Creación del Consorcio de Gestión y Desarrollo de la Región Capital Ampliada
Muchas gracias a todos a todas, primero pedir disculpas, venimos de Moreno donde tuvimos mucha actividad. Por un lado, les cuento para participarlos, hoy inauguramos junto con la intendenta de Moreno, un jardín de infantes que tuvo bastante importancia para nosotros, primero porque estamos en una situación complicada como todos saben, donde el Gobierno nacional nos tiene paradas 1.000 obras públicas, entre esas 1.000 obras públicas que tiene parada en la Provincia, tiene parada también 80 escuelas que son, muchas de ellas, convenios tripartitos: Municipio, Provincia y financiamiento nacional.
Así que, para nosotros, si bien inaugurar una escuela se había vuelto algo bastante frecuente, creo que en una situación como ésta donde hay no sólo una interrupción de la obra pública, sino además un ataque contra la obra pública, entonces simplemente quería dejar en claro que nosotros seguimos inaugurando escuelas, esta es la número 230 de la gestión.
Pero la verdad que faltan muchas más. Yo decía que a veces a uno le da un poco de bronca, se hace mala sangre porque nosotros habíamos inaugurado 200 escuelas en dos años prácticamente, porque hubo cuatro años de gestión, pero dos estuvieron dificultadas por la pandemia. En materia de obra pública, se pudo hacer muy poco. Así que a 100 por año teníamos ya un ritmo que nos permitía, en una segunda gestión, planificar un incremento… Ya fue histórico ¿no?, lo que se hizo, pero ahora sería la verdad que ya muy significativo en términos de la deficiencia que tiene la infraestructura escolar. Hoy, inaugurando la escuela, también decíamos que están en contra de la obra pública, en contra del Estado, en contra de los trabajadores del Estado.
Bueno, tenían que ver la alegría de esa comunidad, de ese barrio, abriendo una escuela preciosa. Y decía yo entonces que el Estado, que cuando dicen ‘lo vamos a destruir’ o ‘soy un topo que lo va a hacer explotar’ o ‘lo va a romper desde adentro’, parece una suerte de figura mitológica, o una cuestión ontológica, o una cuestión teórica, ¿qué es el Estado?
Bueno, el Estado es esa escuela, el Estado son los casi 200 centros de salud que hemos abierto, lo que hemos reparado, son las rutas. Destruir al Estado de adentro y parar la obra pública significa esto. Después, que sobran trabajadores y trabajadoras del Estado, que es una especie de cuestión recurrente en el discurso, que entonces hay que echarlos de manera a veces, además, con un plus de crueldad casi masoquista y que se espera que se festeje.
Y además entiendo porque escuchaba hoy a un dirigente que decía que esto ahora se ha naturalizado. Bueno, yo en ese sentido quiero dejar en claro que la provincia de Buenos Aires luego de hacer la obra, inaugurar la escuela, poner las sillas, los pizarrones, bueno, ya no son más, pero las tizas, todo eso, los borradores, después de todo eso hay que dar clase adentro y los que dan clases son los maestros y maestras de la provincia de Buenos Aires, los auxiliares, los directivos.
Así que ampliar derechos, reconocer derechos, a esos pibes y pibas sin ese jardín de infantes… Otro ¿no?, para derribar como cuatro o cinco mitos que se están instalando o formas de hablar que se han, en este momento, prácticamente ante una sociedad que parece anestesiada con estas cosas, pero le dicen ‘bueno, que todo lo resuelva el mercado’.
En ese barrio no había un jardín de infantes y nadie prohibió que el mercado abra uno, la verdad que ni la Intendenta ni nosotros, no hay normativa, el mercado puede abrir, de hecho algunas instituciones educativas privadas se abren, pero la cuota es… Si no es subvencionada por el Estado también, $100.000 es baja, 200.000, 300.000, 400.000, 500.000 pesos por mes. Y los pibes y pibas, su familia, no están en condiciones de pagar esas cuotas, como tampoco pueden pagar una prepaga por 500.000, 400.000, 600.000, 700.000, no pueden.
