Firma del acta de adhesión al programa “Municipio Unido por la Niñez y Adolescencia” (MUNA) de UNICEF

Bueno, muchas gracias a todos y a todas. Empiezo pidiendo disculpas por la demora en el comienzo del acto, y agregando algunas palabras a lo que dijo Luisa, a lo que dijo Andrés. Es cierto, cuando tuvimos la primera reunión para la implementación de MUNA acá en la provincia de Buenos Aires, la verdad que uno no hubiera pensado, no hubiera creído que en tan corto plazo el trabajo se haya extendido de una manera tan efectiva y que además sigamos sumando municipios de la Provincia, 28 municipios de la provincia de Buenos Aires hoy forman parte de este trabajo conjunto, municipio, provincia, Unicef, que tiene una importancia para nosotros realmente muy, muy grande.

Me enteré recién, como ustedes, pero un ratito antes, que Luisa se estaba yendo a otra función en Unicef, que vamos a tener un reemplazo. Pero tenemos sí la certeza, tanto por este equipo, como por lo que nos avisaron de quien la va a suceder, que este programa va a tener continuidad. Es muy importante para nosotros. Quiero agradecerte, vos decías que era un acto emotivo, así que le agregamos simplemente palabras de agradecimiento para Luisa de la provincia de Buenos Aires.

Una tarea realmente que en tiempo récord, en una provincia, como vos decías, tan heterogénea y tan diversa, tan amplia, en el trabajo compartido entre Unicef y el Gobierno provincial. Por supuesto, el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, por supuesto también, el Ministerio de Educación, pero hemos podido bajar, por llamarlo así, o incluir en este programa a una proporción muy importante, porque más allá de la cantidad de municipios, somos 135 municipios, en términos poblacionales, la verdad que es muy, muy significativa la capacidad que tuvimos de darle alcance al programa MUNA.

Que se sigan sumando municipios marca simplemente que ha sido exitosa la política. Que a veces se firman documentos, cartas de intención o acuerdos que después no tienen efecto, pero la verdad que, en este caso, lo que tenemos que celebrar no sólo es la cantidad sino también la calidad, y los resultados que vamos encontrando.

Quería referirme a eso, en primer lugar, ¿por qué es importante el programa MUNA? ¿Por qué es importante que los municipios vayan recorriendo este camino y estas etapas? ¿Por qué es importante que se sumen nuevos municipios? Y, porque esta es una provincia donde se ha discutido mucho por su dimensión, ¿no? por su extensión geográfica, por su volumen poblacional, se ha discutido mucho cómo hacer para que funcione mejor el vínculo entre la Provincia y los municipios.

Esto no es un tema de que nos llevemos bien o que recorramos, como lo hacemos efectivamente tan seguido, la provincia de Buenos Aires. Es un tema de cómo darle una integración a la política de nuestra provincia que nos permita que no haya una heterogeneidad en el desarrollo de los diferentes programas, que refleje esa dimensión y esa extensión y esa vastedad bajo la forma de una fragmentación de las políticas o diferentes políticas vinculadas a algo que uno podría, malamente, llamar autonomía municipal, pero que finalmente impide que la provincia de Buenos Aires vaya construyendo determinados estándares, determinados objetivos de manera colectiva, con su organización institucional.

Así que este programa MUNA nos ha servido mucho, Luisa, porque nosotros necesitamos también, al mismo tiempo que extendemos las políticas, ir haciéndolas un estándar, haciéndolas homogéneas, que ocurran en todo el territorio provincial, que no sea que por haber nacido en determinados municipios o en determinados lugares geográficos de la Provincia, se pierda el acceso a políticas provinciales tan importantes como en el caso de la niñez y la adolescencia.

Voy a ser más concreto. En el marco de esta enormidad de nuestra provincia puede ser que haya municipios, que por interés del intendente, por el interés del Concejo Deliberante, por interés de la comunidad, lleve adelante determinados programas, determinadas políticas, buenísimas, pero que sean muy restringidas a ese espacio geográfico. Y entonces, estaríamos teniendo un problema también, porque tendríamos una provincia que es una especie de rompecabezas de cuestiones que se desarrollan de manera muy distinta. Y que en algunos lugares hay mucho diálogo, que en otros lados falta de todo.

Entonces, darle esta participación, y por tanto esta presencia, a políticas tan importantes como políticas dirigidas a niñez y adolescencia, la verdad que venimos haciendo intentos parecidos en otras áreas, pero que Unicef nos ha servido mucho, nos ha servido mucho.

