Nuevos agentes y drones para la policía rural – Baradero
Bueno, buenas tardes. Primero, Tito, muchas gracias por recibirnos de nuevo en Baradero. Hace poquito estuvimos siguiendo las alternativas de la fiesta popular que se realiza acá de rock, que es increíble la cantidad de gente que vino. La Provincia por supuesto que apoyando las fiestas populares.
Digo esto porque venimos también de Ramallo, nos acompaña por acá el intendente, y varios intendentes de la región que estuvieron formando parte de la presentación de un Centro Universitario en Ramallo. Acá está Mumi Poletti, el intendente que, orgullosamente, con mucho trabajo y mucha perseverancia, hoy pudo inaugurar algo que era un sueño de larga data y que tiene que ver con lo que vamos a explicar hoy de la Policía Rural.
La verdad que la provincia de Buenos Aires es la provincia, continentalmente, más extensa. Y, obviamente, la extensión de la provincia, la diversidad, la variedad, que tiene en sus capacidades, en sus producciones, convirtiéndola en la primera provincia industrial de la Argentina, la primera provincia productiva de la Argentina, pero también la primera provincia en materia de producción agropecuaria de la Argentina.
Nosotros la riqueza la generamos a través del trabajo y la producción, y esto no reconoce, desde el punto de vista de este gobierno, diferencias en cuanto si son producciones urbanas o rurales. Lo que sí venimos a hacer es a generar mayor igualdad ahí donde había enormes inequidades. Enorme olvido y abandono.
El interior de la provincia de Buenos Aires es uno de los corazones productivos de la Argentina y de nuestra Provincia. Y sin embargo, vivir en el interior de la Provincia representa en muchos sentidos, distancia, lejanía, y a veces carencia y dificultad.
Es por eso que, desde el comienzo de la gestión, nos propusimos empezar a generar políticas en diversos ámbitos, lo que tiene que ver con la salud, lo que tiene que ver con la educación, pero también, lo que tiene que ver con la infraestructura, lo que tiene que ver con la seguridad. Y eso implicaba modificar algunas cuestiones que, estructuralmente, estaban dispuestas de manera muy diferente en nuestra Provincia. Estamos hablando hoy de un nuevo cuerpo que tiene la Policía de la Provincia, que es el de la Policía Rural. Crear una Policía Rural, si bien tenía algunas características particulares, implicaba plantearse, nuevamente, la formación profesional, el reclutamiento. Porque esto es bastante poco conocido, pero central. Nos hemos dedicado a armar un cuerpo de Policía Rural donde los agentes que la componen son reclutados en los pueblos de la provincia de Buenos Aires, con colaboración de las organizaciones y de las entidades vinculadas a las actividades agropecuarias. ¿Por qué? Porque es muy difícil pensar que en un terreno de características particulares, donde las características demográficas, geográficas, productivas, económicas, generan también, por supuesto, y aunque parezca obvio nunca se había atendido así, una fisonomía, una anatomía distinta del delito urbano con respecto al delito rural.
Había que hacer un cuerpo específico, con una formación específica, con equipamiento específico. Y además, como decía recién, con agentes que provienen de ámbitos rurales, que son, decir baqueanos como los nombran habitualmente me parece que es un exceso, pero tiene que ver con eso. Alguien que nació en el campo, que nació en los distritos vinculados a la actividad agropecuaria de la provincia de Buenos Aires, conoce el terreno, conoce también a la sociedad, conoce las problemáticas. Y es más fácil, entonces, lograr algo que es un objetivo nuestro, que es integrar cada vez más a nuestra Policía de la provincia de Buenos Aires como un cuerpo que surge del propio pueblo de la provincia de Buenos Aires, con la sociedad y con sus problemáticas.
Asumimos esta tarea con una policía tremendamente desprestigiada, lamentablemente desprestigiada. Así que había que hacer una reconstrucción, no sólo de ese prestigio, sino también del vínculo entre nuestra fuerza de seguridad y de la sociedad a la que cuida y protege. Es una responsabilidad muy grande.
