Encuentro provincial de la ruralidad en La Plata
Bueno, buenas tardes a todos y todas. En primer lugar, agradecerle a Javo y a todo su ministerio por el trabajo que han hecho. Es cierto, uno podía hablar de tierra arrasada cuando nos tocó asumir la PBA. Y parecía que referíamos a las enormes dificultades que habían dejado en el área salud, en el área de educación, en las prestaciones, en rutas, en las obras, en los puertos. La verdad que estaba todo abandonado, cuando no, directamente destruido, roto.
Y, bueno, pero hay un tema del que me toca necesariamente hablar en este encuentro, que es que entre lo abandonado, lo destruido y lo roto estaba el propio Estado. No solo la acción, los programas y los resultados de lo que hacía el Estado, bueno, ahí está Florencia Saintout, el Teatro Argentino que iba con un destino incierto, por no decir, hacia su definitivo cierre. Porque aquellas salas, aquella infraestructura que se abandona por años de años después probablemente no se abra más.
Nos acompaña también Estela Díaz, nuestra ministra de las Mujeres. Qué decir del área de Mujeres, no existía. Es peor que haberla destruido, ni siquiera la tuvieron en cuenta.
Pero en el caso del Ministerio de Agricultura, Desarrollo Agrario, la verdad que es un ministerio que, bueno, que uno pensaría que en la PBA era un ministerio fuerte. ¿No? Porque esto es algo que no se termina de entender, sobre todo cuando se mira la provincia desde el Obelisco, un ombliguismo particular. Porque el ombligo de la Argentina parece ser el Obelisco y los canales de televisión porteños, los dirigentes porteños, los partidos que solo piensan en el centralismo, se miran el ombligo. O sea que solo gobiernan para un par de manzanas alrededor de ese Obelisco en la Capital Federal.
Y tal vez no conocen y no saben, por eso cuando hablan de la PBA la restringen y la limitan a algún paisaje turístico o al conurbano bonaerense. Y el conurbano bonaerense aquel que está cerquita de la General Paz.
Ignoran que nuestra PBA tiene 135 municipios. Tiene 300 mil kilómetros cuadrados. Y no son de pavimento, de asfalto y de edificios, sino que de los 135 municipios 100, aproximadamente, son municipios llamados del interior, pero de base productiva rural.
Así que había una fantasía, que es que nosotros íbamos a gobernar la PBA sin tener en cuenta al interior, a la producción rural. Para mí, Javo, y también Julio, que Julio siempre me ha llamado la atención, siempre me ha marcado la enorme deficiencia del municipio de La Plata, no solo en el cuidado de la ciudad, no solo en el cuidado de una ciudad que tiene monumentos históricos invaluables. No solo en el abandono de sus veredas, de sus paredes, no solo en la falta de cuidado por el monumento soberano que representa. No solo en la ignorancia de que se trata, no de cualquier ciudad, por supuesto que nos importan todas las ciudades de todos los municipios, pero esta ciudad debe importarnos más porque es la capital de la PBA.
Y es el emblema y el símbolo también. Y representa en buena medida a nuestra provincia. Verla tan rota, tan sucia, tan abandonada, la verdad que es triste. Pero siempre Julio me habló de los barrios y me habló del cinturón hortícola de la capital, de La Plata. Y de cómo por un lado no hay políticas propias. Pero también yo me pregunto, ¿de dónde surge, de qué cabeza y de qué mirada puede surgir que habiendo un programa que ha hecho 4500 km de caminos rurales abandona a los productores al cinturón de la capital de la provincia? No es tan difícil solicitar, pedir, y no es tan difícil tampoco, o tal vez sí, trabajar. Trabajar y dar respuestas. Tal vez sí. Y dar respuesta para todos los sectores, no solo para aquellos más privilegiados.
Así que, bueno, muy contento de estar acá, muy agradecido también por el acompañamiento de los intendentes y de los dirigentes del interior de la PBA. Por toda la dirigencia de La Plata, por las diputadas, diputados, legisladores.
Y después poder dirigirme a ustedes, a los productores, a los trabajadores y a sus representantes, tanto sindicales como de las organizaciones.