Es decir que el mercado es cierto que trae soluciones, pero que están asociadas al poder adquisitivo de quienes lo consumen o quienes lo compran y lo adquieren y del otro lado a que haya un negocio rentable. No le podemos pedir a los empresarios que hagan grandes inversiones, se pongan en marcha negocios que no van a tener el retorno de la inversión y que no van a tener además una ganancia y una rentabilidad.
Y lo hay, existe, hay muchísimas oportunidades. De hecho la mayor parte del empleo es privado, la producción en la Argentina es casi 100% privada, muy poquito es estatal, eso funciona de esa manera. Ahora, ¿qué hacemos donde falta un jardín de infantes? La cuota para que sea negocio es muy alta. Y la verdad que lo mostró la realidad, no la teoría, lo mostró la realidad, que ahí no hubo una institución educativa, que había una necesidad y no era solvente esa necesidad y no era rentable esa necesidad.
Entonces bueno, ahí creo que hay varias cosas para no dejar pasar más, porque con este discursito de ‘no hay plata para nada’. Yo acá estoy rodeado de intendentes, que cada vez que viene un vecino con una dificultad y un problema, sea de medicamentos, de alimentos, de laburo, de vivienda, le puede decir ‘mirá, no hay plata’, y dedicarse, no sé, a tuitear todo el día.
Eso también es una linda excusa para decir ‘yo no tengo nada que ver’. O como nos pasó en Bahía Blanca después de un tornado que volteó como 5.000 árboles, dejó los techos y bueno y se cobró víctimas fatales, y bueno, vino el Presidente de la Nación, vino con dos ministros, y nos dijeron ‘bueno, arreglense como puedan’. La mala noticia es que no es así. Si vos estás en la cabeza de un Estado, de un país, no es ‘arreglense como puedan’. No es así, está mal, no corresponde y es ilegal. Es incumplir tus deberes de funcionario público. Es un incumplimiento de deberes de funcionario público decir la educación, la salud, las emergencias, las calamidades, las catástrofes… No tiene nada que ver, sobre todo si al mismo tiempo negás el cambio climático que está generando estas cuestiones. Pero lo niegues o lo aceptes cuando juraste encima de la Constitución tenés que hacerte cargo de aquellas cuestiones que son tus obligaciones.
Los derechos que tanto les molestan, porque nos discuten a nosotros y sé que hay quienes no son de nuestra formación política ni comparten nuestra doctrina, y nosotros lo tenemos muy grabado en piedra, que las necesidades engendran derechos. Pero aún si uno no piensa eso y forma parte de la tradición liberal, o del radicalismo popular, o de fuerzas política democráticas de la Argentina, sabrá que la Constitución Nacional, más allá de esta discusión histórico doctrinaria, hay derechos que están consagrados en el Artículo 14, en el Artículo 14 bis, por ejemplo el derecho a la vivienda digna.
Entonces, si vos jurás sobre una Constitución que dice que es un derecho, después podrás discutir si estás de acuerdo o no y directamente no vayas y jures cumplir y hacer cumplir una Constitución con la que no estás de acuerdo. Pero ahí dice claramente que hay derechos que están consagrados, que la educación, que los acuerdos y pactos internacionales tienen jerarquía constitucional, con lo cual también derechos del niño que no se pueden…
No es que bueno, que vayan a laburar a los talleres los nenes porque vos pensás que eso sería muy eficaz y eficiente. Y bueno, la Constitución dice otra cosa, juraste cumplirla y con esto termino este pequeño tramo.