La Policía Rural con la que hoy cuenta, contaba Javier Alonso, nuestro ministro, que ya hemos tenido 1000 egresados en esta nueva experiencia. Pero que han sido formados no en la Vucetich, sino en escuelas específicas para la Policía Rural. Que han sido reclutados de los pueblos a los que después van a servir a través de las actividades policiales. Pero además, hoy estamos poniendo en servicio a 250 nuevos agentes. Es decir, que esto no fue ni una tarea electoral ni circunstancial, es una tarea permanente la que llevamos adelante. Agentes de un origen distinto en términos de dónde han sido interesados en la tarea policial, con una formación distinta, con equipamiento distinto.
Hemos comprado, hablaba el intendente Sanzio de la Policía Urbana, hemos comprado 5200 patrullas para la Policía de la provincia de Buenos Aires. Nunca se hizo una inversión de esta envergadura. ¿Por qué? Porque cuando llegamos había 790 patrulleros para servir a toda la Provincia en sus 307.000 km cuadrados. Imposible. Pero de esos patrulleros que compramos, 1000 son camionetas especiales, 4×4, preparadas para funcionar en terrenos vinculados al accionar de la Policía Rural.
Es una inversión sin precedentes. Y eso quiero agregar, además de la formación distinta, los agentes de distinta procedencia, el equipamiento distinto, porque repito, no es lo mismo el delito urbano que lo que representa el delito rural, en sus modalidades, en sus frecuencias, en sus características, y por tanto, nuestra Policía tiene que estar preparada para ese delito.
Pero, luego, lo que escuchamos en este momento, que son estos equipos que tienen que ver con una particularidad de los delitos, con una dificultad, con algo que permite que la actividad criminal se desarrolle de manera absolutamente imperturbable si no se lo atiende con inversiones y con tecnología de este tipo. Esto no existía antes.
¿Cuál es uno de los problemas del delito rural? Primero, que cuando se registra, cuando se denuncia, muchas veces llegar siquiera a aproximarse al lugar donde ocurrió el delito, es una tarea que llevaba tanto tiempo, a veces por el estado de los caminos rurales, por la geolocalización de la problemática, bueno, que era prácticamente en balde, prácticamente en balde tratar de atenderlo con patrulleros que iban a llegar seguramente con demora, que no iban a poder registrar y que no iban a poder patrullar, ni siquiera en tareas preventivas.
Nosotros tenemos 100.000 km de caminos rurales en la provincia de Buenos Aires. Recorrer esto en manera permanente, por supuesto, como encontramos, sin patrulleros, era imposible. Pero además, después llegar, cuando hay una denuncia, al lugar donde se produjo el delito, para hacer las investigaciones, aún en tiempo real, requería otra tecnología.
Para eso se adquirieron estos drones que ya están funcionando plenamente, que seguimos terminando con la segunda camada de capacitación de un cuerpo que son los pilotos que llevan adelante la tarea del manejo de estos equipamientos de última tecnología adquiridos en el extranjero.
¿Qué es lo que pueden hacer? Lo mostraba, lo comentaba someramente recién el Ministro. Se registra un delito, esos trailers que ven ahí son unidades móviles que se pueden aproximar para el control de los drones, más allá de sus ubicaciones permanentes, y una vez que se ubica el delito estos drones a 100 kilómetros por hora, atravesando cualquier circunstancia, ya los hemos utilizado en algunas operaciones que se conocen y otras que no, incluso en búsquedas, por ejemplo, en ámbitos rurales o en ámbitos inundables, o ahí por la costa bonaerense, donde no hay otra forma de llegar porque es intransitable.
Ahí van los drones, que tienen cámaras de muchísima precisión, que cuentan, también, con cámaras nocturnas, que interoperan con los agentes que están en el terreno, ya sea de investigaciones o la propia Policía Rural, y que actuando en consonancia, permiten o resolver directamente o disuadir, o a veces, los hemos visto ya en persecuciones a quienes quieren darse a la fuga luego de cometer un delito.
Llegando con los drones, dando aviso, se puede registrar. Esto sirve, también, para luego en el ámbito judicial poder dar registro de lo que ocurrió. Y a veces, en casos que uno dirá, bueno, ¿qué tiene que ver? ¿para qué tanta tecnología? Violencia doméstica en algún lugar perdido del campo bonaerense, donde hay que llegar rápidamente para, una vez que se da el aviso, para poder dar acompañamiento. Luego, también, permite guiar a los patrulleros para que lleguen a través de la red de caminos rurales.