Miren, hoy de alguna manera, estuvimos el otro día en Carbap, pero hoy estamos completando una tarea muy importante, Javo. Acabas de hacer una enumeración incompleta de las políticas que llevó adelante el Ministerio. No es un reproche, porque también el tiempo es limitado, pero me pasaba Javier, estos días me pasó, no puedo decir cuántas páginas porque parece una impudicia, pero realmente voluminosos documentos simplemente enumerando las políticas que ha llevado adelante el ministerio. Un ministerio que cuando llegamos no tenía ningún programa y hoy nos llevaría toda la tarde y parte de la noche enumerar todas las acciones que está llevando adelante.
Por supuesto también el reconocimiento en punto a lo que falta. Esto creo que es central. Muchas veces se habla de la humildad de la dirigencia política. Se habla del contacto con el territorio y con la vida cotidiana de los y las bonaerenses, de quienes tenemos que representar y para los que tenemos que actuar.
Yo creo que es un énfasis muy importante el que se pone. Nos dedicamos a enumerar todo lo que se ha hecho, pero usamos lo que se ha hecho como plataforma para comprometernos sobre todo con todo lo que falta. Es la plataforma desde la cual creemos nosotros que con legitimidad de haber hecho tanto, podemos reconocer que falta muchísimo para tocar todos los aspectos que tienen que ver con la política pública en la ruralidad.
Y también el método. Hablaba Javier de la cantidad de encuentros que se han realizado. Encuentros, mesas, jornadas. Bueno, esto también creo que exhibe y expresa una forma, una concepción metodológica acerca de cómo ejercer las acciones de gobierno y las responsabilidades de gobierno.
Uno puede sentarse en su oficina y hablar de una planificación. Puede hablar de un plan. Los escuchamos ahora, el otro día escuchaba a algunos candidatos decir que tenían un plan. Y me temblaban las piernas (risas). Y me temblaban las piernas porque sé quienes son los que elaboraron ese plan y sé también cómo los elaboraron Se cómo elaboraron los planes.
Los elaboraron desde un pizarrón, desde una computadora, desde un escritorio, desde una oficina cerrada, sin contacto con la realidad cotidiana, sin contacto con las problemáticas reales, sin tampoco, porque se habla mucho del diálogo y el consenso. Yo les voy a decir a qué se refieren con el diálogo y el consenso. Es un diálogo y el consenso que pretenden tener entre los que piensan lo mismo en canales de televisión o bares de la capital, pero nunca es un contacto con la gente, con la sociedad, con el pueblo. Se trata de aislarse, hablar entre ellos y creer que así se resuelven las diferencias. Diferencias que al final no existen, porque con los que pensamos distinto tienen un solo plan: que es exterminarnos.
Así que, los que hablan de diálogo y consenso ahora por suerte se sacaron la careta y hablan de exterminar a los que piensan distinto. La verdad que a mí, entre que me llena de pena porque estamos cumpliendo 40 años de democracia, pero me parece también que es justo que se saquen el maquillaje, que abandonen los discursos y digan lo que realmente piensan, que tienen la verdad revelada y que van a gobernar para ellos solos. Por eso no quieren escuchar a los demás, por eso no se someten a este método, que digo yo, que es un método de trabajo, de gobierno, y también de planificación.
Planificar no en el aislamiento de la torre de marfil, de la academia o de ladrillo de las oficinas. Creo que esto de estar todo el tiempo generando espacios, generando posibilidades y arriesgando también, porque uno sabe que si se reúne con los sectores, que si hace convocatorias grandes, también va a escuchar palabras con las que a veces no están de acuerdo y muchas veces tampoco le gusta, porque le gustaría todo elogios, o le gustaría todas posiciones similares.
Así que creo yo que también planificar, crear, crear las políticas de gobierno en contacto permanente con los sectores a los que está dirigida, es una forma de trabajo pero además requiere coraje y requiere capacidad de escuchar, de analizar, de recibir y de producir y crear innovación en materia de políticas públicas. Todas las políticas públicas que enumeraste Javier no existían en la PBA y son resultado de respuestas concretas a problemas reales.
Así que, bueno, esto con respecto a cuestiones generales, a lo que expusiste. Ahora quería hacer algunos comentarios más específicos de la coyuntura y las discusiones que están dando vuelta con respecto a este sector.
Tiene razón Javier, tiene razón Javier, se habla de que hay algunos partidos políticos y alguna usina de pensamiento y algunas teorías y algunas tradiciones, que son las que benefician al campo. ¿No?
