IV Congreso “Políticas para la Igualdad”

Buenos días a todas y a todos. Muchas gracias, Walter. Muchas gracias, Leo, por recibirnos acá en Luján. Estuvimos, Leo contaba algunas de las visitas que hicimos últimamente, yo quiero destacar dos, que en realidad es para poner en valor el trabajo del intendente y el trabajo de la comunidad de Luján. Una que hicimos hace poquito, donde estuvimos recorriendo además del museo, el Complejo Udaondo, estuvimos recorriendo un río. A mí me gusta decir que acá en Luján, lo mismo en el Salado, lo mismo en parte del Reconquista, lo mismo en el Duppy, somos una gestión que construye rutas, que invierte en puertos pero también estamos construyendo ríos. Estamos construyendo ríos porque se está haciendo una obra faraónica, gigantesca, en todos estos casos son obras hídricas, bueno, parece una cuestión ingenieril y técnica pero saben muy bien que todos tenemos en la retina, en la memoria, alguna inundación, de esas tremendas que se sucedieron siempre en Luján, en otros lugares de la Provincia, tuvimos ayer también o anteayer en La Plata, donde también estamos haciendo obra hídrica. Son obras estructurales, obras históricas, obras carísimas, muchas de ellas las hacemos con financiamiento de organismos multilaterales de crédito. Así que acá tengo una nota al pie: no está mal la deuda, no está mal tampoco la deuda con organismo multilaterales si se usa para obras y si se usa para la gente. Si es para sostener la timba financiera, el negocio, como es lo que ha firmado hace poco el presidente Milei, la verdad más que traer bienestar, trae pesadillas.  

Pero estuvimos acá recorriendo, en Luján, una obra faraónica. Les digo porque están acá cerquita, lo pueden ir a ver, se está profundizando el río, se están generado defensas, estamos no evitando, porque cada 50 años o más hay una de esas inundaciones, uno de esos fenómenos que es muy difícil, pero sí mejorando la vida a un pueblo que tiene muchísima historia. Así que también los invito a ir a ver el museo, estamos arreglando ahí también el pabellón en el Udaondo. Estamos haciendo una inversión histórica, provincializamos el hospital de Luján. Yo digo simplemente algunos hitos.

Y ya que están acá, ayer se cumplieron 500 días del gobierno de Milei, parece una canción de Sabina ¿no?, prácticamente, 500 días y cero obras. Y cero obras del gobierno de Milei. Ayer lo hicimos en San Martín, en una universidad nacional, también Walter, acá nos acompaña el presidente del CIN. Lo hicimos en una universidad nacional porque, entre las  obras que suspendió el gobierno de Milei, también ayer se cumplía un año de la marcha universitaria, de la marcha en defensa de la universidad pública. Así que decidimos ahí poner de manifiesto, poner en relieve, traer memoria y llamar la atención sobre el enorme daño que está haciendo el Gobierno nacional, el gobierno de Milei, al interrumpir la obra pública, en la provincia de Buenos Aires, en toda la República Argentina.

Acá nos acompañan también algunos intendentes. Lo que quiero decir es, que ante esta decisión, yo ayer lo caractericé, me tomaron ¿no?, los medios, la caractericé de criminal, pero no lo hice para llamar la atención, lo dice porque no terminar escuelas, no terminar centros de salud, no sostener el estado de mantenimiento de las rutas, no invertir en educación pública, en universidad pública, no tengo ninguna duda de que es criminal, no tengo ninguna duda. Lo digo con total conciencia y sin exageraciones. Un país sin educación pública, sin salud pública, un país sin infraestructura, sin logística, sin parques industriales. Un país sin posibilidad de habitar en el interior porque esta es una política, además, muy centralista, muy unitaria, diríamos, en la tradición argentina.

Bueno, pero ayer recordábamos estos 500 días sin obra pública en una universidad. En una universidad que no es provincial, es nacional, como lo es es esta. Que no es una responsabilidad del Gobierno de la provincia de Buenos Aires, yo vengo acá a renovar el compromiso que hicimos ya en noviembre de que las obras que abandonó el Gobierno nacional en universidades públicas, en la medida de nuestras posibilidades, las vamos a continuar y las vamos a terminar.

