número cerrado, tuvo un déficit comercial, o sea, compra por encima de lo que le vende al mundo. ¿Cuánto? 1,2 billones, que son millones de millones de dólares. Lo quiero decir así, Estados Unidos está en bancarrota.

Lo cual también debería llamar la atención a Milei porque refuta casi todas las explicaciones, las teorías de todo lo que dice. Pero en particular, tiene déficit fiscal, como casi todos los países del mundo, hace muchísimo tiempo y no tiene inflación.

O sea, que el vínculo déficit fiscal-inflación, que para Milei es mecánico y obvio, por un tema de necesidad política y de ignorancia y de ideología. Bueno, no se ve la práctica, no es así. No es así. No es así y cubre ese déficit en buena medida con emisión.

Uno puede decir, ‘pero emite dólares’, bueno, pero entonces es una teoría que no funciona para alguno, funciona para otro, no funciona, no funciona. Pero ¿por qué digo todo esto?

Porque estamos en un mundo donde el discurso oficial, donde ese centro del poder, de las finanzas, de la ideología, de la dominación, le decía a todos los países, ‘miren, hagan este recetario, apliquen este recetario y les va a ir bien’. Eso se llamó, en su momento, el Consenso de Washington, ¿les suena? Sí. En los 90, 10, un recetario, 10 recetas de cosas que tenían que hacer todos los países para que les fuera bien, particularmente los países subdesarrollados.

Argentina, durante la mayor parte del tiempo, sobre todo en los 90, con Macri, con Milei, aplicó ese recetario. No durante los gobiernos de Néstor y Cristina, pero desde que apareció eso, básicamente, no se respetó porque hubo una crisis increíble por aplicar esas recetas.

Pero bueno, fracasó. Fracasaron las recetas, se ven sus resultados y el propio país que es el que daba cátedra de qué es lo que había que hacer, en particular libre comercio, no poner tarifas, no poner restricciones, no poner barreras, no poner aranceles, acaba de decir, acaba de reconocer que eso no sirve más, que hay que hacer otra cosa.

O sea que estamos en una etapa donde, a nivel económico, muchas dificultades, quiero poner un rengloncito más porque hace al futuro, que es de lo que venimos a hablar. Yo creo que una de las cuestiones del último tiempo, lo desarrollé en esa charla, en varios lugares más, como una opinión que me parece que es disruptiva, pero que es interesante. Hace mucho tiempo, lo que empezó a pasar, sobre todo desde la crisis de 2008 de Lehman Brothers, sobre todo desde ahí está pasando algo a nivel del planeta, de casi todos los países y casi todos los gobiernos, que es que es muy difícil que un gobierno, que a determinado ciclo político le vaya bien, desde 2008 eh, es difícil.

Es difícil, como que el mundo está incierto, está cambiante, está y es difícil llevar adelante un proyecto nacional. Y me refiero a proyectos de un lado y del otro, por decir así. Así el que viene a decir, ‘yo voy a hacer una política nacional, popular, soberana’, tiene dificultades, y el que dice, ‘yo voy a hacer una política liberal, de privatización’, también tiene muchas dificultades. Mírenlo en el ciclo político.

Lula, Bolsonaro, Lula y ahora mírenlo en el ciclo argentino. Nosotros, nuestro gobierno, Néstor y Cristina, después Macri y después, el gobierno de Alberto, después el gobierno de Milei, parece que está difícil ubicar una política que dé una respuesta y que dé un resultado y que sea exitosa y que cumpla con las expectativas.

Está difícil, está un mundo muy complicado. Obviamente, empiezo desde acá porque me parece que es muy pero muy complejo y desafiante encontrarle el agujero al mate. Cuando uno mira a escala internacional este último tiempo es muy difícil que un gobierno reelija. Esto no es reivindicatorio de lo que nos pasó acá, ¿no? Que ahora voy a hablar un poco, pero es muy difícil que un gobierno, sea de derecha, o sea popular consiga el apoyo para continuar.

Le pasó al propio Trump que perdió. No pudo reelegir, intentó, perdió, vino el otro gobierno, perdió y después vino Trump. Veremos ahora cómo sigue, pero creo que una parte de esta respuesta tan violenta tiene que ver con que, haciendo más o menos las cosas dentro del manual o dentro de las alternativas que se veían como posible, sea, hablo de los países centrales, más para un lado, más para el otro, no salía bien. Y eso va a otra cuestión que también quiero marcar y es importantísima para hablar de lo que viene más adelante, que es que pareciera que un gobierno nacional, que un presidente, que un gobierno, está cada vez con menos instrumentos.

Me explico. Entre los paraísos fiscales, las criptomonedas, no la estafa de Milei, las criptomonedas, no la estafa de Milei que eso no es ni una criptomoneda, eso es una estafa. No es un tema monetario.

Estamos hablando de otra cosa, pero hay criptomonedas, ¿qué quiere decir? Privados que emiten instrumentos de pago, medios de pago, no había. Hay paraísos fiscales, lugares donde uno, uno no yo, pero varios de los que se hacen por ahí… Se pone una empresa y entonces no pagas impuestos. Y después te dicen, lease RIGI, que la única manera de que hagan una inversión en el país es no cobrar impuestos, porque si no se van a otro país donde cobran menos impuestos, y hay una carrera hacia abajo de los impuestos. Y esto no es solo un hecho argentino, es mundial. La queja con los paraísos fiscales, se llama finanzas en la sombra, ¿no?, con los bancos en la sombra, con todos estos movimientos turbios, transnacionales, globalizados, pasa a nivel internacional.

Lo voy a decir más fácil, a una de las principales potencias del mundo le cuesta cobrarle impuesto a los ricos, le cuesta cobrarle impuesto a las empresas que les va bien, ni hablar impuestos progresivos, ¿no?, que esto del fenómeno que tenemos acá, vergüenza, alguien que hizo la plata en la Argentina con trabajo argentino, se va a vivir a Uruguay para no pagar impuesto. Vergüenza, vergüenza.

Pero le pasa a todos los países del mundo, a los países más desarrollados que se le van a vivir gente que ha hecho fortuna a otro lado para no pagar impuestos. Entonces, ¿qué dicen? ‘Bueno, para recuperarlos tenemos que bajar nosotros los impuestos’. Y hay una carrera de ir bajando impuestos.

Entonces, con esa lógica a los más ricos, a los más poderosos, a los que tienen mayor riqueza, patrimonio, ingreso y poder adquisitivo no les podes cobrar impuestos porque tienen la capacidad de relocalizar, de esconder, de evadir, de ocultar, de eludir, y ¿cuál sería la solución? Bueno ‘vengan, hagan acá, pero cero impuestos’. Entonces, el resultado o la solución es peor que la enfermedad. Un problema es no poder cobrarle impuestos, otra cosa es asumir que, como no puedo cobrarle, ni lo intento.

Eso es Milei. Otra vergüenza, no poder plantarse ante ningún poderoso, ante ningún rico, ante nadie, y decir que nuestra solución es que hagan lo que quieran, como quieran, sin contribuir en nada de una riqueza que es de todos, porque uno dice ‘pero bueno, la plata es de ellos’, sí, la inversión es de ellos, pero la riqueza es del subsuelo argentino, es de todos. Así que es sobre esa.

Entonces, para terminar con este tramo, está difícil gobernar y dar respuesta a escala internacional. Pareciera que los instrumentos clásicos, yo voy a contar algo que no sé si es una infidencia, pero a mí me tocó ir algunas veces al G20 o con Cristina, como ministro de Economía, o en vez de Cristina, cuando ella no pudo ir, y hablaban los presidentes de los países más ricos del mundo y decían esto. Decían ‘hay inmigración, europea, inmigración, viene gente que tiene pasaporte europeo, se es ciudadano de primera, pero viene como inmigrante, escapándose de una situación a buscar trabajo, no consigue. ¿Qué me pide? Me pide más Estado, Estado de bienestar. Me pide salud, me pide educación y cada vez me piden más y yo no tengo de dónde cobrar. No puedo cobrar porque se me escapan y es imposible capturar la renta, las riquezas más grandes’. Es imposible hacer un sistema justo, equitativo, progresivo a los países centrales. Imagínense a los países periféricos, a los países en vías de desarrollo. O sea, que estamos en un momento de mucha complejidad y, ¿qué le pasó a Estados Unidos?

Nosotros acá en Argentina, después de Perón, después de la época desarrollista, hablamos de una desindustrialización, ¿no? Que fue una desindustrialización feroz. Un intento fuerte de cambiar la estructura productiva de un país que era un país industrial, una proto potencia industrial o en su nivel, en Latinoamérica, en la región, una suerte de potencia o de país industrializado. Y bueno, ¿cómo se destruyó la industria argentina? Con dos elementos, política económica, neoliberal, política económica de desindustrialización, apertura de las importaciones, el chistecito de la silla de industria nacional – industria extranjera, que la nacional era más caro, una campaña cultural contra la industria nacional, cualquier semejanza con lo de ahora es continuidad, no semejanza. Es lo mismo el proyecto de la dictadura en materia económica que el proyecto de Milei.

Y en esa oportunidad con, además, romper y destruir la malla de contención, la fuerza política, la capacidad militante, el proyecto, las expectativas, las ideas, básicamente con, bueno, lo que conocemos porque estos días estuvimos hablando bastante, que acompañó, precedió y justificó esa política económica, que fue la política genocida de la represión, de la desaparición, de la persecución, ¿no?

O sea, la dictadura militar para llevar adelante, porque esto que quede muy claro, para llevar adelante ese proyecto político, llevó adelante el proceso de terrorismo de Estado y represión que todos conocemos, que hasta ahora… que hasta ahora y todavía, ¿no? Porque que quede claro, por más que Milei en las redes, por más que digan, que saquen documentales truchos, que traigan a no sé quién a decir cualquier cosa, en la provincia de Buenos Aires, y yo creo que en toda la Argentina, sabemos que fueron 30.000. Pero bien, con ese hecho cruento histórico desindustrializaron y empezaron a desindustrializar el país.

¿Qué dice la principal potencia mundial? Estados Unidos, ‘estamos desindustrializados’, nosotros también. Nosotros también. Y yo creo que si esto se convierte en una discusión más general casi todas las potencias occidentales, Europa también sufrió una inmensa desindustrialización. No fue como la nuestra, que fue una desindustrialización planificada, forzada, una reubicación de Argentina y una apropiación de los bienes colectivos de la Argentina, fue un proceso que lleva mucho tiempo de relocalización de la industria, de mudanza, ¿no? La industria que estaba en Estados Unidos, ayer el hombre este de la automotríz hablaba de la industria automotriz norteamericana, lo que hoy se conoce como cinturón del óxido, ¿oyeron hablar? Son todos los galpones, todas las fábricas automotrices norteamericanas, hoy galpones vacíos y oxidados, porque no se producen automóviles, o muy poquitos, en Estados Unidos. ¿Dónde se producen? En los países del sudeste asiático.

