Inauguración de jardín maternal en Alberti

Buenos días a todos, a todas. Qué difícil va a ser hablar, veo todos los ojos cargados de emoción. Ya empezaste vos, Germán, y nos destruiste, ¿no? A partir de ahí, y además venimos in crescendo, ¿no?, con cada una de las intervenciones.

Y quiero empezar por eso, ¿por qué tanta emoción? Estamos inaugurando un jardín maternal, un jardín de infantes más en la provincia de Buenos Aires. Y, bueno, Alberto siempre me reserva a mí la parte contable de todo esto, ¿no? La parte contable, que tiene que ver con algo que venimos haciendo desde que comenzamos la gestión.

Yo siempre cuento muy brevemente la historia, obviamente hay muchas cosas que decir, pero no puedo dejar de hacerlo. Nosotros recibimos la provincia de Buenos Aires en el año 2019, fines de 2019, veníamos de una gestión anterior, la de María Eugenia Vidal, la de Mauricio Macri, sin comentarios, pero que todos sabemos que tenían un discurso que planteaba la importancia de la educación pública.

Era parte del discurso, ganaron las elecciones diciendo que iban a venir a hacer una inversión, ahora sí, muy grande en educación pública. Luego comenzaron a gobernar, endeudaron muy fuerte a la provincia de Buenos Aires, esos fueron los problemas que tuvimos, me acompañan acá varios intendentes, también, de la región, los problemas que tuvimos, ah, bueno y legisladores, legisladores, diputadas, diputados nacional, bueno, nos acompañan hoy. Saben lo difícil que fue ahí en el 2019. Hoy parece la prehistoria, ¿no? Pero terminó el gobierno de Macri y de Vidal y nos dejaron una deuda muy grande en dólares, todavía este año estamos afrontándola pero, aquel primer año, el problema que teníamos es que era imposible de pagar esa deuda. Estas experiencias, como la que hoy estamos viviendo, hacen eso: endeudan, endeudan, endeudan y luego los gobiernos que siguen, que vienen sí con una impronta de desarrollo nacional, de desarrollo provincial, se chocan con la pesada carga que dejan.

Pero habían prometido que ellos iban a invertir en educación y que iban a construir escuelas y que iban a mejorar la infraestructura educativa de la provincia de Buenos Aires. Comenzaron a gobernar y la verdad que el endeudamiento se vio, las escuelas no. Las escuelas no. Gobernaron durante cuatro años, tuvimos en la provincia de Buenos Aires muchísimos problemas con la infraestructura escolar. Decía Germán que se intervinieron, o sea que hubo obra en todas las escuelas del distrito. Bueno, eso no pasaba hace mucho tiempo, creo que pocas veces en la historia, pero obviamente veníamos de un abandono muy grande de los edificios, ¿no?, del gas, de la mampostería, los techos, las paredes electrificadas. Bueno, no era ni siquiera seguro venir a la escuela. Uno mira esta escuela y dice ‘bueno, no era seguro transitar los pasillos y las aulas de la escuela’, ya sea los que enseñan, los auxiliares, los directivos, como los pibes y las pibas, que en las escuelas se caían a cachos. Y explotaban las escuelas. Ustedes recordarán las tragedias que hubo asociadas al ajuste y al abandono en materia de infraestructura escolar.

Por eso, ni bien llegamos, iniciamos un programa, que era el que referías vos, Germán, Escuelas a la Obra. Escuelas a la Obra se proponía arreglar las escuelas de la Provincia, empezando para las que estaban en peores condiciones. Y había un problema, que cuento porque no hay que olvidarse de la historia, porque después vienen gobiernos como este, y las cosas pasan, dejan un desastre y vienen a echarle la culpa a los que tienen que arreglar estas cosas, ¿no? Pero el primer problema que teníamos en nuestra Dirección de Cultura y Educación, en nuestra Dirección de Escuelas, en nuestro ministerio, es que no había ni siquiera un registro, un inventario, un censo de la situación de la infraestructura escolar. Dijimos ‘vamos a largar un programa para arreglar las escuelas’, nosotros tenemos 22.000, 22.000 escuelas en la provincia de Buenos Aires. Edificios son menos, serán 12.000, porque como acá, introduzco con esto lo que vamos a hablar en un ratito en la secundaria, a veces en un mismo edificio hay dos instituciones, dos escuelas, dos instituciones educativas.