Hoy, obviamente, estas políticas se vuelven más necesarias y más urgentes, porque estamos viviendo en la República Argentina determinados resultados económicos, pero algunas cuestiones políticas e institucionales bastante, diría yo para decirlo de una manera elegante, bastante graves, ¿no?

Y yo lo encuentro a nivel federal, pero no a nivel federal de la provincia de Buenos Aires, como hablaba recién, sino a nivel nacional. El Gobierno nacional, por vocación, por ideología, por inclinación, ha decidido algo así como ausentarse, ¿no? Ausentarse. No hay, empieza a no haber en muchísimas áreas claves, contraparte ni siquiera institucional para las provincias argentinas. Y no es algo que le pase a la provincia de Buenos Aires, porque obviamente nosotros es público y notorio que, tanto a nivel electoral como a nivel de representación política, tenemos enormes diferencias con el Gobierno nacional.

Así que, en algunos sentidos, uno puede hablar de miradas contrapuestas, y objetivos casi contrapuestos, y prioridades muy distintas. Eso está bien. Pero lo que se está perdiendo es algo más grave, que es algo que nosotros hemos llamado, de manera sintética, el federalismo de la Argentina. Cuando uno habla de federalismo, de lo que habla es que Argentina está compuesta por diferentes jurisdicciones provinciales, pero que no son islas, y tampoco forman parte por contigüidad de un mismo territorio. No formamos parte de un país por estar pegados unos a otros, sino que, o porque el mapa lo indica, sino porque formamos parte y hemos constituido una unidad nacional, históricamente, en base a provincias que preexistían, pero que se pusieron de acuerdo que ciertas cosas teníamos en común, ciertos objetivos teníamos en común. Y además, que hemos delegado determinadas funciones, determinados presupuestos y recursos, en un gobierno nacional común, que sin embargo se tiene que ceñir a determinados objetivos marcados por las provincias que componen la República Argentina.

Todo esto que digo de una manera, tal vez un poco sintética y parece conceptual, no se trata de una cuestión ideológica, aunque claramente nosotros la compartimos, sino algo que se ha plasmado en una Constitución Nacional. Que es el modo en el cual esas provincias que estaban dispersas, incluso en guerra entre ellas, se unificaron, llegando a una serie de acuerdos en común que había que respetar, que tenían que ver con los vínculos entre las provincias, no sé, en ese momento, la navegación de los ríos, las aduanas interiores, diferentes cuestiones que bueno, que preexistían también en aquel momento donde se trataba de una suerte de confederación, pero muy maleable, bueno, dijimos ‘no, vamos a hacer un país’. Y ser un país era, por un lado, poner reglas en las relaciones entre las provincias, pero por otro lado determinar que hay un gobierno nacional al que se le delegan determinadas tareas y determinadas funciones, que se delegan porque también las abandonan cada una de las provincias, se comprometen, por ejemplo, a no llevar sus relaciones exteriores, sino que las lleve el Gobierno nacional en nombre de todos.

Pero no es sólo eso. Todos y cada uno de los artículos de la Constitución, pero específicamente aquellos que hablan de las funciones, de las misiones, de las competencias y de las obligaciones del Estado nacional, tienen que ver con ese equilibrio federal donde las provincias conservan determinadas atribuciones, delegan otras y en otras tienen acción concurrente con el Gobierno nacional. Y son reglas muy firmes, que nos limitan a las provincias a hacer determinadas cosas, entre nosotros y en sí cada una de ellas.

Así es como se formó nuestro país, así es como convivimos muchísimo tiempo. ¿Y cómo se expresa esto? En que cada vez que cada uno de nosotros asume un cargo de responsabilidad, jura encima de la Constitución Nacional y en nombre de la Constitución Nacional, en cumplirla y hacerla cumplir. Bueno, lo que yo digo es que hoy no se está cumpliendo la Constitución Nacional, porque el Gobierno nacional tiene obligaciones que no son optativas ni supeditadas y dependientes de una ideología que tenga aquel que es elegido para ese lugar. Por eso, cuando se lo vota, se lo vota, pero después cuando asume jura, cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional. No dice ‘miren, yo no estoy de acuerdo con muchas cosas de esto, entonces vine a hacer una revolución, una refundación, y mientras tanto no voy a cumplir lo que dice la Constitución Nacional porque no me gusta o porque su evaluación no sirvió en no sé cuánto tiempo y nos llevó a determinados lugares’. Tiene que cumplir la Constitución Nacional.