Después también estuvimos en una ronda de negocios, en un parque industrial de Moreno donde hay una expo industrial. En Moreno no había industria y tampoco nadie lo prohibía. Es una población muy cuantiosa, que son laburantes, son trabajadores, muchos de ellos de industria pero la industria no estaba en su distrito. Era lo que se llama una ciudad dormitorio, iban y venían a trabajar a otro lado. Son esas inequidades territoriales, de eso estamos hablando hoy. Que a veces la radicación de empresas aparece en un lado, y la disponibilidad habitacional en otro, entonces tenemos a los laburantes de un lado y al trabajo en el otro. Y sería mucho más eficaz, mucho más competitivo, mucho más cómodo para todos y mejor, que trabajen cerca de su lugar de vivienda. Para eso venimos haciendo, hoy estábamos comentando, ya tres parques industriales junto con el Municipio, todos se están llenando y hay un montón de industrias nacionales, son industrias pymes bonaerenses. Industrias pymes bonaerenses que son capital privado.
Hoy estoy pinchando globos, ¿no? Derribando algunos mitos que han inventado, como que Argentina sería mejor país si no tuviera industria, o que los únicos que generan riqueza son los empresarios, que por supuesto que tienen un papel central bajo el régimen en el que vivimos y que estamos desenvolviéndonos, tienen un papel fundamental. Si no hay empresa privada, no hay trabajo. Bueno, todo esto lo conocemos, pero decir que toda la riqueza lo genera esta figura.
Para hablar bien de los empresarios de la provincia de Buenos Aires, tengo que decir que los empresarios pymes de la provincia de Buenos Aires son empresarios, pero también son laburantes, eh, son laburantes que se pasan el día en su empresa, que dicen ‘yo con mis laburantes, con mis trabajadores me siento familia, los conozco’, padrinos o viceversa de los hijos, son parte de la familia. Y además se desloman con la dificultades a veces que hay, con la crisis recurrentes, con políticas como esta, de apertura importadora, es un milagro. Yo creo que decir, pero no pretendería, ni piensan, que son los únicos que generan riqueza, porque todos los días forman parte de un proceso productivo. Hay que no haber pisado nunca una pyme bonaerense para poder decir que toda la riqueza sólo el empresario.
Yo estoy muy orgulloso de decir que el empresario genera riqueza junto con sus trabajadores y que necesita un Estado que genere condiciones como un parque industrial, los asfaltos, la energía, la conectividad. Bueno, muchísimas cosas.
Así que dicho esto, creo que hoy estamos en una ceremonia, en un encuentro que tiene que ver con todo esto que acabo de decir, de cómo concebimos al Estado y creo que somos muchos, formamos parte de una dirigencia política que creemos que el Estado tiene un papel también en la planificación, en la generación de oportunidades, en la generación de igualdad. Aún si uno piensa que no tenés que tener industria, o que sólo los empresarios generan riqueza, bueno se da cuenta rápidamente que necesitas tener una educación que sea universal. Sin embargo, están en contra de la obligatoriedad de la enseñanza. Estamos en un momento complejísimo.
Pero nosotros, los que creemos que es muy importante que el Estado genere condiciones, que acompañe, que genere oportunidades, que al mismo tiempo diseñe y diagrame y planifique en conjunto con la comunidad, bueno, a dónde vamos a poner determinado tipo de emprendimientos, qué infraestructura se necesita y que eso supera a cada uno de los municipios. Porque la verdad que los espacios de acumulación, los espacios geográficos, los espacios logísticos, los espacios productivos no siempre se someten a la división político-geográfica de las fronteras municipales, ¿no?
Es clarísimo que nos pasa, lo que hoy contaba en Moreno, de Moreno, que la industria estaba en un lugar y los laburantes en otro. Pusimos parques industriales y se han llenado los parques industriales y nadie prohibía que eso se hiciera, pero fue el Municipio con ayuda del Gobierno provincial. Compró las tierras, generó la infraestructura, estamos terminando las rutas, entonces se puede acceder más fácilmente. Y entonces hemos generado esa colaboración, esa articulación, esa sinergia, le dicen ahora, que le dio más posibilidades de generar emprendimientos productivos exitosos ahí cerca de donde están los laburantes. Bueno, esto es producto de la planificación estatal. Que repito, porque se ha dicho muchísimo sobre planificación y a veces cuando se dice que el Estado planifica, sobre esto dos reflexiones muy cortas porque tiene que ver con el Consorcio de Gestión y Desarrollo que se está formando, que el Estado planifica.