Esto empezó hace mucho tiempo con Japón, siguió obviamente con Corea, bueno, fue recorriendo una serie de países y finalmente hizo pie en China de manera masiva, con muchas particularidades. Era como una búsqueda de mano de obra barata, de mano de obra barata, disciplinada, salario bajos. Entonces relocalizaban la cadena de montaje, la industria fordista, digamos, en los países donde el salario era muy bajo y se producía ahí. ¿Quiénes? Empresas norteamericanas, alemanas, europeas, mandaron toda la producción industrial, fabril al sudeste asiático. Eso incluye, bueno, podríamos decir Singapur, Vietnam, podemos seguir un rato largo mencionando países donde se relocalizó la producción.

En un momento, en los ‘80 por ejemplo, todo decía ‘Made in USA’. Ahora el ‘Made in USA’ para lo textil no está, para los juguetes, para los plásticos, para la electrónica, para la automotriz no está, no está más, no hay más ‘Made in USA’. Pero son empresas norteamericanas que producen en otros países a salarios bajos, mucho más bajos que en Estados Unidos. Entonces es más competitivo. Les convenía mandar la producción ahí con todo lo que implica después el flete, traerla en barco, era mucho más barato que producirlo en Estados Unidos.

Así que Estados Unidos se desindustrializó y si se desindustrializó importa casi todo. Este es el problema, no produce los bienes que consumen los norteamericanos, sino que los importa.

Y además tiene un problema de cobrar impuestos, de sostener, entonces gasta más de lo que le ingresa. Y para gastar más que lo que le ingresa, coloca deuda. El principal, no sé si todavía, pero histórico acreedor de Estados Unidos es China. Que le prestaba a Estados Unidos para que importe bienes de China. Pero dense cuenta, es un despelote. Estados Unidos, el principal país capitalista no tiene producción industrial, no fabrica lo que consume. Se fabrica en otro lado. Esto es lo que está denunciando Trump y todos los efectos colaterales que tiene esta situación. Y Trump, y en esto es una novedad, por eso, sin evaluar si va a salir bien, si va a salir mal, todos los efectos, porque qué dice, ‘le clavo un arancel’. ‘Hoy producir en Estados Unidos esto sale 120, pero lo traemos de China que sale 100’. Si yo le pongo un arancel de 35, ¿me siguen?, sale 135. Entonces lo puedo empezar a producir en Estados Unidos. ¿Qué va a pasar? Lo dijo ayer, ‘se van a radicar inversiones, se van a radicar plantas, empresas. Vamos a volver a producir productos industriales en Estados Unidos. Algunas empresas que se fueron van a volver. Va a haber más trabajo, va a haber mejor salario. Habrá una transición’. Alguien de ahí dijo un año, un año y pico, pero va a terminar ahí.

Es decir, es un puño en la mesa. Cambian las reglas de juego y las cambia el que las dictó. Nosotros nos hemos quejado durante mucho tiempo de que Estados Unidos sí tenía proteccionismo, en determinados productos, qué sé yo, los limones, se acordarán de esa historia, la carne, algunos productos primarios para proteger a determinados sectores tenían algún tipo de traba. En general no era un arancel. En general no era un impuesto abierto, era una traba oculta. Una matufia. Eran cuestiones fitosanitarias, se llaman medidas no arancelarias, paraarancelarias, pero te prohibían meter tal cosa porque tiene un bicho, la carne porque tiene aftosa. Entonces no se podía importar, paraban la importación, pero no con aranceles. Ahora es a cara descubierta. Los productos que vienen de afuera los voy a encarecer para que se produzcan acá.

Y eso cambia las reglas de juego. Cambia las reglas de juego. Y acá tiene que tomar nota el gobierno paleolítico que tenemos hoy en materia económica, tiene que tomar nota porque todo el ideario, todo las cosas que defiende hace rato largo, capaz exagero si digo que alguna vez funcionaron, nunca me parece, pero ese recetario ya no va más.

Fíjense, todos los países con gobierno, incluso y particularmente con gobiernos de ultraderecha. Dicen, ‘yo voy a defender lo mío, lo nacional’. Miren lo que está haciendo Estados Unidos en materia bélica. También interesante. Estados Unidos dice, ‘hasta ahora yo defendí a los europeos de la amenaza rusa. Ya no. Quieren defenderse, paguen ustedes. Ya no es mi problema. No vamos a pagar los norteamericanos’. Pero fíjense qué está haciendo, porque esto parece… esto parece, bueno, una discusión de quién paga la cuenta. Es mucho más que eso.

No voy a hablar estrictamente de Estados Unidos, pero cualquier imperio defiende a sus súbditos, a sus colonias, a sus países dependientes, los defiende, les da protección. Bueno, Estados Unidos se está replegando, está renunciando, dice, ‘bueno, ya está, no es mi problema, qué sé yo, problema de ustedes’. Pero eso quiere decir que está renunciando a que su territorio y su interés es el planeta entero. Se está replegando.

Se anuncia con bravuconadas, con amenazas, pero es un cambio histórico. Estados Unidos, que era un gendarme internacional, que tenía su quinta flota, que tenía sus, bueno, ahora dice, ‘no, miren, este no es mi problema. ¿Cuáles son mis problemas? Y tal vez que el canal de Panamá, tal vez que México, tal vez que Canadá, como Norteamérica, norte y centroamérica. Bueno, esto sí, el resto no. O tengo tal vez un interés estratégico, pero si pongo un mango tengo que sacar un mango’. Es un cambio realmente en el discurso, en la retórica, en la explicación de cómo funciona el mundo, fuertísimo.

No quiero decir, ‘ya lo dijimos, lo anticipamos’, lo que quiero decir es que se veía venir que había una crisis de tal magnitud, de tales dificultades en los países centrales. 2008 fue eso, voló por los aires el sistema financiero, no pudieron hacer nada, dijeron, ‘hay que reformularlo. ¿Qué hace la ONU, qué hace el FMI, qué hace el Banco Mundial? Todo eso anda mal, hay que cambiar la arquitectura’. Y no hicieron nada. Bueno, ahora Trump dijo, ‘bueno, yo voy a hacer esto’. Y es muy fuerte, y es novedoso. O sea, que estamos en un mundo que está cambiando. Ahora, está cambiando para el lado contrario, es como que alguien hubiera dicho, ‘a ver, déjenlo en ridículo a Milei’. Bueno, esto, déjenlo en ridículo.

Si el tipo va para un lado que no existe más. Y aún los países periféricos, dependientes, aún los países con gobiernos de derecha, por ejemplo, por decir un hombre, Bolsonaro, cuando aparecieron estos, tampoco tienen la idea de Milei, lo de Milei es la entrega absoluta. Aplicando el recetario del Consenso de Washington, ya ni moneda quiere tener.

Que quiero decir, bueno así empezó, ahora ya se contradijo de nuevo, ahora quiere un peso fuerte y sólido, pero hace poco el peso era excremento. Y quería dolarizar, no pudo, no le salió, o nunca lo iba a hacer, o era cualquier verdura como lo que viene diciendo, pero la verdad es que todos los países grandes, chicos, desarrollados, subdesarrollados están tratando de defender lo propio, eso no quiere decir, que qué sé yo, que no entren dentro de asociaciones estratégicas con otros países, por ejemplo, los BRICS. Yo creo que uno de los daños más fuertes que ha hecho Milei, que pasó un poco desapercibido, es que después de mucho batallar, de mucho buscar el ingreso a los BRICS, nos abrieron la puerta a los BRICS y Milei, primeros días de gobierno, desistió. Desistió. Por eso yo decía, como fue una invitación que no aceptó, yo digo, el próximo gobierno que venga va a aceptar la invitación de ir a los BRICS.

Porque Perón, el multilateralismo de Perón, el pacifismo de Perón a nivel internacional, era no nos vamos a meter en guerras que no son nuestras, creemos en la autodeterminación de los pueblos, entonces no le vamos a imponer ni un sistema, ni un régimen a un país que no es el propio. Luego, ¿con quién vamos a asociarnos, aliarnos? Y no nos vamos a casar con nadie, menos en relaciones carnales, pero no nos vamos a casar con uno solo, sino que vamos a ir buscando inteligentemente, de manera, permítame decirlo, pragmática en este sentido, qué es lo más conveniente para los intereses argentinos. Lo que prima son los intereses argentinos. ¿Y cómo empieza eso? Otra cuestión para Milei, naturalmente, obviamente con una integración a escala regional. Por eso uno de los más grandes errores, no aceptar el ingreso al BRICS, que no quiere decir llevarse mal con nadie, quiere decir aprovechar las ventajas que te puede dar el BRICS.

Segundo error, tal vez primero por cuestiones ideológicas, por cuestiones directamente infantiles, adolescentes es pelearse con todos los países de la región, con sus líderes, con sus presidentes democráticamente electos, acusarlos de cosas, ofenderlos, enojarlos, insultarlos. Error total, porque ¿qué muestra este mundo? Que está muy difícil gobernar un país, pero ¿qué opción hay? Y bueno, integrarse, formar parte de otro grupo de países, buscar la mutua conveniencia, trabajar en conjunto. Esa es la solución.

Y el primer paso, obviamente, es la integración latinoamericana. O sea, que la bandera de la integración latinoamericana no es una alternativa, una opción, una posibilidad, una cuestión, es una necesidad y una urgencia.

Nosotros tenemos que avanzar en los vínculos comerciales, energéticos, estratégicos, culturales, con los países vecinos, con los países de la región. Hoy si hacemos eso, miren la oportunidad que está desperdiciando Milei. Eso llega hasta México, y podríamos tener una integración latinoamericana como no podíamos aspirar en la etapa anterior, donde México, los otros países estaban en otras, Colombia, así que se podría aspirar a eso.

Así que me parece que en este mundo incierto, frágil, despelotado, ¿qué es lo que hay que hacer? Primero, imposible e irrenunciable, no se puede rifar el interés nacional, no se puede rifar la soberanía nacional, no se puede rifar la industria nacional, no se puede rifar el trabajo argentino, no se puede resignar el vínculo con aquellos que forman parte de una misma historia, de una misma trayectoria, de una misma problemática.

Así que primero Argentina, sí, después Latinoamérica y después el mundo, lo que más nos convenga y esa es la integración, no andar subordinándose y entregándose a intereses externos.

No tener una agenda que no es nuestra, que no es propia, que no contempla lo nuestro. No perder y dinamitar puestos de trabajo argentino, el trabajo argentino. Ojalá Milei escuchara a Trump y lo escuchara bien. Escuchó ‘hacer a Estados Unidos grande de nuevo’ y está trabajando para hacer a Estados Unidos grande de nuevo. Tiene que hacer a Argentina grande. No a Estados Unidos, a Argentina.

