Nuevo centro de salud y de producción de alimentos en San Martín
En primer lugar, gracias, en primer lugar, por supuesto, agradecerle a Fernando, todo su equipo, a Kato, que bueno, que anda con las dos camisetas, ¿no? Nunca se saca la de San Martín, pero hoy lo tenemos con nosotros trabajando en la Provincia.
Y, por supuesto, que han quedado un poquito lejos, pero que sepan, que comprendan, que sientan que todo lo que estamos haciendo acá es para los vecinos y vecinas de San Martín, para los vecinos y vecinas de Costa Esperanza. Muchas gracias por venir. Gracias por estar, gracias por acompañar, por el enorme esfuerzo. Porque este barrio lo construyeron ustedes. Gracias. Bueno, muchas gracias, después vamos a andar por ahí saludándolos. Pero gracias, también, al padre Adolfo que nos acompaña.
Bueno, ¿qué decir? Voy a repetir un poco, pero tratando de poner en orden lo que venimos viviendo hoy, primero una recorrida por un dispositivo, por un trabajo que se está haciendo de documentación, así que le quiero agradecer, también, a todos los que desde el municipio lo hacen, pero a Cristina Álvarez Rodríguez, al trabajo que estamos haciendo.
Y no sé si lo voy a poder expresar muy bien, pero lo que sentimos recién la verdad que tiene que ver con la acción del Estado y tiene que ver, también, con lo que produce a veces el mercado cuando trabaja solo, cuando abandona, ¿no? cuando abandona.
Porque hoy estuvimos entregando tres, tres documentos de identidad, tres partidas de nacimiento, a personas que son habitantes de la provincia de Buenos Aires, que tienen por la Constitución, por las leyes, los mismos derechos que todos nosotros. Y sin embargo, uno de ellos hace 46 años, otro era una chiquita, una menor, ¿no? pero otro hace 45 años habitan en la Provincia, habitan en nuestro país pero no tienen documento nacional de identidad. No tienen, ni siquiera, partida de nacimiento.
Y ahí andan sin lo más básico, lo esencial, lo obvio. Porque todos hablamos de derechos, hablamos de igualdad de oportunidades, pero hoy en nuestra provincia de Buenos Aires todavía hay muchos habitantes, muchas personas, que todavía no tienen ni partida de nacimiento ni documento. El derecho lo tienen, hablamos de derechos que a veces no llegan, pero imaginense sin tener documento de identidad, que no podés inscribirte, no podés recibir, no podés prácticamente nada.
Es algo tan básico y tan obvio como la identidad de las personas. Así que hoy estábamos con 18, 18 bonaerenses que no tenían ni la identidad y que, por presencia del Estado, por decisión política, por trabajo del municipio, por trabajo obviamente de Cristina y de la gente que está desplegando estos dispositivos en todos los barrios, han tenido algo tan básico, tan obvio y tan evidente, que es salir del desconocimiento, salir del abandono, tener su identidad.
Me decía uno de ellos ‘voy a poder inscribir a mis hijos también, voy a poder ir a la escuela, ir al hospital con el documento de identidad’. Miren, le digo al Gobierno nacional, cuando se ausentan y cuando desertan generan este tipo de cosas de manera masiva. Así que nosotros estamos del otro lado de la vereda. Somos los que venimos a reconocer esos derechos a veces perdidos a los que menos tienen, a los que están abandonados, hasta a los que habían perdido el sueño, ahí está, es así, y es un esfuerzo permanente.
Por eso empezamos a ir, visitamos una escuela primaria que habíamos inaugurado el año pasado, que vino nuestro Ministro de Educación, que estaba lleno de chicos y chicas que si no tenían esa escuela, algunos de ellos no van a otro lugar a estudiar. Se esperaba hace mucho tiempo, decía Fernando.
Esa primaria, que hoy tiene una calidad constructiva, unas condiciones con sus proyectores, con sus muebles, con su huerta, eso es la presencia del Estado. Para el Estado no hay ciudadanos de primera y de segunda, por dónde hayas nacido, por la cuna, la condición económica, la condición laboral.
Necesitamos trabajar de esta manera, porque si no no te lo resuelve ni el Estado ni la mano invisible, ni la Escuela Austríaca. No te lo resuelve absolutamente nadie. Tiene que estar el Estado presente, tiene que estar el Gobierno municipal, el Gobierno provincial. Así que una escuela primaria y ahora haciendo una escuela secundaria, que vamos a venir a inaugurar porque las obras en la Provincia se empiezan y se terminan.
Y ahora, viendo, Romina, Carli, por supuesto, el trabajo que se está haciendo desde el municipio, miren, esto era un descampado, veía las fotos recién. Fue un basural por allá atrás, fue una toma, bueno, eso es sin Estado. Esto, un centro de salud que no tiene nada que envidiarle a los privados, a los de los municipios en los lugares donde parece que hay más poder adquisitivo, bueno, este centro de salud, este hermoso centro de producción de alimentos, y lo que se viene, un centro para la infancia, otro para adolescentes, bueno, esto es el Estado presente. No había nada y ahora hay obra, hay producción, hay salud, hay educación, hay integración. Ahora hay futuro acá en San Martín.