Porque, Cristina recién, Álvarez Rodríguez me decía ‘bueno, los centros de salud, los centros de primera infancia, toda la obra que estamos tratando de asumir que abandona Milei, las viviendas’, 16.000 viviendas nos dejó plantadas. Y yo creo que tiene un elemento, como decía Cristina, bueno, los recursos porque estamos todos, todas las instituciones, las familias, las empresas, los negocios, los comercios, por supuesto los trabajadores en general y por supuesto los Estados, en todos los niveles, con graves problemas presupuestarios. ¿Cómo hacemos? ¿Cómo hacemos?

Bueno, yo creo que el esfuerzo tiene que ver con terminar las obras, hacer obra pública es dar trabajo, 100.000 puestos de trabajo. Por eso, cuando digo criminal, vuelvo a repetirlo, 100.000 puestos de trabajo de la construcción liquidó Milei. Familias con angustia, sin ingresos… Bueno, todo lo que uno se puede imaginar, y todo lo que peor, conocemos de primera mano, un drama. Un drama, criminal. Pero la obra pública son esas fuentes de trabajo, la obra pública es también el bienestar, la mejora de los derechos que garantiza una escuela nueva, que garantiza un centro universitario, que garantiza un camino rural, que garantiza lo que remite a necesidades muy profundas que viene a satisfacer el Estado y que no lo puede hacer nadie más.

Pero también hay un elemento más, que es el simbólico. Por eso tomo algunas de las palabras de Estela, hay un elemento simbólico en todo esto también, ¿no? Lo que desmoraliza, lo que te liquida emocionalmente, ver obras necesarias, prometidas, en curso, algunas al 70, 80, 90% de ejecución, paradas, que se empiezan a deteriorar, a veces intrusadas, a veces vandalizadas. Y lo que significa emocionalmente pensar que esa iba a ser tu escuela, pensar que ahí te iban a atender si tenías un problema de salud, pensar que ahí se iban a hacer aulas para la universidad o laboratorios para la carrera. Bueno, es un efecto, tal vez, que no tiene ningún precio. No tiene precio, como decía el rector, no tiene precio. No se puede evaluar económicamente, de manera exclusiva lo que va generando esta política económica, estas decisiones que toma el Gobierno nacional de suspender, de cancelar, de paralizar, dicen ellos, la obra y paralizan el país. E intentan paralizar los deseos, intentan paralizar los sueños.

A mí hay una frase que me impactó mucho, estos días que nos están llegando fragmentos y diferentes entrevistas que hizo el Papa, que tal vez uno en su momento uno pasó por alto. Pero bueno, Milei decía el otro día ‘el Estado no está para cumplirle los sueños a nadie’, ¿no? Me parece que es una frase de una crueldad enorme. Es una frase desalmada porque hay sector inmensos, no solo de la provincia de Buenos Aires, de acá de Luján, de nuestro territorio, de nuestra población, sino de toda la República Argentina, que han intentado con un esfuerzo enorme, con un sacrificio enorme, obtener esas satisfacciones, cumplir con esas necesidades por mano propia, a través de los ingresos, del mercado y no han podido, y no es por un problema individual, personal, ni siquiera de organización económica específica de algún sector, sino que así funciona la sociedad actual. Concentra riqueza, el Papa lo decía muy bien, concentra riqueza, genera cada vez un menor número de gente muy millonaria, muy rica, que tiene todo y que no necesita al Estado. Claro que no necesita al Estado, probablemente no lo necesite, o tal vez cree que no lo necesita.

