Inauguración de la Casa de la Provincia en General Belgrano
Muchas gracias, Osvaldo, por recibirnos. Muchas gracias a nuestros concejales, a toda la dirigencia política, a todo General Belgrano. La verdad que, Kato esta vez apurarte y hacer las cosas bien, nos impidió llegar el día preciso, pero quiero un aplauso para Kato. Terminar este inmenso edificio, en esta situación, antes de tiempo.
No, la verdad que tengo unas breves reflexiones para agregar. Primero, sobre el minibus, que bueno, que me lo mostraban con un orgullo, con un cariño, con una comprensión de lo que se trataba, que la verdad, a veces cuando uno escucha en la tele, ve en las redes sociales, o al propio Presidente de la nación, decir que hay que destruir el Estado, ¿no?, que él está para destruir el Estado, que todo lo resuelve y lo soluciona el mercado, la mano invisible, la empresa privada. La verdad que me daría ganas de decirle: en vez de tener debates, discusiones, polémicas, por qué no viene a General Belgrano a ver cómo un minibus le cambia la vida a una comunidad y lo trae el Estado. Y lo trae el Estado. Y qué tipo de cosas lo pudiera hacer un privado, nadie se lo prohibió.
Lo mismo que acá, estamos en General Belgrano, una población de 21 mil millones, perdón, 21 mil habitantes, exageré un poco. 21 mil habitantes y yo miraba, porque siempre me gusta chusmear la estadística que tiene que ver con algo que alguien estaba cuestionando estos días. ¿Vieron que quieren vender el Banco Nación? Diciendo ‘para qué un banco público si podemos tener un banco privado que sea un negocio’, ‘va a ser mejor’, ‘más eficiente’. ¿Saben cuántos usuarios de Cuenta DNI hay, de 21 mil habitantes? 16 mil, 16 mil.
Nadie prohibió a la banca privada dar crédito a la producción, dar crédito al consumo, nadie les prohibió dar descuentos, dar reintegros. Y tiene que ver con que es una banca pública. Así que ahí tenemos, educación pública o co-gestionada, banco público. Todo eso lo quieren destruir.
Y lo digo porque cuando uno recorre la provincia de Buenos Aires, veníamos recién, también de Las Flores, donde uno observa resultados electorales y hay mucha gente que votó por el gobierno actual. Obviamente, en la provincia de Buenos Aires los resultados le fueron adversos, en las PASO, en las generales, hasta en el balotaje. Pero así y todo, obviamente, hay una legitimidad.
Ahora, yo me pregunto quiénes. quiénes de los que lo votaron sabían que esta idea de liberalizar, de liberar todo, de desregular, iba a afectar cómo afectó a los precios, los medicamentos, el combustible. Cómo afectó y empieza a afectar los salarios, las jubilaciones. Porque festejaban el superávit fiscal, se olvidaban de decir que era sobre el salario, sobre los haberes de los jubilados. 32% de la mejora, digamos, fiscal, del ajuste, fue a parar al bolsillo de los jubilados, 18% al bolsillo de los trabajadores del Gobierno nacional. Hoy, despidos, cierres de entidades culturales.
Nadie viene a decir que es perfecto, nada es perfecto. Una empresa, una familia, el Estado ni hablar, nada es perfecto. Ahora, yo creo que la verdad debe haber sido una mínima minoría la que pensaba que votando este Gobierno iban a venir contra las universidades públicas. Lo dijeron explícitamente, quieren cerrar universidades públicas.
¿Qué va a ser de nuestra Provincia? Nuestra Provincia, donde en 85 municipios, el único prestador de salud y de educación que hay es el Estado. Cuando dinamiten el Estado, ¿qué va a quedar?
Hoy me venían a preguntar por la ruta, por el acceso a Gorchs, por el acceso a Gorchs, y me daban un petitorio. Yo quiero decir, venimos de batir récord de obra pública provincial, pero desde que cambió el gobierno dejaron plantadas, abandonadas, 1000 obras en la provincia de Buenos Aires. Ese acceso de 7 kilómetros, ese acceso, estaba adjudicado pero no se hizo el adelanto.
Así que cuando nos hablan de las virtudes de todo esto veamos cuáles son los resultados, cuáles son las consecuencias, como le pega a cada uno, porque yo, y los invito, ¿eh? a leer las propias redes del Presidente, que tanto retuitea, a veces insultos, agravios, memes contra cualquiera. Pero vean lo que retuitea, vean a los que lo votaron también, qué es lo que le está preocupando. Está festejando, está festejando que hay una fiesta en la Argentina. Es de la Bolsa de Valores, es de los mercados financieros, es de las acciones de las compañías privadas más grandes y concentradas de Wall Street.