La planificación como un instrumento del desarrollo y del crecimiento es algo que usan todos los Estados del mundo, ¿no? Dicen ‘bueno, acá estaría bien que haya un puerto’ y para eso hay que hacer muchísimas tareas que tienen que ver desde normativas, a cuestiones de inversión, a veces a promoción y fomento, a crédito, hay una batería de políticas que históricamente se conocían como política de planificación y política industrial, ¿no?
Que eran instrumentos que tiene el Estado para fomentar, promover y acompañar el desarrollo de la producción privada, mayormente privada, pero bueno, lo vemos en todos los casos exitosos de desarrollo mundial, incluso el nuestro propio, porque planificó el peronismo que es ‘ah, bueno, entonces…’, pero planificó el liberalismo. Acá, sin duda, cuando construyeron esta ciudad, esta ciudad es producto de la planificación, esta ciudad es producto de una decisión del Estado, de un Estado liberal ¿no?, liberal clásico, que después dijo ‘vamos a tener una ciudad, le vamos a poner un puerto’.
El otro día estuvimos con Mario ahí en Campamento, que era donde se afincaban los trabajadores que a pala, a pulso hicieron el puerto de La Plata, con enormes inversiones del Estado. Después, ahora hay un privado que trae la mercadería, que la saca, pero tenés que diseñar la infraestructura y esto supera la posibilidad de una empresa privada, incluso de un conjunto de empresas privadas. Por eso en todos lados, no cabe ninguna cabeza pensar que se puede hacer de una manera más eficaz y distinta cuando siempre se ha hecho así, y cuando los ejemplos recientes de éxito en desarrollo capitalista, cuando te cuentan las experiencias del capitalismo en su forma del desarrollo tardío, todos mencionan algunos países, qué sé yo, Japón, Corea, Taiwán, desarrollos… Bueno, no países siempre, pero desarrollos recientes, de exitosos, en el marco del capitalismo.
Cuando uno lee y estudia esas experiencias, el papel del Estado fue central. El papel del Estado fue central. O sea, que si vos querés desarrollar un país que está en vías de desarrollo, es emergente, subdesarrollado, periférico, tercer mundo, y bueno, lo que ha funcionado es eso. Ni hablar del caso chino, que es un caso más controvertido porque va a ser la primera potencia capitalista, ¿no? Está no muy lejos de ser el país que más produce y adhiere al comunismo. O sea, que la principal potencia capitalista adhiere a lo que teóricamente es contrario. Así que ni siquiera ahí funciona este marco de ideas tan absurdo que nos están planteando, ¿no?
Porque el desarrollo chino claramente tiene que ver con la inserción dentro del capitalismo mundial. No con separarse, armar un régimen distinto, y con mucha propiedad privada, inversión privada, extranjera y nacional, con crédito, con… O sea, que me parece que nos están poniendo enfrente una especie de caricatura absurda, caricatura absurda, ridícula, inexistente que tenemos que decidir todo Estado o todo mercado, 100% de uno o 100% de otro. En una época histórica esto se llamaba las falsas antinomias, como ahora nos quieren poner adelante otra ‘todo industria o todo campo’, ¿no?
No es que esté bien o esté mal ponerse de un lado, lo que es equivocado es pensar que hay que decidir de esta manera. Nos quieren meter en una trampa, donde tenemos que decir ‘yo soy de la industria o yo soy el campo’, ‘yo soy del Estado o yo soy del mercado’, cuando eso no existe. Existe tal vez en un libro austríaco del siglo XIX. Pero en la realidad no existe y en la Argentina menos. No existe ni en Austria, esos austríacos no están ni en Austria.