¿Y esto qué implica? Que no puede ausentarse, no puede correrse, yo digo no puede desertar, por eso a mí me gusta el verbo desertar, de determinadas obligaciones. Porque no es que yo, bueno no voy a, hoy la tarde no voy a una reunión, bueno, falté. Ahora, otra cosa es que yo tengo una obligación que no estoy cumpliendo. Ahí se habla de una deserción. Y hay una deserción con respecto a determinadas funciones que se expresa en algo muy grave, que es que nosotros, en cumplimiento también de nuestras obligaciones, garantizamos determinados derechos, damos ciertas respuestas, no por decisión política, por supuesto que en acuerdo con esto, pero por obligaciones de la Constitución provincial, y también nacional. Entonces, hay derechos que garantiza la Constitución nacional y la Constitución provincial, que son obligaciones de hacer respetar, pero además de garantizar, por cada una de los niveles de gobierno.

Esto muestra que nosotros nos hemos puesto de acuerdo, por ejemplo en la prioridad, en general, pero concretamente a través del MUNA con muchos municipios de la provincia de Buenos Aires, cada vez más. Yo creo que nuestro objetivo es que los 135 municipios estén incluidos dentro de este programa. Y creo que el impedimento para que esto sea así es simplemente una cuestión de plazo y de tiempo, que no llegamos todavía pero que vamos a llegar, y lo hemos hecho a una velocidad constante y creciente también, ¿no?

Porque estamos de acuerdo que los Estados provinciales y municipales tienen que garantizar determinados derechos para la niñez y la adolescencia. Y que para hacerlo es más eficaz, más efectivo, hacerlo de manera articulada y conjunta.

No, no es tan extraño. Que eso, me parece que Unicef nos vino a proponer un plan de trabajo, a cada uno de los municipios y a la Provincia, conjunto, que vos enumerabas un poco para qué firmamos el MUNA, bueno, para conformar equipos de trabajo en cada uno de los municipios, lo tiene la Provincia, pero necesitamos que lo tengan todos los municipios, y no por sí o por una decisión aislada, sino en el marco de un trabajo colectivo y conjunto, realizar un diagnóstico, un autodiagnóstico se llama, porque son los propios municipio los que evalúan, la Provincia lo tiene, tal vez Unicef tiene informes pero es importante que cada municipio, con sus peculiaridades, con sus particularidades, con sus especificidades, lo haga acorde a esa realidad. Elaborar un plan de acción integral participativo con enfoque a los derechos. Estamos hablando de derechos que queremos garantizar, entonces tiene que haber un plan. Articular con Nación, con Provincia y actores no gubernamentales, implementar un plan de acción en un plazo, monitorear. Es decir, esto avanza en conformar los equipos, hacer el diagnóstico, lógicamente, después hacer un plan, implementarlo y monitorearlo. Es eso.

Estamos teniendo una dificultad nueva en el MUNA, que desertó el Gobierno nacional, al que necesitamos por varias cuestiones. Por cuestiones de recursos, ni hablar, pero por cuestiones técnicas, incluso por capacidades desarrolladas durante mucho tiempo en el Gobierno nacional atinentes o de cara a la problemática de la niñez y la adolescencia. Bueno, hoy no está el Gobierno nacional y es un problema.

Y lo digo a mi nombre, porque sé que Unicef tiene otro papel, pero lo digo a mi nombre. Pasa en todas las áreas prácticamente, donde no han nombrado ni siquiera los responsables, dicen ‘ah, bueno, se han demorado en nombrar funcionarios’. No, están incumpliendo sus deberes. Porque ya cuando van todos estos meses, lo que quieren hacer es borrarse, bajo la forma de que ni siquiera nadie te atienda el teléfono. Esto nos está pasando en muchas áreas.

Y en un momento, realmente, esto lo planteo como, obviamente, como una denuncia y un reclamo del Gobierno provincial, en muchas de las áreas. Además de los problemas de sacar recursos que no corresponde sacar, además de presupuestos congelados y cero ejecución, ni siquiera están los funcionarios responsables. Entonces es muy difícil. Y nosotros necesitamos coordinar. Y no es optativo desde el Gobierno nacional. No es que, bueno, ‘a mi no me interesa, ocúpense ustedes de la niñez y la adolescencia’, esa es la deserción que denuncio porque nuestra Constitución, la del ‘94, le da jerarquía constitucional a acuerdos internacionales. Es decir que esto también es constitucional, los derechos del niño de los que se han desentendido, tienen jerarquía constitucional en la Argentina.