Y eso implica tener un vínculo maduro, un vínculo serio, un vínculo inteligente con Estados Unidos, con las potencias, con todo el mundo, pero mirando siempre el interés nacional, no unas relaciones automáticas y prácticamente sin reflexión y con consecuencias nefastas. Así que esto con respecto a la cuestión internacional, podría seguir, pero quiero pasar a hablar un poco de… Acercarnos más acá y ahora.

Primera cuestión, gobierno de Milei. Yo vengo diciendo, lo quiero decir respetuosamente, polémicamente, por supuesto, y lo quiero decir para alimentar un debate. Y lo vengo planteando desde el comienzo de nuestra gestión y desde el triunfo de Milei. Yo creo que el triunfo de Milei es resultado de dos experiencias frustrantes. De dos experiencias frustrantes que no cumplieron, no llegaron a sus expectativas.

Uno podría decir en el extremo, dos fracasos pero para no pasarse, simplemente, acá hubo un gobierno, después de los 12 años de la década ganada, vino un gobierno que dijo, ‘podemos vivir mejor’, ‘la revolución de la alegría’, ‘nadie va a perder ningún derecho’, que pretendía defender la educación pública, la universidad, la ciencia, que fue el gobierno de Macri. ¿Se acuerdan que Macri un día ante su auditorio dijo, ‘yo no voy a privatizar YPF, no voy a privatizar Aerolíneas’? Es decir, fue un gobierno que planteó algunos elementos de continuidad, como diciendo, reconozco que que no está todo destruido, que no hay crisis, podemos vivir mejor, era. Podemos mejorar. Y bueno, fue una frustración, fue un gobierno de una derecha neoliberal, fue un desastre absoluto. Fue un fracaso. El gobierno de Macri fue un fracaso, fue un fracaso en sus propios términos, terminó con un desastre, terminó yendo al Fondo Monetario Internacional y eso como un tip, como un consejo, como un recuerdo, como una clave. Si un gobierno está desesperado porque el Fondo Monetario le preste plata, es porque es un fracaso. Es porque es un fracaso. Nunca nadie en ningún lado puede decir ‘qué bueno, nos prestó plata al Fondo’. Nadie iría a buscar al Fondo. Ya no te prestan los privados, ya tenés tanto despelote que tenés que ir a pedirle la escupidera, es la escupidera lo que se le pide al Fondo Monetario Internacional. Lo hizo el gobierno de Macri y lo está haciendo, vergonzosamente de nuevo, el gobierno de Milei.

Pero esa experiencia de Macri salió mal, obviamente para muchos de nosotros, los que estamos acá, una enorme mayoría, no podía salir bien. Pero salió mal en sus propios términos. Fue un gobierno antiperonista, gorila, juntó a todo el antiperonismo, y no cumplió, no cumplió, no le cumplió a nadie y fue un muy mal gobierno y perdió una elección después. Y conseguimos  que no fueran… en un momento decían ‘son 20 años’, viene después Vidal, después no sé qué, dos de Macri, después, bueno así sucesivamente y ‘es un ciclo neoliberal largo, vamos a gobernar no sé cuánto tiempo la Argentina’, que lo instrumentaban con una frase que era ‘no vuelven nunca más’, ¿se acuerdan? Y bueno, y volvimos.

Y entonces me parece que gobernó el antiperonismo, por ponerlo así, no quiero por eso etiquetar tanto, pero gobernó el macrismo, Juntos por el Cambio, que eran todos, y gobernó un gobierno de derecha, mal. Mal, muy mal.

Y después por mérito nuestro y por los problemas que tuvieron y esto que estoy diciendo, se le ganó la elección, se le ganó muy bien la elección, en unidad. Y estábamos con la construcción de una unidad que nos permitiera superar la experiencia del gobierno de Macri. Y bueno, pero cuando uno hace el balance y el saldo, que yo no quiero exagerar ni quiero ser unilateral porque es un tema para discutir un largo rato, causas, elementos, pero bueno, salió mal. Nuestro gobierno salió mal. Salió mal, no salió bien.

Y porque quiero tomarlo como una autocrítica y quiero hacerlo con seriedad y sin andar tirando tosca de una trinchera a otra, o decir, o señalar, digo salió mal. Pero es obvio que después de esa experiencia fallida lo que corresponde, porque nos pueden haber ganado una elección, te pueden ganar una elección, si son muy buenos, pero ganó Milei.

Entonces, obviamente que tenemos una tarea de reflexión, de análisis, de autocrítica, de discusión, de ponernos de acuerdo, de deliberar, ¿por qué? Para pasar facturas, para echarse la culpa, para decir ‘fuiste vos, fuiste tal, fue…’, para explicaciones simplistas, no. Creo que es necesario, creo que es imprescindible, no por lo que pasó y tener un resultado, un balance compartido con todos, por todo, sino que yo digo que hay que dar esta discusión para adelante. Es un tema de futuro discutir qué nos pasó y qué no anduvo bien para no repetirlo. Es lógico, es evidente y no es contra nadie, y me pongo yo el primero a pensar… Y entiendo que bueno, como también gobierna Milei, ese necesario debate, esa necesaria deliberación, discusión, que hay después de perder un partido de fútbol, una elección, un campeonato, lo que sea, es lógico que después de que te pase eso tenés que sentarte, discutir, ver para mejorar de la manera más constructiva posible, de la manera apasionada, pero sí para mejorar y para no repetir.

Bueno, es obvio. Pero sin embargo, como gobierna Milei y está nuestro país, nuestra patria, nuestro pueblo, realmente bajo una política desastrosa, cruel e inhumana, estamos viviendo una verdadera situación nunca antes vista y muy dramática, donde no le pagan nada a los jubilados, pero además les pegan a los jubilados. Bueno, podemos recorrer… Donde se cuestiona, donde ayer decía el presidente de la Nación, Javier Milei, decía que para recuperar las Malvinas va a ir a convencer y no sé, a ver, ni hay que pensar. Es el planteo de Inglaterra ese, del Reino Unido. Lo que nos vino a traer como solución es la de los que tienen colonizadas las Malvinas, no es solución, es una… Pero bueno, esas cosas están pasando y pasan tan rápidamente, y pasan en una sucesión tan veloz y con tanta profundidad, que es difícil, obviamente, que hay que hacerlo más o menos en simultáneo.

Y ni hablar en provincia de Buenos Aires, nuestra fuerza política que al mismo tiempo gobierna con esta situación. Son muchas cosas a la vez, pero convengamos que tiene que haber un estado de discusión, de deliberación, incluso diferencia, disidencia, incluso enojos, incluso todo. Tiene que haber todo, claro. Siendo fraternal, siendo generoso, siendo autocrítico, y bueno, sí, pero dar esta discusión, no se puede no dar ninguna discusión después de lo que ocurrió. No se puede.

¿Por qué? Porque estamos de nuevo disputando con un gobierno como el de Macri, pero diría en muchos aspectos más duros para los sectores populares, para la industria argentina, más duro para lo que nosotros representamos, para los trabajadores, más duro para los jubilados, mucho más duro, y entonces nosotros tenemos otras responsabilidades al mismo tiempo, pero lo que no nos puede pasar es que no tengamos una respuesta y no tengamos algo que además, quiero decir, algo que además entusiasme, interese, algo que además genere representación, genere confianza.

Yo creo que ese camino para recuperar la posibilidad de tener la representación, la confianza, el interés, el acompañamiento, el entusiasmo de nuestro pueblo entero, tenemos que mostrarnos con esa generosidad y esa capacidad de dar las discusiones. Porque es objetivo y además estamos todos de acuerdo que no salió bien, bueno, ¿qué nos salió bien? ¿Cómo lo cambiamos? ¿Quién debería? ¿Cómo hacemos? ¿Y cómo ofrecemos? Y parece que si uno dice algo como esto, ‘no, porque entonces…’ Bueno, a ver. Creo que no tenemos remedio, si no somos capaces de discutir en los lugares adecuados y sin agresiones, y sin tachar al que no piense igual, de traidor, de no sé qué, o de no sé qué.

¿Por qué es? También es muy fácil, es autocomplaciente, te resuelve todo, pero la verdad que no hay ninguna respuesta. No hay ninguna respuesta para la sociedad, si estamos discutiendo en profundidad, si estamos debatiendo, polemizando, si incluso nos reorganizamos de manera distinta, bueno, eso, todo eso es explicable. Si simplemente es tirarse agresiones, tirarse a excusar todo el tiempo, bueno, eso sí es un papelón y eso es parte de lo que pasó en la etapa anterior. Y eso es parte de lo que pasó en la etapa anterior.

Así que yo, como decía, no vine a hacer, vengo a hacer lo que estoy haciendo, tampoco vengo a tirarle tosca a nadie, ni a ni a acusar, no vengo, me parece que no es el que no es el método y que además generamos un espectáculo bastante triste.

Entonces, bueno, pretendo y ojalá lo pueda hacer y obviamente que tiene sus dificultades para todos y que no es que yo me encaramo ahí y digo, ‘yo soy el que sabe cómo hacerlo’, pero sí pretendo tener una discusión fraternal, tener una discusión compañera, poder solucionarla y no repetir lo que pasó y contener a todos los sectores que se sintieron excluidos, que se fueron.

Entonces, voy a marcar algunos elementos de la experiencia del frente que tuvimos, del Frente de Todos, y que yo creo que no podemos repetir. Quiero marcar algunos elementos.

En primer lugar, me parece, y esto ya lo he dicho, creo que dije algo el otro día en Gelatina, pero venía diciendo, lo he dicho en privado, en público, siempre lo mismo. Me parece que fue un gobierno sin decisión, sin autoridad. Sin autoridad, sin decisión. Y es cierto que a veces el peronismo fue más para un lado, a veces el peronismo fue más para el otro, pero fue. Y lo que dijo lo hizo y lo sostuvo.

Y me parece que eso, obviamente, uno dentro de nuestro movimiento y nuestra historia, se hace cargo de esa diversidad, de esos posicionamientos, incluso hay cosas que critica, pero bueno, el peronismo siempre cuando gobernó resolvió, avanzó, confrontó y el gobierno que tuvimos no. Entonces, hay un tema de la autoridad. Hay un tema de la autoridad. Y yo lo pienso de cara a lo que se viene, es importantísimo.

Porque además, si es cierto lo que acabo de describir, es un mundo donde… Miren Trump, hoy no sé si la tapa de The Economist, algo así, que decía un título catástrofe con lo que estaba haciendo Trump. O sea, el establishment económico hoy le respondieron con una caída de las acciones, hay muchísimos sectores que están muy enojados con todo esto, pero bueno. Y no para reivindicarlo, pero tomó una decisión polémica, complicada, qué sé yo, no sé si buena o mala, fue, la tomó y la hizo.

Bueno, lo que viene después. Miren, hasta el propio Milei, con sus decretos inconstitucionales, avanza en determinada dirección. A mí me resulta, creo que nosotros sí tenemos, no digo decoro ni buen gusto, digo, respeto por la Constitución cuando nos toca gobernar. Eso no es a lo que me estoy refiriendo de la autoridad.