A mí cada vez que escucho esto de que son para el campo, que son amigos del campo, cercanos al campo, etcétera, etcétera, etcétera, se me plantea un interrogante, ¿no? Porque se habla del campo como algo casi geográfico, casi un accidente del terreno.
Porque cuando uno empieza a mirar al campo, no desde el factor ni geográfico ni estrictamente de área productiva, sino que lo empieza a ver bien, ve que en lo que respecta a la producción agropecuaria no todo es igual.
O sea que por un lado no es el campo nuestro objetivo de política pública, sino los hombres y mujeres que viven, trabajan y producen en ambientes rurales de la PBA. Y por otro lado, no es un solo actor homogéneo, el campo. Ahí hay otro error. No solo no referirse a las personas y sus problemáticas, sino considerar al campo como una unidad homogénea, indistinta, para la cual todo es lo mismo y todo sirve o no sirve.
Cuando uno mira cuál es la realidad, cuál es la verdad de lo que ocurre en ambientes rurales, lo que ocurre en nuestra PBA, se encuentra que si miramos la producción como tal, hay que distinguir, hay que separar, hay que diferenciar, por lo menos en tres ejes distintos.
Por un lado, tipo de producción. Sector. No es lo mismo la ganadería que la agricultura, no es lo mismo trabajar con frutas que con vegetales. No es lo mismo bajo cubierta que a campo, no es lo mismo con transgénicos que agroecológicos. No es lo mismo. Uno empieza a diferenciar y ya se da cuenta que no hay un solo tipo de productor, que no hay un solo actor, sino que hay realidades muy distintas, dependiendo de la producción.
Pero después hay otros factores que hay que tener en cuenta. Simplemente en lo descriptivo, eh. No es lo mismo vivir, producir y estar a pocos kilómetros, muy cercano a los mercados, al aparato productivo, que estar a una distancia mayor o casi inmensa. Es decir que hay un factor que es el tipo de producción, hay otro factor que es la distancia a los mercados, ya sea a los puertos, a las ciudades. Entonces, no es lo mismo aún cuando se produzca lo mismo, dónde se produce. Parece obvio y evidente.
Y sin embargo hay un tercer factor, que yo creo que es el central, que es el tamaño de la producción. El volumen de la producción y el tamaño de la producción. No es lo mismo, como decía Javier, producir en cinco hectáreas que en 50 hectáreas, que en 500 hectáreas, que en 5000 hectáreas.
O sea, para que quede claro, aún si separamos diferentes tipos de producción tenemos que separarlas y diferenciarlas por la distancia. Porque el flete cambia, porque la accesibilidad cambia, porque los costos cambian, son distintos. Y aún habiendo hecho eso, están los tamaños. No es lo mismo la misma producción en gran escala, que en mediana escala, que en pequeña escala. Y podríamos seguir. No es lo mismo la producción según la forma jurídica, llamémoslo la producción familiar, que la producción en empresa, que la producción vinculada y subordinada al sector financiero, pooles de siembra, que no son empresas inmediatamente productivas, que la producción familiar. No es lo mismo.
Entonces, habiendo planteado esto y si a uno se le ocurriera organizar todas estas formas, todas estas modalidades y ponerlas en una especie de matriz que tendría, acabo de decir cuatro o cinco dimensiones, le parece inmediatamente, y el sentido común se da cuenta, de que llamar a todo eso el campo es un reduccionismo, es una simplificación que no es inocente.
Lo llaman el campo porque quieren favorecer a uno solo de los sectores que producen en el campo. A los grandes productores, de determinados cultivos, y que están en determinados lugares. No es inocente. No es falta de análisis. Es una intencionalidad, y es la defensa de determinados intereses.
Por eso, salta a la vista que si el Estado tiene que diseñar una política de cara al sector agropecuario, tiene que ser no una sola política, para un solo actor y para un solo ingrediente de lo que representa la producción agropecuaria. Es fundamental que la política pública tenga en cuenta, asuma estas diferencias. Es fundamental. Y no se puede permitir más que la política para los que producen en el sector agropecuario sea solo para un actor y el más poderoso.
Es al revés. Tenemos que segmentar la política. Tenemos que diferenciar la política. Y tenemos que apuntar, no al que todo lo puede, al que más fácil le resulta, sino al revés, al que sin la asistencia y el acompañamiento de política pública está destinado a desaparecer.