Entonces creo, que estamos ahora, presenciando sobre la cuestión de la planificación, quería decir, parece que el Estado tiene prohibido planificar, que el Estado no puede pensar más allá de mañana, porque si planifica está haciendo algo que es indebido, prohibido.
Y entonces veamos. Las familias, en sus familias, que dónde te vas a ir de vacaciones, que qué va a estudiar el pibe, la piba. Todos planifican en la vida personal, que si el laburo, que si tal cosa, que si la empresa, o sea, los individuos planifican, la familia planifica.
El otro día leía que Toyota tiene una planificación, si no me equivoco, a 15 años, a 20 años, o sea, planifica su expansión, dónde producir, dónde llevar las plantas. Todos planifican, el único que no puede planificar, aparentemente, es el Estado. Y no digo planificar de la manera Soviética, por que eso no existe más, ni siquiera en un país capitalista, en el capitalismo mundial pero de bandera comunista. Pero sí decir para dónde queremos ir, qué queremos hacer, que no quede todo… ¿no? Más o menos.
Porque negarte la planificación también es negarte el pensamiento, negarte las ideas y negarte los sueños, porque acá lo que estamos haciendo es planificar un sueño para la Región Capital. Cómo queremos que sea. Pero no, está prohibido, socialistas, comunistas, zurdos.
Bueno, en la vida cotidiana todo el mundo lo hace, hasta la persona, el sujeto que nos gobierna debe estar planificando un poco. Pero no, lo único que no se puede es hacerlo de manera colectiva, de manera organizada, de manera seria y de manera científica también, porque la idea cuando uno dice ‘dónde vamos a localizar las industrias, ¿que nos falta?, ¿qué rutas nos faltan?, ¿dónde hacemos la bajada de la autopista? Si necesitamos un ferrocarril para que entre al puerto, si vamos a tener una región que sea, digamos más urbana y otra más fabril y más industrial, que de dónde vamos a tener…’ .
Y fíjense cuáles son las falencias de cuando no se planifica, las tenemos a la vista. Una provincia de Buenos Aires que por ausencia de planificación urbanística, de pensamiento, ha quedado a libre albedrío, y ahí lo tenemos, un country y al lado una villa. Ausencia de planificación, ni unos ni otros. Eso lo hizo el mercado, pues bien, ha salido bastante mal.
Y después, donde hay acceso a la tierra, se empieza a radicar las familias y entonces tal vez hay un loteo privado, y entonces va creciendo el barrio y llegamos tarde y llegamos mal. A veces eso ocurre en zonas que son inundables y después cuando empieza a erradicarse más familia a la vera de arroyos que crecen. Y luego están ubicados ahí y falta todo, falta escuela, falta bomberos, falta centros de salud, falta comisaría. Y entonces ahí se dan cuenta, o nos damos cuenta, como proceso histórico, sin personificar, que hacía falta planificar algo. Porque no hay plaza, no hay espacio verde, no hay cloaca, no hay agua potable y entonces te quedás sin agua. Y así crece todo de manera caótica e irracional.
Entonces creo que esta iniciativa tiene esa importancia, no decir ‘todo Estado’, porque nadie está pensando que bueno, que vamos a poner empresas públicas con trabajadores públicos y enfrente un barrio público. No es eso, es una tontería, nos toman por estúpidos, no estamos discutiendo, eso no existe.
Además quiero decirlo claramente porque bueno, ya que estamos hablando de esto, somos peronistas y en el peronismo tiene que haber trabajadores, empresas y Estado.
Lo otro es un absurdo y una ridiculez, y tenemos que buscar la forma de confluir, de pensar. Y lo primero que decía, todos planifican, pero el Estado si planifica es una cosa absurda. Absurdo es lo que pasa cuando no planificamos, que como decía recién llegamos tarde y mal. Ya llegamos después de la fiesta, post festum. Y entonces ya falta de todo y son reclamos, y reclaman al Estado. Que si lo hubiéramos pensado desde el primer minuto probablemente se podría haber hecho mejor, más barato.