Yo recuerdo, perdonen esta pastillita, un discurso de Obama donde había empresarios muy enojados con Obama diciéndole ‘el Estado nos cobra impuestos’, empresarios millonarios, ricos, muy prósperos, que le decían ‘Obama, el Estado nos cobra impuestos y no nos da nada’, bueno, esa cantinela. Y Obama, también bastante ofuscado, les contestó ‘bueno, pero todos ustedes vinieron acá, muchos en avión privado, pero, ¿quién hizo el control aéreo para que esos aviones no chocaran, quién puso el aeropuerto para que esos aviones bajaran, quién puso y diseñó el sistema de autopistas para que estén acá, quién hizo este edificio?’, no es cierto. No es cierto. La privatización absoluta de los bienes de las mercancías, bueno, lo que genera es una concentración absoluta, una desigualdad enorme. Y después una enorme masa, una enorme mayoría, que a través de la mano invisible lo único que consigue son cachetadas, exclusión, quedar afuera. Y tampoco es algo, el Papa lo decía ¿no?, hoy estamos homenajeando al Papa porque estos son 7 días de duelo que tenemos en la provincia de Buenos Aires, el Papa lo decía, no es una discusión de sistemas, por lo que le decían ‘comunista’, no, no es eso, es una cuestión de realidades, es una cuestión de realidades. El sistema actual genera exclusión, después discutimos teorías, pero el sistema actual genera exclusión es masa cada vez más grande, que lo hace en cada una de las sociedades, aún las más prósperas, y después tiene una distribución geográfica de la exclusión. Que eso es lo que expresa el fenómeno de los migrantes. Que la exclusión, además, va generando espacios geográficos, países, regiones, donde quedan la gran mayoría de los excluidos, y otros donde se concentra la riqueza, ¿no? Y a veces lo hace a nivel más micro. Nosotros vemos que el modelo de desarrollo urbano, resultado del libre mercado, decía el rector, sin planificaciones, nada, de libre mercado, bueno, planifica el mercado qué, cómo obtener la mayor ganancia y cómo apropiarla, es lo que planifica y lo hace a veces con mucha eficacia. No estamos dando una crítica a esa cuestión, lo que estamos haciendo es señalando qué problemas genera, qué resultados genera, qué consecuencias tiene y, entonces, cuando el presidente dice ‘no está el Estado para cumplir los sueños’, lo que está instalando en una pesadilla. Está instalando la pesadilla de que todos los que no pueden, a través del mecanismo que genera la empresa privada, obtener lo que necesitan, bueno, no lo obtendrán y además se les echará la culpa. Hablaba Estela de la victimización, ¿no? De generar una responsabilidad en la víctima, ¿no? No es estrictamente eso, pero si no una tarea de trabajar con la víctima y convertirla en responsable de lo que le ocurre. Y eso es un poco la ideología general del capitalismo y tiene un elemento, aquel llamado meritocracia, que lo que intenta señalar que es que al que le va mal es por su culpa.

Me parece que entre las disputas que tenemos que dar está esa, porque yo conozco muchísimos empresarios, comerciantes, trabajadores, que tenían determinados nivel de prosperidad y hoy están en la ruina o en desempleo. Y yo les aseguro que no es que se despierten más tarde, no es que se hayan vueltos vagos, no es que trabajen menos duro, sino que hay una cuestión de un régimen, de un modelo económico, que es el que está aplicando Milei, este de ausentar, este de quitar al Estado de ahí donde el mercado no logra dar satisfacción y no logra dar respuesta, retirarlo completamente y acusar a aquellos que se quedan afuera de los males que le están generando.

Entonces a mí me parece tremendamente cruel ese discurso y me parece que a esta altura, dijo Estela, se votó a un desconocido. Bueno, ahora lo conocemos. Ahora lo conocemos y vamos a una elección. ¿Cuál es nuestra tarea? ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Porque es una cuestión también de sobrevida, de sobrevida de nuestra Nación, eh. Tenemos que ir uno por uno y a todos lados a explicar cuáles son las consecuencias de la política económica que está aplicando el Gobierno nacional, cuáles son las graves consecuencias, cuáles son las pérdidas que está generando, e ir a explicarle que sí, que hay alternativa, que esto no es ni obligatorio, ni forzoso, ni inexorable, sino que es un plan para enriquecer a muy pocos y empobrecer a los demás. Y, además, borrarse y echarles la culpa. Eso es lo que está ocurriendo y ya hay sobrada evidencia, y ya no es cuestión de discutir con los austríacos o con nada, ya se siente en los cuerpos y ya se siente en los territorios, y ya se siente en todos lados. Así que ahora hay una cuestión de atribución de responsabilidades, de discusión sobre por qué pasa esto.

Veíamos al Presidente y a su equipo festejando, como si tuvieran 12 años, 13 años, por haberle hecho tanto mal a la Argentina cuando firmaron ese nuevo acuerdo para la timba con el Fondo Monetario Internacional. No festejo, me repugna lo que hizo el Presidente, me repugna.

Nos endeudaron de nuevo por generaciones, y lo festejan. Lo festejan porque el fruto, el producto y los beneficios se los van a llevar ellos y sus amigos, por eso lo festejan. Ellos hacen bien en festejar, pero el pueblo argentino tiene que estar realmente preocupado y realmente preparado para ir a las urnas y dar un veredicto sobre esta cuestión. Esto es lo que se juega en esta elección.

