Inauguración de las obras de ampliación en la Escuela Secundaria n° 34 de Avellaneda
Bueno, buenas tardes ya a todos y a todas, la verdad que un placer como siempre venir Avellaneda, Jorge, Magui, un placer también escuchar tus palabras Jorgelina, estaba nerviosa Jorgelina, yo ante el alumnado, y la comunidad tengo que decir que la veo absolutamente feliz, emocionada y orgullosa de lo que ella llama su escuela, y que a nosotros nos llena de alegría. La derecha, nos llama a nosotros, a vos, empleados públicos, con un dejo de desprecio, el empleado público, como que estuviera haciendo algo que no corresponde, algo malo o algo que fuera humillante o que fuera miserable.
Cuando uno mira a los maestros y maestras, a los auxiliares, a los directores, a los inspectores escolares, la verdad que ve lo contrario, se llena de orgullo de lo que son los trabajadores y trabajadoras de la educación, de la salud. Si conocieran, si tuvieran corazón para comprender todo el esfuerzo que se hace, todo el amor que se pone en las escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires, a veces en condiciones, como me contaban, bastante desfavorables y complicadas edilicias.
Nosotros cuando asumimos veníamos de cuatro años de mucha desinversión en las escuelas, de lo que vemos, capaz que si me permiten con la motosierra, pero hablar del ajuste, como enojados, toda la plata que se gasta, además, y finalmente termina así cuando vienen con ese ajuste, bajándole los sueldos a los trabajadores y trabajadoras de la educación, poniendo comida miserable en los comedores escolares sin arreglar y sin invertir en la infraestructura educativa.
Así veníamos que ustedes sabrán es feo decirlo pero es verdad explotaban las escuelas porque no se hacía el mantenimiento, no era que no estaba linda como ésta sino que directamente era un peligro concurrir a muchísimas escuelas de la provincia de Buenos Aires por la situación edilicia, por el gas, por la electricidad, paredes electrificadas, peligro de vida para los que venían aprender, para los que venían a enseñar y no estoy ni exagerando ni haciendo campaña electoral partidaria. Estoy contando la realidad de lo que recibimos en la provincia de Buenos Aires. Escuelas que literalmente explotaban y eran muchísimas y ni siquiera el Estado tenía un registro de la situación de los edificios escolares.
Nosotros tenemos 22.000 escuelas en la provincia de Buenos Aires, tenemos 12.000 y algo edificios escolares, porque hay veces, como acá, en el mismo edificio funcionan dos escuelas, por esta historia de que primero en los secundarios tenían tres años, después seis años de secundario y obligatorio, entonces se compartía el mismo edificio en una primaria, en una secundaria sin lugar o con pocos lugares y a medida que fue avanzando todo esto se necesita más edificios escolares.
En la ciudad de Buenos Aires, tan famosa capital de la República Argentina, viven 3 millones de personas más o menos, todos los días a las escuelas de la provincia de Buenos Aires primaria, secundaria, jardín entran a estudiar 5,2 millones de pibes y pibas. Nosotros tenemos el sistema educativo, el segundo más grande de América Latina, el doble de todas los que viven en la Capital Federal los atienden esos que a veces se desprecian, los porteros, las porteras, los auxiliares, las maestras, los directivos, todos los días les abrimos los brazos a 5,2 millones de alumnos en la provincia de Buenos Aires.
Es un sistema educativo inmenso y en ese momento, donde el gobierno nacional y el gobierno provincial los cuatro años anterior ajustaron, entonces no arreglaban las escuelas, cerraban escuelas, no para eso entienda bien que capaz cuando se va a votar dicen me interesó, me llegó por TikTok, qué gracioso qué divertido la motosierra es eso, bajarle los sueldos era miserable lo que se daba en alimento a los que necesitan en las primarias recibir la comida en la escuela, no se invertiría en edificios, se cerraban escuelas, se cerraron 33 escuelas en la provincia de Buenos Aires, nunca en la historia. Hay gobiernos que abrieron más, otros que abrieron menos, primera vez en la etapa anterior que se empezaron a cerrar escuelas porque iban pocos pibes, escuela de Isla, escuelas rurales.
Más allá de la discusión política, por eso digo hay que tener una mirada muy estrecha, muy egoísta, porque un pibe, una piba que va a una escuela rural no es que puede ir a cualquier lado, y si son poquitos, y le cerramos la escuela la familia finalmente se va a ir, se van a vaciar los pueblos, después vienen al Conurbano como pasó a buscar una escuela, obviamente, una oportunidad, un trabajo y así se va despoblando el interior del país, el interior de la provincia, concentrando todo en las grandes ciudades, en los grandes aglomerados, y así se va generando un país más injusto, más inequitativo, más desproporcionado, peor distribuido y, por tanto, finalmente, un peor país, un país espantosos.
