Presentación del documental “Pandemia: gestionar lo desconocido”
Muchas gracias a todos y a todas, yo también voy a ser breve, hoy tuvimos un día también de muchísima actividad, pero la verdad que varios comentarios. Primero decir que no había visto el documental, que esta es mi primera experiencia de verlo, o sea que lo estoy conociendo como muchos de ustedes en este momento. Me llena de admiración el trabajo que hiciste, Nico, que hizo todo el equipo, que mientras llevamos adelante esa tarea tan difícil, también se tomó el trabajo de registro, el trabajo de acompañamiento, aún gente que no es y no tenía por qué estar en esos momentos ahí, así que la verdad que agradecerle a Soberanía Sanitaria, además de a vos, a todos los compañeros y compañeras que hicieron el laburo.
Y por supuesto que no es fácil de expresar porque uno se veía en determinadas situaciones que recién cuando me preguntaban también, Dani, uno tenía, incluso yo lo he leído en Freud originalmente, esta cosa del trauma de guerra, de una especie de proceso donde se olvidan hechos traumáticos porque es difícil vivir con eso, es difícil recuperar la cotidianeidad si uno está todo el tiempo reverberando en situaciones que se pasaran. Así que durante la proyección veía algunas postales, algunos momentos de lugares donde estuve y situaciones que viví pero que no tengo presentes permanentemente, luego también me venían otras que no están retratadas en el documental. Me parece que hay cuestiones ya más narrativas y de enfoque y de decisiones de cómo contar una pandemia, porque hay 20.000 enfoques, no están las conferencias, no están, bueno, tantas cosas.
Hay muchísimos elementos que tuvieron que ver con ese tiempo de pandemia que por lo menos tocó transitar, pero si tengo que decir qué es lo que me parece el mayor acierto es que se muestra esta dualidad, de lo que ocurría en las terapias intensivas, al interior del sistema de salud que tal vez para ustedes por haberlo vivido cotidianamente, para mí por haberlo vivido episódicamente, pero muchas veces recorrí muchísimas terapias intensivas en los peores momentos también de la pandemia. Estuve en ese depósito, estuve en Ezeiza, estuvimos ahí en cada una de las etapas, en cada una de las decisiones y la verdad que creo que permite poner más en evidencia algunos enfoques y algunos posicionamientos políticos que hubo entonces, y que sigue habiendo ahora sobre el papel del Estado, sobre también esto de gestionar lo desconocido, pero sobre todo lo de tomar la responsabilidad, no hacerse el distraído, poner el cuerpo. Era un momento donde ante tamaña calamidad, ante tamaño desastre sanitario que estaba pasando el planeta, uno estaba ahí en ese lugar y había que tomar todos los días decisiones de dónde pararse también y cómo seguir adelante en momentos muy difíciles.
Me acuerdo también, no está retratado, pero como a mí me venían imágenes paralelas mientras veía cada momento del documental, me acordaba estar mirando el sistema. No se habló, o se habló poco del sistema con el que seguíamos la cantidad de casos y el sistema, lo recordarán muchos de acá, de ocupación de camas, cuando empezamos a estar al 80… Mientras decían que era toda una mentira, que era todo un invento, que era todo un subterfugio para obligar a la gente a privarse cosas o hacer tales otras, uno veía cómo subía y con el agotamiento de las olas, cómo subía la ocupación. Hubo momentos que estuvimos al límite, en ese momento que yo te hablo de las 883 camas de terapia intensiva que había en esta provincia para 17 millones de habitantes, cómo recibimos la cosa y cómo después la elevamos hasta llegar a más de 5.000 camas de terapia intensiva, y cómo así todo, tuvimos que ir a buscar enfermos a otras provincias porque no se había alcanzado; cómo se saturó el sistema en Capital Federal y desbordó sobre los hospitales de la provincia, cuestiones que siempre las han tomado como una disputa política o como una cuestión de discusión a ver quién ganó algo. Es imposible, lo decís muy bien Dani, es imposible ganarle a una pandemia, en ningún lugar del mundo se le ganó a la pandemia o se pudo evitar que la pandemia fuera eso, que fue una catástrofe.
Así que, siempre también hay un gran acierto en mostrar lo que estaba pasando, una trinchera que bueno, que se aplaudía y después se enojaba, pero había un enojo, pero durante toda esa etapa lo que ocurrió dentro de nuestros hospitales, lo que ocurrió con los trabajadores y trabajadoras de la salud, lo que ocurrió cuando llegó la vacuna, lo que empezó a ocurrir cuando se empezaba a alcanzar un grado de inmunidad, entonces la pandemia… Como mientras tanto la discusión política y a veces el oportunismo transcurría por otro lado. Nosotros estábamos muy metidos en esto, que por supuesto que uno sí, se leyó mil papers, me mandaba, yo decía en ese momento que ya estaba cerca de poder rendir algún examen sobre cuestiones epidemiológicas obviamente, porque quería estar al tanto a pesar de la confianza que teníamos en nuestro grupo de expertos, algunos de ellos están por acá. Pero obviamente lo que podemos decir cualquiera de nosotros sobre la pandemia es muy distinto de lo que se vivió adentro del sistema de salud, donde empezó sin nada y después fuimos abasteciendo y después tuvieron que atender y cómo se venían las olas y la ocupación y cómo derivábamos entre hospitales, ni se puede contar, así que creo que está excelentemente retratado.
Después creo que obviamente el homenaje a los trabajadores y trabajadoras que le pusieron el cuerpo a la pandemia de la salud, el homenaje también a quienes lucharon contra la pandemia, que fueron millones de bonaerenses, que también la enfrentaron, que hicieron sacrificios, que tuvieron gestos de solidaridad, eso me parece que es muy importante, nos trataron de traficar en la pandemia, que lo que primaba era el egoísmo, era lo que primaba era el incumplimiento, la irracionalidad y no fue así, porque si hubiera sido así, hubiéramos tenido que lamentar una situación muchísimo peor desde el punto de vista de los resultados. Hoy hace poco vemos que salieron varios artículos ya de balance de la situación de la pandemia en diferentes países y obviamente repito, cuando hay muertos, cuando hay enfermos, no se puede hablar de éxito ni siquiera en el terreno comparativo, pero sí quiero decir que varias de las mentiras, como que la vacuna era veneno, varias de las mentiras como que los sacrificios fueron en vano. Yo decía ahí lo de las camas, con las 883 camas, si no hubiéramos hecho nada, como pasó en otros lugares lamentablemente, se nos hubiera saturado el sistema de salud a los tres meses de iniciar la pandemia y no hubo un solo caso de alguien que no tuviera ni la cama o el respirador o la atención médica o que le fuera la ambulancia, así que yo creo que ahí más allá del resultado final en la comparación, creo que hay que valorar el esfuerzo de un pueblo entero luchando contra lo desconocido. Gracias.
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