Nuevo Centro de salud mental juvenil en Hurlingham
Bueno, muchas gracias. Buenas tardes a todos y a todas. La verdad que un día, una jornada de muchas inauguraciones, venimos de recorrer en Quilmes un, bueno, varias obras. Pero una muy importante, que tiene que ver con el ambiente, un inmenso centro para disposición de residuos urbanos, para el reciclaje, para la economía circular, para que en Quilmes y en toda la Provincia tengamos una disposición de los llamados residuos sólidos urbanos, no como si fuera basura, sino tratándola de residuo, buscando qué de eso, no sólo puede ser reciclable, sino también qué, de lo que tiene que ver con su disposición, puede dar laburo, puede permitir que hoy, nos decían allí que, muchísima, lamentablemente, mucha gente que está con dificultades y que tiene que ver se convierte, se van convirtiendo en recicladores. Y en la provincia de Buenos Aires, durante toda esta gestión, decidimos darle dignidad a ese laburo, reconocerlo, ponerle edificios, equipamiento, y permitir que esta idea del ambiente, pensada a veces como una cuestión lateral, o una cuestión muy vinculada, no sé, tal vez a plantar un árbol, tenga que ver con la vida cotidiana.
Hoy en Quilmes se separan los residuos, hoy en Quilmes hay quienes lo recogen, hay quienes lo clasifican, y hay quienes los utilizan para que después sirvan de nuevo, de fuente de ingreso. Yo creo que son cosas que cobran principal importancia, más allá de que es una inversión inmensa, formidable para Quilmes. Tenemos varias más en Moreno, en otros municipios, tenemos también en el interior de la Provincia, y tiene que ver con basurales a cielo abierto.
Más allá de la cuestión ambiental en abstracto, lo que nosotros creemos es que, en momentos donde se está hablando de que no existe el cambio climático, que no importa lo que uno haga, que todo tiene que ser individualismo y todo tiene que ser egoísmo, en la provincia de Buenos Aires, miramos la cosa de otra manera. Damos respuesta a una necesidad y además, generamos puestos de trabajo dignos.
Así que, creo que hoy es un día importante porque hay derechos que nosotros consideramos básicos, esenciales. Salud, educación, hay otros derechos que tienen que ver con el ambiente, que tienen que ver con la salud mental, que antes no se consideraban, pero que para que ocurran, para que sean una realidad, necesitan inversiones como esta. Así que felicitaciones, Dami también, porque es un trabajo que, más allá de cada una de las situaciones, marca un contraste permanente con lo que está ocurriendo, sabemos muy bien, en el Gobierno nacional.
Después estuvimos inaugurando un Instituto de Formación Docente, y aprovecho también, si me permiten, que hay un público joven, ¿no? juvenil, para decirle que hoy inauguramos también un Instituto de Formación Docente en Quilmes, con 25 aulas, para los que se están preparando para ser maestros y maestras, bueno, también tecnicaturas. Es muy importante, digo que es un edificio enorme porque realmente ha sido una inversión muy grande.
Y ustedes saben que estamos en épocas donde, no sólo hay un negacionismo en relación a la cuestión de los derechos humanos, los 30.000 desaparecidos en la Argentina, hay un negacionismo también vinculado con la cuestión ambiental. Y hay un negacionismo también vinculado con la necesidad de que en la Argentina, sectores inmensos de nuestra población, que no pueden acceder a través del mercado, a través de las cuotas, a través de lo privado, a la educación o la salud, tengan igual la garantía de que van a poder hacerlo.
Mientras en otro lado se quieren destruir las instalaciones, destruir las instituciones y destruir la infraestructura que se ha creado a nivel provincial y a nivel nacional durante tantas generaciones, particularmente la universidad pública y gratuita, nosotros hoy, creo que nos llena de orgullo, especialmente en esta situación, lo veníamos haciendo, haber inaugurado el edificio educativo número 220, que garantiza que todos los pibes y pibas que tengan la vocación docente, que tengan ganas de hacerlo puedan ahí hacer su formación.