Por eso cuando llegamos al gobierno de la provincianos propusimos llevar adelante un programa que se llama Escuelas a la Obra, que yo lo digo acá en Avellaneda, no es la primera vez, pero lo tengo que volver a decir, ahí cuando el Gobierno Nacional y Provincial ajustaba, en Avellaneda el intendente que era nuestro amigo y compañero Jorge Ferraresi dijo: ‘Yo no voy a ajustar el presupuesto de las escuelas’. Entonces siguió invirtiendo con los recursos del municipio que claramente no alcanzan para todo, en mantener y ampliar, en dejar las escuelas tan lindas como las que hay acá, no es poco.
Yo siempre con Jorge cuando vengo a Avellaneda recorro las instalaciones, veo cómo están pintadas, lo ven acá, este edificio no tiene nada que envidiarle a una escuela privada en su calidad edilicia, pero vamos a ver los baños, son muy importantes. Yo recordaba hoy una frase que no es de alguien que dentro de los próceres nosotros los tengamos muy afín en todo lo que hizo a nuestro pensamiento, pero que en algo estamos muy de acuerdo, que era Sarmiento. Hay que reivindicarlo porque aunque la derecha hoy en la Argentina dice que se inspira en Sarmiento, se olvida una de las cosas más importantes que hizo Sarmiento que es la educación pública, la educación gratuita y que llegue para todos y para todos. Sarmiento decía que cada escuela tiene que ser un palacio y yo estoy de acuerdo en eso.
Porque a veces vas al baño de una de las escuelas de Avellaneda y probablemente tenga mejor calidad constructiva de lo que se vive en la casa de algunos de los pibes y de las pibas. Eso está muy bien porque de eso se trata la escuela pública como igualdad de oportunidades generando más perspectivas, dándole más horizonte y que los pibes y pibas de la provincia de Buenos Aires cuando vayan a la escuela entiendan que eso se lo merecen, que les corresponde y que tiene que ser para todos y todas.
Así que desde el Gobierno de la Provincia cuando nos tocó la responsabilidad de ser máximas autoridades, en parte tengo que tengo que confesar que nos pusimos a copiar el modelo de Avellaneda para toda la provincia de Buenos Aires, tanta inversión, tanta belleza, tanta calidad, tanta dignidad en los edificios educativos. Y bueno, así que ni bien asumimos como veníamos de una etapa de caída libre, de destrucción de las escuelas de la provincia, de sus edificios, sabiendo que falta un montón, también eso, pero lanzamos el programa Escuelas a la obra.
Es un programa que pretendía primero agarrar, tomar todas las escuelas que tuvieran peligro para los que concurren, primero para que no pasara lo que había pasado en Moreno, que explotó una instalación de gas por falta de mantenimiento. Entonces dijimos vamos a empezar a arreglar las escuelas que tienen riesgo para los que concurren, para los que laburan ahí, para los que estudian ahí. Y nos encontramos con algo, que cuando uno lo cuenta parece mentira, pero es así cuando gobierna la derecha, no había ni siquiera un registro, no había ni siquiera un censo de cómo estaban las escuelas, así que arreglar las escuelas era imposible porque estábamos ciegos, no sabíamos a dónde había peligro en la instalación de gas, que había una instalación precaria. Vieron a veces pasa una manguerita de gas, pero bueno, eso no puede pasar en una escuela, tiene que ser un gasista matriculado, tiene que estar todo aprobado y tiene que estar todo habilitado porque es el Estado. Bueno, también las instalaciones de luz.
A veces nosotros también en tantos edificios escolares tenemos edificios que tienen 100 años o más, entonces para hacer las obras había que cerrar las escuelas y/o trabajar entre el polvo. Bueno, muy difícil. Nos propusimos arreglar primero todas esas escuelas que tuvieran ese tipo de dificultades, después seguir arreglando las que ya no era con riesgo pero que estaban en malas condiciones y después más que eso arreglar todos los baños de todas las escuelas, después más que eso dejar pintar todas las escuelas. Hoy tenemos terminadas 6.600 obras en escuelas de la provincia de Buenos Aires, dije 12.000 edificios escolares, 6600 obras, va tomando color.
Pero después también las ampliaciones como esta, que no necesariamente es una refracción. Acá estamos inaugurando cuatro aulas nuevas, con estas cuatro son 961 aulas nuevas en toda la provincia de Buenos Aires, equivale a 160 escuelas nuevas, como si las hiciera de cero porque esto es prácticamente una escuela nueva. Porque se abren salones que van a permitir ampliar la matrícula, mejorar la calidad educativa. También ayer estuvimos en Ezeiza inaugurando un nuevo edificio entero, un edificio escolar, el 204 en la provincia de Buenos Aires y 400 escuelas más que cerramos para tener que abrirlas de nuevo, reinauguramos 400 escuelas más. Una etapa de inversión en infraestructura escolar que realmente está marcando una diferencia muy grande, está haciendo historia.
