Nuevo espacio de memoria La Cacha
Bueno, voy a ser breve porque no es fácil hablar en un acto así, en un lugar así. Por supuesto que Estela, Herenia, bueno, Madres, Abuelas, Hijos, Nietos de desaparecidos, bueno, todos los organismos, los que nos acompañan hoy, saben ustedes que desde que iniciamos la gestión decidimos poner en valor todos los espacios para la memoria de la provincia de Buenos Aires, que era algo que hacía realmente falta. Veníamos de cuatro años de un gobierno anterior, también de abandono muy fuerte. Logramos entre todas estas obras y todas estas decisiones que inició, por supuesto, Julio, hoy intendente de La Plata, que siguió Juan Martín, siempre con el Gitano, el Gitano.
Entonces, la verdad que ha sido un trabajo muy fuerte. Tuvimos, hace poco, la inauguración de un edificio que nos llena de orgullo, que es el del Archivo Provincial de la Memoria. Y todavía tenemos proyectos en curso y pendientes. Pero la inauguración de este espacio para la memoria es bastante especial, porque se trata de un espacio, no sólo que nos recuerda a quienes han pasado por acá, a compañeros y compañeras, sino que además se trata de un espacio para la memoria que implicó un trabajo arqueológico para encontrar el sitio, el centro clandestino de detención, esta parte de La Cacha que había sido rigurosamente, prolijamente, planificadamente demolida y luego ocultada para ocultar las pruebas, para ocultar lo que quedó de aquella etapa.
Y creo que este enorme trabajo de reconstrucción, tuvo que ver el equipo argentino de Antropología Forense, fue en el marco de la causa, pero esta instalación tan, además tan peculiar, porque no se trata simplemente de una casona, o de algún lugar que después cambió de función sino de algo que había sido prolijamente y deliberadamente escondido y ocultado para que no se conociera nunca.
Entonces, el haberlo encontrado, también se conserva, no lo comentaron pero entre los detalles, la arboleda. Porque la arboleda fue clave para el reconocimiento ¿no?, por parte de las víctimas, cuando esto no estaba, no había nada acá y había que encontrar algo que había sido demolido, ocultado. Y con un pacto de silencio, preservado también para que nunca, según los que lo planearon así, nunca pudiera ser recordado y conocido.
Así que es un espacio que tiene estas particularidades. Es un espacio que, además, muestra también, para quienes con ignorancia o con ingenuidad, pero sobre todo, para quienes deliberadamente y sabiendo muy bien lo que hacen, discuten la cifra de los 30.000 desaparecidos en la Argentina, porque es esto. Nos dicen ‘bueno, tienen que contar uno por uno’, pero básicamente el registro, tal como pasó con este centro, el registro se ocultó, se destruyó y hubo un trabajo sistemático para que nunca se supiera.
Entonces, no es tan difícil de entender, no es tan difícil de entender que no podemos tener la lista, porque los genocidas se dedicaron a desaparecer a los compañeros y compañeras pero, también, a desaparecer las pruebas, los vestigios, a desaparecer la historia también. Ese era el objetivo.
Así que parece bastante tonto y a veces bastante perverso, ¿no? que nos pongan a nosotros, quienes tratamos de rescatar la memoria de aquellos años y también las luchas de aquellos años, nos pongan a nosotros la responsabilidad de tener la cifra justa.
La responsabilidad de la cifra justa es algo que tiene que surgir como resultado de este proceso de Memoria, Verdad y Justicia. Es algo que estamos buscando y es culpa de los que lo ocultan, los que tergiversan y los que mienten, que no sepamos exactamente cuántos.
Y el que venga a recorrer esta excavación, el que venga a recorrer lo que hemos hecho ahora porque esto era nada, era tierra luego de una excavación y ahora es un espacio de memoria, un espacio de formación también, el que venga a recorrerlo, yo creo que le va a quedar muy claro, le va a quedar muy claro que la idea fue no sólo fue asesinar, sino también ocultar los asesinatos, los cadáveres, desaparecerlos.
Así que me parece que tiene esa significación especial, que forma parte de un trabajo que está en curso, que vale mucho más, si bien hemos hecho muchísimo, Gitano, Juan Martín, Julio, hemos hecho muchísimo en materia, bueno acá lo tenemos a Horacio Pietragalla también. Muchas gracias, Horacio.
Si bien hemos hecho muchísimo y hemos dado muestras y resultados de ese trabajo, de esa política de estado de la provincia de Buenos Aires, de Memoria, Verdad y Justicia, creo que en esta circunstancia, en esta situación, en este momento, con lo que ocurre en el país, a lo que se refería recién Estela, creo que tiene un valor mayor.
Porque, por un lado, pararon la obra pública, entonces es difícil terminar, concluir y construir nuevas escuelas, nuevos hospitales, nuevas rutas, pero también, bueno, lo que venimos haciendo en los museos, lo que venimos haciendo con la cultura, lo que venimos haciendo en los teatros y lo que venimos haciendo en los espacios para la memoria.
Así que terminar esta obra tiene un valor especial, porque la obra pública también es esto, la obra pública también son espacios de cultura, son espacios de enseñanza, son espacios de historia, son espacios de Memoria, Verdad y Justicia.
Y también, porque la provincia de Buenos Aires insiste, insiste y ratifica el mismo camino y el mismo destino también. Nosotros no estamos acá ni para durar, para permanecer, no estamos para ocupar cargos. Estamos para dar respuestas, resultados y cumplir con un mandato popular.
Por eso decidimos que esto es militancia y que, muchas veces, como en los días actuales, implica dar fuertes discusiones donde campea el negacionismo a nivel nacional, acá existe, subsiste y florece la memoria.
Así que esta inauguración es un hecho en sí mismo, pero también marca un camino, marca un horizonte y marca que en la provincia de Buenos Aires, como dijo Estela, no nos han vencido. Muchas gracias.