Y no sabíamos cuáles arreglar, porque el Gobierno no sólo no las había arreglado sino que ni siquiera sabía qué era lo que tenía que arreglar. No había una relación, un inventario, un censo de la situación de la infraestructura escolar en la provincia de Buenos Aires.

Por eso también explotaban las escuelas. Ni se ocuparon de ver cuáles eran las que estaban rotas. Y claro, si no pensas invertir un mango para qué vas a, también, hacer el trabajo, tomarte el esfuerzo y la inversión para ver cómo están los edificios educativos

Bueno, dicho esto, lanzamos el programa Escuelas a la Obra, también el censo, que ahora estamos terminando otra edición, de situación de la infraestructura escolar, y hoy, al día de hoy, más allá de que dos años estuvimos en pandemia y fue muy difícil arreglar las escuelas también, hacer obra, y eso era ni bien habíamos empezado, ¿no? a tres meses. Tuvimos una pandemia, ¿se acuerdan? En el período pasado. Tuvimos que ir a buscar a China 27 barcos, creo que son, que trajimos con equipamiento médico, con insumos, lo hicimos rapidísimo, al poco tiempo ya estaban llegando aviones, barcos. Fuimos a buscar vacunas más allá del Atlántico, al hemisferio norte, en todo el planeta, y entonces pasó que durante esa pandemia, la peor de la historia de la humanidad, no faltó una cama, no faltó un respirador, no faltó un barbijo.

Y acabábamos de asumir, digo, porque la excusa que escuchaba estos días era que acababan de asumir. Bueno, nosotros trajimos muchísimo equipamiento y trajimos vacunas. Acá, en la provincia de Buenos Aires, díganme si no, se vacunaron todos, 45 millones de vacunas aplicadas. Lo digo para los que no pudieron conseguir tubitos de Off estos días o de repelente, cuando vinieron los mosquitos, ¿no? Un Estado además de ausente, un Estado ineficaz, un Estado inútil. Un Estado inútil.

Pero, bueno, abordamos esto que acá, en Alberti, son intervenciones en todos los edificios escolares, pero en la provincia de Buenos Aires, más de 7.000 obras terminadas. Y también el gobierno anterior, y lo recuerdo porque ayer lo comentábamos y acá hay dos ejemplos que me parece que hay que marcar, el gobierno anterior, se acuerdan que cortó el Fútbol para Todos para hacer 3.000 jardines de infantes. Entonces nos dijeron ‘bueno, se quedan sin fútbol gratis, pero van a tener algo más importante, los jardines de infantes’. Hay una frasecita, ‘sin el pan y sin la torta’. Nos quedamos sin el fútbol, sin los jardines.

Acá en la provincia de Buenos Aires nos endeudaron, cortaron el Fútbol para Todos, se llenaron la boca hablando de la educación pública, 65 escuelas terminaron en cuatro años, 65 edificios escolares. Hoy estamos inaugurando este jardín de infantes, cuatro años, dos de los cuales hay que descontarlos porque son de pandemia, este jardín de infantes es el número 218 de la provincia de Buenos Aires.

Infraestructura escolar que extiende nuestro sistema educativo, tan necesario, tan presente, del que hay que volver a hablar una y otra vez. Porque hoy está cambiando, lo que mencionaba Alberto, otra ideología, otra ideología. Dicen que el Estado no sirve para nada. Y cuando uno habla del Estado, cuando uno habla del Estado, bueno, usa esa palabra, Estado, que significa muchas cosas. Y dicen que hay que destruir el Estado. Y que el Estado es una organización criminal. Yo creo que ya llegó la hora, porque pasaron cuatro meses de gobierno. Ya llegó la hora de ir a fondo con estas discusiones, ¿no? Pero estas discusiones se pueden llevar en el plano filosófico, en el plano ideológico, en el plano político, en el plano histórico. Quiero traerlo al plano fáctico, al plano real. Dicen que van a destruir el Estado y que el Estado es una organización criminal. El Estado, para que se entienda bien, es este jardín de infantes. Destruir el Estado sería, ¿qué? ¿bombardear como querían hacer con el Banco Central, dinamitar este jardín de infantes? Y la asociación criminal no es un edificio, es lo que está adentro. Serían las maestras, o tal vez las maestras asociadas criminalmente con los pibes y sus familias. Porque eso es el Estado, el Estado es que un pibe o una piba a los 45 días de vida tenga derecho a la educación, tenga dignidad y se le genere una situación totalmente distinta, ¿no? para su presente y, sobre todo, para su futuro.