El otro día observaba los balances de las empresas alimentarias. Porque uno dice ‘bueno, subieron un montón los remedios’, ‘no, esto está bien, había que sincerar los precios’. Miraba los balances del año pasado, de las alimentarias, de los laboratorios. Acá lo tenemos a Juan Manuel, ¿no? Ahí en Ranchos, ¿cuánto sale ahora el oxígeno? 800.000 pesos salía el año pasado, 2.600.000 este año. Medicamentos, lo hablaba con el intendente de Tandil, no es de mi fuerza política, 6.000%, 12.000%, no lo puede pagar. No lo puede pagar nadie. Y va a parar a algún lado, ¿eh? No crean que esto es el superávit y que resuelve los temas. Va a parar a algunos bolsillos de sectores que son los más favorecidos, los más concentrados en la Argentina.
Bueno, yo vengo a decir acá que aunque haya ganado las elecciones, no estoy de acuerdo, es una estafa lo que salen hoy los remedios, es una estafa. Y es una estafa para los que lo votaron también, que no esperaban que el ajuste se descargue en la espalda de los que menos tienen, de los que están más lejos, de los que necesitan una ruta. Esa ruta la paró Milei. Y hay que ponerle nombre y apellido, y no tengo problema en decir en ningún lado esto mismo, está desfinanciado la salud, la educación, la obra pública.
Esa ruta que tanto necesitan estaba, era el ministro Gabriel Katopodis en Nación, estaba para hacer y la cortaron. Así que yo vengo a responder a eso. Vamos a insistir en que la haga el Gobierno nacional porque ya está avanzada, y si no, la tendrá que asumir el Gobierno provincial.
Por supuesto que estamos en tiempos inciertos y difíciles porque, se decía recién, quieren fundir a las provincias, quieren fundir a los gobernadores, no les gustó que no le probaron leyes, no le gustó que no estamos de acuerdo con cosas que dicen y en las que piensan, pero está bien, esa es la democracia, no es para enojarse con nadie. El parlamento tiene a cada uno de los legisladores, de los diputados, diputadas, senadores, senadoras, votados con tanta legitimidad como el presidente de la Nación, como este gobernador, como este intendente, como este concejal. Estamos votados nosotros también, y no pensamos lo mismo.
Y hay que convivir con esas diferencias. No se puede andar diciendo que son todos traidores, que son todos coimeros, que son… cuando no te sale una ley. O después, si no te sale una ley, ‘voy a fundir a los gobernadores’. Y no a mí, que es claro que no pienso igual, sino que empezó a decirlo sobre gobernadores que querían votarle las leyes, y no le gustaron. Entonces, ‘los voy a fundir, al gobernador lo voy a fundir’. Empezaron a cortarle recursos a las provincias, como diciendo ‘lo voy a perjudicar al gobernador’.
Y la verdad que, obviamente, que para mí es un problema que interrumpan todas las obras, pero que no se crea ese presidente que me está castigando a mí, está castigando al pueblo de la provincia de Buenos Aires. Que yo recorro mucho la Provincia, recorro mucho la Provincia, y no he ido a ningún pueblo de nuestra provincia de Buenos Aires donde me digan ‘cierren escuelas’. Siempre me piden una más, me piden una ruta, me piden más hospitales, o más centros de salud, me piden caminos rurales, me piden más obra pública, porque tenemos déficit en infraestructura.
Y repito, porque estas ideas metafísicas, esotéricas, de que todo lo va a resolver el mercado, bueno, está a la vista. ¿Quién va a venir acá a instalar un Sanatorio Los Arcos? ¿Quién va a venir con la Universidad Austral a instalarse acá? No digo nada, pero ¿por qué? ¿Por qué eso es así? ¿Por malos, por que no les interesa? No, no. Porque hay lugares donde no hay esa demanda suficiente, esa rentabilidad, esa ganancia y el tipo que tiene una empresa privada, lógicamente, busca la ganancia, sino no pone su plata y su plata es suya. Y eso está muy bien, que lo haga, pero así terminamos concentrando cada vez más.
Y ahí voy al tema de esto que tenemos acá atrás, concentrando cada vez más. Lo que concentró la economía en la Ciudad de Buenos Aires, históricamente, en el puerto de Buenos Aires, fue el mercado. Ahí estaba el comercio, estaba la oferta, estaba la demanda, estaba el poder adquisitivo, en esas veinte manzanas estaban las familias más ricas de la Argentina. bueno, ahí empieza a aparecer todo.