Y el Gobierno, por más que tenga ideas o nociones o teorías que le son propias, y  que bueno, que nos vamos anoticiando, le pongo los nombres, Escuela Austríaca, anarcocapitalismo, bueno, son cosas que a mí me cuesta definir qué es, pero veo las consecuencias. Que es un gobierno nacional que no está, que corta recursos, que cierra dependencias, que no nombra funcionarios y que no está para temas tan delicados. Delicados doblemente. Delicados en sí, por la situación estructural e histórica que tenemos, y más delicado todavía, por los efectos que está teniendo la política económica del gobierno precisamente sobre un sector tan vulnerable. Cuando más lo necesitamos, se ausentan y desertan.

Porque ha habido programas económicos de esta naturaleza, pero en general con gobiernos que han desarrollado políticas, a veces focalizadas, a veces universales, algunos podría decir, para decirlo fácilmente, red, una red, compensaciones, acompañamientos,  para los sectores que más lo sufren y que no tienen instrumentos. O sea, que el mercado, si no les solucionaba antes, con estas políticas despiadadas menos todavía les va a solucionar. Necesita Estado.

Pero resulta que estamos en un proceso, vemos, de deterioro, de vaciamiento, de deserción y desmantelamiento del Estado nacional. Entonces, tiene una gravedad muy grande. Yo, disculpen que diga esto, porque nosotros estamos gobernando ya hace cuatro años, en un tiempo récord hemos desarrollado este programa y ahora nos encontramos con que no hay nada a lo que recurrir a nivel nacional. Y no es que entonces ‘arréglense’, es que hay un incumplimiento de los pactos preexistentes, incluida la propia Constitución Nacional.

¿En qué se refleja…? Es decir, ganar una elección no te da derecho a no cumplir la Constitución. Y ese es el problema que estamos teniendo. Yo, por eso, y podría profundizar mucho más, y creo que es muy grave, muy muy grave, lo he dicho con todo el respeto y la prudencia de la que soy capaz para no convertir esto en una tribuna política. Pero quiero decir que, concretamente, los números que nos trae Unicef, de estimaciones, es que efectivamente, yo… lo mencionaba recién Luisa, pero son números preliminares, por supuesto que yo los tomo, pero nosotros también hacemos estimaciones, y no dan muy distinto, y son sobre datos oficiales del Gobierno nacional. Y uno encuentra, básicamente, que a partir del segundo semestre de 2023, que es donde empieza ya la cuestión electoral y la posibilidad de que estas políticas se impongan a terciar en la economía, porque esto es algo que pasa en la economía, en cualquier economía, la doméstica, la privada, la pública, cuando se viene una situación se anticipan los agentes económicos, lógicamente.

Entonces, a veces, hay efectos que tienen que ver, lo llamamos los economistas, las expectativas, ¿no? Pero claro, si te dicen de pronto ‘bueno, va a cambiar todo esto o vamos a cerrar tal cosa’, y vos tenés que tomar una decisión privada o pública, y bueno, te anticipás. Entonces, siempre pasa en elecciones que, cuando va a haber un cambio de gobierno, los resultados de las políticas que vienen, si han sido anunciadas, empiezan a tener un efecto previo.

Lo menciono simplemente para explicar de qué estoy hablando. Ahora se está discutiendo la Ley de Bases, que tiene un régimen de proporción de inversiones, este llamado RIGI. Que es un régimen, básicamente, de paraíso fiscal para el que haga una inversión. Si uno tiene que hacer una inversión hoy pero dicen ‘dentro de un tiempo vas a tener condiciones mucho más favorables’, para mí una verdadera calamidad para el país, pero tal vez un inversor dice ‘bueno, si lo hago ahora, tengo estas condiciones, espero seis meses’. Entonces, se empiezan a demorar las inversiones por algo que va a pasar. Es efecto de que ocurrió, no, es efecto de que todos piensan que va a ocurrir. Esto en economía es una constante.

Simplemente para decir que estamos viendo una aceleración del deterioro de las condiciones sociales del segundo semestre de 2023, que realmente es aterrador. Lo que se ve, desde el segundo semestre del ‘23, y lo que esperamos para el primer semestre del ‘24. Pero veo que el efecto fue anticipado, porque de hecho el cambio de gobierno se produce en diciembre, con lo cual en diciembre, por ejemplo, si uno dice cuál fue el tipo de cambio de todo el año pasado, bueno, en diciembre se devaluó un 120%, la devaluación más grande de la historia. Entra dentro del año pasado pero es producto, o por anticipación o por efecto de políticas del gobierno actual.