Estamos discutiendo todo de nuevo. Yo decía ‘negacionismo’, a veces me dan ganas de decir ‘terraplanismo’, con estas ideas de que no hace falta Estado. Y ahora, vinculado a la inauguración que estamos haciendo hoy, que tiene varias dimensiones.
La primera tiene que ver con la obra pública. Hoy, todos los que miran este espacio como un lugar donde va a poder transcurrir un momento, un lugar, una forma, un dispositivo que les de una mano en su vida cuando la necesitan, y bueno, si no tenemos la obra no se puede hacer.
Hoy pareciera que estamos saludando a estos ladrillos, estos vidrios, estas ventanas, pero estamos haciendo algo, desde mi punto de vista, mucho más importante. Estamos diciendo que el Estado tiene que estar, que el Estado tiene que hacer la obra pública y que la obra pública tiene que ser para el pueblo. Para satisfacer las necesidades del pueblo.
Así que cuando no hay Estado ni hay obra pública, quedan todas esas necesidades flotando, ignoradas, y entonces no se reconoce su carácter de derechos.
Ahí el acierto de lo que estás haciendo acá, Dami. Que haya sido una promesa de campaña, le da una importancia todavía mayor. Porque en la situación actual han cortado, Kato siempre lo marca, han cortado 1.000 obras públicas, 1.000 obras que había funcionando en la provincia de Buenos Aires. Son obras de cloaca, obras de asfalto, son obras que tienen que ver con electricidad, que tienen que ver con vivienda, un polideportivo, que tienen que ver con escuelas. En la provincia de Buenos Aires, 1.000 obras paradas, algunas a poquito, a nada de terminar. Otras, muchas de ellas, con financiamiento internacional, o sea, que nada tiene que ver ni con el déficit, ni con la emisión.
Es una decisión política de que no haya Estado, fundada en la idea de que el Estado no hace falta y que los problemas que tenemos, que nadie niega que tenemos problemas, son responsabilidad, culpa, de ese Estado. Y que todo lo soluciona el mercado.
Bueno, evidentemente es cierto que el mercado existe y es cierto que soluciona problemas de educación, problemas de salud, problemas de salud mental. Uno puede tranquilamente, porque sabemos que existe, ir a un consultorio, de un profesional privado, pagar las sesiones, pagar las terapias, los tratamientos y el mercado te lo da. Ahí está, el mercado lo ofrece, hoy lo ofrece. Pero así como existe eso, sabemos que hay una mayoría inmensa que lo necesita y se queda afuera.
El mercado lo ofrece, el mercado lo abastece, al que tiene los recursos, al que tiene el dinero, al que tiene determinada condición económica y social. Y lamentablemente, no sólo en la Argentina, diría en el continente, en Latinoamérica, en los países vecinos y no sólo en Latinoamérica, en Estados Unidos no se puede pagar la salud, en Europa hay grandes problemas para el acceso a la salud y más todavía a la salud mental. O sea, el mercado está, el mercado resuelve pero resuelve si tenés la guita. Resuelve si tenés determinado nivel adquisitivo. Resuelve si vivís a determinada distancia de los lugares donde está la prestación.
Y si no, no resuelve nada. Entonces si nosotros pensamos que ese modelo y esa situación es la única que debe existir, hoy el mercado resuelve pero resuelve a muy poquitos. Y si dejamos que sea sólo el mercado, cada vez son menos y cada vez son más los que quedan afuera y quedan excluidos. La necesidad es la misma, si alguien tiene una dificultad, un problema, un padecimiento, un sufrimiento, es lo mismo, es lo mismo. Somos todos iguales. Pero lo que pasa es que algunos lo pueden pagar y otros no lo pueden pagar para que haya una respuesta ante eso.
Nosotros somos de los que creemos que el Estado existe, precisamente, para resolver ese problema, de que no todos tienen el mismo acceso a cosas que se necesitan por igual y que a veces son imprescindibles.