Si yo les digo que en la provincia de Buenos Aires el 70% de las escuelas, 70%, son públicas, gratuitas, 70%. Nosotros todos los días educamos a 5.2 millones de pibes y pibas. Dos veces casi toda la población porteña. El doble entra todas las mañanas y saluda a la bandera en las escuelas de la provincia de Buenos Aires, con maestros de la provincia de Buenos Aires. Perdón, los vi ahí atrás, algunos del sector educativo, son ellos. Lo dice siempre nuestro ministro de Educación, todas las mañanas las familias entregan lo más sagrado que tienen, lo dejan ahí en la puerta de la escuela.
Así que a mí me parece que hay mucho de ignorancia, mucho de desconocimiento. Se concentra en el mercado, se centraliza en el mercado. Porque el negocio genera más negocio y siempre en los mismos lugares, y entonces ¿qué va a ser de nuestra provincia de Buenos Aires, si nosotros dejamos que esto ocurra? Y, bueno, ha pasado, después vienen gobiernos iguales, del mismo signo que este, más o menos, y cierran los ferrocarriles. Y entonces tenemos pueblos que se vuelven, pueblos a veces casi fantasmas porque ya no llega el ferrocarril. Esto ha pasado, no nos lo tienen que contar, no nos lo tienen que explicar, lo vivió la provincia de Buenos Aires.
Por eso, yo creo que hay algo de una ideología media extraña, anarcocapitalista, hay algo de la Escuela Austríaca, que nadie sabe bien qué es a ciencia cierta. Yo les digo qué quiere decir para la provincia de Buenos Aires, que van a ser menos inversiones en educación, en salud, que se van a desentender completamente de la infraestructura de la provincia de Buenos Aires. Y como me dijo el propio Presidente, ahí en Bahía Blanca, después del tornado, ‘arreglense con lo que tienen’. Bueno, acá está la provincia de Buenos Aires, acá, arreglandonos con lo que tenemos.
(…) No hay negocio, o hay negocios pequeños, por supuesto. Entonces, yo me alegro de que este minibus tenga que ver con pequeños productores, porque eso también, han visto, el campo argentino, la concentración, la centralización, una tecnificación que, a veces, expulsa mano de obra. Entonces, ¿qué se hace ante eso? Y bueno, a nosotros la verdad que no nos gusta. No nos gusta un país que se resuelva en un puñado de personas y familias, de empresas, y en una superficie pequeña donde hay prosperidad y todo alrededor hay carencia. No, no nos interesa eso, no es el país que queremos, no es la Provincia que queremos.
Pero para eso, y esto también habría que explicárselo de nuevo, es una de las funciones, una vez que la sociedad decide que no le gusta ese modelo que genera el mercado, ¿cómo lo combate? Y, a través de una única herramienta, de un único instrumento, que es el Estado.
Por eso, yo creo que estas casas de la provincia, si bien han tenido una significación, nosotros tenemos, Kato, 69 en construcción. Esta es la tercera que inauguramos, la tercera Casa de la Provincia, en un municipio que no somos oficialismo.
Y esto, como bien decía Kato, para demostrar que no vamos a poder construir esta Provincia grande discriminando a nadie políticamente. Esta Provincia grande se hace apoyándonos como provincia, defendiendo a la provincia de Buenos Aires y, sobre todo, con una inmensa generosidad y comprensión. Acá está el pueblo de General Belgrano, no sólo el intendente, su partido político, está el pueblo de General Belgrano. Si nosotros empezamos con estas cosas…
¿Y cuál es la cuestión? Que el Estado de la provincia de Buenos Aires tenía presencia en todo el territorio provincial, por esto que acabamos de nombrar. Son oficinas, son dependencias, que a veces están en diferentes ministerios, y que a veces con los años fueron surgiendo. Entonces, y bueno, ahí tenés el IOMA, tenés el IPS, tenés el Registro Civil, ahí tenés ARBA, ahí tenés el Ministerio de las Mujeres que ahora tienen, ahí tenés también, el Ministerio de Desarrollo Agrario, tenés muchísimas dependencias.
¿Y cómo funcionaban en cada una de las ciudades de la provincia de Buenos Aires? Era igual en todos lados, un sucuchito, una pequeña oficina, un alquiler, algo a préstamo de la municipalidad, algo donde se iba, apenas, unos días. Y entonces el Estado de la provincia de Buenos Aires, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, era necesario, es imprescindible, pero a veces resulta lejano y a veces casi invisible, inasible. Además de espantoso muchas veces, porque las condiciones, como decía Cristina, no sólo son condiciones de atención sino condiciones de trabajo para quienes están en esa oficina.