Doy un caso clarísimo, clarísimo que tiene que ver con esto. Llegas a un barrio donde se ha radicado ya la población y después tenés que poner los desagües, tenés que poner los pluviales y tenés que romper las calles. Si ya la asfaltaron tenés que empezar a romper lo que ya está hecho. No tiene lógica, es más caro y es peor. Después tenés que poner la comisaría, pero no tenés terreno, tenés que poner la escuela y no hay lugar donde ponerla, el espacio verde fue ocupado, entonces ya no hay un pulmón. Y bueno y todo llega mal.
No es tan difícil tampoco, pero hay que tener la voluntad, hay que tener la vocación, hay que tener la generosidad también. Porque como decía recién, esto desde un municipio solo se puede resolver a una escala municipal, pero si no es regional, entonces hay que tener la generosidad que tienen los intendentes de que están acá, de tal vez sentarse una mesa, compartirla con el sistema educativo, con las universidades, con los empresarios, con el puerto, y empezar a ver cómo podemos acomodar esto para que salga mejor.
Así que bueno, ¿qué estamos celebrando hoy? Que después de mucho tiempo, con varios gladiadores que han batallado para que esto ocurra, a veces en soledad, a veces contracorriente, a veces con discusiones y peleas, algunas importantes, otras inconducentes, bueno, hemos llegado a este momento donde se ha formado un consorcio para la Región Capital, donde ese consorcio hoy tiene la adhesión de todos los distritos que participan de la Región Capital, donde armamos una mesa de trabajo, donde se va a discutir, se va a pensar.
Y donde creo que se va a superar también una vieja escuela de la planificación. Porque a veces la planificación parece algo que se hace en la torre de marfil, ¿no? O en el gabinete del científico. Entonces se juntan unos sabios y se ponen a ver y te traen un plan. Bueno, desde nuestro punto de vista, eso no funciona y no funcionó nunca. Planificar desde arriba, como si fuera algo de un saber particular que excluye a todos los demás porque es demasiado complejo y sofisticado, bueno, eso después no funciona. Cuando los intentos de planificar, cuando los intentos de instalar una lógica se aplican de manera autoritaria, desde arriba, aunque sea por un saber técnico, académico o científico que teóricamente es clarividente y entonces puede decir cómo hay que hacer tal cosa y viene a enseñarla como si fuera un traje a medida. Lo decía el General Perón, muchos han tratado de adaptar el cuerpo al traje, hay que adaptar el traje al cuerpo.
Entonces, eso implica un ejercicio mucho más complicado, una tarea mucho más complicada, que es hacer planificar para adelante, pero hacerla de manera participativa y democrática. Es más difícil, es más complejo, es más arduo, porque hay que incorporar a todos los factores, a los gremios, a los empresarios, a todos los distritos, ponerlos en una mesa, darse la discusión, hay que ceder, hay que proponer pero también hay que ceder, hay que negociar, hay que discutir.
Y después llegar a un plan, llegar a un planteo que sea común, en el que todos van a haber dejado algo en el camino, tal vez uno quería 100 y se lleva a 50. Pero es importante poder hacerlo porque si no, créanme, no funciona, no funciona. Porque los protagonistas, los agentes, los actores de esa planificación, de esa transformación, si se los imponen a los criterios desde afuera, probablemente no los comparta, no los haga carne, no los asuma y entonces, finalmente, generan resistencia que se podían haber evitado, cambiando algunas cosas y también compartiendo otras.
Entonces, yo creo que esta es la cuestión que enfrentamos ahora, una planificación pero que sea una planificación en escala humana, que sea una planificación que venga no de arriba para abajo, sino de abajo para arriba. Y que tenga en cuenta a todos los factores y a todos los elementos, sabiendo que va a haber que resignar, que va a haber que transigir y que va a haber que ponerse de acuerdo, que es un trabajo mucho más grande.