Y hoy estamos en un congreso, el IV Congreso, en una universidad pública, ¿dónde lo íbamos a hacer si no? En una universidad pública, porque también las universidades públicas representan muchas cosas, pero son… Principalmente porque la universidad en general es un lugar de formación pública, privada, mixta, nacional, extranjera, pero la universidad pública argentina yo creo que tiene una particularidad desde su origen. Vos mencionabas cuando Perón las llenó, a las universidades argentinas, de hijos de obreros. Que eso, por supuesto,  Perón lo consideraba uno de los hechos más relevantes de su gobierno, ¿no? Haber desarancelado la universidad, que ya existía como universidad pública y hay un factor que es permanente desde la Reforma del 18, las universidades públicas argentinas son espacios de pensamiento crítico. Por eso, también se han ensañado las dictaduras militares con la universidad pública, por eso se ensañan los gobiernos reaccionarios con la universidad pública, no solo y principalmente las quieren desfinanciar, quieren plantear una discusión más general sobre la utilidad, la necesidad, lo justo o no de la universidad pública. Sin universidad pública no hay desarrollo con igualdad en la República Argentina. Por eso, tan importante la defensa y por eso este congreso que se desarrolla aquí.

Ustedes saben que hay tantas cosas para decir, además ya empezar emocionados porque en este congreso, con la composición que tiene, la temática que tiene, escuchamos recién un acto realmente de generosidad, de justicia y de comprensión, ese aplauso al Papa Francisco, es un Papa de la Iglesia Católica, uno puede tener cualquier posicionamiento, pero el Papa Francisco ha sido un líder en esta ola de fascismos, de ultraderechismo, en esta ola de pensamiento tan reaccionario, ha dado una muy importante pelea desde un lugar donde uno dice ‘bueno, la Iglesia Católica, la historia que tiene’, uno puede dar una discusión larguísima. Ahora, creo que es un doble mérito dar una pelea desde ahí para la transformación de la institución que gobernó pero, también, desde ahí como una referencia en momentos donde prima un pensamiento tan retrógrado, tan terraplanista, tan reaccionario, bueno, haber dado la discusión, ni más ni menos, que siendo Papa. Me parece que, en ese sentido, es un doble mérito.

Pero estamos acá en el cuarto congreso que se realiza, en un momento tan difícil, tan a contramano. Esto es como un páramo, es una especie de oasis, para mí por lo menos, porque estamos ante una realidad que todo el tiempo bombardea con violencia, con agresión. El Presidente el otro día convocaba, no sé cuáles son las palabras exactas que usó Milei, pero algo así como ‘odiar más a los periodistas’ y al otro día le pegaron a Roberto Navarro en la calle.

Yo hoy leía una nota, miren, del diario La Nación, el contenido está permeado por esa ideología, pero marcaba también cosas que ocurren en las escuelas, hechos de violencia que ocurren en los barrios. Esto de ‘no piensa igual, entonces es, no piensa igual que yo, entonces es…’, un, como dicen, ‘mandril, una rata’. Es muy impresionante, es muy impactante. Es muy impactante que desde un lugar como es la Presidencia de la Nación, que se la dimos democráticamente todos, no lo votamos nosotros, pero bueno, reconocemos la legitimidad de ese lugar, que desde ahí utilice esa tribuna a contrapelo de lo que decía recién del Papa, que busca la tolerancia, la inclusión, el encuentro interreligioso. Ha sido un papado de apertura, bueno, que Milei y los líderes como Milei y los que participan de esa ideología, usen los lugares y los micrófonos que tienen para predicar el odio, para predicar la persecución, para predicar la violencia, para directamente ya convocar a eso. No es gratuito.

Por eso yo digo que estemos reunidos acá, tal como decía Estela, porque a mí me parece fundamental marcarlo. Nos podrán agredir, nos podrán provocar, nos podrán insultar, nos podrán perseguir, nosotros no somos iguales. La peor de las ideas es contestarle a la violencia, a la descalificación con violencia y descalificación. No estamos de acuerdo. Pero además porque cuando uno descalifica, insulta, grita, básicamente es porque no tiene razón. Si tenés argumentos podés estar muy tranquilo, con mucha firmeza dando la discusión. Eso es lo que quieren evitar. Quieren que sea todo ruido, todo agresión, todo escándalo y no podamos dar las discusiones.

Por eso destaco este congreso porque se va a utilizar para un encuentro, es un encuentro donde se va a discutir, donde se va a pensar, donde se va a elaborar, donde se va a intentar comprender. Eso no es poco, además que sea presencial, que haya venido también, y quiero agradecer y saludar a representantes de otras provincias y de países vecinos que están con nosotros y que van a participar de este congreso.

