Entrega de viviendas en Bahía Blanca
Bueno, acá se nos volaban los papeles. Bueno, en primer lugar agradecerle a Fede, recibirnos de nuevo en Bahía. Estaba con muchas ganas, sobre todo después de este episodio tan confuso que ocurrió con la famosa planta de GNL, de estar acá en Bahía, de poder verlos a ustedes, verlas a ustedes, al pueblo de Bahía a la cara y decirles que el Gobierno de la provincia de Buenos Aires trabaja incansablemente por el bienestar de Bahía Blanca y que, en el caso particular de esta inversión sobre la que tengo tanto para decir, pero para sintetizar, trabajamos 10 años para que se instale una planta para la licuación del gas acá, acá en el puerto de Bahía Blanca. Venimos trabajando hace 10 años, la inversión se había anunciado, es decir que venía todo bien, no se necesitaba ni RIGI nacional, ni RIGI provincial. La empresa extranjera había resuelto, y esto quiero dejarlo bien en claro, llevar adelante una inversión que no es solamente traer barcos con una manguera para llevarse el gas de Vaca Muerta, sino poner en tierra una enorme planta que iba a generar trabajo en el momento de construcción y también trabajo después.
Estábamos hablando de una inversión que generaba valor agregado y que tenía que estar inevitablemente en el Puerto de Bahía Blanca.
Ahí cuando lo anunciamos, la verdad que fue una gran satisfacción porque fue como la concreción de muchísimo esfuerzo. Esta empresa Petronas, no es cualquier empresa, es la cuarta productora del mundo, tiene una enorme experiencia y venía decidida a hacerlo.
La verdad que luego ocurrieron los hechos de público conocimiento, que de nuevo, para no abundar sobre el tema y porque también estamos hoy con tantas cosas alegres, felices y esto la verdad que es muy triste y deprimente, escuchamos que el Presidente de la nación salió por un canal de televisión a decir que la inversión no iba a ser en la Provincia porque no firmamos el RIGI o por la orientación política, o por lo que sea.
Me acuerdo haber hablado inmediatamente con Federico para comentarle no sólo nuestra desazón, sino también nuestra perturbación, nuestra incomprensión de lo que estaba pasando, porque evidentemente había una intencionalidad de hacer un uso político de una cosa que era, de una situación que era mucho más compleja, y a veces estas campañas para generar confusión y dudas triunfan, porque uno no tiene tantos medios, tanta llegada, para dar las respuestas que corresponden.
Desde aquel momento empezamos a trabajar para esclarecer la situación, dejarla blanco sobre negro. La primera cuestión, que saltó a la vista rápidamente porque lo dijo la propia YPF, es que no tenía nada que ver con el RIGI, con que firmáramos el RIGI en la Provincia, que se queda ahora se fuera esa inversión, empezó a decir que había importantísimos estudios técnicos que mostraban la conveniencia de no hacerlo en la provincia de Buenos Aires.
Yo lo primero que contesté es que no conocía esos estudios, todavía hoy no los conozco, todavía hoy no los conocemos, pero que lo importante para nosotros sabiendo que el lugar, la localización adecuada era Bahía Blanca, lo importante para nosotros es que esa inversión se hiciera, que por una irresponsabilidad, por una chicana, por sacar un provecho y una ventaja, no espantaran a los inversores, no nos dejaran sin inversión. Por supuesto que a Bahía Blanca, por supuesto que a la Provincia, pero a la Argentina también.
Una planta en tierra para procesar y hacer gas licuado, importantísimo. Un fruto y un producto del trabajo que se inició con la recuperación de Vaca Muerta, la posibilidad de que Argentina sea un gran exportador mundial con trabajo argentino y desde tierra. Y el lugar, claramente, Fede, quédate tranquilo, era Bahía Blanca, todo el trabajo que hicieron, reservaron los terrenos, de hecho en el medio de esto vinieron otras empresas interesadas y no se pudo concretar otras inversiones porque los terrenos estaban reservados.