Y yo creo que es un modelo que se opone claramente a esta idea tecnocrática, fracasada, abstracta, ideológica, de que va a venir un Mesías, o lo que sea, ¿no?, con una receta que va a aplicar, que nadie entendió, que son todos unos tontos, unos giles y unos ignorantes, y entonces tenían que venir con una doctrina que todos desconocen, el liberal libertarianismo, como se llame, y que entonces ahí van a resolver los problemas.
Pero que finalmente cuando uno va con un problema real, como que necesita una escuela, o como que necesita agua y saneamiento, o que necesita arreglar la ruta nacional, que por suspender la obra ya se está destruyendo, o que necesita hacer un puerto, o llevar adelante una obra, o que tiene una emergencia o que falta comida o que… Bueno, ahí no están, te dicen ‘no hay plata’ y no se puede contar con ellos para absolutamente nada de lo terrenal, lo real, lo cotidiano, lo existente, de necesidades urgentes, no se puede contar con ellos.
Yo tengo hoy en esta mesa a intendentes de esta región que todos los días están lidiando con las dificultades que nos genera una política desde el Gobierno nacional de exclusión, de achicamiento. Hemos observado caídas en la producción, en el empleo, en el consumo, que tienen pocos precedentes históricos. Y entonces, junto con eso viene el insulto a quienes no son, unos pocos a esta altura, uno o dos iluminados que se la saben todo. Todos los demás son la casta, son la política, son lo que hay que terminar.
Yo le quiero decir al Presidente de la Nación que si no contara con intendentes e intendentas como los que hay en la provincia de Buenos Aires, que atajan los desastres que está generando la política nacional, esta Provincia y este país, hoy sería un caos absoluto. Es por los que ponen el cuerpo todos los días, por los que caminan los barrios, por los que cuando no hay plata le ponen iniciativa, le ponen esfuerzo, le ponen imaginación y le ponen militancia para resolver los problemas igual.
Así que en nuestra Provincia hoy estamos dando un paso histórico. Tiene que ver con una región importantísima que ha crecido muchísimo, como decía recién. Lo vimos con Mario, creo que estuvo Julio ahí, creo que estuvo Fabián, cuando estábamos lanzando la obra de la planta depuradora, no, de la planta potabilizadora. De la planta potabilizadora ahí en Ensenada, que es una planta que es realmente muy costosa. Si uno empezara con ‘no hay plata’, es imposible. Estamos hablando de algo así como 100 millones de dólares que está poniendo el presupuesto de la provincia de Buenos Aires.
Pero quiero dar algunas impresiones para dejar otro ejemplo concreto. Hay una planta potabilizadora, pero que data de la década del ‘50, claro, de la década del ‘50. Y estaba pensada, con una planificación, para abastecer de agua potable a aproximadamente en esta región a 500.000 personas, aproximadamente.
Entonces estaba bien, era una obra gigantesca, era una obra faraónica, la vemos cuando pasamos a la vieja planta potabilizadora. Pero ¿qué problema hubo? Creció mucho más esta región. Y después faltó iniciativa, faltó planificación y entonces hoy estamos abasteciendo agua potable para un millón de personas con una planta que tiene la mitad de esa capacidad, aproximadamente 800.000, o sea se desbordó la capacidad.
Lo mismo pasa con la planta depuradora de residuos cloacales. Entonces se planificó, se hizo, se invirtió un montón, pero hace mucho tiempo, y hoy está desbordada esa capacidad, y entonces falta agua. ¿Y por qué eso no se solucionó en tanto tiempo? Y, porque es una inversión gigantesca. Porque es una inversión gigantesca que, además, es de esas que la política a veces rehúye porque va por abajo de la tierra, es un acueducto y luego cañerías. Para colmo es una incomodidad, hay que romper veredas, hay que empezar a hacer obras que son incómodas y que después, lo voy a decir claramente, no se puede cortar cinta prácticamente, no es un edificio, no es una escuela, no es un jardín, y sale como 50, como 100 escuelas, pero había que hacerla, había que hacerla. Hay que hacerla.
