Lanzamiento del programa internacional “25 para el 25”

Muchas gracias a todos, a todas. Muchas gracias, particularmente, a los pibes y a las pibas que colaboraron con este experimento, que hicimos con esta experiencia. 

Yo también quiero decir, unas pocas cosas agregar, porque hemos escuchado antes de que se les largara el chaparrón. Hemos escuchado a la Presidenta de México, al Director de la Editorial y hemos escuchado también a la Intendenta, sería, de la ciudad de México, que es Claudia Brugada, hablar un poco de la iniciativa. Yo les agrego algunas reflexiones y algunos datos. 

Empiezo por las reflexiones. Coincido en que la lectura como hábito siempre ha sido un hábito de determinados segmentos, de determinadas personas, de determinados grupos, no ha sido siempre un hábito universal, no todo el mundo lee libros, encuentra un disfrute, un placer, pero hay una parte, y esto es históricamente una parte de la población, una parte de la ciudadanía, una parte del pueblo, que sí disfruta los libros y no los puede pagar, y no los puede comprar. Hoy escuchaba, recién, hablar del costo de los libros. Bueno, hoy puede salir 20 lucas, 30 lucas, 40 lucas un libro en una librería y evidentemente no todos lo pueden comprar. Entonces, hay una barrera que no tiene que ver ni con lo cultural, ni con lo digital ni con los hábitos. Tiene que ver con el dinero, con la plata y que hace que probablemente se estén perdiendo muchos y muchas acceder a la lectura. Y la lectura y la escritura se estén perdiendo, también, nuestra cultura, que participen de la escritura y de la lectura de libros, de cuentos, de poemas, como decían. 

Así que, creo que lo más importante de esta iniciativa, hay muchas cosas para resaltar, que haya sido en toda Latinoamérica, que sea también una decisión de poner en valor autores latinoamericanos, que todos están accesibles. Van a ver algunos argentinos, pero hay de varios países. Pero yo le agrego este elemento central que tiene que ver que son gratis, que son gratis. 

En la provincia de Buenos Aires nosotros tenemos una política, estamos recibiendo a través de esta colección 100.000 libros, pero con estos 100.000, si los incorporamos, vamos a haber distribuido, desde que estamos en el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, cerca de 2 millones de libros gratis, 2 millones de libros gratis, en escuelas, en bibliotecas, a los pibes y a las pibas. Bueno, ese era el dato, el dato, no quiero buscar demasiado más para no extenderlo, pero quiero decir también estamos en época de telefonitos, dispositivos, uno leía recién, creo que el primero fue Facebook. Facebook sale, se inaugura, se pone en circulación, en funcionamiento creo que en 2004. Twitter me parece que en 2006, después Instagram, o al revés, en 2010. Es decir, que son relativamente recientes, para uno que es del ‘71, son relativamente recientes. 

Cuando yo empecé a… Bueno, cuando yo transité mi juventud, mi adolescencia, no existían las redes sociales y no hace tanto tiempo, creo, no hace tanto tiempo. Y, obviamente, cuando sale la nueva modalidad y nuevos dispositivos, nuevos formatos de circulación de la información, de circulación de las noticias, de los vínculos sociales, cuando surge como cuando surgió la radio o cuando después surgió la televisión o cuando después vinieron, bueno, vienen de antes pero después alguna forma de circulación masiva de las revistas, de los diarios. Bueno, siempre parece que la forma nueva va a matar a la anterior, ¿no? Que Internet iba a matar a los diarios, a la prensa escrita. Y bueno, y ahí están los diarios y están bajo nuevos formatos y modalidades de la prensa escrita. 

Yo creo que el libro no va a ser vencido por Internet. No vengo a emocionarme, tampoco ponerme en una modalidad nostálgica, ¿no? Pero la verdad que leer un libro, aun cuando uno se ha acostumbrado a lo vertiginoso, lo decía Claudia, creo, a lo veloz de las redes sociales, a estar siempre con el instante, con el teléfono, algún dispositivo, la verdad que la experiencia de leer un libro es distinta, para mí es mágica, es maravillosa en mi formación. Bueno, he escrito libros, pero he leído un montón de libros, lo tengo que confesar, una de las cosas que más amo, que más quiero es mi biblioteca y son los libros que tengo. 

Pero bueno, ¿cómo vamos a sostener un hábito si es caro y es inaccesible para muchos? Lo peor que nos puede pasar es que leer un libro sea un hecho sólo accesible, sólo permitido a quienes tienen determinado dinero, determinado poder adquisitivo. Estaríamos privando de una experiencia, de una posibilidad a muchísimos y muchísimas jóvenes de la provincia de Buenos Aires. 

Por eso, nosotros seguimos creyendo en el libro como formato, en el libro como experiencia, en el libro como forma de la sociabilidad, en el libro como forma de conocimiento, en el libro como forma de la sensibilidad. Pero no alcanza con creer en eso, sino que voy a insistir con algo que he dicho un montón de veces, este problemita de que los libros son caros hace que el mercado, lo de poder comprar y vender no sea la libertad. Porque si alguien quiere un libro, quiere leer un libro, quiere acceder a la lectura y no lo puede comprar porque no tiene la plata suficiente, expliquenme ustedes o expliqueme alguien, o que me explique Milei qué tiene que ver con la libertad que solamente se asimile al hecho de poder comprar y vender. La libertad se realiza y se vuelve efectiva si los que quieren leer un libro o escribir un libro pueden hacerlo. La libertad implica, primero, la igualdad de oportunidades. 

Entonces, desde esta perspectiva, en nuestra provincia de Buenos Aires, a contramano de esta época pero en conjunto con todos los países y con el gobierno de México, al que le agradecemos en la figura de su presidenta, nuestro gobierno cree que para algunas cosas centrales, importantísimas, tiene que estar el Estado. Por ejemplo, para que todos los pibes y pibas puedan leer un libro. 

Creemos en el derecho a la educación, creemos en el derecho a la cultura, creemos en el derecho a la lectura y creemos en el derecho a los libros. Así que, para eso estamos y hoy estamos contribuyendo precisamente a eso. Así que hoy es un día para nosotros también importante, emotivo, feliz por tener las colecciones, por poder distribuirlas, por contar con el Gobierno de México y por contar con ustedes que lo reciben con esa misma alegría. Muchísimas gracias a todos.

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