La verdad que una desgracia, todo lo que estoy contando es una desgracia, no me pone nada contento, menos contento me pone aún haber leído el otro día en los diarios que la inversión no se va a hacer. Que ahora resulta, según las versiones que hay, Petronas, una empresa que viene trabajando, una empresa muy seria, repito, una de las empresas más importantes del mundo se retira. Entonces se ve que acá hay un manoseo, se ve que acá sobre un manoseo y sobre intereses hoy ocultos, trataron de sacar un provecho político y de hacer una ganancia que involucró lamentablemente al propio y al mismísimo Presidente de la nación, sea quien sea. Sea quien sea.
Así que yo, ante esta situación, tengo hoy en día dos reflexiones. Sabiendo todo lo que se hizo, todo el trabajo serio, responsable, lo que hizo el Puerto, lo que luego hizo el Intendente, lo que hicimos desde la Provincia, que estuvimos siempre a disposición, miles de reuniones, ni me hace falta contarlo, trabajando para conseguir una inversión. Dos reflexiones. La primera es que esperemos que, por irresponsabilidad, no tengamos que sufrir la pérdida de una inversión tan importante en la Argentina, en la Provincia, en Bahía Blanca, esperemos que la peor, el peor de los escenarios no sea real, que esta inversión, una planta en tierra no se pierda.
Y en segundo lugar, tengo para decir que junto con el Intendente, junto con el Puerto, junto con los diferentes ministerios, vamos a trabajar para que si esa inversión no se hace en Bahía, se hagan muchas más inversiones que podamos anunciar pronto en el Puerto de Bahía Blanca, en la localidad. Se lo merece Bahía, hizo un gran esfuerzo, es un pueblo trabajador, es un pueblo petroquímico que nos llena de orgullo. Y vamos a seguir trabajando. Aunque sigan tirando petardos, cañitas voladoras, vamos a seguir trabajando para concreciones.
Venimos ahora, miren a lo que nos condena una situación como ésta, venimos ahora del Puerto de Punta Alta de Coronel Rosales, donde hoy se está llevando adelante una inversión que consiguió también nuestro gobierno, junto con una administración del Puerto de nuestro gobierno. También en aquel momento, Rodrigo, el intendente, era como Fede en aquel momento el que presidía el consorcio y venimos de recorrer una inversión que tiene que ver con sacar no el gas sino el petróleo de Vaca Muerta, ahí en Coronel Rosales. Esa inversión se está haciendo. Es, según entiendo, la inversión más grande que se está realizando en la República Argentina. Y miren, no sólo no hacemos uso político para chicanear, para molestar y para espantar a los inversores, sino que esta inversión que hoy estuvimos recorriendo ni siquiera tocamos la pandereta y el tambor para decir que era producto del trabajo, simplemente lo hacemos, nos gusta trabajar de esta manera. Nos gusta trabajar de esta manera.
Pero hoy advierto, la puerta del petróleo de la Argentina y de Vaca Muerta está en la provincia de Buenos Aires. Por ahí sale, se procesa y vamos a hacer lo imposible para seguir teniendo inversiones vinculados con nuestra riquezas naturales, no sólo por una cuestión que nos preocupa que es generar trabajo, tener producción, mejor calidad de vida, sino también porque entendemos que los recursos naturales que tiene nuestro subsuelo están para eso, para que los empleemos nosotros, los emplee nuestro pueblo para conseguir mejor trabajo, para conseguir mejor calidad de vida, para industrializarlos, para ponerle valor agregado. No nos gusta cuando nos proponen que el petróleo de Vaca Muerta o el gas de Vaca Muerta se ponga por un caño y se vaya del país para que lo utilicen en otro lado. Así que, acá en Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, provincia de producción y trabajo, vamos a hacer lo que tengamos que hacer para que los recursos naturales de los argentinos sean para los argentinos. Así que lamento y sufro que hoy impere en el Gobierno nacional una mirada tan distante.
Hoy es un día de contrastes, inaugurando viviendas. Tenemos, decía la Ministra, un Gobierno nacional que por capricho muchas veces y por falta de empatía, por falta de conexión y por desconocimiento y tal vez por qué no, todo eso condimentado con inutilidad, porque ni siquiera pueden nombrar a los funcionarios que corresponden. ¿Por qué no?