Así que hemos tenido ya resultados, pero además está esta tarea de permanente de disuasión. Los vamos a tener trabajando en la Provincia de forma tal que se sepa que por más alejado, por más alambrado, por más accidente del terreno, por más dificultades que tenga la Policía, que tal vez está en su base y está lejos, y se sabe que no va a llegar, tenemos ahora equipos a los que el crimen no se les va a poder escapar. Son estos drones que ya operan, que ya acompañan el accionar de nuestra Policía, que ya tienen los agentes capacitados.
A veces, es difícil de explicar todo lo que hubo que hacer porque no había reglamentación para el uso del espacio aéreo para equipamientos de estos. Uno dice un dron y pienso un pequeño dron de los que tienen que ver con la filmación. No, se pueden ver ahí, son de despegue vertical, pero luego tienen motores y vuelan de manera horizontal para poder tener esa velocidad que alcanzan y llegar rápidamente. Se denuncia un delito y rápidamente, en breve lapso, puede estar ahí vigilando y puede estar acompañado, después, de quienes hacen el trabajo terrestre.
Hubo que cambiar la normativa de uso del espacio aéreo argentino, a través del ANAC, para que se puedan operar estos drones en territorio rural de la provincia de Buenos Aires. Es decir, que ha sido un trabajo que requirió muchísimo tiempo de preparación, así que es un enorme orgullo hoy poder estar presentando otra camada de los que se reciben de nuestra Policía Rural en diferentes bases. Inauguramos la escuela nueva de Olavarría, tenemos otra aquí cerca, donde se preparan específicamente para la tarea que les espera. Fueron reclutados en cada uno de los pueblos y, ahora, van a hacer lo que necesitamos que hagan, que es cuidar al pueblo de la provincia de Buenos Aires en ámbitos rurales, cuidarlos de una manera profesional, cuidarlos con la capacitación que corresponde, con los equipos que corresponde, con el acompañamiento de la tecnología que corresponde.
Es una inversión que todo esto la verdad que es muy sencillo de decir, no hay precedentes porque nunca se hizo trabajar específicamente para que el campo argentino tenga un cuerpo que lo cuide como lo hace hoy la Policía Rural de la provincia de Buenos Aires.
¿Implica esto terminar con el delito completamente? Sabemos que no es así, pero contamos con los instrumentos, contamos con las inversiones, contamos con la planificación y cuentan, ustedes, con nuestro compromiso.
¿Por qué hablaba del Centro Universitario que acabamos de inaugurar? ¿Por qué le consultaba recién al Intendente qué es lo que ocurre con la Casa de la provincia de Buenos Aires? La primera de ellas inaugurada acá en Baradero. Bueno, es una batería de políticas que tiene que ver con algunas ya tradicionales pero incrementadas. Nunca en la historia de la Provincia el Banco de la provincia de Buenos Aires dio tanto crédito al campo como se ha visto en esta época. Nunca. Nunca se reaccionó con esta velocidad ante eventos climáticos inesperados como fue la sequía.
Recuerdo que cuando se acercaron los representantes de las entidades a ver si podían empezar a tramitar e insistir para que se declararan en emergencia, porque saben y cuentan con una experiencia vasta y comprobada de que, desde que ocurren los eventos climáticos hasta que se decreta la emergencia, pasan a veces meses y después no se aplica la normativa. Cuando recibí a las entidades rurales, los recibí con los decretos firmados de emergencia en todos los distritos afectados. En todos los distritos afectados. Hemos puesto cerca de 15.000 millones de pesos de crédito preferencial para los que sufrieron la sequía.
¿Alcanza? Seguramente no, pero sólo está el Estado, el Banco de la provincia de Buenos Aires. Hemos desarrollado una nueva política vinculada al mejoramiento de los caminos rurales. Lo saben todos los intendentes de municipios en ámbito rural. Nuestra provincia de Buenos Aires tiene esta red caminera. Había una ley no escrita pero grabada en piedra, que los caminos de tierra son del intendente. ¿Qué problema había? Hay distritos, recuerdo por ejemplo Ramallo, debe tener 600 kilómetros. ¿Cuánto? 900 kilómetros de caminos rurales. El intendente, un municipio, con sus recursos, difícilmente pueda dar a vasto y respuesta a la atención de esa red caminera.