Cuando uno mira las estadísticas es todo lo que estamos haciendo para que los pibes y pibas de la provincia tengan escuela pública y tengan escuela pública de calidad. Así que es una cuestión que nos habíamos planteado, cuatro años de gobierno, dos de pandemia, lo hemos hecho igual, pero cuatro años más para seguir construyendo escuelas, para seguir mejorando las escuelas, para seguir refaccionando las escuelas, para que ningún pibe o piba de la provincia de esos 5,2 millones estudien en condiciones que no son las que se merecen.
Y es lo que dice Jorge Ferraresi, falta un montón, nos dicen que hicimos más que nunca, todavía falta un montón. Es muchísima la deuda que hay en materia infraestructura escolar, de años y años donde las cosas no se hacían o no alcanzaban porque también crece el sistema educativo, esto de hacer obligatorio hasta sexto año de la secundaria, es el doble que tercer año hace 17 años.
Recién Pablo Urquiza nos decía desde que se empezó con la 1420, con la enseñanza obligatoria, hasta que se hizo universal pasaron como 80 años, que se convirtió en obligatorio, se empezó con la enseñanza pública hasta hacerla obligatoria en 1960, son muchos años de trabajo. Esto no es materia de un día, además arreglas la escuela y se vuelve a romper, lógicamente. Es el mantenimiento, lo tenemos en casa, que pintas y después a las 4 o 5 años hay que pintar de nuevo, no se termina nunca y hay que sostenerlo. Es necesario que el Estado siga invirtiendo.
Pero quería compartir, ya que hay estudiantes, pibas y pibes que vienen a la secundaria, quería compartir una reflexión sobre unas ideas que hoy aparecen en las redes, pero también en el debate presidencial y están en discusión hoy.
Esta idea de arancelar, del voucher, de cobrar voucher en las escuelas. Ya hubo varias veces intentos de arancelar la universidad pero ahora estamos hablando de arancelar. ¿Qué es arancelar? Cuotita para ir a la primaria, la secundaria, el jardín de infantes. Que las familias tengan que pagar una cuota. Que nos dicen, que más o menos, porque va a haber un voucher o sea que va haber un molinete como en el Subte, pero te van a dar teóricamente la SUBE. Entonces con eso algunos le van a cargar la SUBE y no van a pagar. Yo digo, si es así para que tanto lío. Si va a seguir siendo gratuita porque le van a dar a los mismos que vienen el equivalente a los que quieren cobrar de cuota, la verdad que hay algo que no cierra y no cierra porque es mentira.
Porque es una estafa, en su engaño y pasó en los países, los poquitos países donde hay este sistema de voucher en la educación primaria, la educación secundaria. Al principio te dan el equivalente a lo que se paga, pero después a la profesora, la directora, no le dan un mango más. Y no alcanza por lo que recibe para sostener las instalaciones, los cursos, entonces empieza como en el sistema a veces de salud, el copago.
El copago una parte está cubierta, pero otra parte no, la tienen que poner la familia. Y como hay familias que pueden y familias que no empieza la discriminación. Escuela de primera, escuela de segunda, de los que pueden pagar y de los que no pueden pagar. Los que pueden pagar tendrán el baño bien, los que no pueden pagar se les romperá. Y no es que hay un sistema de competencia que entonces un director va a decir: ’yo tengo que dar excelencia para que quieran venir más.
No, no. Es finalmente un sistema de discriminación, un sistema de inequidad, de injusticia enorme. Nosotros somos los que creemos que la escuela tiene que ser pública, gratuita, universal y de calidad para todas y para todos. Más allá del dinero que tengan los padres, más allá del dinero que tenga la familia.
Es una base mínima de equidad, y ojito porque la motosierra puede ser graciosa, pero después va a haber que pagar la escuela. Y no es que quiera meterles miedo lo único que hago es reproducir y repetir lo que dice determinado candidatos, determinados dirigentes y ver cuáles son sus consecuencias porque lo escuchaba también. Y con esto quiero cerrar, pero tengo un poco la sangre en el ojo.
Yo soy economista, estudié en la universidad pública, gratuita, en la UBA. Me doctoré, después fui durante años y años profesor en secundaria pública y dicen algo así como que nada es gratis. Es de unos economistas, es una frase de los economistas más liberales que hay, que la repiten ahora y capaz que tiene algo como de razonable, de sentido común, porque ustedes dicen: ‘que la escuela es gratis, no es gratis alguien la paga’, ustedes no la paga otro la paga, porque es cierto y no es un invento de Argentina todos los países del mundo. Ayer lo veíamos al presidente norteamericano con el presidente chino, todos los países del mundo, los Estados recaudan para la seguridad, para la salud, para la educación y cuando recaudan tratan, no siempre se puede pero tratan de cobrarle a los que más tienen por una cuestión de buscar que la sociedad, que hay desigualdades, esas desigualdades no sean eternas y no sean indestructibles. Entonces le cobran al que más tiene para que el que no puede pagarse una escuela privada la tenga igual.