Sospecho que si lo quisieran hacer tampoco podrían. Tienen paradas 16.000 viviendas en nuestra provincia Buenos Aires. Esto que hicimos hoy, nosotros tenemos 8.000 viviendas en el Instituto de la Vivienda, era un Instituto de la Vivienda que cuando lo recibimos hacía años de años que hacía 70 viviendas por año. Hoy tenemos 8.000 viviendas en construcción en la provincia de Buenos Aires y siguen todas en construcción.
A veces preguntan cómo hacemos. Bueno, es el esfuerzo de un pueblo, es la voluntad de un pueblo, es el mandato también que nos lleva a hacer estas cosas. Estuvimos recorriendo hoy también la base de la UTOI, una base que antes era sólo del conurbano. Es un cuerpo de policía preparado para los barrios más complicados, sabemos que las situaciones de inseguridad afectan a toda la Provincia. Cuando recibimos había 790 patrulleros en total en la provincia de Buenos Aires, con un gobierno como el anterior que se llenaba la boca hablando de la seguridad pero no invertía un mango porque entró rápidamente en política de ajuste, bajó todos los sueldos de la Provincia el gobierno de Vidal y Macri, pero el que más bajo es el de los agentes de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Miren cómo es la cosa que a veces el marketing parece que lo puede dominar todo en las redes sociales, pero después está la realidad tangible y la realidad tangible es que compramos 5.500 nuevos patrulleros para la provincia de Buenos Aires, que abrimos ya 25 bases de la UTOI, hoy una de ellas en Bahía Blanca, repatriando, como dicen ellos, a los agentes que se habían tenido que ir a trabajar también al interior de la provincia. Una inversión muy importante, una modalidad distinta, policía de cercanía que camina por los barrios.
Hoy también, como si fuera propósito, pero créanme que no lo es, hoy vinimos a anunciar y a firmar, aquí con el rector de la Universidad Nacional del Sur. Yo le quiero agradecer muchísimo a los rectores y a las universidades nacionales que operan y que trabajan en la provincia de Buenos Aires, tenemos 25 universidades nacionales en nuestro territorio, dos universidades provinciales también, y sepan que a donde yo voy, pueblo chico, pueblo grande, cerca o lejos de una gran ciudad, los pibes y las pibas de nuestra Provincia sueñan y quieren, en una proporción importantísima, estudiar en la universidad y lo pueden hacer en tanto y en cuanto esa universidad sea pública, sea gratuita, tenga presupuesto. No están contra la universidad, están contra el futuro y el sueño de millones de bonaerenses, de millones de argentinos y argentinas.
Han parado 40 obras, Kato, en universidades nacionales, como el caso aquí de la Escuela de Salud que está en edificio prestado, estaba planificado hacerle un edificio propio. Así que no es ni un desafío, no es tampoco una chicana, ni una vocación de hacer contraste, pero mientras Milei quiere cerrar las universidades y las deja siempre sin presupuesto, en la Provincia anunciamos obras para seguir ampliando las universidades. Recuperamos también otra obra esperada en el barrio Miramar.
Ayer conocíamos un dato espantoso, ¿no? Que tiene que ver con estadísticas, pero cualquiera que tenga responsabilidades de gestión, pero cualquier vecino y vecina, las estadísticas simplemente le vienen a convalidar que a nivel general ocurre lo que se observa en cada barrio, en cada cuadra. Para nosotros no fue una sorpresa el número que se conoció ayer de las condiciones sociales de la Argentina, lo venimos viendo. Y quiero decirlo con todas las letras, es responsabilidad de una política económica que durante la campaña decía que iba a mejorar todo con la dolarización, destruyendo como una maqueta el Banco Central, gobernando con gente nueva. Nada de eso pasó. Y no porque yo crea que sea algo bueno la dolarización, sino simplemente para decirles que en campaña vendieron cualquier verdura, y que iban a solucionar todos los problemas mágicamente. Y me parece que hay muchos, muchas que lo votaron con buen corazón, con la idea de poder estar mejor, de salir de una situación de malestar, para mejorar, y la verdad que no está pasando, está pasando lo contrario. No es que no hubiera pobreza o que no hubiera dificultades, todos los indicadores sociales, los indicadores laborales, de empleo, el que hacía una changa, con problemas, sin changa, el que tenía un laburo, algunos los echaron, a otros no les alcanza el sueldo y esto es producto de la política económica que estamos viviendo hoy.