Entonces, ¿qué es lo que decidimos hacer? Y darle una presencia distinta, que tiene que ver con el Estado de la provincia de Buenos Aires, tiene que ver con su territorio, pero tiene que ver, también, con su pueblo. En cada uno de los distritos de la provincia de Buenos Aires tiene que haber un acceso igual a las prestaciones del Gobierno provincial.
Por eso, la Casa de la Provincia. Como dijo Cristina, para que no haya que ir a La Plata a hacer un trámite, para que no haya que deambular, como dijo el intendente, para que sea con la máxima tecnología, con la máxima calidad y con dignidad para el laburante y para los que van a hacer el trámite. Es eso. Es eso, ese es el proyecto, una presencia territorial del Gobierno de la Provincia a lo largo y a lo ancho, para que se identifique ese famoso Estado presente. Ahora tiene lugar en el caso del Estado provincial.
Y lo que contaba Cristina de Mercante es muy interesante. Yo le quiero agradecer también al Intendente, al Concejo Deliberante, a toda la comunidad, porque cuando empezamos a presentar las Casas de la Provincia nos decían ‘¿para qué las van a hacer?’ ‘¿Para qué van a invertir en las Casas de la Provincia?’ Claro, no vivían en los pueblos, era desde los canales porteños que decían ‘No, ¿cómo van a gastar tanta plata en General Belgrano? En hacer un edificio digno, en un edificio moderno, en un edificio hermoso también, porque quiero decirte, Kato, y Rolo que tuvo que ver con el diseño, es precioso lo que han hecho acá y está a la altura de lo que queremos mostrar.
Entonces decían ‘¿cómo van a poner una Casa de la Provincia?’. Incluso tuvimos problemas con algunos distritos donde había oposición, que decían ‘no colaboraron’. Por eso, te agradezco Osvaldo, no encontraban el terreno, tardaban, no querían, no querían porque pensaban siempre, algunos que quieren pensar raro, pero sobre todo esto de tirarse abajo, por lo que dice Cristina. Entonces empezamos con esta cuestión. Criticaban que hubiera una Casa de la Provincia en cada uno de los distritos, nunca criticaron que la única que existía estuviera en la Ciudad de Buenos Aires. Nunca criticaron, porque les parecía bien que en el centro, que allá donde está otra jurisdicción, la Ciudad de Buenos Aires, la Capital Federal, se atendiera bien a quien tenía que hacer un trámite. Pero no estaba bien que fuera en los pueblos de la Provincia.
Bueno, eso no existe más. A partir de ahora, con el esfuerzo que tiene que ver con una batería de políticas de descentralización del Gobierno provincial. Se habla, y es una gran polémica, la autonomía de los municipios. Claro, hay un gobierno provincial, hay un gobierno nacional que ahora se borró, se ausentó, desertó, desertó, esa es la palabra. Porque dicen ‘bueno, hay un tornado, arreglense, con la educación, arreglense, con la salud arreglense’.
¿Para qué quieren gobernar la Argentina? Si no tienen proyecto. ¿Y qué territorio tiene el Gobierno nacional? Ninguno. Territorios son estos, las provincias. Entonces, se han corrido. Nosotros qué es lo que decimos, tenemos que hacer un federalismo de concertación, donde cada uno de los distritos tenga responsabilidades, tenga presupuestos, y donde sobre todo, la palabra mágica, es la integración y la articulación.
Nosotros no necesitamos que todo lo haga el Gobierno provincial o que todo lo haga el Gobierno municipal. ¿Saben cuándo estamos más felices? Cuando podemos trabajar en conjunto, cuando podemos descentralizar algunas tareas, cuando, tal vez, es financiamiento provincial pero ejecución municipal y vamos para el mismo lado.
Así que esto estamos haciendo con los caminos rurales, esto estamos haciendo con los centros universitarios, esto estamos haciendo con la educación, con la salud, con la infraestructura. Necesitamos que en la provincia de Buenos Aires no haya menos Estado, que haya más y mejor Estado, reconociendo los derechos. Que, por supuesto, eficiente, transparente, de calidad, pero más y mejor Estado. A la provincia de Buenos Aires no le vengan a decir que se arreglen con el mercado o que se arregle sola. Tiene que estar un Estado presente, dando cuenta de las necesidades de cada uno de los y las bonaerenses, y además, garantizando la igualdad de oportunidades. Los pueblos de la provincia de Buenos Aires tienen que vivir bien, igual que se vive en los grandes centros urbanos. Muchísimas gracias.