Inauguración del nuevo edificio del Instituto de formación docente de Quilmes
Bueno, muchas gracias, muchas gracias. Buenas tardes, Solano. Bueno, vamos a hablar del edificio. Bueno, muchas gracias a todos y a todas.
Yo creo que estamos viviendo un período, una etapa, un momento histórico realmente muy particular, muy difícil. Me voy a referir primero a lo que estamos celebrando hoy, que yo lo puedo decir descriptivamente, lo puedo decir con palabras, acaso precisas y preparadas, pero la verdad que lo que estamos haciendo hoy solamente se puede expresar en las palabras, en la mirada, en la sonrisa, en la alegría de la comunidad educativa y de la comunidad de Solano. Solo así se puede comprender que es un edificio, es hormigón, pero un acto de amor, también, abrir una escuela nueva.
Y así lo sienten, y así lo sienten desde las inspectoras, los inspectores, el Ministerio, la Intendenta que tanto peleó por esto, las autoridades. Así lo sienten los docentes, los estudiantes, el centro de estudiantes, así lo siente el director.
Por eso, por eso creo que lo que está ocurriendo hoy en la Argentina, más allá de las explicaciones económicas, llamémoslas bizarras, extrañas, estrafalarias, ¿no?, lo que justifican, o cómo justifican políticas de cortar toda la obra pública en todo el país. En la provincia de Buenos Aires eso implica haber parado y detenido 1.000 obras que estaban en marcha, muchas de ellas con financiamiento internacional, así que no tiene que ver ni con el déficit, ni con la emisión, ni con la inflación.
Pararon obras públicas, 80 de ellas, edificios para el sistema educativo de la provincia de Buenos Aires, detenidos. Es, más allá de todas las explicaciones económicas, creo que estamos viviendo una etapa de muchísima crueldad, de muchísimo desinterés, además de ignorancia.
Ya todos los que están cortando nuestras obras de cloaca, de asfalto, de pavimento, los que están cortando nuestras obras de electricidad en la provincia de Buenos Aires, de vivienda, lo que han dificultado ahora, estábamos acá adentro, ¿te acordás, Alberto, cuando largamos el Progresar con Cristina de presidenta? Que permitió, y hoy, ese programa que acompañó la trayectoria educativa de miles y miles de pibes y pibas de la Argentina, hoy está congelado hace no sé cuánto. Es imposible acceder a la página.
Hay crueldad. Hay crueldad en los despidos indiscriminados, la verdad que estamos viviendo una situación donde quienes gobiernan, además de obviamente no compartir, saber que son ideas equivocadas, además de eso, me parece que le falta la sensibilidad, el conocimiento. Son los que paran las obras a cada uno de los funcionarios, a los que les votan las leyes también para que hagan esto, a los que permiten que el DNU 70 siga vigente, que es con lo cual llevan adelante todas estas tropelías. A todos ellos los invitaría por un rato, una vez que nos acompañen a alguna inauguración de escuelas en la provincia de Buenos Aires para darse cuenta que lo que están cortando no es presupuesto. Están cortando trayectorias, están cortando esperanzas, están cortando sueños y están cortando futuro. Eso no pasa en la provincia de Buenos Aires.
No es por ahí. No sirve. Y este edificio, impresionante, yo recordaba hoy cuando firmábamos el convenio. Bueno, un convenio es un papelito, Mayra, Alberto, un convenio es un papelito. Y me vinieron a explicar con una alegría, con una energía, me acuerdo que veíamos la maqueta, no deja de ser otro papelito. Hoy acá atrás contamos con una nueva institución, un nuevo edificio, más bien, educativo. Reclamado, pedido, esperado, durante muchísimo tiempo.
Se transitó por condiciones complicadas, decías atrás de una verdulería, arriba de una farmacia, y yo digo que también es una falta, una gran deuda que había. Pero quiero homenajear a los docentes, a las docentes, y a los pibes y a las pibas que fueron atrás de la verdulería, que fueron arriba de la farmacia.
Levantaban la mano, ahí, porque ahí estuvieron. Y durante el gobierno anterior al nuestro, me acuerdo la que era gobernadora, el que era presidente, decían que los maestros y maestras se podían reemplazar por voluntarios. Y después decían que eran los que no encontraban, no me acuerdo las palabras exactas, muy denigrantes, muy despectivas, muy agresivas, espantosas. Seguro Alberto las recuerda, decían bueno, que estudian para maestros y maestras, educadores, porque no tienen otra cosa que hacer, otra salida laboral. Sí, creo que decían algo como fracasados. Bueno, bueno. La verdad que tendrían que ver, tendrían que palpar, tendrían que conocer, tendrían que formar parte aunque sea un ratito, como nos pasa a nosotros, de la enorme vocación y el enorme compromiso que tienen los educadores en nuestra Provincia.