Así que vengo a decir que el Estado es este edificio y que lo que ellos llaman ‘asociación criminal’ son los que dan clase acá adentro, los pibes que vienen y las familias. Es un insulto, es un insulto, es una mentira, es una barbaridad y eso no pasa más en la provincia de Buenos Aires, ni siquiera como biri biri. No va a pasar más. En la provincia de Buenos Aires no lo aceptamos más. Organización criminal serán los que se están llenando de guita mientras el pueblo tiene problemas, no accede a los medicamentos, tiene una epidemia y el Gobierno nacional se borra. Esos serán. Ustedes serán una organización criminal, no esta escuela, no este jardín.

Y lo digo porque es muy violento y muy insultante, cuando en la provincia de Buenos Aires tenemos tantas necesidades, tenemos tantas necesidades. Hoy inauguramos una escuela e inauguramos, también, un aula y carreras del Programa Puentes.

Fíjense, estos nenes, estas nenas, estos chiquitos, estos hijos de la provincia de Buenos Aires, empiezan en el jardín maternal a los 45 días de vida. Y vienen acá porque, obviamente, es público, es gratuito, porque confían en nuestro sistema educativo también, tan atacado. Confían en la escuela pública y traen a su hijo, como dice Alberto, lo más preciado que tienen, como dijo la directora con sus palabras, lo más preciado, lo más lindo, lo más importante, se lo dejan al Estado.

Así que ese sentimiento de que es una organización criminal que hay que destruir, por lo menos en la provincia de Buenos Aires, está muy lejos de ser generalizado. Todo lo contrario, nos piden más escuela pública. Pero a los 45 días un pibe o una piba, que no puede por lo privado, es decir, que la mano invisible no le resuelve este asunto, viene y trae a su hijo, a su hija, al jardín de infantes.

Y empieza a los 45 días. Y si todo va bien, si somos exitosos en esto, del maternal se va al jardín de infantes, al inicial, pero en el jardín de infantes. A los 3 años. Luego, pasa a la primaria. Después pasa a la secundaria. De ahí va a la universidad y se recibe de médico, de ingeniero, de arquitecto. Que no es un tema individual, por supuesto que lo es también, porque el neoliberalismo, estas ideas ridículas que presentan, austríacas, te dicen ‘todo es un tema personal, individual’. Entonces, te conviene o no te conviene, te sirve o no te sirve, lo podés pagar o no lo podés pagar, el costo y el beneficio que generas. No es eso. No es sólo la historia de cada uno de los pibes que empiezan a los 45 días en el maternal y terminan a los 23 años en la universidad, con un título, todo eso gratuito y que no lo podía hacer de otro manera. Todo eso gratuito. Sí, Milei, no lo podían pagar por la suya.

Pero además, el cálculo no es del individuo, el cálculo es del colectivo, el cálculo es de la sociedad, el cálculo de la sociedad. Porque la provincia de Buenos Aires quiere que estos nenes, estas nenas, sean médicos, sean ingenieros, sean arquitectos, aporten también al desarrollo de la provincia de Buenos Aires. Así que podrán hacer el cálculo individual de costo-beneficio, ‘le pagamos el estudio gratis, devolvió, no devolvió’. Bueno, quiero decir algo que es muy importante para mí, la provincia de Buenos Aires invierte en la educación pública para tener desarrollo, para tener igualdad, para tener una provincia mejor.

No es un gasto, no es despilfarro, es una inversión que hacemos en este jardín maternal y en el Programa Puentes. De punta a punta, lo haríamos mil veces. Por eso, aunque digan todo esto, aunque ajusten, aunque quieran fundirnos, lo seguimos haciendo y acá estamos, abriendo y expandiendo nuestro sistema educativo.