No se puede gobernar por decreto, no se pueden poner jueces por decreto, no se puede alegarse responsabilidades que son de la Legislatura o de la Cámara de Diputados o del otro poder, no se puede. Eso no se puede y lo hemos repudiado y lo hemos denunciado y lo hemos marcado, los decretos que son inconstitucionales, que no corresponden, lo hemos dicho.

Pero bueno, el programa, el proyecto que tengamos en la etapa que viene va a tener que tomar decisiones fuertes y necesita autoridad, va a necesitar decisión y va a necesitar saber cuáles son esas decisiones. Eso también creo que es importantísimo.

Y muchos espacios, por eso no hay ningún monopolio en esto. Ojalá muchos espacios, ojalá muchos sectores estén debatiendo, estén pensando y estén analizando cómo hacemos ante esto.

Fíjense, si ahora le prestan 20.000 palos que se va a patinar el Toto Caputo, como ya hizo con 45.000 palos la vez pasada, porque seamos claros, le da el mismo instrumento a la misma persona, con los mismos objetivos y el mismo marco de intereses, no va a ser nada distinto, viene a patinarse la plata para sostener una bicicleta financiera.

Pero bueno, ya los 44.000 millones que había pedido Macri son una mochila enorme para el país. No quedó nada en este país, eh.

Como no queda de todo lo que van perdiendo de reservas en la timba financiera, como no quedará tampoco si el Fondo Monetario comete la irresponsabilidad, violando sus propios estatutos, de prestarle a Milei con el mismo ministro de Economía otro monto enorme para que se lo patine en la timba financiera. Entonces, esto me parece que ¿cuánto va a ser, 20.000 palos más? Una parte, 14.000 son reestructuración o renegociación, refinanciación de deuda, refinanciación de la deuda y los vencimientos que tiene con el Fondo Monetario, otro que es lo que están discutiendo, 6.000, 8.000, lo quieren de libre disponibilidad para seguir sosteniendo el esquema económico actual y su desastre. Esto es su responsabilidad de Milei. También es responsabilidad del Fondo Monetario Internacional. Porque esto va más allá de los objetivos históricos, de los estatutos del Fondo.

Está prohibido, hay tres informes del Fondo Monetario diciendo que la que le prestaron a Macri se la dilapidaron y ahora vienen a ser exactamente lo mismo, con exactamente la misma presión política, de exactamente la misma potencia económica. Entonces bueno, así estamos. ¿Pero qué quiere decir? Autoridad.

Segundo punto. Quiero ser muy delicado con esto, con la cuestión de la unidad. Muy delicado con esto, pero para reflexionar. Logramos la unidad. La unidad nos llevó a un frente, a ese frente electoralmente le fue muy bien, ganamos las elecciones. Obviamente con un esfuerzo, con una generosidad de los sectores, de Cristina, de todos los sectores. Se logró eso y después no pudimos gobernar con ese sistema.

Teníamos, recordarán ustedes, en el propio gobierno había posiciones distintas, había no tenía unidad del propio gobierno, no sé qué unidad, unidad. La unidad es esa. No es solo una unidad de un frente electoral para ganar las elecciones, es después la unidad de una coalición de gobierno.

Reconozcamos que es una coalición de gobierno porque hay sectores distintos, con matices distintos, con posiciones distintas, pero tiene que haber un funcionamiento armónico, un funcionamiento coordinado, no puede ser que uno haga una cosa, otra haga otra, que al presidente no le interese, porque ese era otro problema, como ocurrió, bueno, varias cosas de esas, no me quiero poner porque todos sabemos de lo que estamos hablando, pero el gobierno tiene que funcionar en unidad también.

No puede ser que dentro… Tomemos nota. Y son elementos de lo que estoy hablando y conozco probablemente más que lo que conocen muchos ustedes de ministros que no tenían instrucciones o que no sabían, o ministros… Bueno, eso no puede pasar en la experiencia que viene.

¿Y eso cómo se logra? Bueno, también con una cuestión programática, con una cuestión de autoridad, no puede estar cuestionado, porque va a ser un gobierno que tiene que afrontar una complejidad enorme, ya solo la deuda que va a dejar Milei si ahora le dan el préstamo, que aparentemente le van a dar, pero ni hablar la desindustrialización, ni hablar la destrucción de las capacidades del Estado, ni hablar de privatizaciones de sectores o empresas clave, va a ser difícil, solo de revertir.

Y quiero hablar con la verdad porque si no uno también puede ponerse en campaña y decir ‘no, vamos a dar…’, pero bueno, tiene una complejidad muy grande, requiere una cohesión muy grande, y decisiones, ideas y posicionamiento y dirección.

Bueno, y después requiere, que es lo que yo vengo diciendo, requiere el apoyo de toda la fuerza política. Gobernar en condiciones de complejidad, gobernar bajo mucha presión, bajo ataques, con dificultad permanente, aún si el que le toca la responsabilidad, y esto no se tome como una defensa de Alberto que no pienso asumir, pero digo, que no se tome, porque creo que hay muchos elementos y responsabilidades enormes ahí, lo quiero decir porque lo he dicho siempre, pero sí quiero decir que tenemos que llegar a una formación de gobierno y a una formación política, una fuerza política que apoye las decisiones que va tomando el gobierno.

Y lo estoy poniendo como elementos que yo creo que son fáciles y que hay que discutir y hay que resolver, no es simplemente decir, ‘no, bueno, listo, que no pase’. Es resolverlo y discutirlo, es una cuestión de vertebrar una fuerza política que sea capaz de encarar un gobierno con sectores diversos que a veces pueden pensar distinto porque por eso es la unidad, la unidad es porque no todos son iguales en pertenencia, en pensamiento. Bueno, pero ¿cómo hacemos para que eso funcione bien?

Bueno, creo que es un enorme desafío, no estoy trayendo la respuesta, pero estoy trayendo la pregunta. A veces es más difícil hacer la pregunta que encontrar la respuesta. Así que eso es, ¿cómo hacemos? Lo tenemos que hacer. Lo tenemos que hacer, lo tenemos que articular, lo tenemos que vertebrar, lo tenemos que construir. Y construirlo, bueno, es un trabajo y que, de nuevo, no es algo autocelebratorio, no sé. No sé, hay que verlo. Tengo ideas, tengo posiciones, tengo propuestas, bueno, hay que hacerlo, pero creo que es una tarea.

Y que hay que hacerlo antes de estar ahí. Lo peor que nos puede pasar es llegar ahí y decir, ‘¿y ahora qué hacemos? ¿Y ahora qué hacemos? ¿Y ahora en tal ministerio quién va?, y ahora poné a tal, y ahora…’ no sé qué, qué no tengamos armado un equipo que pueda gobernar en condiciones adversas, en una situación compleja. Bueno, es eso. Exacto.

Y gobierno de Milei. Bueno, el gobierno de Milei, difícil caracterizarlo. Difícil caracterizarlo. Primero, difícil caracterizar a Milei, pero yo no voy a entrar ni en cuestiones psicológicas, ni psiquiátricas, ni de… No, no. No, pero no lo digo despectivo porque sé que hay una línea de trabajo que es analizar las facultades de Milei.

Bueno, creo no lo sé, pero sí quiero decir algo con respecto a lo que viene ocurriendo. La figura de Milei, Milei, para mí tiene que ver con estos dos procesos que describí, con esta trayectoria, con este camino.

Un gobierno de la derecha, del antiperonismo, de no sé qué, históricamente consolidado, que salió muy mal. Nadie quería votar de vuelta a Juntos por el Cambio. No, bueno, pasó. Larreta iba a ser presidente seguro, era el candidato, pierde con Bullrich y Bullrich pierde y salen terceros. Entonces bueno, esa experiencia fallida, obviamente, no entusiasmaba para adelante y ellos… Además tuvieron las cosas que tuvieron, son los que son, pero no. Y nosotros veníamos de una experiencia que tampoco fue una feliz experiencia. Entonces yo creo que esto determina de alguna manera a Milei.

Y de nuevo, quiero ser serio porque después me recortan y no quiero ser menospreciado porque yo, y lo voy a decir con claridad, me parece que la peor respuesta que se le puede dar a Milei es si él insulta, que nos insulta todos los días, nos bardea todos los días, nos dice cualquier cosa, es hacer lo mismo con él. Me parece que la sociedad va a mirar y va a decir ‘¿pero qué es esto? Es una pelea en el barro entre gente que no tiene una idea o que no tiene capacidad’.

Entonces, yo creo que, aunque a veces cuesta, porque son provocaciones permanentes. Lo he dicho mil veces, lo vuelvo a decir, no voy a responder ninguna provocación de Milei, no le voy a dar el gusto a Milei, a sus tipos de las redes, a su equipo, sus ingenieros y arquitectos del caos. Creo que no es por ahí. Creo que hay que dar la discusión porque además a mí me sirve pensar que cuando alguien argumenta insultando, a los gritos, maltratando, denigrando al otro, básicamente, sin un análisis posterior, sin ir más profundo, es porque no tiene razón. Si lo único que puedes hacer es insultar al otro, decir cualquier cosa, mentir, descalificar es porque no tenés ningún argumento.

Como nosotros tenemos argumento, me parece que el caso del gobierno de Milei era uno en campaña, donde para mí Milei tuvo como un efecto de algún sector de la sociedad que dijo, ‘no me dio respuesta, no me dio resultado el sector tal, no me dio resultado el otro sector, vamos a probar con este’.

No estoy reduciendo el fenómeno del triunfo electoral de Milei a esto, no quiero decir que sea el único factor, porque hablé de situaciones internacionales, hay una nueva derecha mundial que está colaborando entre ellos, una ultraderecha, hay montones de cosas, pero hay un elemento donde me parece que una parte de la sociedad dijo, ‘bueno, probemos con este’. ‘Probemos con este que parece tener soluciones, parece ser alguien que sabe, no está metido, es la antipolítica’.

Hubo otras épocas donde después de diferentes pifies y dificultades, la gente dijo ‘que se vayan todos’. Bueno, ahora dijo, ‘que venga Milei’. No estoy agotando el análisis, estoy poniéndolo como un elemento para considerar. Pero ahora, eso era en campaña. Y de eso quiero decir algo, para mí predominaba la cuestión económica en Milei.

Todo lo demás, las cuestiones de género, lo de la venta de órganos, lo de dinamitar no sé qué cosa, todas las barbaridades de esas cuestiones ideológicas que traía Milei, miren, hace poquito vi una encuesta, pero basta con recorrer la provincia de Buenos Aires, no es que nuestro pueblo perdió, se despojó o cambió totalmente de posición y ahora cree que lo mejor es rifar la soberanía, no le importan Las Malvinas, quiere regalar nuestros recursos naturales porque Milei dijo, o quiere vender su riñón cuando no tiene plata, o quiere un voucher para ir a la escuela.