A veces con condiciones que son atrás de una verdulería o arriba de una farmacia. Ahí van, porque los mueve un compromiso, una comprensión. En condiciones que esos que critican, no pasarían un segundo de su vida. Y así se lleva adelante el proceso educativo, que son 5.2 millones de estudiantes.
Este edificio me trae problemas, debe haber algo de matemática, álgebra o contabilidad, me trae problemas de agregación, diríamos los economistas, de magnitud. Porque, fíjense, nosotros venimos trabajando muy intensamente para recuperar la infraestructura educativa de nuestra Provincia, en todos sus niveles. Las recibimos en un estado deplorable, en ruinas. No quiero graficarlo ni quiero hoy recordar los problemas, las pérdidas, las dificultades, las tragedias que hubo por no haber invertido en infraestructura escolar.
Nosotros, ni bien comenzamos el gobierno, lanzamos un programa que se llama Escuelas a la Obra, que tenía por intención arreglar todas las escuelas de la Provincia, que tuvieran necesidad de reparación, mantenimiento, de ampliación. Nos planteamos eso en un momento donde ni siquiera había una lista de cuáles eran esas obras necesarias, no había un inventario. Tuvimos que hacer, escuchen, un censo de los edificios escolares para saber dónde se estaba dando clases, cómo se estaba dando clases en esta enorme Provincia.
Sí, así lo recibimos. Son 22.000 escuelas, instituciones, en 12.000 mil edificios escolares. Y ni se sabía dónde había que hacer las obras. Dijimos ‘empecemos por aquellas obras que ponen en riesgo a los que concurren’, ¿no? a esos edificios, tanto a los docentes, a los auxiliares, directivos, como a los estudiantes. Entonces, empezar por los que más necesitaban ni se sabía en la Provincia dónde estaba eso. Así que tuvimos que articular y generar. Y yo digo, a veces con el neoliberalismo pasa eso. No es que son tontos. A veces uno dice ‘son inútiles, ineficientes’, pero no les importa, si total no van a invertir, ¿para qué van a ver qué es y dónde está la necesidad? Si creen que si hay una necesidad, hay un problema que hay que tapar con pauta o con mentira. Nosotros creemos que cuando hay una necesidad, hay un derecho.
Entonces, nos propusimos arreglar ese sistema educativo y su infraestructura. Tenemos terminadas, a uno le da ganas de decir en cuatro años, Mayra, pero vos sabés porque atravesamos la pandemia, que fueron prácticamente un año y medio, dos años, donde hacer obra era muy difícil, así que son más o menos dos años, dos años y medio, tenemos terminadas en la provincia de Buenos Aires 7.000 obras de infraestructura escolar, a lo largo y ancho de toda la Provincia.
Pero también, hacía falta reparar y, al mismo tiempo que reparábamos, que era lo urgente, había que hacer lo importante, que era la ampliación del sistema educativo. ¿Por qué digo que tengo problemas de contabilidad con esto? Porque hoy yo tengo que decir que este edificio hermoso, monumental, monumental, primero es el Instituto Superior de Formación Docente y Técnico, creo yo, sino está entre, pero me animo a decir, el más grande de la provincia de Buenos Aires, acá en Solano. Por un ratito, porque, lo dijo Alberto, estamos con otro de esta dimensión que vamos a ir inaugurando.
Pero la verdad es que nosotros, además, contamos la cantidad de edificios escolares que vamos ejecutando. ¿Por qué también? Porque llegamos al gobierno después del famoso plan de las 3.000 escuelas, 3.000 jardines, ¿se acuerdan? Iban a hacer 3.000 jardines de infantes. Te la debo. No, no, pero grave, porque los 3.000 jardines de infantes se iba a hacer con el presupuesto del Fútbol para Todos, ¿se acuerdan? Entonces cortaron el fútbol, pero dijeron ‘tranquilos que con esta plata vamos a hacer 3.000 edificios escolares, van a estar bien utilizados’. Sin el pan y sin la torta me gusta decir. Sin Fútbol para Todos, sin los 3.000 jardines. En cuatro años, en la provincia de Buenos Aires, un proyecto neoliberal como el que pasó, que sí decía que le importaba la educación y la infraestructura escolar, a diferencia de este, eh. Decían que les importaba pero, bueno, en la práctica pasaba otra cosa. 65 edificios en cuatro años, endeudando a la Provincia como nunca en la historia, dejándonos con esa dificultad, entre las tantas que se atravesaron.