Y la red de caminos rurales, lo digo para los que hacen comentarios desde los canales de televisión porteños, no es sólo lo que saca la producción con los camiones, que llega una tranquera ahí que, obviamente, después demora en sacar la cosecha, entrar las máquinas, no es sólo eso. A veces es el acceso de un pueblo entero. Que caen dos gotas de lluvia y no se puede llegar.
Muchas veces son caminos que llevan a las escuelas rurales, que también tiene la provincia de Buenos Aires. Recuerdo, también, que cuando llegamos veníamos de una experiencia anterior donde se habían cerrado 33 escuelas rurales porque no daban los números. Bueno, nosotros volvimos a abrir las escuelas rurales que se habían cerrado.
Creemos que si no hay escuelas en el campo, la gente se va del campo, no puede vivir, es invivible. Y es muy injusto, y luego se dan los fenómenos de migración interna y de sobrepoblación en las zonas periurbanas o en los grandes centros urbanos de toda la Argentina. Y genera todos los problemas que ya conocemos. Para que no se vayan teníamos que dedicarnos, también, a mejorar los caminos rurales por los que se va a la escuela, por los que entra la ambulancia, por los que llega la autobomba o por los que pasa el patrullero.
Sí, claro, el Camino Portela que inauguramos, claro, por supuesto, 22 kilómetros de una localidad que estaba prácticamente aislada. Lo hemos hecho en toda la provincia de Buenos Aires. Una fiesta de un pueblo, capaz de 500, 1000 habitantes, pero que es la vida o la muerte. La diferencia entre la vida o la muerte, la diferencia entre que los pibes y las pibas que nacen ahí se queden o se vayan y abandonen. 5000 kilómetros de la red caminera rural ha hecho este gobierno.
Me acuerdo que varias veces el gobierno anterior al nuestro presentó el Programa de Caminos Rurales, no hizo 1 kilómetro. Nosotros no lo prometimos en campaña, no hicimos demagogia con esto, no hicimos marketing, no hicimos publicidad. Hicimos obras, obra pública, caminos rurales en la provincia de Buenos Aires. Toda la Provincia con intervención del Gobierno provincial, primera vez en la historia que esto se hace con esta envergadura.
Los centros universitarios. Tenemos 56 convenios firmados para que pequeños distritos de la provincia de Buenos Aires tengan formación universitaria cercana, en la propia localidad. Son carreras, algunas carreras que se dictan, y eso hace que los chicos, las chicas no tengan que irse a una localidad lejana a los que lo pueden pagar, o quedarse sin estudio muchos de ellos. Es una cuestión básica, de equidad. Son políticas destinadas al sector rural de la provincia de Buenos Aires.
Tenemos 30 y pico de distritos de los 135 que son urbanos, que son del Gran Buenos Aires. Y después tenemos 100 que están dentro del campo de la Provincia. Así que dar esta respuesta era imperioso.
De la misma manera, Centros Universitarios, Policía Rural, créditos del Banco Provincia, drones, caminos, Casas de la provincia de Buenos Aires. Tenemos en construcción 69 Casas de la provincia de Buenos Aires. ¿Qué es eso? Son centros cívicos donde el Gobierno provincial pone todas las dependencias en un mismo lugar, de primera calidad, con tecnología, con conectividad, cercana, accesible, con buenas condiciones de trabajo para los que pueblan oficinas del Registro Civil. Casarse en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, a veces, era tener que ir a una pequeña habitación, toda llena de humedad, espantosa. No hay por qué. No tiene que ser así.
En la provincia de Buenos Aires, desde que estamos gobernando, no hay municipios de primera y municipios de segunda. Todos los bonaerenses, todas las bonaerenses tienen derecho a acceder a los servicios, acceder a la educación, acceder a la salud, acceder a la universidad si podemos, a la seguridad correspondiente a la fisonomía y a las características de la zona donde nació y donde decidió vivir.
Tenemos funcionando la Casa de la Provincia en Baradero, ya hemos inaugurado tres, pronto vamos a inaugurar la cuarta. Lo que pretendemos es que el Estado provincial no quede ahí lejos, en La Plata, no haya que tomarse algún transporte para llegar a hacer un trámite, que todo esté en cada una de las localidades. Cercano, de calidad, eficaz, eficiente, sin que por vivir lejos tengas que atravesar los mil y un obstáculos para llegar y hacer un trámite sencillo.