Obviamente, dicen que en realidad no es gratis, que otros la pagan. Como ustedes no la pagan, sino otros, nos dicen que los políticos que hacemos esto somos ladrones. Porque no es una cuestión, Massa le decía el otro día: ‘Bueno, vamos a tribunales si me acusas’, no, pero es esto, es cobrarle impuesto a unos, con eso pagarle la escuela a los que no pueden, probablemente alguno de la familia de acá, no puedan pagar una cuota de 60 lucas, 80 lucas y es gratis, pero dicen que es un robo porque le sacas a uno y se lo das a otros. Y dicen que me van a sacar a mí. Es violento sacarme a mí, al que más tiene.
Y es algo que hacen todos los países capitalistas, todos los países del mundo, pero ahora resulta que en Argentina, eso que es el Estado que tiene como otra de las funciones reconocer la justicia social, igualar al que está atrás, de un hermano mayor eso sería una aberración, un escándalo, algo que no corresponde. Y dicen entonces, le sacan al que tiene, le dan al que no tiene, le están robando, que se la rebusque solo, que lo consiga solo, es culpa de ellos que no lo tienen.
Es un pensamiento, realmente cuando uno va sacando las consecuencias de esto ese espantoso de egoísta, de individualista, casi diría de falta de humanidad y de comprensión porque en el mundo actual hay millones de personas que no tienen y no es culpa de esos millones de personas. Son cuestiones mucho más complicadas que no pretendo explicar, pero que me parece obvio, pobreza en el mundo, en los países de la región, incluso en países vecinos donde no hay salud pública prácticamente y digo todo esto porque Jorge decía que ahora le preguntan los pibes cuando va a llegarme el aire acondicionado.
Uno puede decir mira ‘tenés la escuela, la pintamos toda, está casi nueva. Está hermosa y ahora además me reclamas el aire acondicionado’. No está muy bien, está muy bien que reclamen todos sus derechos.
Está muy bien que lo pidan y que sepan, internalicen que les corresponden, que se lo merecen. Está bien que se enojen porque no está, está bien porque es todo lo que nos falta como sociedad.
Pero yo creo que además hay una mentira, no solo esto que cobrar impuestos dicen es un robo pero se supone que es la forma en que hacemos la sociedad más justa. Después podemos discutir, cuántos son los impuestos, cuáles son los impuestos, para qué se usan pero que haya educación pública creo que es lo más indiscutible de todo. Que hay que cobrar impuestos para poder pagar la educación pública y gratuita, desde el jardín de infantes hasta la universidad. Para un pibe o una piba que se quiera esforzar y quiera tener una vida mejor el Estado le debe las herramientas y a eso nosotros lo llamamos igualdad de oportunidades y justicia social. Que desde los 3 años a los 23 años puedan formarse aunque su viejo no tenga los recursos, aunque no hayan ido a la Universidad.
Está muy bien, ese es el país que todos queremos. Vergüenza nos dan los que le quieren sacar eso a nuestros pibes y pibas que no tienen las condiciones en su casa para poder pagárselo.
Y después dicen que es gratis porque vienen acá, pero en realidad no es, porque otros lo pagan. Yo creo que también mienten con eso, porque un pibe y una piba de nuestra provincia de Buenos Aires que va a la primaria, que va a la secundaria, que va a la universidad lo que le aporta a la sociedad es mil veces más que lo que la sociedad le dió cuando le dió educación pública y gratuita. Es mentira también, cada uno de ustedes cuando ponen el sacrificio, el esfuerzo, ponen lo más de ustedes y después siguen estudiando o después laburan, le devuelven muchísimo más de lo que la sociedad le dió.
Lo que pasa es que un tipo egoísta, un tipo ambicioso, un tipo individualista, nunca lo va a entender. No somos individuos aislados en la selva luchando por la supervivencia y que gane el que pelee más fuerte y el que pise más cabezas, somos una sociedad, somos un pueblo y en la provincia de Buenos Aires que los pibes estudien y que tengan una vida mejor no solo nos llena la alegría, sino que asegura el progreso de nuestra provincia, así que no es gratis, no es gratis en el sentido de que no lo pagan ustedes, sino que lo paga otro y es injusto.
Estamos generando la gratuidad para que ustedes puedan tener un futuro mejor y claro que le van a devolver a nuestra provincia lo que la provincia les dió, pero somos una sociedad y un pueblo no individuos sueltos que tenemos que hablar con la motosierra cortándole un órgano a otro para venderlo. Muchas gracias.