Entonces, ¿qué es lo que se ve? Una aceleración del deterioro de condiciones sociales, que uno no puede decir que vinieran bien, pero puede decir que venían estables. Y con respecto incluso, yo estoy mirando los datos de pobreza, y de pobreza extrema en niños, vemos que veníamos de un 2016, ‘17, ‘18 y ‘19, de deterioro muy fuerte. Luego hubo un amesetamiento y alguna mejora en el período anterior, que se interrumpe en el segundo semestre de 2023.

¿Y qué estoy diciendo? Que para mí una estadística comparativa es tomar el primer semestre de 2023. Pero es lo mismo, aun tomando el segundo semestre, donde ya hay un efecto de las nuevas políticas, da lo mismo. Y entonces ¿uno qué encuentra? Lo que comentaba recién Luisa, que la pobreza en niños estaba a niveles del 57% y que la estimación, óiganlo, la estimación para el primer semestre de este año es 70%. Es un deterioro que yo creo que no se puede ver en toda la serie, por la magnitud del deterioro.

Y si uno habla de indigencia, que estaba en 14% en el primer semestre del año pasado, porque venía de 12,2, 13,2, 12,6, así para atrás, se va a 34%. Indigencia en niños, niñas y adolescentes. Son números que hay que ir a experiencias históricas muy extremas para encontrar en la Argentina. De nuevo, no digo que veníamos de una situación que uno podría decir que bueno, pero venían mejorando varios indicadores y de pronto, segundo semestre del ‘23 se desacomoda todo, empiezan a deteriorarse. Primer semestre del ‘24 una verdadera catástrofe social.

Particularmente, particularmente, porque estamos hablando de esto, con un efecto muy, muy grave en la población más vulnerable, niños, niñas y adolescentes dentro de los vulnerables, ¿no? Así que creo que, de nuevo, todo esto para decir que celebro estar avanzando con estos programas porque los necesitamos más que nunca, ante la novedad que es la deserción del Gobierno nacional en esta área y en todas, la falta de presupuesto. Esto que contaba Andrés, que hacía algo que en realidad es benévolo, porque comparaba un solo mes, un solo mes de alimentos en comedores escolares, 52.000 millones de pesos con un incremento fuertísimo y un gran esfuerzo de la provincia de Buenos Aires, es un programa provincial solventado por el gobierno provincial, o sea, por todos nosotros. Es un programa que le da de comer a 2 millones de chicos y chicas y, en parte también, va a la casa con el módulo de seguridad alimentaria, 2 millones, más de 2 millones en comedores escolares, cerca de 2 millones, 2.065.000 creo que era en el programa Mesa.

Pero esto es mensualmente 52.000 millones de pesos. Es una inversión muy, muy significativa. Y la comparaba Andrés con el gasto total anual presupuestado por el Gobierno nacional para todo el país, ¿no? que es 47.000 millones de pesos.

Yo decía, es una forma benévola, porque si nosotros analizamos 52.000, aun tomando los  números estables, son más o menos, más o menos 600.000 millones de pesos en el año contra 47.000. ¿Qué será? ¿8%? Para todo el país. Nivel de ejecución, cero.

Entonces, estamos en una situación donde cuando yo hablo con cierta firmeza de la deserción, del abandono, de la ausencia y del incumplimiento, me refiero a esto. Si estas estadísticas se dan, que todo indicaría que sí, estamos en una emergencia para nuestras niñez y adolescencia, de las más grande que tenga memoria la historia, y un Gobierno nacional que ha producido esa situación, pero además se ausenta. Entonces, es una situación realmente muy grave. Que la estamos empezando a observar con mucha vehemencia en el territorio y en la vida cotidiana, pero que se avizora un deterioro todavía mayor.

Así que para nosotros, simplemente, palabras de agradecimiento tanto a los intendentes que participaron y que van cumpliendo las etapas, como los que se suman al programa. Nosotros tenemos un total compromiso para trabajar en conjunto con todos los recursos que tengamos desde el Gobierno nacional (SIC), provincial y, por supuesto, un agradecimiento muy, muy grande a Unicef, que es quien nos ha dado un paraguas, y nos ha dado el prestigio que tiene la institución, la experiencia que tiene la institución, recursos también,  inversión de Unicef, para acompañar a la Provincia, en algo tan importante y en un momento tan dramático y tan problemático. Así que muchísimas gracias. Gracias, Luisa.