Así que creo que ahí hay una clave que por evidente, por trivial, por ser de sentido común se pasa por alto y entonces tenemos que decir basta de tratar al sector de la producción primaria agropecuaria como si fuera uno solo y ese solo es el que siempre está favorecido.
Así que desde esta clave de trabajo es que se han diseñado una batería de políticas públicas. Por eso son tantos los programas. Porque tiene que haber programas que discriminen entre sectores o entre producciones que discriminen tamaños, que discriminen situaciones, y así sucesivamente.
Y entonces es ahí donde a uno les llama la atención, y no tanto, que la oposición hable del campo y diga dos cositas. Y no tenga más ideas que eso. Y no tenga más voluntad que eso.
Por ejemplo, escuchaba yo el otro día que cuando hablan de dolarización, o semi dolarización, lo hacen para seducir al sector agropecuario. Dicen eso. Escuchaba eso. ¿Por qué digo dolarización o semi dolarización? Porque los proyectos de la oposición, con la cuestión cambiaria, con la cuestión monetaria, uno consiste en terminar con la moneda local, con la soberanía monetaria, con el crédito. Pero bueno, no voy a profundizar. Terminar con la moneda local y reemplazarla no por la no moneda, por otra extranjera. Dicen “porque el problema es que el que emite la moneda tiene un montón de beneficios, de privilegios, es un chorro, es un ladrón”. El que emite la moneda, el Banco Central, “lo vamos a dinamitar, porque cuando el Banco Central emite moneda se queda con el señoreaje”.
Dicen eso que es algo técnico y no sé si todos entienden, pero que el tener el monopolio de la emisión de la moneda de curso legal y curso forzoso, o sea el que emite la moneda, tiene un privilegio y se apropia de una riqueza. Porque es cierto, para decirlo muy sencillo, si hay cero pesos y yo emito un peso, y lo pongo a circular, el que pone a circular ese peso, acaba de gastar un peso que antes no tenía por solo haberlo podido emitir.
Para simplificar la cuestión, es cierto que el monopolio de la emisión te da un poder. Ahora, ¿cuál es la respuesta a esta situación? Dicen “qué abuso, qué desastre, qué robo”. Entonces ¿Qué proponen? Terminar con la moneda local.
Si es cierto que el que emite moneda roba, si el que emite moneda tiene un privilegio, se lleva lo que es de otro, les molesta entonces que sea local y han decidido regalárselo a la Reserva Federal de los Estados Unidos. O sea que ese privilegio, ese robo y ese abuso ahora ni siquiera va a estar en manos de los argentinos, si fuera cierto, sino que va a ser un patrimonio del presidente de los Estados Unidos. Más colonialista no se consigue. Más entrega no se consigue.
Pero, ¿saben qué? Fuera de esta discusión, porque la otra es semi dolarizar, entonces sería que circule el peso junto con el dólar y que los precios, todo, se pueda comprar en pesos o en dólares. Entonces ¿cuál es el supuesto? Lo decía alguno de los ideólogos, va a haber una dolarización automática. El objetivo es dejarnos sin moneda.
Uno no niega las dificultades, no niega los problemas, pero a veces cuando uno resuelve que hay un problema, una dificultad, y aún si el diagnóstico fuera correcto, no necesariamente cualquier solución aparente es buena, por más extrema que sea. O más aún debemos considerar y sospechar cuando las soluciones parecen milagros. Es como que digan “tenés una enfermedad, acá tengo un tónico milagroso”. Y vos leés el prospecto y decís “la enfermedad existe, el problema está, es cierto que no me he podido curar con los médicos que conozco, pero tomo algo que si leo me liquida”.
Y creo que ahí hay algo importante de cara al sector. Porque les quieren hacer creer que el más favorecido de esto sería el sector agropecuario, porque lo que vende lo vende al extranjero y muchas veces en dólares. Entonces si se dolariza se terminan todos los problemas que tienen.
Yo quiero decirles que primero, para simplificar, y viendo así a la audiencia muchos de los que están acá lo vivieron, así que no necesito apelar a la confianza que tengan en mis palabras, muchos lo vivieron, Argentina ya tuvo una dolarización que se llamó convertibilidad. Que fue dolarización.