Por eso, me parece que es importante volver, también, sobre el Programa Puentes. El Programa Puentes tiene que ver, miren, dicen que hay que cerrar universidades públicas porque son mucho gasto. Nos quieren pobres y brutos como sociedad. Sino no hay explicación, porque ellos deben entender que hay buena parte de nuestra comunidad que no puede pagarse una privada. Ya a esta altura no sé si lo entienden, no sé qué entiende, qué no entienden, porque es de una brutalidad, en el doble sentido, eh, de la crueldad y de ignorantes y brutos. En la provincia de Buenos Aires hay muchísimas familias que no pueden pagarse la educación privada y la universidad privada. No pueden. Es mentira que el mercado soluciona. El mercado no soluciona, el mercado está muy bien para lo que anda, pero también excluye a los que no acceden por la capacidad económica.

Y ni hablar del Programa Puentes. Nos llaman a cerrar las universidades públicas. Va a haber una marcha el 23 en defensa propia, de los y las universitarias. Bueno, sepan que no están solos, vamos a estar acompañando, por supuesto.

Pero, quieren cerrar las universidades que existen. Y nosotros no sólo estamos defendiendolas, sino que estamos haciendo esto del Programa Puentes. Ya en 56 municipios del interior de la provincia de Buenos Aires donde, yo decía, estudiar y pagarse una privada, hacer una carrera universitaria pagándose los estudios, es algo que sí es para privilegiados. Es un grupo muy pequeño. Miren, ni siquiera el universitario, ni siquiera el universitario. La escuela pública, primaria, secundaria, cuando hay cuota, cuando se paga, que es de gestión privada, aún así el Gobierno de la provincia de Buenos Aires aporta en los salarios el 60%, el 80%, el 100% de los salarios para subsidiar la cuota, porque sino no se podría. Sólo 5% de los 5 millones de alumnos, 5.2 millones de alumnos pueden pagarse sin ningún tipo de aporte del Estado. Así que a esos son a los que quieren dejar afuera y excluir.

Eso de un lado, pero pagarse la universidad no pueden aún los que la tienen enfrente en muchos casos, que caminando, tomandose un colectivo. Y entonces tienen que ir a la gratuita, a la pública y gratuita. Pero muchos aún siendo gratuita no pueden, porque ir a la universidad cuesta plata, aún si la universidad es gratis. No sé, la verdad que no sé ni de qué hablan cuando quieren privatizar todo. Dejarían millones de personas afuera de la posibilidad de ir a una universidad. Aún siendo gratuitas muchos no pueden y la están dejando hoy. Y la están dejando hoy. Y el ajuste que ya están haciendo hace que se cambien los cursos, los horarios y que deje afuera gente, también. Entonces, gratis no se puede.

Y ni hablar en la ignorancia, intentar que comprendan lo que pasa en el interior de nuestra provincia de Buenos Aires. Porque aún siendo gratuita, para llegar a la universidad hay que recorrer kilómetros. Y no sólo eso, muchos de los que van a la universidad pública y pueden hacerlo, viven en la casa con los padres. Pero si está lejos la universidad ya no podés. Entonces un alquiler, el transporte, el alimento. Y además en muchos casos, en todos los casos, es dejar de trabajar cuando uno tiene la oportunidad y privar de un ingreso a la persona.

Es privativo de determinados sectores sociales el hecho de pagarse la universidad, y más todavía, de ir a la universidad viviendo en el interior de la provincia de Buenos Aires. Es discriminador.  Deja afuera, deja afuera a pibes y pibas que tienen ganas.

Y, además, algo peor, el desarraigo. Los que se van a estudiar porque las familias pueden afrontarlo, porque los intendentes dan una mano, se van a estudiar, son pibes y pibas con futuro, brillantes, que hacen una carrera, pero después no siempre vuelven a la ciudad, al pueblo donde nacieron, porque empiezan a armar una vida distinta, consiguen un laburo, arman familia, consiguen una pareja. Bueno, y cambia la vida y después no vuelven. Entonces, ¿qué hace nuestro pueblo del interior? Pierden, pierden en esto también. Pierden porque ese desarraigo que rompe la familia, que las desgarra, también hace que después muchos de los que estudian no vuelvan al pueblo a traer todo lo que se prepararon.