La provincia de Buenos Aires no sólo mantiene el Ministerio, sino que invita a las provincias que no lo tienen a colaborar, a sumar, y nuestras políticas, si podemos, aunque no sea desde arriba, que se hagan desde abajo y que imperen en toda la Argentina hoy. Hoy, hoy, porque hay mucho de esto que se hace a pulmón, que no es ni presupuestario ni estatal.

Entonces, poder discutir, poder reflexionar en momentos tan complicados. Uno dice ‘tan complicados’, parece que estamos hablando de una cuestión ideológica, discursiva, tengo acá una lista de las políticas que cortó Milei vinculadas a la igualdad de género, vinculadas a lo que era el Ministerio de Mujeres. Vinculadas a cuestiones más generales, la Ley de Moratoria Previsional. Ustedes saben que, principalmente, participaban de la moratoria mujeres. Eso fue histórico porque no tienen los aportes hechos. De nuevo, echarles la culpa, ‘no aportaron’. Bueno, aporta el empresario, que además tiene que ser un trabajo formal y además no consideran un trabajo no retribuido que debería tener naturalmente, luego una certeza con respecto a una cuestión jubilatoria, que son las tareas de cuidado, que recaen sobre…

No prorrogó la moratoria previsional, discontinuó el programa Acompañar, que era para violencias. La verdad que es muy duro. Terminó con el plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia, la formación y otros programas. El Potenciar Trabajo, el Patrocinio Jurídico a Víctimas de Abuso Sexual, el Rescate y Acompañamiento de Víctimas de Trata, el programa Acompañar ya lo dije, la Ley Brisa, la Protección de Víctimas de Violencia, la Educación Sexual Integral, el Desarrollo de la Salud Sexual y Procreación Responsable, la respuesta al VIH, infecciones de transmisión sexual. Bueno, ahí la Provincia puso los recursos para sustituir lo que dejó abandonado el Gobierno nacional, y lo mismo con el 144, la línea que también recortó y ajustó.

La infraestructura social del cuidado y sanitario, el fortalecimiento edilicio de los jardines de infantes, y puedo seguir y seguir y seguir. Y lo hago simplemente, es una enumeración un poco engorrosa, pero para mostrar que esto tiene efecto actual, real, concreto en la vida de los argentinos y argentinas. No es solo el discursito sino es quitar derechos, restringir derechos, dejar a gente afuera y en cuestiones tan complicadas y tan necesarias como la presencia del Estado en materia de violencia, en materia de salud sexual y reproductiva, en materia también ESI, bueno, todo, todo abandonado. Todo abandonado. Y podemos ver ahí que el mercado no hizo nada, lógicamente, que no da respuesta, como no da vivienda a muchísima población, ni siquiera le da alimento, ni siquiera le da salud, ni siquiera le da educación.

Yo leo, a mí me gusta decir que cuando pregonan esto de que todo lo va a resolver el privado, me gusta hablar con la realidad y con la verdad. Hay  85, creo, municipios donde el único prestador de salud, Dani Gollán que fue nuestro Ministro lo sabe bien, diputado nacional, 85 municipios donde el único prestador de salud es el Estado. Y no rige una prohibición para que se instale una clínica privada, no es negocio. Y tampoco es una crítica, es una descripción de cómo funciona esto. Un capital, un empresario va donde su inversión regresa con beneficios, es su función y por supuesto que eso, en muchísimos aspectos, da resultados, da frutos, perfecto, pero hay todo un espacio donde no hay rentabilidad y donde no hay rentabilidad, le digo a Milei, donde no hay rentabilidad no va a venir ese privado a solucionar nada ni lo va a poder pagar la familia, ni los pibes, ni las mujeres, no lo va a poder hacer nadie, simplemente, lo que se va a generar es exclusión, es más desigualdad.

Por eso yo creo que sí, que el Estado está para dar respuesta, para ampliar derechos y para cumplir sueños. Para eso está el Estado. Y no es un concurso, ni una competencia ni una contradicción con la existencia de un sector privado pujante, por eso pasa en todos los países del mundo. En todos los países del mundo. No existen esos dos modelos, ninguno de los dos, ninguno de los dos que nos propone Milei como discusión que hay que tener, todo Estado no existe, no existe en ningún lado del mundo, eh. En China, China, enormes empresas, empresas extranjeras, no es todo Estado. No existe. Me animo a decir, nunca existió. Y del otro lado, nos dice ‘todo mercado’. Tampoco existe, tampoco existe.