El mercado resuelve su parte, no tenemos que elegir si Estado o mercado. Lo que tenemos que hacer es que aquel que no puede acceder a la cobertura de sus necesidades en materia de salud, de educación, ahora de salud mental en la provincia de Buenos Aires, bueno, si con el mercado no lo puede solucionar, tiene que aparecer la sociedad en su conjunto, solidaria, comprensiva, inclusiva, a través del Estado, dando una respuesta.
Eso es lo que hay acá. Hay justicia social. Hay acceso para todos. Hay posibilidad de aquel que no se lo puede pagar y cada vez está más difícil, pueda acceder de todas maneras.
Y me parece que son discusiones que pensábamos que no había que dar, porque ya estaban resueltas, si hace falta universidad pública, escuela pública, si hace falta salud pública. Por más que tengamos muchísimo que corregir y que mejorar, vemos que cuando no existe y no está, la exclusión es mucho mayor y el sufrimiento es mucho mayor.
Así que, ¿a qué nos hemos dedicado en la provincia de Buenos Aires? Cuando llegamos, la salud mental prácticamente no era política de Estado. Por eso está el tema de la pandemia, que vos marcás, que puso en evidencia y de manifiesto que, bueno, que sobre todo, que yo diría que no tiene un corte etario, pero particularmente los jóvenes, las jóvenes, que atravesaron la pandemia, una situación tan angustiante, tan compleja, cuando íbamos y recorríamos las escuelas de la Provincia, cuando hablábamos con ellos, nos decían ‘lo que queremos es que haya más acceso, más respuesta, para los problemas vinculados a los padecimientos subjetivos’. Digamos, a los problemas de salud mental. Se necesitaba más respuesta.
Nosotros ya veníamos con esta idea, pero la reforzamos muchísimo. Piensen que en los hospitales provinciales, de los hospitales de la provincia de Buenos Aires, solamente 20, Juli, si no me equivoco, Nico, tenían servicio de salud mental. Es decir, teníamos hospital, pero el hospital le cerraba la puerta a los que venían no con una quebradura, o con un problema para operar, que se resuelve en un quirófano, sino a los que venían con un problema de salud pero de este tipo.
Entonces, lo que fuimos haciendo durante todo este tiempo es fortalecer la respuesta desde el Estado provincial en los hospitales públicos. Hoy hay servicio de salud mental en los hospitales públicos, hay equipos, hay trabajo en las escuelas de la provincia de Buenos Aires. Y este, con este, estamos abriendo el Centro de Salud Mental número 20 de la provincia de Buenos Aires.
Así que, yo se que falta un montón, se que falta un montón, se que venimos de muy atrás, se que la cosa está difícil, pero más todavía, hay que seguir invirtiendo, hay que seguir fortaleciendo, hay que seguir apostando y ayudando a que el Estado pueda dar respuesta.
Que nadie se quede afuera. Si no es muy injusto y muy difícil, y además nos venden que es la solución y la panacea para los problemas que tenemos. Y la verdad que hoy el mercado te da una respuesta a los padecimientos de salud mental, pero la realidad es que el mercado, solamente, abarca e incluye a una ínfima minoría de nuestra sociedad y de nuestra provincia.
Cuando el mercado no llega, cuando el mercado, o porque no da rentabilidad, o porque no da ganancia, o porque no tiene una oportunidad de lucro, cuando el mercado no le responde, cuando la empresa privada no da respuesta y la mayoría se va quedando afuera, nosotros reconocemos que si hay una necesidad, nace un derecho. Y si hay un derecho, tiene que haber un Estado que lo tome como obligación.
Así que, Damían, nuestras felicitaciones por esta iniciativa y, bueno, por poder ayudar a que acá, en Hurlingham, ahora estén las puertas abiertas para todos los pibes y pibas. El teléfono va a estar, y es una experiencia que vamos a profundizar. Así que muchísimas gracias, mucha fuerza. Y yo entiendo lo de la libertad, pero sin igualdad lo de la libertad es un verso. Muchas gracias.