Es anterior obviamente, naturalmente. Yo creo que fue Mercante, el gobernador y Perón el presidente, el que hizo la primera planta que tenemos. Estamos haciendo una segunda, con la misma capacidad que tiene la primera planta. Y yo voy a decir, para esas cosas más vale que hay plata, porque si no le cortamos las piernas al crecimiento de una región entera.
Estamos todo el tiempo emparchando y arreglando cosas que necesitan grandes obras de infraestructura, requiere planificación, requiere inversión. Era una planta que, bueno, que habíamos lanzado en la gestión anterior y Mario, ¿es así, no? Se reinició la obra. Esa obra está de nuevo como las 1.000 obras que tiene la provincia de Buenos Aires. Importantísimo y un gran ejemplo de las cosas que tenemos que hacer, pero necesitamos que la región se piense a sí mismo, a sí misma, que estén representados todos los municipios, que estén representados todos los sectores y que podamos avanzar con grandes proyectos que tenemos para adelante.
Esta es una región que tiene un puerto fabuloso, que está subexplotado, que necesita más conectividad. Así que hay que terminar la bajada de la autopista que va para el lado de Ensenada y de Berisso. Nos la paró el Gobierno nacional, no tengan dudas que vamos a reclamar y si hay que hacerla con recursos propios, se terminará con recursos de la Provincia cuando se dignen a transferirnos las obras.
La bajada de la 520, para mencionar algunas de esas obras importantes que tienen que ver con la dinámica del tráfico para que no pase por el medio del casco urbano, para que tengamos un flujo de camiones que no esté permanentemente… Bueno, estas cosas son hechos de la planificación, de la gestión que hay que resolver.
Entonces, cada uno de los municipios, cada uno de los intendentes piensa en sus localidades, piensa qué es lo que hay que hacer. Tenemos una región que tiene industria, y ahora me decía Julio acá, que después de 16 años vamos a escriturar en diciembre el Parque Industrial 2 de la Plata. 20 empresas nuevas. Estado, empresas, trabajadores, capital. No hay una discusión, no hay una disputa, no hay una pelea, hay un trabajo en conjunto que tiene que ser de esta manera. Y bueno, cada uno de los municipios, cada uno de los distritos tiene su propia planificación, el desafío que tenemos es integrarla, convertir esto en un plan para la región y el instrumento es este consorcio. Estábamos atrás de esto hace mucho tiempo.
Le quiero agradecer a cada uno de los intendentes que acompaña y que ha impulsado esto. Decirles que la provincia de Buenos Aires va a estar participando, va a poner a disposición sus recursos para que la región crezca. Tiene un cinturón hortícola, frutihortícola importantísimo, pero la salida de la mercadería se dificulta con las lluvias. Y esto abastece no solo a la región, sino a municipios y regiones vecinas, a la Capital Federal. Es decir, tenemos acá, en la Región Capital, una verdadera potencia productiva en la provincia de Buenos Aires, industria, agro, puerto, rutas. Tenemos también tecnología espacial en la región. Tenemos tenemos universidades en la región.
Si ponemos a funcionar todas esas piezas del rompecabezas todas juntas, indudablemente el desarrollo de la Región Capital, por más que hoy esté dificultado por un Gobierno nacional que ha desertado de sus obligaciones, bueno, desde los municipios, desde el consorcio y con el trabajo de la provincia de Buenos Aires créanme, que no tiene techo y que esto es crear bienestar, que es crear equidad, que es crear trabajo.
Gobernar es crear trabajo y para que haya trabajo tiene que haber infraestructura, tiene que haber presencia del Estado, tiene que haber conocimiento, ciencia, tecnología, universidad. Tiene que haber, además, mayor igualdad y mayor equidad. Muchísimas gracias.