Lo dije desde el primer día, por supuesto que yo no soy ni comulgo con la Escuela Austríaca, con el anarcocapitalismo. Teorías, ideas que, para que quede claro, no se aplican en ningún lado del mundo. Dice Milei que es el economista anarcocapitalista o liberal libertario más importante del mundo, austríaco. Yo creo que no es el más importante, que es el único. Que es el único. Son doctrinas antiguas, descabelladas, marginales, porque a nadie se le ocurriría, miren las contradicciones que hay, es como que a mí me den un trabajo de conducir un colectivo y diga ‘yo soy el que viene a romper el colectivo’. No, vos tenés que manejarlo, no te gusta por dónde va, dobla para el otro lado, manejalo mejor, pintarlo de otro color, no lo vengas a romper. Estas son las inconsecuencias y las contradicciones que escuchamos hoy. Él dice que viene a destruir el Estado. Y yo le quiero decir a Milei que el Estado son estas viviendas, no las va a poder destruir, las vamos a cuidar nosotros. Que el Estado es el plan para traer agua a Bahía Blanca, acueductos, cañerías, no las va a poder destruir Milei. Las hacemos con mucho esfuerzo, un pueblo esforzado, trabajador y solidario.
Esa teoría económica no sirve y está dando los resultados. ¿Cómo se arregla esta situación? Con que Milei, en lugar de andar recorriendo foros internacionales, hablándole vaya a saber a quién o choluleando con millonarios. En vez de hacer eso que agarre un cuadernito, recorre un poco la Argentina, nuestra provincia, y le pregunte a alguien, a uno solo ‘¿qué necesitás?’, y a ver si se lo puede dar. Eso es lo que necesitamos, un gobierno que de respuestas y que de soluciones, una sola. Vino a Bahía Blanca, recordamos hoy con Federico, vino Bahía Blanca, peor situación, una calamidad, una tragedia y dijo ‘arréglense con lo que tienen’. Creo que fue premonitorio, que ahí dejó plantado, después de la campaña diciendo cosas absurdas, cómo venía a gobernar, ‘arréglense cómo puedan, y con lo que tienen y entre ustedes’.
Y saben qué, tampoco nos acobardamos. El pueblo de la provincia de Buenos Aires necesita un Gobierno nacional que cumpla con los compromisos, que termine las obras que empezó, que haga las viviendas, que nos transfiera los fondos para educación, para salud, para seguridad. Todo lo que nos quitó lo vamos a reclamar pero, mientras tanto, no tengan dudas que nos vamos a agarrar de las manos. Que no vamos a abandonar y dejar a nadie atrás y que vamos a arreglárnosla, por supuesto. Es un pueblo que ha pasado por todo y esto se arregla pensando en la producción y en el trabajo.
Es un Gobierno nacional que ni una sola vez habló del mercado interno, de la industria nacional, de la producción y del trabajo. Así que, ante esta situación acá estamos, recorriendo la provincia de Buenos Aires como siempre. Veíamos con Fede cuántas veces estuvimos acá en Bahía Blanca, es la cuarta vez desde que Fede es intendente que estamos acá. Y lo digo de nuevo, me alegro de tener un intendente peronista que trabaja por todos, por los que lo votaron y por los que no lo votaron, que apuesta al diálogo.
En el barrio de Miramar, decíamos, tenemos un Centro de Primera Infancia, un CDI, 86, 86 dejó plantado Milei, Centros de Primera Infancia. Mirá que podemos discutir teoría económica, pero no seas malo. No seas malo. Los pibes y las pibas viendo algunos al 80%, por terminarse, lugares para acompañar a los pibes y a las pibas más chiquitos. Importantísimo en nuestra Provincia, importantísimo más todavía con la situación que generó Milei. Así que esos 86 centros, uno en Bahía Blanca, los va a terminar el Gobierno provincial. No vamos a darle la espalda.
Y quiero entonces para terminar, hablar también del resonador, Nico, una torre para laparoscopía, me aprendí todos los nombres, un ecógrafo para el Hospital Penna. La verdad que seguimos haciendo mucha inversión en salud. Falta un montón, lo dijimos siempre, como ocurre con el agua. Son cosas que venimos arrastrando hace muchísimo tiempo.