No, yo creo que la mayoría de los elementos ideológicos, de los elementos reaccionarios que acompañan a la política y al discurso Milei, son como decir, ‘bueno, lo voto por esto y el resto, qué sé yo, me lo banco’. O ‘bueno, vamos a ver’.

No es que ha logrado cambiarle, y esto me parece que es importantísimo para nuestra autoestima y para, por lo menos lo que a mí, hoy decía, vengo de Punta Indio, de hablar con pibes del secundario. Nadie piensa que no tiene que haber escuela pública en la Argentina. Nadie piensa. Muy poquitos piensan que tiene que haber menos Estado.

Donde vamos a recorrer la provincia de Buenos Aires te dicen, ‘falta ahí una escuela, falta ahí un hospital, falta ahí la cloaca, hay que terminar la ruta’. Eso no es menos Estado, eso es más Estado, eso es más Estado. Y puede ser una contradicción. Porque tal vez votaron a Milei. Yo a veces digo, pero che, votaron a Milei que dice cero obra pública y hace cero obra pública con todo lo doloroso y complicado que es y cuando uno va te piden tal cosa, tal cosa, qué qué es estado obra pública, docente. Cómo, que son ‘todos ñoquis’, dice Milei, ‘son todos militantes, son todos casta’ y después te dicen, ‘che, falta tantos policías o faltan tanto o faltan patrullas’. Y es más inversión, más trabajadores y trabajadoras del Estado. Yo creo que puede haber hoy una cuestión un poco de shock, pero les garantizo y les aseguro que el pueblo de la provincia de Buenos Aires no quiere menos Estado, quiere más Estado, quiere más salud, más educación, igualdad de oportunidades, quiere científicos.

El otro día vi una encuesta. La legitimidad de nuestros científicos, de nuestros investigadores, no es que porque Milei diga ‘son todos tal’ o los señale, no es, eso no entra. Obvio que hay que disputar, obvio que hay que dar la discusión, obvio que hay que dar la pelea y obvio que no hay que defender así con los ojos cerrados con anteojera. ¿Qué es defender la educación pública? ¿Qué es defender la salud pública? ¿Qué es defender al Estado? Es transformarlo y mejorarlo. Es eso, no es decir ‘está perfecto’, sino trabajar todos los días para que esté mejor.

Que es mucho más difícil que los dos caminos, dejarlo igual o destruirlo. Que las dos presuntas, el falso dilema, ‘defendemos esto, todo está perfecto’. No, vamos a transformarlo. Ahora, ¿querés transformar el Estado? No les quepa duda, que es con la participación y la comprensión de los trabajadores y trabajadoras del Estado. No es contra ellos. Pero eso requiere un esfuerzo.

Entonces, yo creo que Milei en campaña era algo exótico, y bueno. Ahora, cuando llegó al gobierno, y esto lo quiero decir muy claro, todo eso exótico se terminó. ¿Quién gobierna hoy la Argentina? Veamos los ministerios más importantes de Milei. Toto Caputo.

Esto no quiere decir que no haya una importancia, que no haya una relevancia, que es el presidente, que es su lapicera, que él nombra, que echa, que cuando no le gusta, pero bueno, Toto Caputo, yo me animo a decir que de la Escuela Austríaca no sabe ni qué es remotamente, que seguro no leyó Hayek, Mises. No.

Toto Caputo es el ministro de Macri que representa un sector, que es un sector especulativo, financiero, con sede en el exterior y está haciendo un programa que cuando vos ves el programa que está llevando Toto Caputo no es austríaco, no es libertario, no es anarcocapitalista, es una política de financiarización, de extranjerización, de precarización, de desindustrialización, es más de lo mismo. Es más de lo mismo, no hay mucha novedad en materia de política económica. Y después dicen ‘no, ahora se nos ocurrió algo buenísimo, privatizar los trenes’. ¿Qué?

¿Esa es la originalidad? Hacer lo que ya hicieron y fracasó. Yo le digo a todos, si nos vienen a vender que lo nuevo que van a hacer para mejorar la economía es privatizar todo, bueno, ya está, ya fracasó. Era un negocio, era un choreo, era liquidar los bienes comunes de la Argentina, salió muy mal, destruyó el tejido productivo. Si me dicen: ‘vamos a tomarnos el trabajo de mejorar’, de, bueno, qué sé yo. Siempre es posible, pero vienen a ser un desguace, es un desguace. Es un saqueo.

Entonces, en ese sentido, Toto Caputo, de nuevo, no estoy bajándole el precio que Milei sea el presidente, estoy diciendo, ¿qué expresa? ¿Qué representa? No es más, todos ellos, todos los que lo acompañaban a Milei durante la campaña de su grupo, se peleó con todos, los echó a todos. No queda uno, queda Toto Caputo, queda Sturzenegger. Queda Sturzenegger.

Perdón, para que quede claro, porque de nuevo sin bajarle la importancia y la responsabilidad primaria es de Milei. No le estoy quitando responsabilidad. Estoy diciendo que hizo acuerdos, que hizo alianzas y que está gobernando junto con otros sectores Milei. Que se escudan en Milei también y lo usan a Milei, que tiene alguna capacidad electoral, pero el proyecto no es el de Milei.

Yo vi, y creo que todos vieron, la Ley Bases antes de que se llame bases, antes que fuera de Milei, la Ley Bases era un bodoque así que Sturzenegger venía armando con los grandes estudios y las grandes corporaciones de la Argentina de desregulación, de negocio, es un plan de negocios que venía armando Sturzenegger para Bullrich. Está el video, ‘ya tenemos listo’.

Y eso después se convirtió en la Ley Bases. Que yo me arriesgo a decir, cuando la presentó Milei no la había leído, estoy prácticamente seguro, no sabe qué hay dentro de la Ley Bases, es llave mano de determinados sectores representados por Sturzenegger, que los representó también en el gobierno de Macri, que los representó en el gobierno de la Alianza, que los viene representando y que es un orgánico de esos sectores y que tiene sus vínculos, sus relaciones.

O sea, que el gobierno de Milei no es solo Milei y las cosas que dice por Tuiter o las cosas que dice por TikTok, es esto. Y en seguridad, ¿la puso a Lemoine, la puso a Villarruel? No, la puso Patricia Bullrich, elenco estable, participante de mil experiencias, de esto, de represión, de desguace, por lo menos cuando se integró a la derecha. Y bueno, entonces tampoco.

Por eso digo, una cosa era Milei en campaña, otra cosa es Milei en gobierno, cómo está gobernando, quiénes están gobernando y cuáles son los resultados. Bueno, es un plan económico convencional. Les voy a decir quién me lo dijo: Milei.

Yo lo vi a Milei dos veces, una en Bahía Blanca que me dijo ‘arréglense como puedan’ y se las tomó, venía vestido de G.I. Joe, pero era él. Y la otra vez, cuando nos citó a todos los gobernadores y dijo, ’miren, yo tenía un plan económico que traía, no lo puedo hacer, entonces estoy haciendo un plan de estabilización de ajuste convencional’. ‘Eso es lo que estoy haciendo’. O sea, él mismo reconoce que mintió, que estafó, que en campaña dijo un montón de cosas que sonaban originales, novedosas, ‘voy a destruir’, y está haciendo un plan de ajuste convencional, un plan de estabilización económica convencional, está haciendo lo mismo de siempre. Y dijo además, para hablar de la estafa electoral, yo hablé de estafa electoral desde el día que nombró este paquete de ministros y que puso en marcha su programa económico, empezamos a hablar de estafa electoral, pero también dijo en campaña, ‘no se puede hacer algo distinto si gobiernan lo mismo de siempre’. Y después nos trajo a Sturzenegger, a Caputo, a todos, a Bullrich, a todos.

A Bullrich le había dicho ‘Montonera que volaba a jardines de infantes’, a Sturzenegger le había dicho… A Caputo le había dicho cualquier barbaridad, o sea que hay una estafa electoral. Empezamos a hablar de estafa, todavía no sabíamos que iba a ser una estafa multimillonaria, internacional, con las criptomonedas. O sea que la palabra que define todo este experimento, toda esta experiencia: una enorme estafa. Esto es una enorme estafa.

Milei es partícipe necesario y encabeza una enorme estafa en lo político, en lo económico, en lo social, y bueno, y también en esta cuestión que surgió. Por eso, yo creo que con respecto al gobierno de Milei, bueno, ¿qué puedo decir? No, no hay en materia de análisis, no hay muchas novedades. Plan antiinflacionario.

Díganme, el plan antiinflacionario convencional de la Argentina aplicado no sé cuántas veces, montones de veces, ¿cómo es? Dólar fijo, (salto de audio) dólar quieto, dólar rígido, dólar estable, dólar fijo. El extremo fue la convertibilidad, la experiencia anterior más explícita fue la tablita, pero también lo intentó Macri, estabilizar el dólar por lo que está diciendo Trump. Porque el valor del dólar, más allá de todo lo que significa el dólar en la Argentina, de una economía bimonetaria, pero el dólar en cualquier país del mundo se mueve, se mueve el valor del dólar en moneda local, supongamos que se devalúa y encarece todos los bienes importados, y encarece todos los bienes que se exportan también, que se producen acá pero se exportan.

Porque sale más caro en pesos cuando se venden afuera, sale más caro acá. Entonces, sostener el dólar en un nivel, acá fue primero el 2%, ahora el 1%. Estabilizar el dólar. Dólar fijo es la política antiinflacionaria que no tiene que ver ni con la emisión, ni con el déficit, ni con nada, estabilizar el dólar, dejarlo duro, dejarlo fijo.

Esa es una parte y la otra es bajar salarios, bajar jubilaciones, bajar ingresos populares. El primero genera, si vos dejas el dólar quieto y abrís las importaciones genera también un techo a los bienes que se producen acá, porque a ese dólar, importar se vuelve cada vez más barato y entonces los bienes nacionales tienden a no subir.

Es una política, es un plan convencional antiinflacionario, ortodoxo, dólar fijo, salario atrasado, dijeron paritaria cero este año, jubilaciones de hambre y lo más quietas posible. Es el plan convencional, después un ajuste feroz, del gasto público, de la inversión pública con un objetivo, pagar la deuda.

Ese es el objetivo, liberar recursos para pagar la deuda. Lo dijo Nicolás Avellaneda, ‘vamos a pagar la deuda con la sed y el hambre de los argentinos’, un ajuste feroz, pagar la deuda. Porque la única partida que crece es la de los intereses de deuda, la financiera, la de los vencimientos de deuda y todo lo demás, lo más quieto posible. Es eso, ese es el plan económico.

Es un plan de precarización, es un plan de desindustrialización, es un plan de exclusión social y se aplicó muchísimas veces en la Argentina y tiene muy poca novedad, nunca se repite todo exactamente igual, por supuesto esto alguien lo va a simplificar, pero forma parte del grupo de la familia de los planes económicos ortodoxos de ajuste de la Argentina, se aplicó 20 veces y ¿qué es lo que va generando?