Así que en eso nos encontramos trabajando. Yo quiero decir, por tanto, que me llena de orgullo, Javier, que estas cosas, a veces nos reunimos con intendentes y nos dicen ‘nos faltan más agentes policiales, más patrulleros’, como si uno tuviera un placard atrás de donde puede sacar un recurso. Formar a cada uno de estos hombres y mujeres requiere tiempo. Hemos cambiado, también, los programas de formación, no sólo específicos para la rural y la Policía de la Provincia, sino con cuerpos como es la UTOI. A veces, lo que se pensaba que se podía, decían, producir en tres meses, a nosotros nos lleva un año, un año y medio de formación. Para terminar la formación hay que hacer prácticas en territorio. Nada de esto es sencillo.
Si no, por supuesto que se le puede poner un uniforme a uno que está pasando por la esquina y en dos meses decir que tenemos un nuevo agente de policía y así creer que estamos creciendo y mejorando, y después no son ni condiciones de trabajo. Cuando llegamos no había ni siquiera chalecos antibalas, estaban todos vencidos, tuvimos que adquirir, yo creo que son 67.000 chalecos antibalas, no había municiones, no había prácticas de tiro, dije no había patrulleros, no había formación. La verdad que estaba en un estado de absoluto abandono.
Hoy es, para mí, la verdad que un verdadero orgullo haber cambiado de manera permanente y estructural la Policía de la provincia de Buenos Aires. Nunca más se podrá decir que la Policía de la provincia de Buenos Aires no hizo los esfuerzos y no hizo las inversiones para tener la formación, la profesionalización, los equipos y, por último, los niveles salariales.
Yo sé que la cuestión salarial es complicada, más ahora que hay una intención, deliberada, del Gobierno nacional de desfinanciar a las provincias, que hay una vocación por planchar los salarios como elementos de ajuste que, teóricamente, va a garantizar la estabilidad. Pero ya lo estamos observando, se caen los salarios, lo deben entender, una y mil veces lo vamos a repetir, cae el consumo, cae la demanda, entonces cae la producción, y después cae, también, el ingreso del Estado, vuelve a caer, entonces, la recaudación, y así entrás en un círculo vicioso en el que cayó muchas veces, demasiada veces la Argentina para que ahora no los traten de vender como si hubieran inventado la pólvora.
La Policía de la provincia de Buenos Aires era el colectivo de trabajadores de nuestra Provincia que más había sufrido las políticas de ajuste salarial del gobierno anterior al nuestro. Se habían perdido 20 puntos de salario en todos los trabajadores del Estado, pero 30% había perdido la Policía en aquel momento.
Nosotros conseguimos los fondos y logramos algo que también es un anhelo, una reivindicación histórica de nuestra fuerza. Tener los mismos sueldos, las mismas escalas salariales que las fuerzas federales. Pasaba en la provincia de Buenos Aires algo que, recuerdo, es inconstitucional. Al mismo trabajo, igual remuneración. Y teníamos un policía de las fuerzas federales y un agente de nuestra Policía y ganaban mucho menos los de nuestra policía, haciendo la misma tarea, uno al lado del otro.
Así que tuvimos que equiparar con los sueldos de las fuerzas federales. Inversión, decía, en equipamiento, cambio y modificación de la formación, creación de la Universidad Vucetich para la formación de la Policía, compra no sólo de lo que vemos acá en drones, lo que se ha hecho en materia de la Policía Científica, lo que se ha hecho en materia de la investigación policial en este tiempo, habiendo recibido ruinas en vez de una Policía provincial.
Se ha hecho mucho. Esto no quiere decir que la tarea esté terminada, sino que se ha marcado un camino. Hoy tenemos un nuevo hito. No es la primera camada, que nos decían ‘bueno, lo hacen porque estamos cerca de una elección’, no es así. Es la segunda camada, se recibe hoy y seguimos engrosando el cuerpo de Policía Rural de la provincia de Buenos Aires para que nunca más los y las bonaerenses sientan que no les prestan atención, que no se tiene en cuenta sus dificultades.
Así que, Javier, muchísimas gracias por el trabajo. Tengo que reconocer, también, al anterior ministro, Sergio Berni, que sigue trabajando con nosotros, que participó en la creación de estos nuevos cuerpos, que participó también en la adquisición de los drones y que hoy, tenerlos en funcionamiento, la verdad que era algo que parecía imposible pero se ha logrado. Muchísimas gracias.