¿Por qué digo que fue dolarización? ¿Y por qué no la llaman convertibilidad? ¿Por qué digo que es dolarización? Porque circulaban tantos pesos exactamente cómo dólares hubiera guardado para reemplazar todos esos pesos por dólares. Y se podían convertir en cualquier banco de manera automática un peso por un dólar. De esa manera, es lo mismo que circulen los dólares o que circulen pesos, que son sustitutos de los dólares que hay guardados Si todo el mundo hubiera ido a reemplazar esos pesos por dólares, hubieran circulado dólares.
Así que dolarizaron. ¿Y qué es lo que pasó? ¿Qué es lo que pasó? Por eso ni siquiera hay que teorizar, hay que ir a la experiencia. Esto perjudicó, yo diría, a casi todos los sectores de la economía, exceptuando al financiero, pero a casi todos los sectores de la economía.
A todos los sectores productivos, seguro. Seguro. Y decían recién, producción industrial la liquidó. Decían turismo, lo liquidó, porque era conveniente veranear afuera, vacacionar afuera. Fue un desastre para el sector turístico. Y producción agropecuaria, que tendría que ser el favorecido, la liquidó también. La liquidó también. Es así, Ariel, es como decís vos.
Pero fíjense. Esa es la dolarización. ¿Y por qué pasa eso? ¿Y por qué pasa eso? Porque no necesariamente, y más bien diría es casi imposible, que por más que… y miren que el Cuco no estaba, eh, porque no había retenciones. Retenciones cero, ¿se acuerdan? Retenciones cero. Y convertibilidad, se vendía afuera.
¿Qué pasaba? Los costos internos en dólares crecían. Y el precio de venta estancado. Y ningún instrumento de política monetaria, de crédito. El crédito al productor 20% en dólares. 20% en dólares. Cero crédito, costos creciendo, ventas estancadas y cuarto factor: mercado interno liquidado, mercado interno liquidado. Porque empezó a crecer el desempleo, llegamos antes del final, 18% de desempleo, de desocupación.
¿Y cuál fue el corolario de todo esto? ¿Cuál fue el resultado de la dolarización argentina? Que además uno dice ́bueno, pero no, ahora vino uno nuevo que viene a hacer la dolarización”. No, no es así. No es así. Los que están proponiendo esto son, por un lado la semidolarización la Fundación Mediterránea, Melconian, el que preside la Fundación Mediterránea, el que aplicó la dolarización anterior, Cavallo, que presidía la Fundación Mediterránea. Y los que están, los economistas de Milei, no los que los mandan a los canales de televisión a gritar y a insultar, que es cosa de otro oficio, sino a los que mandan cuando hay que hablar con los poderosos, con el Fondo Monetario.
¿Saben quién fue a hablar a nombre de Milei con el FMI? ¿A quién mandó? A Roque Fernández y a Carlos Rodríguez. Roque Fernández fue el ministro de Economía en los noventa cuando lo echan a Cavallo. Convertibilidad, dolarización. Ya lo hicieron. Privatizaciones, ya lo hicieron. ¿Qué hicieron con la guita de las privatizaciones? Alimentaron el sostenimiento de la dolarización. Porque una vez que dolarizás, o la convertibilidad, necesitas cada vez más dólares, endeudamiento, privatizaciones. Vendieron todo. Vendieron todo. Y alimentaron así la timba financiera, 20% en dólares acá adentro, un negocio financiero fantástico.
La producción fundida. ¿Cuál fue el resultado? 200 mil productores que quebraron. ¿Cuál fue el resultado? 12 millones de hectáreas hipotecadas en el Banco Nación. ¿Cuál fue el resultado? Los productores agropecuarios encadenados y sus compañeras, las mujeres agropecuarias en lucha, etcétera, encadenados.
Ese es el destino de la dolarización y la semidolarización. Tener que encadenarse a la tranquera para que no te rematen el campo. Ese es el destino. Es mentira que se van a beneficiar con ese programa. Les mata el mercado interno, no hay política monetaria así que no hay crédito para la producción.
¿Quiénes son los que más sufren? Sufren todos, pero los que más sufren son los pequeños y medianos, los que más sufren son los productores familiares. Esos, claramente. Todos. Y genera una concentración en que los pocos sobrevivientes y los quienes tienen acceso a formas de financiamiento depredan y se van quedando cada vez con más campo, con más tierra y excluyendo a los demás.