Lo que está pasando hoy. Sobre todo, la cuestión del dólar, que para sostener ese dólar, se necesitan más dólares para importar porque se abaratan las cosas extranjeras. Porque las ganancias en dólares, con un dólar barato, se vuelven cada vez más. No estoy haciendo una crítica integral del plan, estoy diciendo que es lo que genera, una necesidad permanente de dólares.

En algún momento se logró con privatizaciones y endeudamiento, ahora con un blanqueo y endeudamiento, y ahora necesitan más endeudamiento. Consume endeudamiento. Consume dólares. ¿Y quién lo paga? El pueblo argentino, porque la deuda queda. Esto se va donde se tiene que ir y la deuda queda y es del pueblo argentino.

Entonces, cuando nos oponemos a este plan es porque desindustrializa, precariza, destruye los salarios, destruye los ingresos, viene acompañado con represión y además nos deja una deuda terrible y un despelote de horda, que ¿quién tiene que solucionar? Siempre y cada vez, el peronismo y el campo popular.

Salarios bajos, dólar barato y dale que va. No, no tiene novedad y es inestable, frágil y genera incertidumbre, y es lo que un poco estamos viendo. Por eso, quería caracterizar esta situación.

Ahora, voy a, como dije, hablar un poco del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Voy a hacerlo de manera breve. A mí me parece, bueno, vuelvo a Punta Indio, pero la semana pasada donde estuve, miren desde que terminamos la elección pasada, la elección del 19 creo que inaugurando la escuela número 200, el edificio escolar número 200 y ya era…

Ahí, los últimos meses. Y hoy estuvimos en Punta Indio inaugurando el edificio escolar número 252 en la provincia de Buenos Aires. Y estos días vamos a seguir inaugurando escuelas. Pero por eso, puedo hablar de los centros de atención primaria de la salud. Si no me equivoco, 175 pequeños hospitales, centros.

Bueno, ahí los intendentes conocen esto de salud de los barrios, es la integración del sistema de salud. Y yo siempre hablo, ah, y hoy también llevamos una ambulancia a Punta Indio de última complejidad. Escuchen, es una localidad donde alguien se accidenta y tiene que venir, si es de determinada gravedad en La Plata, y queda a una distancia de La Plata. Entonces, una ambulancia de máxima complejidad y la diferencia entre la vida y la muerte. Llevamos la primera ambulancia de máxima complejidad Punta Indio, pero la número 550 y no, 356 que distribuimos desde el Gobierno de la Provincia, 356 ambulancias de máxima complejidad.

Hablamos el otro día de seguridad largamente, no lo voy a repetir, ayer estuvimos de nuevo  distribuyendo patrulleros, 750 patrulleros. Llegamos y había esa cantidad en total en la provincia en el conurbano bonaerense, 790 patrulleros destruidos. Solo, en estos días, estamos con 750 nuevos patrulleros, pero adquirimos 6.500, 6.500 patrulleros para la provincia de Buenos Aires.

Puedo seguir en lo que hicimos en materia de parques industriales, en lo que estoy hablando de primer gobierno y lo que continuamos haciendo. A mí me gusta referirme a esto, a nosotros nos gusta referirnos a esto, como dos elementos del mismo, bueno, el Ministerio de las Mujeres, el Ministerio de Ambiente, único Ministerio de las Mujeres en la República Argentina, Estela Díaz.

El Ministerio de Trabajo, Vivienda. Uno mira la estadística, el Instituto Provincial de la Vivienda de la provincia de Buenos Aires, construía 80 viviendas por año, el Instituto Provincial de la Vivienda de la provincia de Buenos Aires. Nosotros hoy tenemos en construcción 8.000 viviendas del Instituto de la Vivienda con un Ministerio de Vivienda y Hábitat.

Por supuesto, falta un montón, esto es la provincia de Buenos Aires. Falta un montón, falta muchísimo. Y yo hablo de dos elementos. Uno lo llamaba la reconstrucción, venimos a mucho tiempo de un gobierno que ni se gobernaba desde La Plata. Está el Teatro Argentino, pero está también la Gobernación. Está, bueno, la Plaza San Martín.

No teníamos capital. La capital digo, sin su, obviamente, sin su antiguo esplendor, pero sin un orgullo de ser la capital de la Provincia. Estaba en ruinas cuando llegó Julio y tuvimos, sí, estaba en ruinas. Y Julio, asfalto, perdón eh. Estaba hablando pero es parte de lo mismo, tenemos que tener la capital que se merece la provincia de Buenos Aires, por más dificultades que haya, con sus monumentos históricos, con su importancia.

Yo lo dije cuando asumíamos, era la Casa de Gobierno, obviamente que el estado de la Casa de Gobierno uno podría decir, no es expresión, no es síntesis de cómo funciona un gobierno ni nada, el estado edilicio. Pero bueno, ¿se acuerdan lo que era la Casa de Gobierno cuando asumimos?

Todas las paredes manchadas, toda destruida, descascarada, crecían árboles en las paredes de la Casa de Gobierno y no había gobierno, no iba ahí, gobernaban desde la Capital, gobernaban desde Morón, vivían en Morón, vivían no sé dónde, Vidal no pisaba, una vez por semana venía la gobernadora a la capital de la Provincia, y no por recorrer la Provincia precisamente, gobernaron con joystick desde la Capital Federal. Y así les fue. No gobernaron la provincia de Buenos Aires.

Hace mucho que hacía falta una planificación de un gobierno que tiene dos elementos, digo yo. Reconstrucción. Reconstrucción, ¿qué es? Porque yo digo, ‘inauguramos hoy la escuela 252’, y todos dicen, bueno, fueron dos años de pandemia, veníamos más o menos a 100 escuelas nuevas por año y hay un déficit de infraestructura escolar.

Pero bueno, si uno avanza a esa velocidad, el déficit se va mejorando. Doy otro caso. Calles de tierra en el conurbano bonaerense, no pavimentadas, ¿cuántas hay? 100.000, grosso modo. Veníamos haciendo 10.000 por año. Si venís haciendo 10.000 por año, algunas son más complicadas porque tienen temas hidráulicos, acá tenemos varios intendentes, pero Andrés lo sabe muy bien ¿Cuánto hemos pavimentado? Muchísimo. Entonces, si uno empieza a dar la perspectiva y 100.000, pero 10.000 por año en un tiempo se puede solucionar, no todo junto, se necesita una planificación, pero yo hablaba de una reconstrucción, como un elemento del gobierno. Y el otro elemento, transformación, que no es lo mismo que reconstruir.

Una cosa es hacer 252 escuelas nuevas, edificios escolares nuevos, que no ese es el número real porque hay 500. El otro día estuvimos en el Normal 1 acá en La Plata, una escuela preciosa, histórica de la provincia de Buenos Aires. No se podía dar clase por las goteras, se caía el techo, hubo que cerrar parte y después reinaugurarla. ¿Cómo estaba? Re inauguramos 500 escuelas.

Con obra profunda, con reconstrucción profunda. Entonces, son 250 nuevas, 500 reconstruidas. Hicimos 1.200 aulas nuevas. Que en equivalente a escuelas serán más o menos 200 escuelas. Si en vez de ser aulas que se agregan a una escuela existente, fueran escuelas nuevas, en equivalente a escuelas, entonces uno suma los tres elementos, son casi 1.000 escuelas nuevas que hicimos en la provincia de Buenos Aires.

Empieza a tomar volumen, empieza a tomar color, da respuesta y genera algo que hoy lo vimos de nuevo en Punta Indio, que es que terminamos. Era una Escuela Técnica, que funcionaba en la base militar, que era un lío, querían su edificio, hicimos la primera etapa. Llegas ahí, lo primero que te dicen es ‘¿cuándo viene la segunda etapa?’. Y si haces la técnica, te piden la secundaria, y si haces la secundaria, te piden la primaria. Y si haces la primaria, te piden el jardín.

Y algo que pasa en la provincia de Buenos Aires, no te piden su jardín de infantes. Te piden el jardín de infantes que pasa en otro pueblo, sí, en otra localidad. Y cuando más se aplaude no es cuando se habla de esa escuela, es cuando se habla de que son 250. Yo quiero decir, que no nos vendan gatos por liebre. Nuestro pueblo es un pueblo solidario. Solidario. No entró el sálvese quien pueda. No entró, lo intentan. No entró el egoísmo, el individualismo. No es que cada uno está… En la provincia de Buenos Aires, no. La provincia de Buenos Aires esa ideología, la provincia de Buenos Aires no entró la motosierra, pero la conceptual, te pide más Estado y celebran con solidaridad, por ejemplo, poder estar ayudando al pueblo de Bahía Blanca, más fuerte que nunca.

Entonces, bueno, reconstrucción, dos elementos y transformación, que ese es el más complicado. Ese es el más complicado porque una cosa es hacer un edificio nuevo, pero otra cosa distinta es lo que pasa dentro de la escuela. Transformar el proceso educativo es mucho más complejo. Es mucho más complejo. Una cosa es hacer una, se llamaban salitas de salud, lo llamamos Centro de Atención Primaria de Salud, son pequeños hospitales, seis consultorios, tecnología, historia clínica digital. Bueno, es una transformación de base, profunda, de raíz que es mucho más complicada y que exige una planificación y que exige pensarla, concebirla, pero exige mucho más, yo siempre hablo de la planificación de esta manera, porque tenemos planes quinquenales en todos los ministerios. Planes quinquenales en todos los ministerios, pero un plan quinquenal puede ser una lista de instrucciones bobas que venga desde la tecnocracia, desde un ministerio, y eso no funciona, aunque sea brillante como está planteado, qué buena idea.

Para que la transformación pase, y lo voy a decir porque estoy convencido, tiene que ser una transformación democrática, participativa. La planificación requiere que se entienda, que se comprenda. Yo decía el otro día, no se puede transformar lo que no se conoce, no se puede transformar lo que no se ama y no se puede transformar si no hay una vocación de transformar, no va a funcionar.