Hoy cuando venía para acá, porque recordaba también hoy con Fede, cuando hicimos el acto comentando el Plan Hídrico para Bahía Blanca, ¿no? que dijimos que iba a tardar mucho tiempo. Y nos preguntábamos, primero ¿por qué es tan necesario? Y bueno, porque obras como el acueducto son del año 60 y no se tocaron nunca más. Buena parte de las cañerías, también, deterioradas, 50 años de deterioro.
Y entonces, claro, yo preguntaba, ¿y por qué? ¿Cómo puede ser que no alcance el agua? No, hay muchísimas pérdidas. A veces no es que falta volumen, sino que por instalaciones por una infraestructura deteriorada, amortizada, destruida hay tanta pérdida que después no llega a donde tiene que llegar. Y, obviamente, hacer obras como estamos haciendo hoy, que nos planteábamos en aquel entonces, hay que reemplazar cañerías y cañerías. Yo pregunté pero ¿cuántos kilómetros de caños son? Porque uno ya va teniendo experiencias. Serán 10 kilómetros, 20 kilómetros, 85 kilómetros de caño hay que reemplazar. Y eso es levantar veredas, levantar calles, es romper, por eso creo que en 50, 60 años, en tanto tiempo nadie lo hace. Esas son las obras que, creo, paradójicamente requieren más compromiso y más coraje, porque son obras que van abajo de la tierra, que llevan años. Tal vez, miren, fuimos a elección y conseguimos seguir gobernando los destinos de la Provincia, pero tal vez, no. Y entonces se inician obras que no se pueden terminar en un mandato, tal vez en dos mandatos, van por abajo de la tierra, son incómodas cuando las haces, después te putean porque les rompiste la vereda, cuando estás arreglando el caño y son cosas lógicas.
Para colmo con la inestabilidad a veces la Argentina, la devaluación que hizo Milei, la más grande de la historia y cualquiera que estaba haciendo un arreglito en la casa, se dio cuenta que los materiales de la construcción se fueron a cualquier lado, pararon todas las obras, se rompieron todos los contratos. Hubo que renegociar, mil obras teníamos, hubo que renegociar, redeterminar, redefinir los precios, muchísimo, muchísimo para hacer.
Hoy puedo decir que ese Plan Hídrico que anunciamos tiene algunas obras terminadas y todas las demás en marcha, todas en marcha. Y que no vamos a descansar hasta que el problema del agua en Bahía, no digo resuelto y terminado, pero sí, con un avance histórico que tiene que ver, por eso decía, con hacer las obras más difíciles, las que a veces ni siquiera se corta se corta una cinta, ¿no? Es difícil y ustedes dicen ‘ah, por los votos’. No, no, también porque es un esfuerzo colectivo que hay que poner en valor, hay que saber.
La planta que fui a ver hoy potabilizadora está metida atrás de la planta vieja, también, que tiene, no sé cuántos años, no sé cuántas décadas. ¿Hace cuánto no se invertía acá? Y repito, porque obras largas, obras caras, obras enterradas, hay que tomar la decisión. Nosotros lo dijimos desde el principio, Bahía Blanca es una ciudad, una localidad, un municipio de enorme importancia estratégica para la provincia de Buenos Aires. Por eso, repito, junto al intendente, junto a todo el equipo de la Provincia vamos a seguir trabajando incansablemente para que Bahía Blanca alcance el lugar que se merece, que se merece su pueblo.
Y no lo quería decir, porque parece a propósito, pero mientras pararon esa hora en el Cholo, que es un monumento a la desidia de Milei, al abandono y a la deserción de Milei, nosotros estamos cerquita de inaugurar el puente en la Circunvalación Norte. Para que las obras que se empiezan se terminen. Así que, bueno, yo les quiero agradecer muchísimo. Quiero decirles también que no hay que bajar los brazos, que muchas veces pareciera que podemos sustituir al Gobierno nacional, no, hacemos un esfuerzo grande para continuar donde podemos reemplazamos, pero un gobierno provincial no tiene, no tiene la envergadura, ni tampoco las políticas que tienen que ver con lo macro dependen de nosotros. Pero tengo, simplemente, para decirles lo siguiente, ante una situación tan difícil solidaridad y cuenten con nosotros. Muchas gracias.