Ya lo vivimos. ¿Qué hay de nuevo? ¿Qué hay de novedad? ¿Qué hay de disruptivo? ¿Qué hay de rebelde? Bueno, que han encontrado personajes nuevos que vienen a vendernos las mismas ideas de siempre.
Por eso yo creo que, Javier, entraba por otro lado pero es lo mismo, termina siendo un modelo no solo primarizador, sino lo que llamaríamos extractivista, en el sentido de que cada vez se concentra más, cada vez se reduce la cantidad de productores y el producto se vende al exterior sin ninguna elaboración.
Ese modelo es el que presentó como virtuoso el ministro de Economía de la Dictadura. Antes uno parecía que si acusaba a la oposición de enarbolar las ideas de la Dictadura estaba haciendo una chicana, una acusación. Pero ahora los escuchamos negar el genocidio que ocurrió en la Argentina. Por eso yo creo que ni siquiera se podrían ofender. Es la política económica de la Dictadura. Y digo que también que es la negación de los crímenes de la Dictadura. Así que paquete completo. Paquete completo. Y eso es lo nuevo, y eso es lo rebelde.
Así que creo que es momento de reflexionar. Ese modelo de desarrollo, primarizador, extractivista, de exclusión social, no crean que favorece al campo. El interior de la PBA es otra cosa. El interior de la PBA son pueblos donde hay muchos trabajadores y trabajadoras, pequeños productores, que tienen muchas dificultades, que no se arreglan de esta manera.
Y nos dicen que todo se arregla con una política inexistente porque el mercado va a arreglar todo. El mercado concentra, el mercado primariza. El mercado va donde hay rentabilidad, donde hay ganancia. Muchas veces podríamos decir asegurada. Pero supongamos aún de riesgo, pero si no hay perspectiva de ganancia más o menos asegurada y de corto plazo, no va el mercado. Y no está mal. No está mal.
Es más, necesitamos que nuestros empresarios se ocupen de eso. Ahora, los demás, que son la enorme mayoría, necesitan un Estado presente. Y lo necesitan para que asegure la producción y el trabajo en el campo en la PBA. Necesitan para que se pueda vivir y habitar con dignidad en las ciudades, en los pueblos, en los parajes y en las localidades del interior de la PBA, porque no necesitan solamente que haya un establecimiento que los contrate los trabajadores. No necesitan que haya una posibilidad productiva, los pequeños productores. Necesitan también que haya una escuela rural de calidad. Necesitan que haya internet y conectividad. Necesitan que haya caminos rurales. Necesitan que haya formación universitaria. Necesitan que haya crédito para los pequeños productores. Necesitan que haya frigoríficos municipales. Necesitan que haya usinas lácteas, accesibles, para no tener que transitar kilómetros y kilómetros. Necesitan que haya hospital público.
¿Qué hospital privado, qué clínica privada, qué prepaga, va a ir a un pueblo de 20 mil, 30 mil, 5 mil habitantes? Ninguna. ¿Qué universidad privada va a ir a instalarse en los pueblos pequeños del interior de nuestra Provincia, distantes, del interior…?
Por eso yo celebro, Javier, este encuentro, porque este encuentro expresa que también el Estado de la PBA ha empoderado y le ha dado lugar a un actor que parecía que no existía, que es quien representa los intereses de las mayorías que habitan en el interior de la PBA. Que no son los latifundistas que ni siquiera a veces viven en sus pueblos, que no son los pooles de siembra, que no son los grandes y enormes propietarios, que no es la vieja oligarquía y aristocracia, sino que son los que realmente trabajan la tierra, los que realmente invierten en la Argentina y en la Provincia, los que realmente necesitan una mano amiga que los acompañen.
Así que celebro esto y les pido que vayamos a defender ni siquiera a un gobierno, ni siquiera, ni siquiera a un partido. Les pido que vayamos a defender los intereses de las mayorías populares. Eso es lo que necesitamos. Que no están solo en la ciudad, no están solo en el conurbano, están en el interior de la Provincia, están en nuestro campo. Son los que se están batallando para quedarse a vivir donde nacieron y necesitamos que ahí sigan, pero con condiciones de dignidad. Muchísimas gracias”.