Entonces, bueno, eso es lo que está pasando en la provincia de Buenos Aires. Falta un montón. Uno puede hacer 1.000 escuelas. Y decir falta un montón, porque la provincia de Buenos Aires hace mucho que tiene una postergación. Me decía Julio, el sistema penitenciario, ustedes vieron lo de Bukele, vieron que la derecha anda todo el tiempo diciendo ‘hay que hacer cárceles, meter a todos en la cárcel’. Bueno, nosotros veníamos de una experiencia, que era la de Vidal. Voy a tratar de ser breve, pero es interesante saberlo. Cuando asume Vidal hay 36.000 internos, presos, en la provincia de Buenos Aires. Asume con 36.000, termina el gobierno con 51.000, ¿sí? ¿Cuántas plazas penitenciarias construyen? No llegan a 1.000. No llegan a 1.000, porque son grandes inversiones, construir nuevas cárceles o construir penitenciarías, unidades penitenciarias o alcaidías. Es un trabajo localizarlas porque la comunidad discute si tiene que haber o no. Es eso, ampliar el sistema penitenciario, transformarlo, que en el sistema penitenciario, como se dice normalmente, entran y salen peor. ¿Cómo hacemos para que eso no pase? Porque es un tema de seguridad ciudadana. De seguridad ciudadana, que lo entiendan todos. Cuando sale y cumple la condena, yo lo digo siempre, el gobernador no decide quién va preso, ni si va preso o no. Eso lo decide el Poder Judicial. No decide libertades, yo no puedo decidir libertades, excepto por dar un indulto y no he dado ninguno, o sea, que yo tengo un solo elemento y no decido si alguien va preso, no decido si sale del sistema penitenciario.

Lo que sí, cuando salga del sistema penitenciario, lo dice nuestra Constitución, lo dicen nuestras leyes, lo que hay que lograr es que no reincida, que se pueda reinsertar. Porque cumple la condena y si cuando sale vuelve a cometer un delito, y bueno, ¿cómo se resuelve? Pero para eso no puede haber hacinamiento, había una crisis humanitaria. Crisis humanitaria, dicho por organismos internacionales, en el sistema penitenciario.

Porque había 36.000 presos cuando llega a Vidal, 51.000 cuando se va. ¿Y cuántas plazas penitenciarias? 24.000. Entonces lo hablamos, Julio era ministro de Justicia. Hoy es Juan Martín Mena. Lo mismo. Dijimos, ¿cómo se empieza a resolver esto? Y hay que construir más plazas penitenciarias. Pero es difícil, es caro, es complicado. Bueno, ¿y cuántas habría que hacer?, le digo a Julio, ¿cuántas habría que hacer?. ‘Y, un montón’, me dice, ‘porque hay una crisis penitenciaria, humanitaria’.

Y entonces hacemos un plan. Había 24.000, el plan es construir 12.000 más. O sea, de 24.000, 12.000 más, un 50% de lo que se hizo en los 200 años del servicio penitenciario, hacerlo en este plazo de gobierno. Ya tenemos construidas 7.500, 7.500 y tenemos en construcción, y Milei abandonó. Pero las vamos a seguir haciendo, obviamente, y lo que pasa en el interior para que el que va preso cuando salga se pueda reinsertar y no reincida, y no sea de nuevo… Bueno, todas estas cuestiones, porque hablé de salud, de educación, de universidad. Todo esto se complejizó con Milei. Todos los planes que teníamos, yo creo que el haber hecho estas cosas, un gobierno… Yo dije, ‘un gobierno que esté en el territorio’. El gobernador, bueno, tiene que estar en el territorio, tiene que ir ahí. Hoy estuvimos hablando con los alumnos, con los estudiantes de la secundaria, hacían preguntas, contestábamos, bueno eso, ese ejercicio de estar ahí, de recorrer.

La Provincia es inmensa, pero el problema no es, lo hacemos dos veces por semana al interior, dos veces por semana al conurbano, lo hacemos con un ritmo, una gimnasia que ya lleva, a los lugares donde voy, cinco visitas, seis visitas. Pero no es ese el tema, cada uno de los ministros y sus funcionarios, este es un gobierno que está en el territorio, está en el territorio, recorre el territorio, sea de un lado, sea del otro. Está cerca, es un gobierno cercano, no lo tenían, ni gobernaba en La Plata, iban con vallas. Esto tiene que ver, y tener un plan, tener una perspectiva.

Cuando empecé, nadie te pedía una obra, si no había obras. Ahora, en una inauguración te piden la obra que falta y alguien dice, ‘bueno, pero disfrutemos esto’. No, no, está muy bien. ¿Por qué se hacen las obras? Porque la sociedad las pide, donde hay una necesidad nace un derecho.

Bien, llega  Milei y entabla, pone en marcha además de todo lo que conté, un gobierno centralista, unitario como nunca hubo. Como nunca hubo. Porque es un gobierno donde parece no que es centralista en términos de la Ciudad de Buenos Aires. Parece querer gobernar sin territorio y sin población. Gobernar para sectores, para intereses, para sus dichos internacionales, para sus premios, pero como sin ningún problema real de la gente de todos los días le resulta impropio, todo le es ajeno. Todo le es ajeno. Y parece ser, según él, responsabilidad de otros que tendrían que estar haciendo lo mismo que hace él, que es  no hacerse cargo de nada, aplicar la motosierra y hacer esa formulita. Les voy a dar la traducción al idioma de Milei de una palabra. Te piden algo y vos les decis, ‘jodete’. ¿Cómo se dice en lenguaje de Milei ‘no hay plata’? Milei dice ‘no hay plata’ y es jodete. A nosotros nunca nos van a escuchar dando esa respuesta, porque la respuesta es tengo esta dificultad, viene después, hay este problema, pero ¿quién se va a hacer cargo?

Y Milei empezó un proceso, dijo, ‘voy a fundir a las provincias’. Y algunos fueron al Pacto de Mayo, otros le votan las leyes.

Nosotros acá en la provincia de Buenos Aires seguimos gobernando como lo hicimos en el primer mandato. En la provincia de Buenos Aires no paró ni una sola obra. Milei paró 1000 obras. La provincia Buenos Aires, mientras nos cierran los recursos para las universidades, abrimos centros de universitarios en cada uno de los distritos para que los pibes que viven en el interior puedan también llegar a la universidad. Puedo mencionar, saca los medicamentos para el cáncer, nosotros esfuerzo adicional porque no podemos ser tan crueles, desalmados y, por supuesto, estamos en esa situación. Estamos gobernando en condiciones dificilísimas. Porque hay un gobierno que está todo el tiempo, todo el tiempo hostigando, quitando recursos, pedimos, tenemos reclamos ante la Corte Suprema. Se está discutiendo hoy la Corte Suprema. Yo le digo a la Corte Suprema, siete denuncias hizo la provincia de Buenos Aires porque nos robó Milei, que nos devuelva la Corte Suprema también lo que nos robó Milei. Siete denuncias, marchas, manifestaciones. Bueno, porque son cosas ilegales, no es discrecional.

Estamos en esta condición, estamos en esta situación, gobernando así. Entonces, ¿qué decimos? Escudo y red. ¿Esto quiere decir que vamos a poder evitar las consecuencias de las políticas de Milei macroeconómicas, productivas que, no sé, han cerrado…? El otro día salió 250.000 nuevos desempleados, de los cuales 8 de cada 10 son de la provincia de Buenos Aires. Y no es porque Milei perdió las elecciones, también probablemente en la provincia de Buenos Aires, entonces tiene más saña con la provincia de Buenos Aires. No es porque haga una política particular sino porque el plan de Milei agrede, agrede el proyecto de país, la soberanía, pero golpea más fuerte en la provincia de Buenos Aires. O no quiero ponerme exagerado, pero muy fuerte en la provincia de Buenos Aires. Porque la provincia de Buenos Aires es una provincia de producción y trabajo. Es una provincia donde se necesita salud pública, educación pública. Hoy fuimos a un municipio, como pasa en 80, 90 municipios donde hay un solo prestador de salud. ¿Qué verso quieren vender? ¿Qué estafa quieren vender?

Es el Estado y si no está el Estado, no está nadie, como hizo Vidal con las escuelas rurales. Cerraron las escuelas rurales y ¿qué hacen las familias? Se empiezan a ir. Sacas el hospital municipal o el hospital provincial y ¿qué empieza la familia?, ¿qué van a hacer las familias? No se pueden pagar 500 lucas una prepaga. No se pueden pagar 500, 600 lucas de una escuela o 400 de una escuela privada y no hay, porque no hay negocio, entonces no es negocio, es mentira.

Si no está el Estado acá en la región, en los países centrales para darle una respuesta a aquellos que no pueden por privado resolver sus dificultades, no está nadie. Entonces, ¿de qué libertad me hablan? Libertad es poder ir a la escuela y eso es el Estado y la escuela pública, libertad es tener salud. Eso es la libertad. Poder ir a una universidad, poder hacer… Si no, sin igualdad de oportunidades, sin justicia social, ¿qué libertad quieren vender? ¿Qué libertad? Por eso yo creo que ser escudo con esta dificultad, obviamente, no se pueden recuperar, estamos ahí, está el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Producción, ¿con cuántas empresas nos hemos juntado privadas? Milei destruye la empresa privada argentina. Lo privado, 13.000 empresas creo que ya murieron en la época de Milei. Está destruyendo al sector privado también con estas políticas, con políticas de desindustrialización, de extranjerización, de precarización laboral porque de malos salarios y jubilaciones, porque después, claro, el empresario le tiene que vender a alguien. Y buena parte de las empresas, de las pymes van al mercado interno.

Pasó este verano, pasó en este último fin de semana largo, pasó… desastre. Porque no hay consumo. Y si no hay consumo no hay producción y no hay inversión.

Bueno, y esto es lo que está pasando en Argentina de hoy y en nuestra provincia de Buenos Aires. Escudo, red.  Pero también con los elementos que mencionaba, alternativa. Porque nosotros tenemos que mostrar acá en la provincia de Buenos Aires que a pesar de las dificultades, con Milei y todo, se puede gobernar para la gente, se puede gobernar para el pueblo, se puede… Se puede construir y, por supuesto que es un gobierno provincial, y por supuesto, quiero decir porque ahora está de moda decir ‘los intendentes’, con los 135 intendentes de la provincia Buenos Aires, porque es un territorio muy vasto, por supuesto los compañeros, por supuesto lo que uno comparte más, más fácil, más sencillo, más rápido, pero bueno, es así.

Esta es la Provincia que tenemos  y en una situación como la que estamos atravesando, necesitamos respaldo. Estamos bajo ataque del gobierno de Milei. Quisieron, en la última semana, intervenir, hace dos semanas, intervenir la provincia de Buenos Aires. Algunos se lo toman en joda, alguno dice, ‘bueno, es un chistecito, fue trasnochado’. No, no y no, que un presidente pida la renuncia de un gobernador democráticamente electo porque se le canta y por y que diga y amenace con una intervención, es profundamente antidemocrático Es autoritario.

Es verdad, nadie que no tenga en la cabeza… Y hay que rechazarlo y hay que repudiarlo y hay que construir esa alternativa y para nosotros construir esa alternativa es, por supuesto que defender nuestra historia, defender lo que somos, defender la década pasada, nuestra compañera y en esto quiero hablar para que quede muy claro. La persecución judicial que están haciendo sobre Cristina es canalla.

Es miserable, es ilegal y es reiterativa porque lo han hecho con los dirigentes del campo popular y no lo hacen por lo que dicen ellos, lo hacen por lo que representa y por lo que hizo históricamente, clarísimo. Es clarísimo. Entonces, ¿qué hay que hacer? Por supuesto que defender nuestra historia, nuestra trayectoria, nuestro ideario, nuestros principios, nuestras banderas históricas. Nosotros tenemos que defender lo que estamos haciendo en la provincia de Buenos Aires.