Y es importante, por supuesto, que uno lo toma, lo embarga, ¿no? la emoción, porque es un momento donde a nivel nacional han abandonado todas las obras, 1000 obras. Nuestro Ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, anda recorriendo la Provincia para continuar con las dificultades que hay en la obra provincial, pero para ver también qué obra abandonada por Milei podemos reanudar y podemos levantar. Porque cada una de estas obras, cada una de estas 1000 obras, cada una de estas, representa también el depósito de la igualdad de oportunidades, ¿no? de esto ver que yo también merezco, yo también puedo, a mí también me corresponde.
Asi que cada vez que recorremos las obras nos dicen ‘gracias’ y nosotros decimos, a veces, ‘perdón por todo lo que tardamos en poder llegar con el centro de salud que se merece Costa Esperanza, con el centro de producción que se merece, con lo que va a tener la infancia acá, con lo que va a ser la escuela’. Tenemos que seguir trabajando para reparar las deudas de tanto tiempo.
Así que, hoy, lleno de orgullo porque el Estado no es sólo bla bla, no es sólo discusión teórica. El Estado, cuando dicen que lo van a destruir, son estas cosas. Es un centro de salud en los barrios populares, es un centro de producción de alimentos en los barrios populares, es la escuela en los barrios populares, salud, educación, producción. Eso es lo que se merece nuestra provincia de Buenos Aires. Eso es lo que necesitamos que haya más y no menos.
Así que, bueno, hoy, orgulloso y emocionado también, porque recorrí esta obra en construcción, se venían las elecciones, sabíamos que había una fuerza política, que hoy ganó en el Gobierno nacional, que decía ‘obra pública cero’, que decía que cada uno se arregle como puede.
El otro día lo escuchaba al Presidente, no quiero ser descalificador con esto, ¿no? No quiero ser chicanero, ni insultar a nadie, pero es una vergüenza que un presidente de la nación mande a los vecinos y vecinas a construirse un puente, a construirse su centro de educación, de salud.
Yo creo, miren, espero, espero que simplemente sea una excusa y una mentira, porque en el ajuste no quieren hacer las cosas, entonces que mande a los vecinos y vecinas a construirse un puente o construirse una escuela. Espero que sea simplemente una mentira. Porque si cree en esas cosas, la verdad que estamos ante un papelón internacional de dimensiones nunca vistas.
Se sabe muy bien, y yo lo pensaba también, permítanme una pequeña reflexión, Fernando decía que es indispensable, ¿no? que esté el Estado. Que si no está el Estado, no está nadie, no hay nada en algunas áreas de la vida social. Y yo pensaba en esto que decía Milei el otro día, de que los vecinos se construyan un puente que no hay. Todos sabemos que eso no existe, que es imposible. Que sólo formularlo te pone en un lugar de ridículo. Todos lo sabemos.
Pero decía, supongamos que fuera así, que hace falta una escuela, que hace falta un hospital, que hace falta un centro para la infancia, una plaza, terminar con un basural, se juntan los vecinos y empiezan a hacer, no sé, una vaquita, un depósito, pasar la gorra, juntar fondos, para hacer las obras que hace falta. Después, tienen que decidir qué obra se hace. Una vez que deciden qué obra se hace, tienen que tener un instrumento jurídico, porque un puente no se hace contratando por día y pagándole, hay que contratar probablemente una empresa, una cooperativa. Capaz que hacer una contratación directa, una licitación. Traer la obra y controlarla. Después pagarla de manera sucesiva, porque puede llevar a veces un año, dos años.
Milei, eso ya se inventó. Se llama Estado. Un Estado que resuelve en conjunto con la sociedad, democráticamente elegido, cuáles son las prioridades que tiene, que luego consigue los recursos. Eso se llama impuestos, Milei, que hay que pagar para hacer la obra pública. Después se lleva adelante, después se inaugura. Eso se llama intendente, eso se llama gobernador. Y no tenemos hoy, pero eso se llama presidente, que hace las obras que hay que hacer. Ya se inventó hace mucho y de otra manera no funciona, no existe, y no sirve. Y así vamos a estar, con un Estado ausente, con un Estado desertor, que no cumple con las obligaciones que tiene.
Acá, en cambio, provincia y municipio vamos a terminar estas obras. Y vamos a encarar, con todas las dificultades que hay, y aunque nos quieran fundir, y aunque nos ataquen por las redes, aunque nos insulten, aunque sean violentos en las palabras, vamos a seguir trabajando en lo que tenemos que hacer, porque son las necesidades del pueblo y es el mandato del gobierno. Muchas gracias.