Entonces, la verdad que en vez de perder el tiempo discutiendo entre falsas disyuntivas, creo que acá venimos a ganar tiempo y a discutir políticas, a discutir, a analizar, a diagnosticar lo que ocurre, a ver cómo podemos hacer más eficaz la presencia del Estado, pero también el vínculo entre el Estado provincial y los Estados municipales, entre los Estados y las organizaciones libres del pueblo.

Pero me parece que la situación en la que estamos a nivel mundial y a nivel nacional, principalmente, y de cara a un año electoral. Este encuentro tiene que servir para algo más, para algo más. Me parece que de las discusiones que se mantengan, de las contribuciones que haya, hay que sacar un fruto necesario y urgente que es cómo vamos a explicar, cómo llegamos, cómo simplificamos, cómo tenemos un mensaje eficaz, cómo tenemos una forma efectiva de explicar, de darle lógica, de darle sentido a lo está ocurriendo.

Porque es lo que digo, una persona, el otro día estuve con los obreros, los trabajadores de la construcción en San Martín, que estaban reanudado la obra que paró Milei, y bueno, cómo explicamos por qué 100.000 compañeros de la construcción, de ellos, están desempleados, cómo explicamos cuáles son las causas y, sobre todo, cómo les explicamos que no es necesario, obligatorio, que no hay alternativa, que hay alternativa. Eso es un poco lo que, en acto, más allá de las discusiones y de los discursos, hacemos acá en la provincia de Buenos Aires.

Cuando Milei para una obra la tratamos de terminar, decía yo porque es construcción, porque es bienestar, porque da una perspectiva de futuro, porque permite soñar, pero también para mostrar que acá en la Argentina estamos llevando adelante una alternativa al gobierno de Milei, estamos haciendo lo contrario, y no para llevarle la contra, sino para cumplir con el mandato y cumplir con la orden que nos dio el pueblo de la provincia de Buenos Aires cuando fuimos a elecciones, llevamos un programa y le preguntamos qué quería que pasara en la provincia de Buenos Aires, y mayor y contundentemente nos dijeron ‘queremos más derecho a la salud, más derecho a la educación, queremos más trabajo, queremos más producción, queremos más igualdad’.

Así que creo que acá hay que, un poco usando metáforas, porque decía bien Estela, hoy parece que todo transcurre en las redes, en el ciberespacio, con inteligencias artificiales, y es cierto que hay una revolución en curso, que hay cambios muy profundos en la comunicación, en los vínculos, en todo, pero me parece que, por mirar una cosa no hay que negar la otra, que es que somos seres humanos de carne y hueso, que vivimos en territorios, en lugares, que formamos parte de comunidades, de familias, que tenemos amistades.

Es decir que, repito lo que venimos diciendo y que creo que ha dado un resultado, que pasan un montón de cosas en el ciberespacio pero la red social más importante es la de carne y hueso, es la que ocurre todos los días. Y yo creo que en materia política pero también en materia social, el modo, la herramienta más efectiva para transformar las cosas, más allá de la virtualidad, más allá del big data, más allá de los trolls, más allá de todo, sigue siendo esa red social de carne y hueso y nuestro instrumento para llegarle y para formar parte de eso que se llama militancia.

La red social más importante y su instrumento, su herramienta no es una aplicación, es la militancia, es la presencia, es poner el cuerpo, es mirar a los ojos, y creo que eso tenemos que hacer, tal vez cambiar el software acá en el Congreso, pero sobre todo cargar la batería y salir a militar, salir a recorrer toda la provincia de Buenos Aires, salir a dar todas las discusiones, porque podemos dar todas las discusiones, por más que tiren con todo su ejército digital hay un pueblo que sabe lo que necesita, lo que quiere, y nosotros tenemos la vocación y la necesidad de representarlo y demostrarle que esto que nos ofrecen es malo, no es inexorable, que hay posibilidades de otra Argentina, de otro país y, sobre todo, de otro futuro.

Así que, muchísimas gracias. Muchas gracias por el compromiso, muchas gracias por la presencia, y gracias por lo que se viene, que es una campaña que va a ser plaza por plaza, escuela por escuela, fábrica por fábrica, barrio por barrio, casa por casa. Uno por uno, le vamos a explicar que Milei, la motosierra, el topo no pueden entrar a la provincia de Buenos Aires. Muchísimas gracias.