Tenemos que defender a un pueblo, no un gobierno, tenemos que defender a un pueblo que está bajo ataque de una política que la deja sin la posibilidad de tener laburo, de tener un futuro mejor, de dárselo a sus hijos.

Tenemos que defenderlo, tenemos que defender la Provincia y lo tenemos que hacer todos juntos, por supuesto, en unidad a nuestro campo y todos los que estén de acuerdo que este es un gobierno autoritario, que este es un gobierno desindustrializador, que es un gobierno vende patria. Y bueno, y eso es lo que está pasando. Y bueno, y después podemos discutir cualquier cosa. Ustedes saben que estamos discutiendo el sistema electoral. Perfecto. Perfecto, podemos discutir cualquier cosa.

Yo di mi opinión, la vuelvo a dar, ¿qué es lo que ocurre? Milei puso la boleta única en papel. En una ley que obliga a votar con dos urnas distintas y dos sistemas distintos. Una boleta única en papel que nadie usó en la provincia de Buenos Aires. Estaba hablando con compañeros y compañeras del territorio, nadie sabe ni cómo va a ser esa votación. Vamos a hacer un esfuerzo de capacitar, de explicar, pero el problema es que está mal la boleta única en papel.

El esfuerzo que tenemos que hacer es que no haya boleta única en papel, porque la boleta que teníamos en la provincia de Buenos Aires está aprobada, está demostrado que respeta la voluntad de quiénes votan, ganó Milei hasta con la boleta que teníamos antes. Y no hubo fraude, no hubo denuncia de fraude, todas las porquerías que dijeron, son mentiras, ni siquiera pueden argumentar que es más barata la boleta única en papel.

Es lo que le conviene electoralmente a Milei para que esté ahí, simplemente es un provecho y una ventaja electoral que quiere salir Milei, pero la metió y la clavó en toda la Argentina y ahora nos lleva a una elección que, sí es como siempre, con dos urnas distintas, con dos sistemas distintos que se han hecho simulacros, simulaciones, a ver cuánto se tarda en votar. Se tarda mucho más lógicamente, son dos cuartos oscuros, un biombo y un cuarto oscuro.

¿Qué está ocurriendo y lo he hablado con muchísimos gobernadores? Esa elección es un problema, es un caos, lo armó Milei. Es un caos, son dos elecciones juntas un solo día.

Y obviamente, es que uno puede decir, ‘bueno, lo armó Milei, es un problema, tratemos de agrandar la cantidad…’ Bueno, ya lo hemos hecho en pandemia, no hay para votar en el doble, no hay.

Pero son todas discusiones, simplemente quiero decir, yo cuando Milei saca la boleta única en papel, consigue que se la aprueben, lo primero que dije, nos está llevando a un caos electoral, un desastre, porque a quién. Primero, que si la gente hace cola, como pasó en la Ciudad de Buenos Aires, como… Pero no importa, si no puede votar perdemos todos, pierde la democracia.

Entonces, ¿cómo se puede garantizar que la gente pueda votar? Bueno, una solución posible es en dos días distintos.

No es más caro, porque si es el mismo día también la parte de la Provincia la paga la Provincia. O sea, que no es un tema económico, es para que sea un sistema tema que permita representar que no sea un caos, que no sea un fracaso en la elección. ¿Qué hicieron la mayoría de los gobernadores? Yo creo que todos, si no me equivoco, menos uno, dos y hay que ver porque hay uno que está en duda de toda la Argentina, los que tienen las dos elecciones juntas, y desdoblaron. Yo creo que es un hecho.

Y he hablado con varios. Alguno que me decía, ‘no me conviene electoralmente, o hay que ver, pero si no, me arriesgo a que sea muy dificultoso, muy muy complicado el día de la votación’. Y que después me decía él, ‘no lo sé porque esto es culpa de Milei’. No es parte de algo que hemos decidido nosotros, es culpa de mi ley. Nos impuso un sistema nuevo de votación que le conviene a él.

Dijo, por ley, que tiene que ser en dos urnas distintas, para que haya dos urnas, cuarto oscuro distinto, sistema distinto. Bueno, eso armó Milei y lo dije el primer día que asumió. Antes, siquiera, de que haya en nuestro espacio posiciones distintas, que son todas atendibles, pero esta es la posición que estoy poniendo. Y hay otra cuestión más.

Yo el otro día manifestaba, buena parte de los intendentes, por no decir una mayoría de nuestro sector y de otros sectores, piden, creen que lo mejor es que la elección sea en dos días distintos, ¿por qué? ¿Por qué? Y bueno, porque Milei tiene una particularidad y no es un tema de conveniencia política, es de reflejar la realidad. Que es la que yo estoy contando.

Capaz alguien votó a Milei y después va y le dice al intendente, ‘haceme una escuela que falta, hagan una escuela, bacheen el camino, hagan el camino rural, terminen la ruta’. Y entonces, ¿cómo es esa contradicción? Le pide más Estado al intendente, a veces les ha pasado, ¿no?

Nos ha pasado recorriendo, ‘no, hagan esto’. Y son lugares donde claramente, vos le preguntás. No para discriminar, pero ‘¿votaste a Milei?’. Milei dice motosierra, obra pública cero, destruir la educación pública, ‘¿estás de acuerdo con eso, pero al mismo tiempo reclamas eso?’. Y Milei en los territorios, en la realidad de todos los días, La Libertad Avanza, los liberal-libertarios, los anarcocapitalistas, en los pueblos, en las discusiones, ¿qué van a ir a decir motosierra, topo que destruye el Estado?

Es una discusión que hay que dar. Es una discusión por distrito, no para cortar, es una discusión que hay que dar, mostrar lo que estamos haciendo, mostrar el esfuerzo que se hace. Y eso no quiere decir abandonar o rechazar la cuestión nacional, y estoy simplemente dando, por supuesto, necesitamos que no entre la motosierra en los concejos deliberantes con una discusión política franca.

Necesitamos que no entre la motosierra en la Legislatura bonaerense. Y necesitamos tener diputados y diputadas que se opongan a las políticas de Milei inclaudicablemente en el Congreso Nacional. Necesitamos todo eso. No son dos cosas separadas.

Si hemos estado discutiendo con Milei desde el día uno, en la calle, como gobierno, discutiendo con Milei, marchando contra Milei y su política porque perjudican, porque no estamos de acuerdo, porque no creemos en eso, pero además, yo lo digo siempre y creo mucho en esto, MIlei dice, ‘yo tengo que ajustar porque a mí me votaron para ajustar, a mí me votaron para hacer tal cosa, para hacer tal otra’. He dicho que es una estafa. Porque el ajuste era para la casta en la campaña electoral y ahora resulta que la casta son los jubilados, son los laburantes, son… Así que bueno, otra estafa electoral.

Pero nosotros, acá en la provincia de Buenos Aires, también tenemos un mandato, Y el mandato, lo dijimos pero con una claridad absoluta, decíamos ‘la derecha o los derechos’. Bueno, nosotros acá estamos por la ampliación de los derechos. Nosotros acá seguimos trabajando desde el peronismo, un gobierno que sigue trabajando y trabaja bien con algunos también dirigentes de espacios que no son el nuestro que tampoco están de acuerdo con todo esto de Milei.

Entonces yo creo que… Yo creo que estamos en condiciones de dar las dos discusiones, no le vamos a sacar el cuerpo a ninguna, que nadie vea fantasma, no le vamos a sacar el cuerpo ninguna y todos los que han desdoblado, que no son… son de todos los espacios. Son de todos los espacios y todos los sectores porque la elección el mismo día va a ser, todo el mundo ve que es un experimento que nunca se hizo y experimentar con el voto de la gente, que es el momento más sagrado, más importante de representación, democrático, donde expresa su voluntad, tienen que salir bien, tienen que tener poder votar. Por supuesto que es un desafío también hacer una desdoblada, pero bueno, esta es la discusión que estamos teniendo. Esto es lo que nosotros vemos y, bueno, yo creo que, yo creo que… No, pero dije no vengo a hacer anuncio por esto, porque tenemos argumentos que tienen que ver con un montón de cuestiones. Me parece que está muy bien que se discutan argumentos. Yo mi posición la he dado y la sostengo.

Ahora, ante una situación así, ante una situación así, la verdad es que uno observa lo que está pasando en el país, una anomalía tan grande como un gobierno nacional que dice que va a destruir a las provincias argentinas. Y no es una cuestión ni de encerrarse ni de achicarse, es una cuestión de que nosotros necesitamos defender a la provincia de Buenos Aires y estamos en condiciones de defender lo que estamos haciendo, lo que queremos hacer, lo que vamos hacer y no tenemos ningún problema.

Lo hemos hecho en la última elección, lo hemos hecho en campaña. Por supuesto que nos van a atacar, por supuesto decía, nos quieren intervenir, nos dicen cualquier cosa, nos agrede. Y bueno, vamos a discutirlo de cara al pueblo y me parece que es importante, porque en la provincia de Buenos Aires estamos haciendo un gobierno que pretende marcar una línea de una alternativa. Y bueno, y es eso y tiene que ser con todos los sectores.

Por eso yo quiero terminar también diciendo que se seguimos en la misma posición, convocando un frente donde estén incluidos todos los sectores, convocando a la dirigencia política, por supuesto, pero también a los sectores productivos, trabajadores, organizaciones, movimientos, a todos los que se sientan, a todos los que quieran ponerle un freno a Milei y defender la provincia de Buenos Aires, que es nuestra obligación del lugar que estamos y contribuir y trabajar para una política que es obviamente nacional y lo hemos hecho desde el primer día y lo vamos a seguir haciendo siempre.

Así que para concluir porque ya hemos hablado, me parece, me quedaron varias cosas, pero ya hemos hablado creo que de todo. Les quiero agradecer muchísimo, creo que es un momento, sí, de deliberar, de reflexionar, de pensar, pero sobre todo de construir. ¿Qué? Construir una alternativa política que vuelva a gobernar la Argentina, que incluya a todos, que lo haga seriamente. Y en esto nadie tiene la vaca atada, nadie tiene la verdad absoluta, tenemos que discutirlo con todos, tienen que participar todos, no hay que agredir al otro porque piensa distinto, no hay que andar tachando. A construir, a construir y a construir.

Es militar, es debatir con quien tengamos que debatir, a debatir. Y, sobre todo, con nuestro pueblo, explicarle lo que estamos haciendo y lo que queremos hacer.

Así que bueno, muchísimas gracias. Gracias, Chucky. Gracias. Mucha fuerza. Me da mucha fuerza esto. Muchísimas gracias. Gracias por el apoyo. Gracias por el respaldo y gracias, sobre todo, por el trabajo de todos los días y por la militancia. Muchas gracias.