Este edificio, que me cuesta matemáticamente porque lo voy a contar como uno, pero un jardín de infantes, bueno, hemos inaugurado edificios nuevos, preciosos, hermosos, de los más lindos y los más valorables, que son los que están en ámbitos rurales, escuelas rurales, las que cerraban en el gobierno anterior, que tienen 10, 15 alumnos, tal vez es un aula, y es un edificio escolar. Si nosotros hacemos una cuenta acá tenemos 25 aulas. Acá estudian 2.100 estudiantes. Pero, bueno, vamos a hacer que valga uno. Este es el edificio 220 que inauguramos, 220 en una de las etapas. Sí, sí, son cuatro, cinco, seis, pero está muy bien, un nuevo edificio escolar. Este, precioso, que nos llena de orgullo.
Quiero agregar dos cosas más. Una primera tiene que ver con lo que relataba recién Mayra cuando contaba la obra que se ha hecho desde el municipio, en donde pudimos y nos convocaron, ayudada por la Provincia, el municipio de Quilmes, y acá en Solano, y entonces narraba los asfaltos, narraba… Pero quiero decirles que cuando estuvimos en la terraza de arriba, y cuando estuvimos viendo algún aula, Mayra preguntaba, ‘¿se ve, se ve?’ Y me llevó, no sé si nombraste, el gimnasio. Bueno, mirá, me doy el lujo de decir, también, el SUM de Piedra Buena, el gimnasio que se usa. Me mostraba, sí. Me mostraba Mayra, también, el hospital, la plaza, me mostraba lo que se ve desde la terraza. Y, bueno, y uno se da cuenta, ¿no? también. Por lo que yo decía de transitar la Provincia, de recorrer, de estar cerca, y es muy difícil, es muy difícil transformar, comprender lo que no se siente, lo que no se quiere. Bueno, había una intendenta que se emocionaba mostrando todo lo que se hizo acá. Muchas gracias, Mayra.
Y luego, y para terminar, quiero decirles, porque lo reservé para el final, porque esta es una celebración, es importantísimo para nosotros, hoy decía la obra pública está parada prácticamente en todo el país, es muy difícil. También quiero agradecer, me permito hacerlo, porque nosotros desde el peronismo no es Estado o mercado, no es Estado o empresa. Es Estado y empresa. Así que agradecerle también a la empresa constructora, la calidad que tiene el edificio.
Y, bueno, nosotros seguimos empujando. Fíjense, 220 escuelas en poco más de dos años, a este ritmo cuatro años de gobierno, estábamos planificando hacer cientos de escuelas más, pero nos encontramos con esta situación tan complicada donde no es sólo cortar, sino además, pretender achicar, casi diría, porque a veces uno las palabras, trata de ser prudente con las palabras, pero destruir, destruir porque lo han dicho públicamente, abiertamente, casi con orgullo, que vienen a destruir el Estado, a dinamitar. Han usado esas palabras espantosas.
Bueno, yo digo que si vienen a dinamitar el Estado, porque hay veces que uno habla del Estado y parece que está hablando de cuestiones de ciencias políticas, de contractualismo, de Hobbes, Locke, Rousseau, bueno, me permito, no. La verdad es que cuando uno discute la cuestión del Estado, que se habla en esa abstracción, en esa entelequia, que se dice ‘es una asociación’, ¿cómo dijeron? asociación criminal. Bueno, yo quiero contestarles con algo muy sencillo: el Estado es este edificio, el Estado son estos bancos, estos pizarrones, este aula. Y no lo van a poder dinamitar y destruir, porque la vamos a cuidar nosotros.
Y esa asociación criminal de la que habla son, finalmente, esta comunidad educativa, los maestros, las maestras, los directivos, los pibes, las pibas que participan del Estado, los chiquitos del jardín de infantes. Todo eso es el Estado. La verdad que nos costó mucho construir este edificio, nos costó hacer todo este trabajo en infraestructura educativa.
Ustedes saben que se dice mucho lo difícil que es construir, lo fácil que es destruir. El día 23 me traía Mayra este cartel, ¿no? ¿Se ve? El día 23 hay una marcha en defensa de la educación pública y de la universidad pública. Nosotros tenemos casi 800.000 estudiantes universitarios en la provincia de Buenos Aires. No es sólo defender un valor, una idea, es defender una realidad, unas vidas, unos futuros que tenemos en juego.
Así que, ahí por supuesto que va a estar la provincia de Buenos Aires. Pero algunos decían, digo, que es muy difícil, mucho más difícil construir que destruir. Bueno, yo digo que si quieren destruir les va a costar también bastante, porque vamos a llenar la plaza, vamos a llenar la marcha, para demostrarles simplemente lo que parece que no quieren ver ni entender, que es que la universidad pública y la educación pública no se vende, se defiende. Muchas gracias.