Bueno, todo esto viene a ser la causa del Programa Puentes, que es la posibilidad, miren, tampoco estamos diciendo algo descabellado, la posibilidad de que los pibes y pibas de la provincia de Buenos Aires estudien su carrera universitaria en la localidad, en el pueblo donde nacieron.

Si uno lo piensa así, es una mera cuestión de igualdad, de justicia. Sé que no les gusta estas palabras, pero lo voy a decir porque es así, y así lo sentimos, de justicia social, de justicia social. Que todos, más allá de dónde nacieron, más allá de la situación económica, más allá de las condiciones sociales, puedan acceder a los mismos derechos. Eso es la justicia social. Y eso es lo que estamos garantizando hoy, acá en Alberti.

Tenemos también varias inauguraciones más, una planta de reciclaje, seguramente ahora la vamos a recorrer, una posta policial. Es traerle al interior de la provincia de Buenos Aires aquellas cosas que estaban postergadas, que se habían olvidado hace 40 años. Por eso también las lágrimas acá, hace 40 años que no se inauguraba una escuela. Así que acá estamos inaugurando una escuela, nuestra 218.

Y hemos pasado por una escuela secundaria, que está al 60%, que venía con financiamiento del Gobierno nacional y que ya empieza a sufrir las consecuencias de Milei. Porque cortaron toda la obra, 1.000 obras públicas del Gobierno nacional en el territorio de la provincia de Buenos Aires, 80 obras educativas, como esa escuela.

Fuimos con los pibes y pibas que ven la escuela, que necesitan el edificio a medio hacer, y que escuchan que Milei les habla de las bondades del anarcocapitalismo, de la Escuela Austríaca, de todas cosas que nadie comprende bien qué son. Yo les digo que son: escuelas paradas, menos derechos en la provincia de Buenos Aires. Eso son, ajuste presupuestario, alimentos, remedios impagables. Esas teorías ya tienen ejemplos prácticos y son estas cosas que estamos viendo.

Por eso, lo digo acá en la escuela esta que estamos inaugurando, esa que paró el Gobierno nacional, la verdad que nosotros, como ven, seguimos con las inauguraciones, tenemos nuestro plan, seguimos trabajando con nuestra obra pública, pero vamos a reclamar también, que se terminen las obras que están paradas. Y, en caso de que el Gobierno nacional, fíjense qué perturbador, no las quiere terminar, le hemos pedido ya que entonces las pasen a Provincia.

Nos quieren fundir, tenemos los problemas de que nos recortan fondos, ayer hicimos una presentación en la Corte Suprema de Justicia, porque no son ni fondos caprichosos, ni discrecionales, ni arbitrarios, son fondos que cortan ilegalmente a esta Provincia y a las demás provincias. Prontito vamos a convocar a todos los habitantes de la provincia de Buenos Aires a que vengan con nosotros a reclamar estos fondos. Porque no son fondos para el gobernador.

Dicen ‘voy a fundir al gobernador’, ‘le voy a hacer daño al gobernador’, ‘no me gusta lo que piensa’, pero lo han hecho en toda la Argentina y no es contra el gobernador, ni contra el gobierno, es contra lo que hacemos en el territorio. Porque esto de que el Gobierno nacional piensa que existe sin población y sin territorio, y el resto está en las provincias, ya no sé ni para quién gobiernan entonces. Porque están en las provincias, viven en las provincias, habitan en las provincias y cuando recorremos la provincia de Buenos Aires no nos dicen menos Estado, nos piden más Estado.

Así que vamos a reclamar que esas obras las terminen y si no las terminan, que las transfieran. Ya en la provincia de Buenos Aires nos arreglaremos para dar respuesta. La vocación está, el laburo está. Y tenemos intendentes como estos que nos acompañaban, como este gran intendente, Germán, que vamos a trabajar incansablemente para también cumplir el mandato que tenemos, que es seguir ampliando los derechos. Derecho a la educación y derecho al futuro. Muchas gracias.